La primera cita
Me miro en el espejo y me repaso desde la cabeza a los pies. Mi cabello, lacio y marrón, no hay mucho que hacer ahí, siempre parece algo desordenado, pese a mis intentos. Me paso un peine y trato de domarlo. Dios, qué problemas me está dando hoy. Renuncio a llevarlo suelto y decido atármelo en un moño. Sí, además un moño me hace parecer más seria, menos joven.
Para qué diablos querrá Flynn hablar conmigo?
Bajo hasta mi cara, blanca como siempre. A veces pienso que no he vuelto a tener color desde que regresé de ver a mi madre en Georgia. Georgia y la fugaz visita de Christian que terminó antes de lo esperado. Ahora sé que fue por Leila. El estómago se me revuelve al recordar que mi hombre la bañó en mi departamento y la vistió con mi ropa. Palidezco aún más. Mi subconsciente se ríe y me recuerda que tengo una cita con el doctor Flynn, y que no quiero parecer enferma. Suspiro hondo y como un acto reflejo, tomo el rubor y lo aplico en mis mejillas. Mejor, mucho mejor. Miro la hora, Mierda, si sigo así, llegaré atrasada.
Llevo un pantalón negro, cintura alta y ceñida que se ensancha hacia las piernas. Una blusa color ciruela con un coqueto moño en la espalda y unos tacones altos, muy altos. Tomo mi bolso y salgo apresuradamente hacia el ascensor del Escala.
La señorita Prescott se pone de pie de prisa y me sigue. Había olvidado que no puedo salir sola. Desde que ocurrió el sabotaje de Charly Tango, la seguridad se ha multiplicado al infinito. La miro sin mucha simpatía. Sé que no es su culpa, pero detesto que tenga que seguirme a todos lados. Espero que me deje a solas con el doctor Flynn, hay cosas de las que no se puede enterar. Me ruborizo solo de pensar la cara que pondría si se enterara del cuarto rojo.
Pienso en esto mientras bajamos en el ascensor hacia el garaje. Se abre la puerta del ascensor y Prescott me hace un gesto. Es lo habitual, ella sale primero, inspecciona y luego puedo salir yo. Como siempre, ella maneja.
"A la consulta del doctor Flynn" – le digo y automáticamente la chica enfila hacia ese lugar. Me pregunto si Welch o Christian le habrán dado una lista de todos los lugares a los que puedo ir. Por supuesto que sí, se ríe mi subconsciente. Intento no pensar en eso.
Tomo mi black Berry y escribo un rápido mensaje:
Para: Christian Grey
De: Anastassia Steele
Asunto: Doctor Flynn
Mi querido novio,
Como te he contado anoche, el doctor Flynn me ha citado en su consulta. Te escribo solo para que sepas que ya voy en camino, muy bien acompañada por mi nueva mejor amiga, la señorita Prescott.
Tuya,
Ana
Anastassia Steele
Editora SIP
Aprieto enviar y vuelvo a pensar por qué querrá verme el buen doctor. Es cierto que nuestra conversación ha terminado abruptamente la última vez. Christian entró sin anunciarse, pero pensé que ya habíamos terminado. Christian, mi pequeño niño asustado, mi hombre mandón, mi novio. Estoy lejos, muy lejos, recordando su abrazo. El sonido de mi Black Berry me saca de mi ensoñación. Es un mensaje de Christian.
Para: Anastassia Steele
De: Christian Grey
Asunto: No se te ocurra bailar con él
Mi muy amada novia,
Recuerdo perfectamente su cita con el indiscreto doctor Flynn. Me alegro que Prescott vaya contigo. Así me siento más tranquilo.
No se te ocurra bailar con el doctor Flynn. Las manos de ese hombre se han posado en ti solo una vez, de acuerdo?
Tuyo,
Christian
Christian Grey
CEO, Grey Enterprise Holdings, INC.
Esbozo una sonrisa y recuerdo el baile de caridad en la casa de los Grey, la subasta y la puja por mi primer baile. Qué vergüenza.
- "Hemos llegado Señorita Steele"- me dice impasible Prescott.
- "Oh, gracias Prescott" – se baja y me abre la puerta.
Nos dirigimos al ascensor, donde ella pulsa el botón de llamada. Silencio. Esta mujer me resulta tan ajena. Ya en el ascensor me miro en el enorme espejo y me vuelvo a repasar, sí, estoy lista para enfrentar a Flynn.
- "Gracias por venir Ana" me sonríe el doctor Flynn extendiéndome la mano. "Te puedo llamar así verdad?" Más que una petición suena como una constancia.
Asiento.- "Sí, por supuesto doctor" no me nace preguntarle lo mismo, cómo se llama John? Tom? en fin, mejor mantener las distancias en un principio. Después de todo es el doctor de mi futuro marido no?
"Toma asiento, Ana, ponte cómoda"
¿Cómoda? Cómo se supone que me sienta cómoda. Los ojos de este hombre me atraviesan como cuchillas. Me siento y cruzo las piernas, poso mis manos sobre ellas y le sonrío al doctor Flynn: "Usted dirá, doctor".
"Sí, claro Ana, vamos directamente al punto. Antes de comenzar quisiera felicitarte por tu compromiso con Christian". –Me sonrojo, de qué va todo esto?- "Gracias" contesto.
"La verdad, mi querida Ana, es que tú has logrado más avances con él en meses que yo en años de terapia"
Esto ya me lo ha dicho, la primera vez que estuve aquí. Pensará que lo he olvidado? No iba a ir directo al punto? No quiero sonar pesada. Mejor callo y le respondo con una sonrisa. El doctor Flynn nota mi incomodidad y me arroja una sola frase:
- "Bueno, pero no es por él que te he pedido que vinieras, es por ti."
Mis ojos se abren como platos, parpadeo sorprendida y respondo a penas con un susurro "¿Por mí?"
Flynn se lanza: "Ana, cuando te vi en la fiesta de caridad de los Grey te veías asombrosamente bella. Despampanante, diría yo" Mientras lo escucho, todos los músculos de mi cuerpo se tensan, qué quiere este hombre? Qué pretende? Me está coqueteando? Oh! Esto no le gustará nada a Christian.
Incómoda respondo "Gracias"
Entonces el doctor Flynn me mira en silencio y me pegunta: "Por qué me agradeces Anastassia?"
Silencio, dudo, "eh, no sé qué responder doctor. Supongo que es una respuesta educada ante un elogio como el que usted me acaba de decir"
-"Elogio?" me pregunta.
-"Elogio" respondo un poco molesta. A qué va todo esto, por Dios.
- "Pues a mí me parece que no es un elogio Ana, es la verdad."
Ahora sí que me perdí. Este hombre me hizo venir para decirme que soy guapa? La cabeza me da vueltas y me revuelvo en mi lugar. No estoy cómoda. No sé qué responder. Contengo la respiración.
- "qué tienes que decir a eso, Ana?"
Vacilante, intento articular una o dos frases, respiro profundo: "eh, mmm, bueno, la verdad es que el vestido era muy bonito…" Flynn me interrumpe: "Tú eres bonita, Ana". Me lo dice calmo, como quien constatara una realidad obvia. " A dónde quiere llegar Flynn? No me gusta su juego" le lanzo así de repente.
Flynn me abre los ojos sorprendido, luego se recupera de la impresión y me sonríe: "Muy bien Ana, creo que estamos soltándonos un poco" Le miro sin parpadear. "quiero que me cuentes por qué no ves lo mismo que los demás, por qué no te gustas Anastassia?"
Ahora caigo en cuenta, es por eso que me ha hecho venir. Recuerdo la primera vez que estuve aquí. Recuerdo mis palabras, Por qué Christian se fijaría en mí. Recuerdo su respuesta.
