KaOrA-FGV-16:

Hola, aquí me tienen con otro fic, se que se supone que debía continuar el otro, pero, pues me vino esta idea a la cabeza, y decidí aprovechar y empezar este fic, espero que les guste, las parejas serán, Kaoru&Kenshin, Kaoru&Enishi, Misao&Soujirou, Misao&Aoshi, Sanosuke&Megumi y Saosuke&Sayo. Estará variando entre esas parejas, no se aun como quedaran al final. Rurouni Kenshin no me pertenece.

"ENTRE DOS AMORES"

CAPITULO 1.- "El comienzo, la llegada de Saito"

La historia comienza en un colegio de la ciudad de Tokio, en el "Colegio Koyamada" reconocido por ser el mejor de toda la ciudad, se podían observar a los estudiantes, correr de un lugar a otro, entre los extensos pasillos, otros conversando con sus compañeros, algunos leían algún libro, otros reposaban en los hermosos jardines del colegio, debajo de los grandes árboles, sentados en el pasto o en las pequeñas bancas de color crema. Entre esos jóvenes se encontraba una joven en especial, sentada en el pasto con la parte superior del cuerpo recargado en uno de los grandes árboles, se podía observar en sus ojos un poco melancólica, su largo y hermoso cabello negro azabache estaba sujeto en una cola alta con un lindo listón azul, sus hermosos ojos azul noche miraba a un punto fijo, sin poner demasiada atención algo en especial, pensando en algún problema quizá, hasta que algo o alguien se interpuso en su visión. Levanto la mirada para poder observar primero un cuerpo rígido frente a ella, y después levantando aun más la mirada, unos hermosos ojos negros, cubiertos por unos pequeños lentes, esos ojos que la tenían hipnotizada desde el primer momento en que los observo, no pudo evitar sonrojarme levemente al sentir que el chico no dejaba de mirarle.

- Buenos días Kaoru, ¿como esta? - dijo el joven sonriendo, al notar la tonalidad rojiza en sus mejillas.

- Muy bien, gracias Yukishiro - dijo Kaoru levantándose para poder verle mejor, ya que no podía verlo bien estando sentada, pues estaba demasiado cerca -¿y usted como esta?- dijo sonriendo.

- De maravilla- el joven cambio su sonrisa a una más tierna y llena de dulzura.

- Me alegra escuchar eso - dijo Kaoru mientras miraba mas detenidamente a el joven.

Kaoru conocía el físico de ese joven totalmente, pasaba horas enteras mirándolo sin que nadie se diese cuenta, conocía cada blanco cabello de su cabeza, cada pestaña de sus hermosos ojos negros, cada centímetro de sus fuertes brazos, sabia perfectamente que el era el chico más popular del colegio, era casi imposible que se fijara en ella, pensaba. Sin embargo ella también era popular, no lo dudaba, mas no imaginaba que el hermoso ángel frente a ella, llegase a fijarse en alguien como ella. Su cuerpo era perfecto, muy bien formado por el ejercicio, dado a que era el capitán del equipo de kendo de la escuela, además de ser jugador de baloncesto, era el chico perfecto, según la opinión de toda la población femenina del colegio.

- ¿En que piensa, este hermoso ángel? – dijo al ver tan pensativa a Kaoru, mientras le miraba.

- ¿Qué ángel? – pregunto la chica sin entender.

- Tú, ¿que otro ángel vez por aquí?- dijo aumentando su dulce sonrisa al ver el rostro Kaoru, sorprendido y sonrojado aun más, por su comentario.

- No soy ningún ángel.

- En ese caso, realmente lo pareces.

- Gracias.

- Solo digo la verdad, ¿sabes?- dijo antes de tomar las manos de Kaoru entre las de él, y sentarse en donde se encontraba Kaoru antes de su llegada, para después jalo a Kaoru con suavidad, para, que se sentara a lado de él – e venido a hacerle una pregunta.

- Dime, ¿de que se trata?- dijo Kaoru mirándolo interrogante.

- Sabes que hoy abra un baile, por el aniversario del colegio, ¿cierto?

- Si, lo se

- Quisiera pedirte que fueses mi pareja - dijo mirándola con gran ternura.

- ¿Yo?, me encantaría – dijo sonriéndole.

- ¿De verdad?

- Claro, seria un gran honor

- Creme que el honor, será todo mío...me alegra que aceptaras – dijo, se quedo un tiempo en silencio – me tengo que ir, tengo practica de kendo

- Bien, nos veremos después

- Si, pasare por ti, a las 7 a tu casa, ¿está bien?

- Si, estaré lista.

- Bien, adiós – dijo soltando las manos de la joven, parándose, y para después empezar a caminar, hacia el gimnasio de la escuela, no sin antes regalarle una de sus hermosas sonrisas tan codiciadas, a Kaoru.

No paso demasiado tiempo, para que las amigas de Kaoru, se acercaran corriendo, para enterarse de que le dijo, el guapo joven. Todas la rodaron con rapidez, y empezó el interrogatorio.

- ¿Era Enishi el que estaba contigo? - dijo incrédula, Sakura.

- Claro Sakura, que no lo has visto...es inconfundible – dijo Omazu, para después dirigirse a Kaoru - ¿Qué te a dicho?

En ese momento, todas miraban a Kaoru, esperando ansiosas su respuesta, se podría decir que casi todas ellas estaban perdidamente enamoradas de Enishi. A acepción de una de ellas.

- El me a invitado a ser su pareja en el baile del colegio - dijo mientras ocultaba su rostro entre sus negros cabellos, para que no notaran lo sonroja de sus mejillas.

- ¿De verdad?!!! - gritaron todas en unisón emocionadas, a acepción de una...

- Que gran acontecimiento - dijo sarcásticamente, una de las chicas, de cabello negro recogido en una larga trenza y con unos lindo ojos verdes, captando la atención de todas las otras chicas.

- Claro que lo es, Misao - dijo Sakura.

- No le veo lo espectacular, es solo un idiota de tantos, yo soy mil veces mejor - dijo Sanosuke que justo llegaba en esos momentos, tomando asiento junto a Kaoru.

- Claro que no, él es el más guapo de todos – dijo Okon.

- Y el más sexy – completo Sakura.

Kaoru permanecía en silencio, escuchando como discutían, seguramente Sanosuke tuvo un mal día, o alguien lo rechazo, Sano se pone de mal humor, cuando eso pasaba, pensó.

- Claro que no!!! – se escucho gritar a Sano, sacando a Kaoru de sus pensamientos.

- Ya no discutan, por semejante tontería!!! – Dijo calmando a todos, Misao.

- Gracias Misao- dijo sonriéndole Kaoru.

- No es nada Kaoru – luego, mira molesta, a los demás presentes – Fuera de aquí!!, dejen en paz, a Kaoru, solo la molestan.

Las otras chicas la miran molestas, mientras caminaban lejos, quedando solamente Misao, Sano y Kaoru. Misao miraba de reojo a Sano, y después a Kaoru, mientras le hacia señas preguntando que le sucedía a Sano, pues Kaoru era la mejor amiga del chico, Kaoru le contesto encogiendo sus hombros indicándole que no lo sabia.

- ¿Qué tanto me ven? – dijo Sanosuke, molesto.

- Nada – dijo Misao.

- ¿Estas enojado Sanosuke? – pregunto Kaoru.

- ¿Yo?, ¿Para nada?– dijo fingiendo demencia.

- Sanosuke, ¿Por qué te has enojado? – pregunto Misao.

- No se de que me hablan – decía Sano.

- Si, no nos dices tú, lo averiguare por otro lado y te saldrá peor – le amenazo Kaoru con determinación en su mirada, sabiendo, que Sanosuke odiaba que los demás contaran los hechos, constantemente inventaban cosas que no eran ciertas, o a lo cierto le ponían de mas.

- Está bien – dijo Sano, mirando al par de chicas – lo que pasa es que una chica se me ha escapado, por culpa de ese tonto de Yukishiro – dijo molesto.

- Sanosuke, no puedes enojarte por semejante tontería – dijo Misao tratando de consolar al joven.

- Lo se – dijo Sanosuke sonriendo – de cualquier manera ya encontré con quien ir al baile del colegio, y es mucho mejor que la que me rechazo – después de ese comentario Sano empezó a reír sin control.

- No tiene remedio – murmuraron Misao y Kaoru.

Su querido amigo era un verdadero mujeriego, solo pensaba en chicas, en chicas y en chicas.

- Me tengo que ir, nos veremos después – dijo Sanosuke levantándose – nos veremos en el baile.

- Nos vemos ¡!!! – gritaron las dos jóvenes mientras Sano se alejaba de ellas.

Después de eso Misao y Kaoru se quedaros en silencio por un buen tiempo. Cada una de ellas, alejada de la realidad, fundidas en sus pensamientos. Hasta que un hombre empezó a acercarse a ellas, el hombre de aspecto serio y cabello castaño, camino hasta llegar a las chicas.

- Hola, ¿Cómo esta mi jovencita favorita? – dijo parándose frente a Kaoru.

- Hola, papa!!! – Dijo feliz al verle - ¿Cuándo has regresado?

- Hoy mismo, y decidí recoger a mi preciosa hija en su escuela.

- Me alegra mucho verte – dijo, abrazándolo feliz, para que el también la abrazara.

- A mi también me alegra – el sonrió y luego se dirigió a Misao – ¿Como has estado pequeña comadreja?

- Bien, gracias señor Kamiya ¬¬

- Me alegra escucharlo, ¿y tu Madre?.

- Muy bien, se encuentra de maravilla – dijo Misao sonriendo.

- ¿Quieres que te lleve a tu casa? – Dijo extendiéndole la mano a Misao.

- Gracias, señor Kamiya, me encantaría.

- Bien, vamos pues, pequeñas – dijo caminando hacia el auto sin soltar a su hija, mientras Misao los seguía sonriendo extensamente.

Hacia cuatro meses que no Kaoru no miraba a su padre Saito Kamiya, el viajaba demasiado y no tenia mucho tiempo de convivir con Kaoru, por su trabajo, el formaba parte de la policía, era quien controlaba a todos los policías del país. Por esa razón cuando estaba en la ciudad pasaba todo el tiempo posible junto a Kaoru. A Kaoru le encantaba estar con él, siempre sabia hacerla reír. Es una verdadera lastima que mama no esta con nosotros para compartir esta felicidad, pensaba constantemente Kaoru. A pesar de que muchos le temían, pues solía ser estricto y frió, a acepción claro de con su linda hija Kaoru, de Misao y Tokio, madre de Misao, Kaoru lo quería mucho su padre.

- ¿Cómo les ha ido en este tiempo? – dijo Saito, dirigiéndose a Kaoru y a Misao.

- Muy bien Sr. Kamiya!!! – dijo con la gran alegría que le caracterizaba, Misao.

- Me alegra escuchar eso – dijo Saito, para luego dirigirse a Kaoru en particular- Estaba preocupado de dejarte tanto tiempo sola

- No te preocupes papa, yo e estado muy bien.

- Me alegro...Bien hemos llegado! – dijo estacionándose enfrente a la casa de los Kamiya.

Los tres bajaros del auto y caminaros, a la casa del lado derecho a la de los Kamiya, que era la casa donde vivían Misao y Tokio. Misao saco las llaves de la casa, abrió la puerta y indico que pasaran a Saito y a Kaoru, tomaron asiento en la pequeña sala, mientras Misao entraba a la cocina, para avisar a su madre de su llegada, y que Saito y Kaoru la acompañaban.

Minutos después la Sra. Tokio salia de la cocina, seguida por Misao, la primera sonrió aun más, al ver a Saito, se acerco a él, quien se levanto y la abrazo con gran fuerza, se quedaron de ese modo un tiempo, se separaron un poco y se miraron ambos con gran ternura. Miso y Kaoru solo veían la escena, felices, su más grande sueño era que ellos estuvieran juntos, y así, poder tener una familia normal, dentro de lo que cabe. Dado a que el padre de Misao murió cuando ella era una bebe dejando solas a ella y a Tokio, y la madre de Kaoru no estaba con ella.

- No sabe cuanto le agradezco, que cuidara de Kaoru, durante mi ausencia- dijo Saito a Tokio.

- Sabes que es un gran placer, ella es una chica muy buena, y muy obediente- contesto Tokio.

- De cualquier manera, mil gracias, Tokio – esto ultimo, Saito lo dijo con gran ternura y mientras le brillaban sus ojos.

- Padre, Sra. Tokio. Misao y yo iremos a arreglarnos para el baile del colegio – dijo Kaoru interrumpiéndolos.

- Estaremos en casa de Kaoru – dijo Misao, mientras ambas salieron para dejarlos solos.

Kaoru y Misao salieron de la casa, Tokio y Saito se quedaron en silencio durante un buen tiempo, hasta que Saito rompió el silencio.

- ¿De que baile hablan?

- Es un baile organizado por la el colegio de las niñas, es para celebrar el aniversario del colegio- dijo Tokio.

- Bien – dijo Saito sonriéndole a Tokio.

Mientras tanto Misao y Kaoru intentaban escoger algo para el baile, de entre la gran cantidad de ropa que había en el extenso closet, de Kaoru. En la cama de Kaoru que se encontraba a unos metros del closet, antes mencionado, se encontraban una gran variedad de vestidos, faldas, blusas y pantalones, que se habían probado, pero parecía nada convencerlas.

- Misao, ya revisamos el closet, y no escogemos nada aun – dijo Kaoru con fastidio.

- Lo se, debemos escoger rápido lo que nos pondremos, Sou-chan vendrá pronto a recogerme.

- Misao, son apenas las 3:30, el llegara hasta las 7:00 (u.u).

- Lo se pero, no nos alcanzara el tiempo si no nos decidimos pronto.

- Conociéndote, seguramente no nos alcanzara, tardas una eternidad en cambiarte- dijo Kaoru mientras empezaba a reír.

Después de un buen rato de discusiones entre Kaoru y Misao; un largo desfile, en el que Misao y Kaoru se probaron toda la ropa que encontraron; por fin estaban listas. Habían pasado ya 3 horas y media, ya era hora de que llegaran por ellas, sus respectivas parejas. Saito y Tokio, que habían llegado desde hacia una hora a la casa, las observaban correr de un lugar a otro, sin parar.

- ¿Y que tal me veo papa? – dijo Kaoru con una gran sonrisa.

- Como una hermosa princesa – contesto Saito sonriendo.

- ¿Y yo? – Dijo Misao apareciendo tras Kaoru.

- Igual de hermosa – Afirmo Saito.

- Parecen un par de angelitos – dijo con gran ternura en sus palabras Tokio.

En ese momento se escucho el timbre de la puerta principal de la casa.

- Yo abriré – dijo Saito.

Saito se dirigió hasta la puerta de entrada, al abrir se encontró con un par de chicos, uno de cabello castaño y con una gran y dulce sonrisa, que de solo verla hizo que se le revolviera el estomago a Saito, a lado de el se encontraba otro chico, pero este de cabellera blanca, con unos pequeños lentes. Los dos jóvenes llevaban en sus manos un pequeño ramo de rosas.

- Buenas noches, señor, ¿se encuentran Kaoru y Misao? – dijo el chico de cabello blanco.

- Si, ¿para que las quieren? – dijo fríamente Saito.

- Hemos venido para llevarlas al baile del colegio, señor- dijo el joven de la sonrisa.

- ¿Ustedes son quienes pretenden llevar a mis niñas al baile? – dijo con desprecio Saito.

- Si señor – contestaron los dos jóvenes en unisón.

- ¿A que hora pretenden traerlas de regreso? – dijo Saito, empezando su interrogatorio.

- A la hora que usted nos indique, señor – dijo el chico la sonrisa.

- ¿Y en que las llevaran? – dijo Saito.

- En mi auto – dijo el chico de cabellos blancos.

- ¿Podrías enseñarme tu permiso de conducir? – dijo Saito mirándolo con desconfianza.

- Claro, señor – dijo el joven mostrándole el permiso.

En ese momento aparecen Kaoru, Misao y Tokio, detrás de Saito.

- Enishi!! – dijo con gran felicidad Kaoru, provocando una mueca de celos paternales en Saito.

- Sou-chan!! – dijo después Misao, haciendo que la mueca de Saito aumentara.

Ambos chicos sonrieron al ver a las jovencitas, y al mismo tiempo quedaron impresionados, por lo hermosas que se veían.

- Permíteme, deciente, que te vez realmente hermosa Kaoru – dijo Enishi, mientras hacia una reverencia a Kaoru, la cual se sonrojo un poco. Mientras Saito sentía como la sangre le hervía del coraje.

- Tu, también te vez hermosísima Misao-chan – dijo Soujirou sonreído aun mas. Provocando una ulcera en Saito, que se notaba cada vez mas molesto.

- Papá – dijo Kaoru – te presento a Enishi Yukishiro, y a Soujirou Seta, son nuestros compañeros, del colegio – luego se dirigió a los jóvenes – chicos les presento a mi padre.

- Es un gusto conocerle, señor Kamiya – dijeron ambos jóvenes.

Saito los miro con odio en su mirada, haciendo que estos, retrocedieran unos centímetros. Provocando que Kaoru lo mirara enojada.

- Un gusto – musito Saito, al ver que Misao y Tokio se le unieron a Kaoru, con sus miradas dejando ver su disgusto.

- Y ella es mi madre – dijo Misao sonriendo.

- Un gusto señora Kamiya – dijeron, lo jóvenes, provocando un leve sonrojo en Tokio.

- Yo no soy madre de Kaoru, solo de Misao, llámenme Tokio, por favor.

Los chicos la miraron apenados por su error.

- Bueno, es hora de que nosotras nos vallamos – dijo Kaoru, tomando su abrigo.

- Si, se nos ara tarde – dijo Misao tomando su abrigo también.

- Tengan mucho cuidado – dijo Tokio.

- Vale mas que regresen bien a casa, si no es así, los matare con mis propias manos – dijo Saito con cara de acecino, mirando a Soujirou y a Enishi.

- Papá! – dijo Kaoru mirándolo, con cara de quererlo matar.

- Lo siento – dijo Saito al ver a su hija.

Así los cuatro jóvenes salieron de la casa Kamiya, mientras platicaban unos con otros, siendo observados muy de cerca por Saito, hasta que subieron al auto, y este desapareció, al doblar por una de las calles.

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Bien aquí esta mi segundo fic, espero que les haya gustado, esta pequeña parte. Aun no saldrá Kenshin, ni Aoshi, pero no se desesperen, que pronto aparecerá. Pero creo que es necesario que sepan más o menos estas cositas. En próximo capitulo, ya aparecerá, Kenshin, Aoshi, Megumi, y otros personajes.

Dejen sus comentarios, me encantara saber que les pareció este capitulo, se que no pasa nada interesante, conforme la historia valla avanzando será un poco mejor, o eso espero.

Espero que se encuentren bien. Adiós.

KaOrA-FGV-16