Era el anochecer en la aldea oculta de Konoha. Todos los ninjas, estudiantes de la academia o simples civiles dormían placidamente puesto que faltaban pocas horas para que el sol saliera. Pero no todos dormían en ese momento.
-¿Como termine así? –se preguntaba un moreno de no mas de 13 años mientras permanecía recostado en su lecho, con un rubio dormido sobre el pecho, cuyo cabello lograba tapar su ojo izquierdo.
Ambos se encontraban desnudos, con solo una sabana tapando sus cuerpos. El moreno cruzaba los brazos detrás de su cabeza mirando el techo con la mirada perdida tratando de recordar como termino en esa situación, mientras el rubio solo dormía placidamente con los brazos sobre el cuerpo del moreno recargando la cabeza de manera inclinada sobre estos.
Flash
Back El moreno se encontraba recargado en un árbol al
tiempo que estaba sentado sobre una gruesa y resistente rama. Después
de un arduo día de entrenamiento con su equipo era lo que mas
necesitaba. Se sentía lleno de tranquilidad y de paz, solo se
relajaba viendo las nubes del cielo mientras el viento acariciaba sus
cabellos delicadamente. Pero vio interrumpido su descanso al notar
como una atractiva rubia pasaba cerca de él. Solo con verla
quedo totalmente enamorado. -Hola, me llamo Uchiha
Sasuke, ¿y tú? –cuestiono tratando de parecer
indiferente como siempre pero le parecía imposible con la
joven frente suyo Por su parte, la joven le miraba
indiferente, pero eso no significaba que no estuviera confundida, de
la nada sale un joven moreno menor que ella y le preguntaba su nombre
sonrojado. Cosa que ella tampoco pudo evitar, ríe ligeramente
con la cabeza baja. Le parecía cómico que un chiquillo
lograra sacarle un sonrojo. Levanto la vista encontrándose con
un dolido pero a la vez encantado moreno. -Me
llamo Deidara, y si de casualidad pensabas que soy mujer, creo que te
equivocaste, lo supe por como me mirabas, hun –exclamo con
superioridad pero a la vez con bochorno. Era normal que lo tomaran
por mujer con esa apariencia. El moreno no sabia que pensar,
no era normal que se equivocara y mucho menos con algo tan obvio. Se
sonrojo al borde de terminar con el mismo color de su alimento
favorito, un tomate. Hasta que escucho como el rubio carcajeaba
delante de él. La vergüenza que sentía solo
consiguió en ir en aumento. -Vamos, no te pongas así,
la mayoría me confunde también, vamos, siéntate
junto a mi Sasuke, hun –menciono con una ligera sonrisa después
de reír escandalosamente invitando al moreno a sentarse junto
a el dando golpecitos con su diestra al césped de su lado
derecho -S-si, gracias Deidara-kun –menciono mientras el
color rojo de su rostro se convertía en un ligero rubor
carmesí que cubría sus mejillas. El Uchiha se
sentó junto al mayor en el lugar que este le indicaba, aun con
algo de nerviosismo, cosa que su acompañante pudo notar. El
rubio, para relajarlo, comenzó a moldear un pedazo de arcilla
más de forma que tomara la apariencia de una mariposa la cual
coloco en la rodilla izquierda del moreno la cual se encontraba
elevada ya que el menor tenía la pierna izquierda
flexionada. -Que hermosa mariposa, Deidara-kun –menciono el
menor con asombro viendo el hermoso obsequio del rubio. Le parecía
extraño, incluso para el, que se comportara tan amable con
alguien que acababa de conocer. -Gracias Sasuke, hun –exclamo
en agradecimiento por su halago hacia su arte. Le parecía
irónico que un chico de apariencia frívola actuara como
el niño que en el interior era realmente.
Una rubia de ojos azules, con el
cabello rubio tapando su ojo izquierdo siendo sujetado al mismo
tiempo en una coleta alta. Vestía de una simple chamarra color
gris algo gruesa y unos pantalones negros holgados. Bastante simple
pero para el moreno de camisa azul y pantalones cortos blancos era
suficiente par quedar cautivado.
Se escondió entre las
ramas superiores del árbol procurando no hacer ruido mientras
veía como la rubia se recargaba en el mismo árbol. Se
sentó en el piso y de un bolsillo saco un poco de arcilla para
después comenzar a moldearla con los dedos. El ojinegro miraba
atentamente los dedos de la joven, se movían con gracias
dándole forma a ese pedazo de arcilla, con paciencia y
tranquilidad, de una manera perfecta, casi un ritual ante sus ojos.
Un ritual que el esperaba que ocurriera sobre su piel.
Pudo notar
como la arcilla al final ya tenia la forma de un ave, delicada,
pequeña pero a la vez hermosa. Tan hermosa como la rubia. Sin
poderlo evitar, el moreno salto del árbol terminando ante una
diferente ojiazul.
Se le quedo admirándole silenciosamente
con un rubor en sus mejillas. La joven era realmente hermosa, al
menos ante sus ojos, era como la perfección en persona. Sin
poderlo evitar comenzó a hablar.
El sonido de la risa de
la rubia era música para sus oídos pero a la vez le
lastimaba el solo hecho de pensar que se burlaba de el.
-Pero
creo que conozco algo mas hermoso… -musito con una voz solo audible
para su acompañante -¿Enserio? ¿Qué
es? –cuestiono con curiosidad, le intrigaba saber que podía
ser mucho mas hermoso que su arte ante los ojos del moreno. Sin
saber como, el menor ya se había posicionado sobre el rubio,
tomándolo de las muñecas inmovilizando sus manos
aprisionando sus piernas con las propias. Poco a poco la distancia
que separaba sus rostros se fue haciendo cada vez más
insignificante hasta que sus labios solo se encontraban separados por
unos milímetros. -Pues tu…mi Deidara-kun –menciono
con un ligero sonrojo en sus mejillas mirándole
fijamente -Debo admitir…que esta confusión…de
haberte considerado una chica al principio…me resulto muy
favorable…ya que se por primera vez…que es el amor –menciono
con una voz llena de timidez e inocencia para después besar
los labios del mayor sutilmente, en un beso lleno de ternura. Sus
labios se mantuvieron unidos por unos segundos que para ambos era una
eternidad. El moreno se encontraba fascinado por haber encontrado al
que el aseguraba, el amor de su vida, mientras el rubio solo se
limitaba a corresponder el beso, queriendo demostrarse a si mismo que
sus sentimientos por el joven que recientemente conocía eran
verdaderos, y que de verdad le correspondía con su corazón.
Poco después se separaron, viendo fijamente entre si, pero a
diferencia del mayor, el menor se encontraba con un exquisito rubor
carmesí en sus mejillas. -Creo que…tu también
me has hecho sentir lo mismo…mi amado Sasuke –menciono con
tranquilidad mirándole de manera que le comunicara sus
lujuriosos deseos. -Deidara-kun… -fueron las únicas
palabras que pudo mencionar el menor antes de levantarse del suelo y
tomar al rubio de la muñeca guiándole hacia la
aldea. -¿A dónde me llevas? –pregunto el rubio
con sorpresa observando como la mirada del moreno se llenada de
confianza y seguridad -Ahora te demostrare…que es el
verdadero placer… -se limito a mencionar para después
comenzar a saltar por los tejados de las casas del lugar. La
gente miraba a ambos con curiosidad y algunas jóvenes gritaban
el nombre del menor queriendo llamar su atención. El anochecer
estaba próximo y no faltaban más de unos minutos para
que oscureciese, por lo tanto el menor guió al rubio lo más
rápido que pudo hacia su objetivo…su hogar. Fin
del Flash Back
Al llegar el
moreno tumbo al rubio a su lecho, después de haber entrado por
la ventana de su habitación, mirándole lujuriosamente.
Desde ahí comenzó la noche de pasión…
Encendió el que había
tomado con cuidado, para después colocarlo en su boca, hasta
que sintió como el rubio despertaba.
-¿Tu fumas? –cuestiono el ojiazul observando el cigarrillo en la boca del moreno mientras tallaba sus ojos despejándose del sueño
-Según Kakashi-sensei, cuando un séme tiene sexo normalmente fuma después, aunque nunca pude comprobarlo, creo que tiene razón –menciono mientras exhalaba el humo del cigarro
-Pues que aquí hay una confusión, hun… -menciono tomando el cigarrillo de la boca del menor para después colocarlo en la propia alejando la misma cajetilla que el menor llevaba en la mano colocándolo en el mueble
-Porque aquí el séme fui yo, mi pequeño sasUKE –exclamo resaltando esa ultima silaba para después dejar salir de su boca con delicadeza el humo cerca de la cara del Uchiha
-Je, después de que me jodiste el culo quería sentirme como séme fumando, pero creo que no fue buena idea ya que soy menor de edad –menciono con algo de gracias recostándose denuevo el la cama observando al ojiazul
-Si, y además porque tu eres uke de nacimiento, así que mejor duerme denuevo pequeño bebecito porque mañana será un largo día, además…aprovecha ahora, que tus siguientes noches serán de pura acción –menciono mirándole con sensualidad pasando un dedo por el pecho de su ahora amante
-Si…esperare con ansias…ya que esta fue…una maravillosa confusión –exclamo casi en susurro antes de quedarse profundamente dormido
-No, mi uke…fue una…dulce confusión…hun… -exclamo para después apagar el cigarrillo con un dedo con falta de delicadeza para después quedar dormido junto a su amado
