Conociéndote
-Que bueno que hayan tenido un viaje sin problemas.- dijo la Sra. Katagiri a su amiga de hace años, la Sra. Del Rio.
-Si. Y ahora estaré mas tranquila que mi hija mayor este aquí en Japón ya que se ha graduado.- dijo orgullosamente la mama.
-¡Que bien! La felicito señorita.- dijo esta vez el Sr. Katagiri.
-Muchas gracias, señor.- dijo esta un poco avergonzada.
-¿Y tu hijo, Munemasa?- pregunto ahora el papá de la muchacha.
-Debe de venir en camino, hace poco llamo.- dijo el Sr. Katagiri mirando su reloj de mano.
-Debe de ser un muchacho ocupado.
-Si que lo es. Igual que mi esposo.
Y todos se echaron a reír. La verdad ya se estaban impacientando. El motivo de la presente cena era para sus dos hijos, Katagiri y Mary se conocieran y eventualmente se casasen. Así como les sucedió a ellos hace ya años.
-Disculpen la tardanza. El tráfico estaba horrible.- dijo una voz.
-¡Hijo! Que bueno que llegaste.- dijo la madre dándole un beso en la mejilla a su hijo.
-Buenas noches a todos.- saludo cortésmente a todos, pero sin ver al quinto ocupante de la mesa, Mary.
-Hijo, te presentamos a la hija mayor de nuestros mejores amigos. Katagiri, ella es Mary.- dijo el padre señalando con la mirada a la muchacha.
-Hola, mucho gust…
Y se quedo con la palabra en la boca. Frente a el estaba el ser mas hermoso que había visto en su vida. En ese instante sintió algo extraño en su estomago y también pudo sentir como se sonrojaba con cada segundo que pasaba. Con Mary también paso lo mismo, solo que en ella era más evidente notarlo.
Justo las reacciones que ambos padres de familia querían ver.
-Ahem…-esto llamo la atención de Katagiri y entendió lo que su padre le quería decir.
Katagiri, caminando hasta donde estaba ella, tomo su mano y la beso.
-Mucho gusto, señorita.- dijo mirándola, aunque ella no podía ver su expresión por los lentes oscuros que llevaba puesto.
-El gusto es mío, eh…- se le había olvidado de nuevo le nombre.
-Katagiri, hija, Katagiri.- le susurro su madre al oído emocionada.
-El gusto es mío, Katagiri.- dijo ella con su sonrisa y un sonrojo.
-Vamos hijo, no le digas señorita, llámala por su nombre ya que…- una mirada de su esposa hizo que el padre de Katagiri no terminara la frase ya que los podrían descubrir.
-Dile Mary. No hay problema con ella. O mejor, si quieres le puedes decir como nosotros le decíamos de niña.- dijo el papa de ella emocionado.
-¡Papá!- dijo Mary con vergüenza en la cara.
-No le hagas caso a mi padre. Le gusta molestar a la gente, inclusive a mi, su propia hija.- le dijo Mary mirando la copa de agua que tenia frente a ella, mas que a el, que se había sentado al lado de ella.
-No hay problema.- dijo Katagiri.
-Muy bien, ya que estamos todos, disfrutemos de la agradable cena que hay.
Y así fue. Todos pasaron una agradable velada, comiendo, recordando viejos tiempos y dos de ellos la pasaron conociéndose.
Al parecer, su plan había funcionado. Ahora, restaba esperar a que sus primogénitos se enamoraran y se casasen. Y claro, que les dieran los tan esperados nietos.
Notas:
Bueno, este es el primer mini fic en una serie de varios que tengo planeado hacer. Tenia planeado hacerlo con mas tiempo, pero como siempre, ya casi para ir a dormir se me ocurre -.-
Por favor, cualquier sugerencia o comentario es bien aceptado.
