El príncipe de los saiyajines observaba con fastidio a la pequeña azabache de cuatro años de edad, debido a que esa pequeña no le quitaba la mirada de encima. Trataba con todas sus fuerzas ignorarla pero le resultaba muy difícil porque no dejaba de sentir esa penetrante mirada sobre él y sin poder evitarlo soltó un gruñido en señal de fastidio.

—…señor, Vegeta. —Habló por primera vez la pequeña saiyan y el príncipe del planeta Veguita la ignoro una vez más pero esa testaruda niña no se daría por vencida fácilmente. — ¡Señor, Vegeta! —Volvió a llamar alzando el tono de voz al máximo y logro llamar la atención del malhumorado hombre.

— ¡¿Qué demonios, quieres mocosa?! —Respondió de muy mala gana porque para él ella no era nadie para interrumpir su armonía.

—Quiero preguntarle algo, ¿puedo?

El hombre de peinado extraño gruño una vez más y Pan al no oír palabra de parte del mayor prosiguió con su pregunta. — ¿Si usted es el príncipe de los saiyajines como dice mi abuelito quiere decir que Trunks también puede ser un príncipe, verdad?

— ¿Para qué quieres saber, niñata?

—Porque si Trunks es un príncipe quiere decir que yo puedo ser su princesa… —Emitió la pequeña con sus mejillas teñidas de rosa y sus manitas unidas detrás de la espalda.

Vegeta la miro de muy mala manera como acostumbraba a mirar a todo mundo. — ¿Tu una princesa? —Dijo de manera burlona.

—Si porque yo también soy una saiyajin como Bra, como mi abuelito y hasta como usted. —Afirmo con seguridad.

— ¡Ya basta de tonterías mocosa tú no eres una princesa! No eres más que una guerrera de clase baja, jamás te podrías comprar conmigo.

—Sí, sí puedo porque mi abuelito es más fuerte que usted.

Y cuando Vegeta ya no estaba dispuesto a tolerar una palabra más de la azabache apareció su hijo varón y de inmediato tomo a Pan en brazos para luego sonreírle. —La señora, Videl te está buscando, pequeña.

— ¿Verdad que si soy tu princesa Trunks y tú eres mi príncipe? —Lo miraba más sonrojada que nunca.

—Sí, Pan, siempre seré tu príncipe.

Y en ese instante la ojinegra la saco la lengua a Vegeta. —Le dije que si era una princesa. —El hombre de cabellos de flama ni siquiera la miro porque ya se encontraba muy irritado y lo único que hiso fue gruñir como de costumbre. —« ¿Por qué todas las terrícolas son tan escandalosas?»


Dabble para todos los fans de esta linda pareja de nuestro amado DB, espero que les haya gustado tanto como a mí me gusto escribirlo debido a que es mi primer fic n.n