Entre varitas y colmillos
Cap 1.- La mudanza y… un pequeño problema
¡No quiero!
Ese alarido de perro muerto lo profirió una muchacha. Esta era una chica castaña, de pelo corto, tipo varón, con los ojos de un marcado color chocolate, de estatura media, delgada, pero sin exagerar, aunque lo que si era exagerado era el tamaño de su busto.
La pequeña gritona, o bien, Danielle Cullen estaba aferrada como a un salvavidas a un precioso muchacho de cabellos color miel, con unos ojos impresionantemente dorados, con una sonrisa impresionantemente blanca, con un cuerpo impresionantemente bien formado, bha… en pocas palabras, impresionante.
No, Ed, no quiero, no me quiero separar de ustedes.
Dani…- suspiró cansado, aunque un poco triste- ¡Basta!
Ante lo imperativo del grito, la chica salto del cuerpo del chico en cuestión, su hermano adoptivo, Edward, y se escondió detrás de su otro hermano, Emmett, el cual era, en pocas, una mole, por lo cual era fácil esconderse, en especial una menudita criaturita como ella. El musculoso castaño oscuro con rizos, el cual solo se parecía a su hermano por los ojos, soltó una carcajada, la cual resonó por todo el cuarto.
Jasper… ¿Vos me entendés, no?- pregunto mirando esperanzada a su cuñado.
Jasper Hale, un precioso castaño, casi dorado, que, para variar un poco, también tenia los mismos ojos que todos los Cullen… menos Dani.
Por supuesto que te entiendo… pero también a nuestro querido Edward- dijo el susodicho sin despegar los ojos del libro que estaba leyendo y, como siempre, calmando los ánimos… y todos lo odiaban por eso- no sé si recuerdas que nuestra… condición nos permite cruzar el charco de un minuto al otro
¡Ya sé! Pero, aparte de que me da mucha bronca no poder ser lo mismo que ustedes… ¿LES PARECE QUE NO VOY A SENTIRME SOLA EN INGLATERRA ESTUDIANDO COMO UNA PERRA Y USTEDES TODOS JUNTITOS Y RASCÁNDOSE A CUATRO MANOS?
En realidad, cariño, nosotros también vamos a estar estudiando- dijo despreocupado Emmett riéndose por los usuales, pero no menos divertidos, ataques de histeria de su hermana.
POR DECIMA VEZ LO MISMO, PORQUE CLARO, A USTEDES LES CUESTA MUCHO CUANDO CADA UNO TIENE COMO MINIMO DOS PROFESORADOS EN CADA MATERIA.
¡Hermanita!- llamó una voz femenina- me pareció escuchar tu dulce voz cantando una melodiosa canción.
Muy graciosa, Alicita.
Las dos chicas que aparecieron en la habitación no podían ser más diferentes. Una, la más alta, era escultural. Tenía una figura preciosa con un deslumbrante pelo rubio que caía en cascada hacia la mitad de la espalda. Ella era la esposa de Emmett, Rosalie Hale, hermana de Jasper.
La otra, la que acababa de hablar, a su vez, era más baja, muy flaca, con un corto cabello rebelde de un negro intenso. Ella era la mujer de Jasper y su 3º hermana, Alice, y tanto ella como Rose y los otros, tenían los ojos dorados increíblemente brillantes.
¿O sea que a todos les parece bien que me valla?- preguntó, medio decepcionada, Dani.
No, cariño, para nada- la frenó Rose, abrazándola fuertemente- lo que queremos es que seas lo que eres, sin preocuparte ni atarte a nosotros… recuerda, tu eres una…
Bruja- finalizó Edward con tono burlón.
Cualquier persona se hubiera ofendido, a menos que… fuera verdad. Es que sí, Danielle Cullen era una bruja… a pesar de que era histérica, gritona y muy "experimental", demás de torpe, como le suelen recordar sus hermanos, no se referían a eso. Era una bruja de verdad, de 16 años que había sido transferida a un colegio para magos en Inglaterra, el colegio Hogwarts de Magia y Hechicería.
Callete, chupasangre- respondió en el mismo tono, Dani, sacándole la lengua.
Preferimos el término "vampiros"- dijo una voz masculina a sus espaldas, aunque no enfadado, sino divertido.
Al voltearse, Dani corrió a abrazar a su padre y a su madre. Él, Carlise, era un joven rubio, más guapo que cualquier estrella de cine, aunque pálido y ojeroso, pero con los mismo ojos brillantes que toda la familia. Ella, Esme, tenía el rostro en forma de corazón y con un ondeado pelo color caramelo que recordaba a una niña ingenua de las películas de época. Era pequeña y delgada con los típicos ojos dorados.
Es que, si bien Dani era bruja, ella no era la única "especial" de la familia, aunque SI era la única bruja, ya que el resto no eran ni más ni menos que… si, señoras y señores, los Cullen eran vampiros.
Es que… papi… no me quieren- dijo haciendo puchero y escondiéndose tras Carlise.
Antes de que cualquiera de los acusados… injustamente, pero acusados al fin y al cabo, pudiera siquiera pensar en protestar, sus padres les estaban echando el discurso y ella se reía en silencio, pero… ¿Calló? Ante la mirada de sus hermanos varones, en las que claramente se leía una palabra: venganza.
Estoooo… creo que deje la comida en el horno.
Y tras esta patética excusa, huyó todo lo rápido que sus patitas humanas le permitían, lo cual… no fue suficiente. Tras respirar aliviada al cerrar la puerta, se volteó y se apoyó en ésta satisfecha consigo misma… pobre ingenua.
- Hola, hermanita- dijo una voz que hizo que el color adquirido por la carrera se fuera a pasear.
- ¿Te gustó el sermoncito de papá y mamá?- agrego otra voz que hizo que temblara más que en un terremoto.
- Edito mío… Em de mi alma…- gritó con falso entusiasmo, más bien para ocultar su miedo… bueno, terror- los quiero, los adoro, son los mejores hermanos de la historia, no los merezco…- mientras se deshacía en halagos iba parándose hasta terminar a la altura del picaporte y en cuanto la puerta estuvo abierta:- ¡PAPÁ! ¡SOCORRO!
Antes de que sus piernitas pudieran tomar la velocidad necesaria para salir por la puerta, sus dos preciosos, encantadores, perfectos… perdón, me fui de tema, sus hermanos la agarraron.
¿Dónde pensabas ir, mi escurridiza niña?- pregunto con voz melosa Edward.
¿por qué no me lo decís vos?
Grave error. Había tres integrantes de la familia, aparte de Dani, que tenían poderes especiales: Alice podía ver el futuro, Jasper tenía la habilidad de alterar el ambiente a su antojo y Edward podía leer la mente… casi todas las mentes, ya que la de su bruja hermanita era invulnerable a su poder, él decía que no tenía cerebro que chusmear, por eso siempre se armaban hecatombitas discusiones… como ahora.
Claro… que tonto fui… ¿Cómo va a pensar un ser descerebrado?
¡DESCEREBRADA TU ABUELA!
¿La tuya?
Eso es algo que siempre me pregunte… ¿Tenemos abuelos?
Y ahí aparece otra integrante de la familia: la gotita de incredulidad tras un comentario de la chica.
- ¡DAN! BAJA- se escuchó la voz de Esme desde la impecable sala.
- ¡MAMI, TE QUIERO!
Y tras recordarles a sus hermanos que su futura desaparición era por "orden estricta" de su madre, huyó de las despiadadas garras de los vampiritos.
Una vez abajo, la chica encontró a su madre hablando con un venerable ancianito con cara de abuelito consentidor.
Dan, él es el profesor Dumbledore, el director de Hogwarts, el colegio donde irás a estudiar.
Creo que hay un error… yo vine a buscar a un alumno… de apellido Cullen.
Si, es ella- respondió Esme sin comprender al nuevo abuelito de la bruja.
¿Ella? ¿No era ÉL? Yo vine por Daniel Cullen.
Cuando volteó para ver a su nuevo… nueva… a Danielle, la encontró mirándolo con una extraña mezcla de rencor y sorpresa, y a sus adorados hermanitos… cagándose de risa.
¡HEY!- gritaron los dos… ¿Recién bañados vampiritos?
JODANSE
Si, creo que es ella entonces- exclamó, todavía con estupor el director- bueno, esto habrá que solucionarlo, ya que todo el colegio espera a DANIEL Cullen.
Dígales que hubo un error- intervino por primera vez Carlise.
Ojala esto tuviera una solución tan fácil, ya que el ministerio también cree que es chico, y últimamente las relaciones están algo tirantes como para cambiar el legajo.
Eso quiere decir… ¿Qué tengo que hacerme pasar por un… chico? ¿Por algo como… eso?- dijo Dani señalando a sus hermanos, los cuales habían reanudado sus carcajadas.
En realidad, en algo como un mago, ya que ellos son vampiros- respondió contento el profesor.
Vampiros, magos, chicos… en su asquerosa esencia es lo MISMO.
¿Entonces? ¿Acepta o no?
Ante la pregunta, la chica, futura chico, miró primero al director, y luego a sus hermanos, y casi sin pensarlo…
si, acepto.
¿Quién se casa?- la melodiosa voz de Alice llenó el salón.
Yo- respondió Dani mirándola felizmente- conocí a un muchacho increíble.
¿Quién?- saltó Rose.
Yo.
Ante la mirada de todos de 0.o, los señores Cullen les explicaron a Jasper, Alice y Rose lo que había pasado.
Ah, me quedo más tranquila- dijeron las dos chicas al mismo tiempo.
Así que al final te vas, ¿No?- preguntó Jasper acercándose a ella.
AL FIN UN HERMANO COMO LA GENTE- gritó la chica antes de lanzarse a sus brazos.
Bueno, lamento interrumpir el momento- dijo Dumbly; hubiera estado sorprendido y/o asustado por esto si no los conociera a… ellos- pero, ¿Te importaría mucho ir a por tus cosas?
Noooooooo, quiero a mi Jas- dijo la chica, más bien, lloró, mientras el susodicho la subía por las escaleras.
Una vez en la habitación, el chico la sentó en la cama para sentarse frente a ella y mirarla a la cara.
No te preocupes, cariño- susurró con voz suave.
Sabes que te odio- dijo ella empezando a sentir el poder relajante de su cuñado-¡NO ME HAGAS ESO! ¡NO ME QUIERO CALMAR!
Pero, gor… te tenes que ir…
Yo me quiero quedar…
Mira- dijo Alice entrando en la pieza, abrazando a su marido por la espalda y extendiéndole una cajita- con esto te va a ser más fácil comunicarte.
Contrabando… mmm… me gusta como piensas, hermanita- dijo Dan abriendo la caja y encontrándose un celular… que seguramente estaría sometido a algún hechizo como para que pudiera funcionar en Hogwarts.
10 minutos después, Dan ya estaba en la sala con su baúl listo y preparado mientras esperaba para irse.
En el momento de las despedidas, Dan hizo la de Penélope tan magistralmente que hasta Shakespeare la hubiera contratado par Julieta, hasta que llego el momento de despedirse de Edward y de Emmett se hizo un silencio en el que no se escuchaba un suspiro.
Bueno…
¡Bha, fue! Los tres se fundieron en un gran y… melodramático abrazo.
Te voy a extrañar mi varoncita del alma- "sollozó" Emmett.
No sé que voy a hacer sin tus cagadas- abrazó con más fuerza Edward.
BUAAAAAAAAAAAA... LOS ODIO MUCHO… LOS VOY A EXTRAÑAR…
Luego de esta… ejem… particular despedida, el nuevo profesor de Danielle Cullen, más bien, Daniel Cullen, le pidió que lo acompañara a su nuevo hogar durante lo que serían los 2 años más movidos de su vida…
¿Dónde mierda se había metido?
