bueno muchas gracias a algunos x haber leído el piloto de mi historia jejeje... decidí corregirla y hacerla mejor ... (bueno x ke me dieron una regañisa ) espero que les guste aun no la termino ya que le estoy poniendo mas detalle y la verdad no soy perfecta y hacer una mega historia pero bueno ojala y este mejor que la anterior ... y ya si no les gusto poss ni modos ya no are correcciones :p
Era mi primer día, para comenzar mi curso propedéutico para la facultad de enfermería. Es una de las primeras etapas para poder entrar a la universidad. Ya solo contaba con 2 meses para salir de la preparatoria y mis cursos comienzan hoy sábado.
-abrí lentamente los ojos para ver mi reloj, se me hacia raro que todavía no sonara.
-no puede ser! – me levante de sopetón; ya se me había hecho tarde.
-me apresure y me metí a bañar con agua fría; no podría esperarme a que el agua se calentara y menos ir con un mal aspecto. Al abrir la regadera cerré los ojos y tome aire como si me fuera a dar un chapetón en una alberca.
-ahh! Que fría- dije casi gritando. Apurándome de bañarme me cambie me coloque una blusa color crema con las magas acampanadas y encaje al final y un listón morado en mi abdomen. Y debajo del listón en blusa tiene una abertura abajo en forma de triangulo y dejando ver una pequeña blusa blanca que es parte de esta. Con unos jeans y unos zapatos color crema.
Mi cabello me lo cepille y lo deje suelto. Mi color de cabello es muy raro ya que no hay casi nadie que lo tenga de mi color; un color naranja cobre. Hasta creen que soy extranjera también por el color de mis ojos. Son de un color gris azulado.
-solo, agarre un baso de leche con galletas y me lo tome de un solo trago y las galletas solo me comí tres. Allá me compraría algo de comer; Salí con mis cosas y mis llaves a la carrera y dinero para mi camión y algo para comprar en la cafetería, bueno eso no importaba mucho ya que allá en la universidad. Trabajo en la cafetería de medio tiempo y urahara-san me lo descontaría de mi paga.
-lo bueno que en el camión en el que iba; si iba rápido. Había llegado a la universidad faltando 30min. Lo malo es que estaba mi facultad hasta la otra esquina y tenia que caminar mucho, así que apresure mi paso. Cuando empiezo a sentir una pequeñas gotas..
-a mi me encanta la lluvia, así que no me molestaba en absoluto cuando volteo y veo al parecer una maestra. Por su maletín y su forma de vestir; al parecer ya era grande de edad. Porque hacia mucho esfuerzo por cargar unas cajas que al parecer era material para su clase.
-no lo podía dejarla así, tenia que hacer algo. Así que mire mi reloj.
-solo faltan 20min, aun tengo tiempo- dije para mi.
-hola, disculpe al parecer necesita ayuda; por favor déjeme ayudarle- le dije con voz suave y cálida.
-ohh, muchas gracias señorita. Si me aria un gran favor en llevarlas a la facultad de psicología. – me contesto amablemente y sonando aliviada. Lo bueno que esa facultad esta cercas a la mía.
-cuando me dio las cajas... vaya si que pesaban. Pero no me importo, y cuando vi las grandes y largas escaleras para la facultad, casi se me sale el alma. Creo que hasta pálida me puse.
-vamos orihime, tu puedes no te rindas tan fácil! – me decía a mi misma en voz alta.
-cuando ya iba un poquito mas de la mitad; con un poco de sudor en mi frente por el esfuerzo que hacia. Di un malo paso y con la ligera llovizna fue suficiente para resbalarme. Lo único que hice fue agarrar las cosas fuertemente y cerrar los ojos para recibir el golpe.
-lo cual nunca llego; -estas bien- escuche una voz que me decía.
-¿he?- fue lo único que pude decir. Me di la vuelta para ver quien me había salvado; y cuando vi unos ojos café profundo me quede embobada. Y solo sentí que el color se me subió y al parecer él lo noto por que vi sonrisa burlona lo que provoco que me pusiera más roja. Me sorprendió su color de cabello; era igual al mio! Pero mas claro. Vestía una camisa negra de mangas largas al menos fue en lo que me di cuenta.
-hasta que tomo en cuenta, en que todavía me estaba agarrando de la cintura y yo no había reaccionado. Me dio mucha vergüenza; que me separe de él, de un salto y este lo noto. Que ahogo una risa.
-yyo… yo lo siento!- balbucíe.
-no te preocupes debes tener mas cuidado- me contesto
-cuando por inercia volteo al reloj de lámpara que estaba hacia una esquina de las escaleras; que grite- oh dios me faltan 10min. En llegar! – sorprendiendo al chavo que estaba al lado de mi.
-sé que soy una desconocida; pero me ofrecí a ayudar una maestra para llevarle sus cosas a la facultad de psicología. Pero llegare tarde a la mía! Y necesito tu ayuda. Por favor por favor! Te pago si es necesario.- dije de corrido y con voz desesperada. Que solo provoco gracia y se empezó a reír. Yo me saque de onda. Y me quito las cajas que estaba cargando y me dijo con burla.
-tranquila yo te ayudo; y no es necesario que me pagues- al momento que sus manos tocaron las mías, sentí un escalofrió que no había sentido. Pero lo pase como desapercibido y me eche a correr escaleras a bajo.
-corriendo un poco torpemente que a mi espalda sentí que todavía me observaban así que me gire y grite – muchas gracias Te debo una!
-llegue justo a tiempo a mi salón y cuando entre todos se callaron y se me quedaron viendo, eso me incomodo; me sentí como un bicho raro así que me senté hasta la ultima banca y saque mis libretas y lapiceros para solo apuntar.
-Pasaron las horas y por fin era hora de salir. Me había dado mucha hambre así que fui a la cafetería para ir por mi comida. Pero no podía dejar de pensar en ese chavo. –Ni siquiera le pregunte su nombre- dije desanimada.
Cuando entre había mucha gente. –que bueno que todavía no me toca mi turno para trabajar. – pensé aliviada.
Me quede a ver en el menú que estaba en la pared y ver si habían puesto algo nuevo, o que es lo que habían hecho para hoy.
-mmmm- dije para ver en cual me decidía, con un dedo en mi barbilla. Cuando siento una mano en mi hombro que me hizo saltar del susto; haciendo que se me escapara un gritito.
-y volteando y no podía ser a quien veía; era el. Sentí mucha alegría al verlo.
-se estaba riendo. – Lo siento por espantarte otra vez- decía con burla.
-¿y si llegaste a tu clases este?- me decía mirándome a los ojos; parecía que se sorprendió por el color raro de mis ojos. Pero yo no aguantaba su miraba iba a provocar que me colorara. Así que desvié mi mirada.
-soy inoue orihime- decía con pena.
-yo ichigo kurosaki- me contesto con una linda sonrisa.
-gracias por lo de hace rato, por favor elige algo del menú, yo invito- le conteste agradecida y muy feliz; de que lo volviera a ver.
-creo que aceptare tu oferta- me decía mientras me revolvía el pelo con su mano; como si me conociera de hace mucho, provocando que se me subiera el color. Y aparecer él también se sorprendió porque la quito de volada y se volteo con un leve sonrojo en sus mejillas; al parecer lo hizo inconscientemente. Me dio tanta gracia; que me empecé a reír.
-bueno que te parece si te invito una hamburguesa kurosaki-kun- dije divertidamente. Vi que volteo y me regalo una agradable sonrisa. –Me parece bien. Pero con la condición que me acompañes- contesto.
-bueno espera aquí deja le digo a urahara-san que me traiga el pedido-le dije. Fui hasta la cocina y le pedí la orden a urahara-san. El me contesto –tranquila orihime-san en un momento te lo llevo- moviendo su abanico. Yo le conteste.-muchas gracias urahara-san.
Cuando regrese el me veía raramente.
-¿que pasa?- le pregunte. El me contesto – ¿trabajas aquí?
-si, trabajo de medio tiempo- conteste yo regalándole una sonrisa.
-vaya, entonces vendré seguido para que me invites diariamente- decía con burla. –yo solo pude reír y decirle- quizás de vez en cuando te invite algo; pero no diario porque me dejarías en la ruina.
-aquí te traigo la orden orihime-san; para ti y tu novio- decía urahara-san con burla. Dejando los platillos a cada quien.
Urahara-san! No diga eso- dije yo avergonzada, y poniéndome roja. Lo que hizo que kurosaki-kun se empezara a reír. Y cuando me di cuenta urahara-san ya no estaba. –Perdone a urahara-san, le guste hacerme bromas- dije todavía apenada. –jajaja no te preocupes. Bueno hay que comer o si no se va a enfriar- contestaba con una tranquilidad; que al parecer no le había molestado lo que dijo urahara-san. Creo que eso me hizo sentir un poco feliz.
-creo que no paso mucho, porque de repente escuche a alguien gritar y al parecer se dirigía a kurosaki-kun, yo solo pude voltear a ver quien era.
-ichigo te estuve buscando por todo el campus; donde estabas- se escuchaba molesta. –cuando la mire bien; realmente era bonita. Su cabello ondulado color rubio, unos bellos ojos verdes claros su cara muy fina, y su ropa una blusa blanca con un chaleco rosa y un leve escote. Con una mini falda de mezclilla con bordados color rosa claros y un listón en su cabello de un lila. Parece que le gusta mucho el color rosa. Y por sus ojos y color de cabello, quizás sea extranjera.
-y cuando note que se me quedo viendo extrañada mente como si le recordara a alguien. Me empecé a incomodar tenia una mirada muy pesada. Realmente odio que la gente me observe.
-vine a buscar algo de comer- kurosaki-kun le respondió como si nada, y un poco secamente. Y volvió a su hamburguesa; yo solo me le quede viendo a sus ojos, mi mente se puso totalmente en blanco no savia que decir.
¿Orihime?- me dijo la chava, lo único que pude contestar fue.- ¿me conoces?
-¡vaya si que has cambiado, y como no te puedes acordar de mi soy Charlotte estuve contigo en la secundaria… bueno solo el segundo año ya que me cambiaron de secundaria- me dijo.
-¿se conocen?- nos dijo kurosaki-kun, un poco sorprendido.
- tu nombre me suena, quizás estuve con una compañera que se llamaba Charlotte en la secundaria; lo siento mucho no recuerdo muy bien la secundaria por un accidente que tuve antes de salir de ella y olvide casi toda la secundaria y la primaria- dije con un poco de melancolía.
-oh... que mal- me dijo, pero pude notar algo en ella como si, se estuviera aguantando las ganas de reír.
-¿y como se conocen tu y Charlotte?- pregunte como si ya fuera muy amiga de kurosaki-kun. –vi que kurosaki-kun iba a contestas, pero Charlotte se le adelanto. – ¡Somos novios!- lo dijo tan alto que todos voltearon, y al mismo tiempo abrazo a kurosaki-kun. –sentí una gran tristeza, al escuchar la palabra novios. Me empezó a dar un dolor en el pecho y un recuerdo borroso apareció muy rápido en mi cabeza, que fue muy rápido y no recuerdo nada. Solo dije secamente – que bien. Y me levante y dándole con una seña a Charlotte que se sentara. Ella acepto; y dije – les gustaría algún postre, yo invito- con una fingida sonrisa.
-estas segura inoue- decía un preocupado kurosaki-kun mirándome a los ojos como si se diera cuenta de mi cambio de animo. Así que tratar de fingir más.
-si no te preocupes. Les traeré el postre especial- me fui lo mas rápido posible a la cocina
-llegue a la cocina, tome aire y me pregunte a mi misma porque ese extraño comportamiento mio. Yo no era nadie para sentirme así. Por dios lo acabo de conocer. Pero algo dentro de mí me dice que ya lo conozco desde hace mucho. Quizás quiera en secreto a kurosaki-kun….
-tome dos postre de flan napolitano con rompope y fresas, y volví a tomar aire y con mi mejor sonrisa que podía dárselos. Urahara-san no me dijo nada porque había visto todo. Y él ya me conocía era como un padre para mi, solo me dijo – animo- con una sonrisa paternal. Sentí un gran alivio y me dirigí a donde estaba Charlotte y kurosaki-kun.
-perdón por la tardanza- dije en lo que entregaba los postres. Vi que Charlotte estaba recargada en el hombro de kurosaki-kun. Así que no los quise interrumpir y ser un mal tercio.
-no te preocupes inoue, te tomaste las molestias de invitarnos; por cierto y el tuyo. – dijo kurosaki-kun sacándose de onda cuando ya no me vio que me sentara.
-ah… perdón, pero mi turno ya empezó, no los podre acompañar así que si me disculpan.-di una reverencia y me marche a atender los demás clientes.
-oh que lastima… orihime, nos vemos después.- decía Charlotte un poca sarcástica.
- ya pasando después de un rato yo estaba en la cocina preparando la comida; cuando me saca de onda que ichigo entrara a la cocina y que urahara lo dejara pasar.
-¿kurosaki-kun?- dije sorprendida. Y no recibí alguna respuesta solo silencio y me tomo la mano; lo que me provoco que me sonrojara.
-no se me hace justo que nos dejes así como así. Además el trato era que me acompañaras y te fuiste.- me digo dejando algo en mi mano, cuando soltó mi mano se fue sin decir mas.
-la abrí y era el dinero para 2 fans y 2 hamburguesa mas propina. –sentí que mi corazón empezó a palpitar mas rápido. Pero trate de alcanzarlo.
-kurosaki-kun!- dije pero ya no estaba. Y vi a urahara-san sonriendo.
-gracias urahara-san- dije dulcemente y regalándole una sonrisa.
-te costara un abrazo- me contesto divertidamente.
Al día sábado siguiente
Iba rumbo a mi facultad pero ahora mas tranquila. Con el tiempo suficiente y repasando por que a la primera hora tenia ya examen. Y volteando a todas partes para buscar a una cierta persona y agradecerle dándole un chocolate en forma de una carita divertida con la frase de gracias. Solo espero que le gusten los chocolates.
Tenia la cabeza en levada viendo los arboles de flor de cerezo eran tan bellas los pétalos al caer. Cuando un soplido cercas a mi oído me hizo estremecer, sintiendo escalofríos en todo mi cuerpo. – y solo escuchando una risa. Al voltear era kurosaki-kun todavía riendo.
Hizo que inflara mis cachetes haciendo un puchero y con un seño. – no es gracioso espantar a la gente- dije con mi puchero y lo que recibí de respuesta fue mas carcajadas de este.
-lo siento, jajaja pero me divierte tus expresiones- decía todavía riendo. –provocándole que le mostrara la lengua. Y contagiándome la risa.
Toma – dije extendiendo el chocolate. –es por las gracias de lo de ayer.
-vaya quien te dijo que el chocolate era mi favorito- me decía recibiendo el chocolate.
-suerte- dije yo. – ¿y asía donde vas? – pregunte curiosa.
-a la facultad de medicina, ¿y tu? – decía ya comiendo el chocolate.
-yo a la facultad de enfermería. Creí que ibas a la facultad de psicología- dije yo, mientras que empezaba a caminar.
-a porque le iba a entregar algo a Charlotte, oye donde compraste el chocolate esta muy bueno - me contestaba. Lo que me hizo sonrojar.
-yo lo hice- dije tímidamente.
-sabes cocinar, - me dijo dedicándome una dulce sonrisa.
-gracias, bueno aquí nos separamos- señalando mi salón
-si, nos vemos en la cafetería- me contesto, mientras se despedía.
- y las clases se me pasaron de volada. Cuando termino me fui muy lentamente a la cafetería y hablaba mentalmente sola. Como puedes ir si lo que estas haciendo esta mal. Pero aun así tienes que ir a comer. Pero puedes ir más al rato. Pero tienes que saludar a urahara-san y ver el horario de trabajo- me excusaba con tan solo ir y verlo.
- y estaba en la puesta con una mano a punto de abrir la puerta. Pero me arrepentí sellando en puño mi mano y dando vuelta chocando bruscamente con alguien que me estampe contra la puerta, cerré mis ojos porque me había dolido el golpe.
-abrí los ojos pero al darme cuenta de que kurosaki-kun estaba tan cerca de mi que me puse toda roja, ahora si no pude disimular. El tenia la mano recargada a la puerta y poniendo su peso en ella. Estaba muy cerca.
-a donde vas- me decía, mirándome fijamente a los ojos. –yo no pude aguantar su mirada, y la bajo. – yo..yo voy al salón, se me olvido algo- decía tartamudeando.
-no sabes mentir- me decía seriamente.
-bueno… tengo que ir por una compras que me encargo urahara-san, se nos termino en queso y voy por mas, así que nos vemos- me las arregle para salir por una abertura y me eche a correr con todas mis fuerzas, mi corazón no paraba de latir con fuerza. Pero me había dado cuenta que me monedero se callo cuando me escape de kurosaki-kun, pero no iba a regresar por que quizás ya no me deje salir.
-corría tan rápido y estaba pensado en lo sucedido que no vi por donde iba y vi a una persona y no me pude frenar que choque con el y termine torciéndome el tobillo. Y termine en el suelo, me empecé a quejar.
-lo siento mucho- me disculpaba.
¿Estas herida? - me preguntaba preocupadamente.
-creo que si- conteste mientras agarraba mi tobillo. Tratándome de parar pero fue inútil.
-lo siento también fue mi culpa, déjame ayudarte- me decía mientras me cargaba.
-viéndolo bien estaba guapo; el cabello rubio con ojos color verde claro.
-¿esta seguro? Le estoy causando molestias- decía yo
-¿tranquila este? – me respondía.
-inoue orihime, ¿y usted es? – decía tímidamente.
- mucho gusto orihime me llamo Marc- me decía con una linda sonrisa.
-deja te llevo a la enfermería- me decía.
-gracias, y lo siento- contestaba apenada
Por el camino hubo un incomodo silencio hasta que él lo rompió.
-¿y eres extranjera?- me preguntaba mirando hacia otro lado, como si le daba pena preguntarme directamente.
-amm no- conteste levemente - ¿tu si?
-si yo y mi hermana venimos desde Inglaterra, pero ya llevamos años aquí en karakura.
-iba a hablar cuando oigo una voz muy familiar, que no quería escuchar. Quería que la tierra me tragara.
-Oye Marc – decía kurosaki-kun enojado.
-¿Qué paso ichigo?-contesto el mencionado.
-¿porque andas cargando a inoue? – decía aun molesto.
-lo siento kurosaki-kun fue mi culpa, por andar corriendo choque contra el y me torcí el tobillo y ahora el me esta ayudando. –decía apenada.
-por cierto no podrás comprar nada, sin tu monedero, te lo devolveré mas tarde cuando te lleve a enfermería. – decía mientras me arrebataba de Marc. Lo que hizo que ahora si me pusiera roja.
-¿Qué estas haciendo?- decía balbuceando.
-¿Qué no es obvio? – me contestaba.
-pero Charlotte se enojara si te ve cargando a orihime- decía un confundido Marc.
-tranquilo ella ya la conoce, y además tu ya tienes clases. Así que vete o te dejaran a fuera- le contestaba.
-adiós Marc y lo siento por detenerte- decía apenada.
-adiós orihime fue un placer conocerte- se despedía.
-kurosaki-kun todavía me veía molesto. – etoo. Kurosaki-kun ya estoy bien. Ya puedo caminar- decía con voz triste.
-nada. Tu castigo es que pasaremos por todo el campus, por mentirosa- me decía empezando a caminar y pegándome mas a su torso.
-¡¿Por qué?- decía, ya con la cara toda roja.
- ya no recibí respuesta. Y me quede quieta dejando que me cargara por todo el campus, toda la gente se nos quedaba viendo y yo estaba que me moría de la vergüenza. Y me decía mentalmente –porque dios… porque me castigas así!
-llegamos hasta la enfermería y me dejo en la camilla, mientras iba entrando una enfermera. -¿Qué tenemos aquí, que te paso? – Me pregunto la enfermera, -se torció el tobillo- contesto kurosaki-kun. –a ver, vamos a revisarte. Me examino el tobillo, pero me dolía cuando me lo tocaran que me empecé a quejar. –Ya veo- contesto- se fue a un cajo y saco una pastilla para la desinflamación y me coloco una venda.
-espera aquí, voy por hielo- me dijo dulcemente. –No hagan nada indebido- me decía a mí y a kurosaki-kun mientras se marchaba. Yo apenas y me estaba recuperando de mi color cuando dijo eso y a kurosaki-kun solo le gano la risa.
-gracias por tu ayuda kurosaki-kun ya te puedes retirar-dije con gratitud y mostrándole una gran sonrisa. –mmm, no lo siento me quedare – me contesto. Y en el momento se me desapareció mi sonrisa. –pero que no tienes nada que hacer- dije yo con una gota en mi cabeza y fingiendo una sonrisa- no, tengo que vigilarte; que tal si vuelves a escapar a demás es tu castigo por mentirme. –no soy una niña pequeña! – dije con un puchero y haciendo señas con los brazos. Se acercó demasiado a mi y con una sonrisa burlona me dijo – eres mi peque y no te dejare irte fácilmente- hizo que se me subiera el color y él se empezó a reír. –vas a ver! Me las vas apagar,- dije mientras le mostraba la lengua.
-perdón por la espera- decía la enfermera cuando entro con el hielo.
-disculpe se lo pude aplicar en su tobillo, lo que pasa es que tengo otro paciente- decía la enfermera. – yo puedo ponérmelo sola- conteste, mientras que extendía la mano para recibir el hielo. Pero se me fue arrebatado de las manos. –no se preocupe yo se lo aplico – dijo kurosaki-kun mientras me lo ponía en el tobillo. Yo hice mi cara de pocos amigos- ahh esta muy frio, me esta quemando- decía mientras le quitaba el hielo a kurosaki-kun. –te tienes que aguantares para que se te desinflame- me decía mientras volvía a ponerle hielo en mi tobillo.
-porque haces esto- dije ya tranquila y sonrojada. Al parecer se sorprendió por mi expresión por que vi que se sonrojo un poco. – no lo se- fue lo que dijo mirando para otro lado un su leve seño. –Gracias por preocuparte por mi kurosaki-kun- dije agradecida y con una de mis sinceras sonrisas que transmitía calidez. Me dio mucha risa, ya conocía su punto débil porque cuando me comportaba así se coloraba y le podía ganar a su mirada, así era muy fácil aguantarla. –Listo- fue lo que dijo y se levanto extendiéndome su mano para pararme, la cual yo la acepte. – Si no puedes dime y te cargo- me decía rascándose su mejilla. – no gracias ya puedo caminar-conteste de inmediato. –y nos fuimos rumbo a la parada del camión
