Capitulo Uno (Introducción)
El embarazo "sorpresa."
Aca asile-chan con una nueva historia de esta hermosa pareja, tenía tiempo pensando en escribir sobre ellos y esto fue lo que salió, disfrútenlo! Les prometo actualizar pronto :3.
En la mansión Sakamaki se respiraba el amor en el aire, o al menos así era para cierto vampiro pelirojo que desde hace ya un par de meses había declarado su amor a Yui, la rubia que había venido a revolucionar a todos los miembros del clan Sakamaki con su gran corazón e inocencia. Y de todos ellos, quienes con el tiempo la fueron queriendo de a poco, Ayato fue el que gano su corazón. Por muy ególatra e infantil que fuese a veces, Yui miraba en el al ser que merecía su amor y con quien pensaba para pasar el resto de sus días.
Y claro está, una pareja de jóvenes viviendo bajo el mismo techo por muy inocente que sea ella o muy inexperto que sea él, llegaría en algún momento a llevar su relación al segundo nivel, a consumarse como una sola persona y a unirse de manera definitiva. Y eso fue justo lo que paso esa tarde de marzo en la que, por azares del destino quedaron solos, dándole la pauta a la pareja para estar juntos y cometer el acto.
FLASHBACK
-A-ayato-kun los demás pueden aparecer en cualquier momento—decía una apenada pero igualemente exitada Yui cuando Ayato lamia su cuello y con sus manos masajeaba sus pechos—
-Tranquila Yu-i—dijo enfantizando las letras de su nombre de manera sumamente provocadora—Tardaran mucho en llegar, pero yo, no puedo esperar más, quiero sentirte Yui, me vuelve loco el aroma que tu piel despide y necesito probarte—Dijo acercándose a su cuello de nuevo para seguir lamiendola y besándola. Yui poco a poco fue cediendo ante su contacto y perdió la poca cordura que le quedaba, terminando asi entregándole a Ayato su virginidad y todas sus nuevas experiencias.
FIN DEL FLASHBACK
Después de esa primera vez, ambos buscaban la oportunidad adecuada para tener un momento íntimo, cosa que sucedió varias veces más, lo que a decir verdad los hacia sumamente felices.
Pero esa felicidad tuvo un precio para la joven pareja, pues pocas semanas después de su último encuentro intimo con Ayato, Yui empezó a sentir mareos y nauseas. Ella no era ninguna ignorante y supo desde ese momento que estaba embarazada, pero para estar del todo segura fue y compro una prueba de embarazo.
Al dar positivo, Yui no podía haber sido más feliz, un hijo de su amado Ayato era algo que la llenaba por completo, si, ella era muy feliz, pero no sabía cómo reaccionaría Ayato y los demás vampiros que Vivian en la casa.
Asi que decidió reunirlos a todos, alegando que tenía un anuncio que hacerles, y al estar ya los 6 vampiros al tanto de sus palabras, comenzó:
-Etto yo, no sé cómo decirles esto—decía y movía sus manos nerviosamente.
-Teddy, Yui hace cosas raras con sus manos—decía Kanato a su inseparable osito de peluche.
-TSK solo dilo—decía un impaciente Subaru.—
-Yo.. jumm estoy- hablaba Yui y no sabía de que manera terminar la frase.—
-Espero que el hijo de Ore-sama no salga tan indeciso como su madre—hablo Ayato dejando a Yui boquiabierta por lo que acababa de decir, acaso, ¿él lo sabia?—
-Los genes no mienten, posiblemente será justo así, o un verdadero egocéntrico como tú—dijo Reiji acomodando sus anteojos.—
-¿Que? Reiji,¿ tu..tú lo sabes?—Pregunto Yui sin poder creerlo, ella apenas y se había dado cuenta ese mismo dia.—
-Waa bitch-chan, todos en la casa sabemos que estas en cinta, llevas ya 2 semanas de gestación, o al menos desde ese tiempo es que hemos empezado a sentir el poder de esa nueva vida que proviene de tu vientre.— menciono Laito dejando conmocionada a Yui, Todos lo sabían ya! Y no solo eso, nadie se le había ocurrido decírselo, eran verdaderamente unos insensantos.—
-Pero yo apenas me he dado cuenta hoy, ¿Cómo es que no me dijeron nada?—decia Yui levantándose enojada.
-Pensamos que lo sabias, es tu cuerpo después de todo—Hablo un despreocupado Shu.
-Yaaaa son unos insensibles—les grito Yui yéndose a su habitación, las hormonas del embarazo deben de ser realmente potentes.
Detrás de ella salió un preocupado Ayato al ver la reacción de Yui por el simple hecho no haberle dicho que estaba embarazada.
La siguió todo el camino hasta su recamara, y ella, que se negaba siquiera a mirarlo, cerró la puerta con fuerza y le puso llave. Pero para su mala suerte, se olvido que estaba conviviendo con vampiros, quienes no tenían ningún problema en usar su tele transportación para entrar a la habitación sin problema, lo cual, hizo sin duda Ayato.
-Vete Ayato-kun, no quiero verte—decia Yui mientras empezaba a sollozar; había estado tan nerviosa por contarles a todos sobre su embarazo y los insensibles lo sabían y no se habían molestado en decirle, ¿acaso solo para ella eso era algo especial? Ni siquiera Ayato le había comentado nada, y eso le dolía demasiado.
-Yui por favor calmate, llevas al hijo de Ore… digo a nuestro hijo adentro y puedes dañarlo llorando así—decía Ayato suavemente intentando tranquilizar a la rubia.
-A ti ni siquiera te importa que yo tenga un hijo!—le grito Yui y Ayato se sorprendió por sus palabras—Lo sabias, todos lo sabían y nadie me lo dijo, ¿sabes lo ilusionada que estaba al enterarme? Y como tonta pensé que a ti también te alegraría, pero tú ya sabias de mi situación y nunca dijiste nada, pero no te preocupes, cuidare de este bebe yo sola, sin ayuda de ninguno de ustedes.—
Las palabras de Yui lastimaron profundamente a Ayato ¿Cómo ella creía que a él no le importaba su hijo? Demonios! Él la amaba, y amaría también a su pequeño bebe, el fruto del amor que ellos dos se profesaron una y otra vez. Ayato quiso en ese momento gritarle y preguntarle de donde había sacado pensamientos tan estúpidos, pero si lo hacia Yui solo se sentiría peor, y en su estado podría llegar a ser peligroso. Así que opto por calmarse, luego la atrajo a él a pesar de la resistencia que ella ponía y la abrazo; le demostró todo el amor que sentía por ella en ese abrazo tan protector y tierno. Luego, cuando ella ya estaba un poco más tranquila, la guio hasta su cama y se sentó, colocándola en su regazo; Yui inmediatamente se sonrojo, a pesar de todo lo que Ayato y ella habían vivido, sentir tal nivel de ternura del pelirrojo hacia ella la hacía ponerse nerviosa así como en sus primeros días juntos.
-Tontita, ¿de dónde sacas ideas tan locas? –Le preguntaba Ayato con ternura—Te amo Yui, y amo que estes embarazada y saber que dentro de poco tendremos un pequeño bebe tan tierno e inocente como tú—Yui lo miro sorprendida ante las palabras dichas por el.
-Ayato-kun yo, lo siento; me sentí muy mal cuando me dijeron que todos en casa ya sabían sobre mi embarazo, pensé que a nadie le importaba, ni siquiera a ti. Y yo…-Yui ya no podía seguir, pues de nuevo sentía que sus lágrimas caian.
-Ya, ya Yui, perdóname por haberte hecho sentir tan mal, pensé que tú ya lo sabias también, hay muchas cosas de los humanos que aun no comprendo, las vampiras se dan cuenta de su embarazo desde el primer dia, y pensé que los humanos también era así—decia ayato un poco apenado, odiaba ver llorar a su amada, y más al saber que era el quien la hacía sentir así.
-Esta todo bien Ayato-kun, ambos nos equivocamos, la próxima vez intentare no dejarme llevar por mis emociones—hablaba la rubia ya tranquila.
-Te amo Yui, te aseguro que iré cambiando y pondré más atención a los humanos para no hacerte pasar algo asi de nuevo—Le contesto Ayato mientras la abrazaba de nuevo y sonreía al ver a su amada Rubia ya mejor.—Pero dime, cuando dijiste la próxima vez,¿ te referías a que piensas tener más hijos con Ore-Sama? Vaya Yui eres insaciable—decia con cierta pizca de picardia mientras miraba como Yui se paró de repente para intentar contradecir lo que había dicho y no quedar como una pervertida. Eso era justo lo que él amaba de ella, esa forma tan dulce de comportarse y su manera tan tierna e inocente de ser .
