Capítulo 1: the Unknown.

Se detuvo de golpe, solo le faltaba algunos escalones para llegar a la Colina del Sōkyoku cuando escucho el anuncio de aquella teniente « ¿Aizen vivo?... Imposible pero sí.. pero sí yo…» Sintió como su corazón había dado un fuerte salto en su pecho, fue tanta la conmoción de aquella noticia, que había provocado que casi se cayera de los escalones « ¿Central 46… masacrada? » Levantó la mirada hacía arriba y no dudo en salir corriendo hasta la cima de la colina, debía verlo con sus propios ojos. Debía saber sí lo que habían dicho era verdad, que Aizen estaba vivo, sí era así, entonces ¿Todos los años de entrenamiento habían sido en vano? ¿Había sido una perdida de tiempo?.

Todo lo que había deseado hacer había cambiado, a la persona que había venido a matar había sido la equivocada, todo ese tiempo lo había sido. Finalmente había llegado a la cima, y lo que se encontró fue a casi todos los capitanes y algunos tenientes del Gotei 13, sus ojos no comprendían aún lo que había visto. Aizen estaba hay ¡Estaba vivo! Rodeado de aquellos capitanes con intención de detenerlo pero no, ella lo haría, ella sería quien le daría muerte a ese desgraciado. Toda su vida había vivido engañada, ¡Toda su infancia marcada por una masacre que de seguro él había realizado!. Tanto años de llorar la muerte de alguien que resultó estar viva y aparte de traicionarla, traicionó aquellas personas, ¿Con qué propósito? ¿¡Por qué rayos había matado aquellas personas en esa central?!

« ¡Maldita sea!, ¡¿Por qué?! » Se gritó, lo miró tan fijamente como sí desde la distancia en donde se encontraba lo pudiera matar, pero no. Por lo qué, al momento de sentir como la tierra había temblado y ver el cielo abrirse en un agujero negro, haciendo acto de presencia de los Guillian, y que aquel destello de luz rodeara al castaño y a sus cómplices, no dudo ni un momento en echarse a correr hacía ellos, sin importarle la presencia de los demás, su única intención era matarlo, ahí y ahora.

— ¡Aizen! —Desvainó su katana y con un moviendo de Shunpo pudo acercarse lo suficiente a él, pero antes de que pudiera atacarlo, sintió como la habían sujetada de los brazos y llevada nuevamente hacía el suelo. Se removió con brusquedad, y eso había provocado que la mascara que tenía cubierta su rostro se cayera, dando por revelada la identidad de la intrusa.— ¡Suéltenme! ¡Voy a matarlo, suéltenme! —No sabía quienes eran las personas que la agarraban, pero mucho menos le importó golpearlos para poder soltarse, pero ya era tarde, Aizen estaba lo suficientemente lejos de ella como para que pudiera llegar hacía él, sólo pudo ver su sonrisa, aquella sonrisa que sólo provoco que las lágrimas bajaran por su mejilla ante la impotencia y la rabia que sentía por no haberlo atacado antes. — ¡AIZEN! —Volvió a gritar pero sus palabras eran inútiles, ya él se había ido, ya no tenía oportunidad de hacer nada. Bajo la cabeza, apretando sus puños con fuerza, sabía que esto no se iba a quedar así, tenía que buscar la forma de encontrarlo, aunque fuera a buscarlo al mismo infierno.

— ¿Quién… Quién eres?... —Una voz, que resulto ser de una mujer ¿De quién? Ella no lo sabía, levantó la mirada para dirigir su ojos a la persona a quien había preguntado, y con lo que se encontró fue con toda las miradas puesta en ella, aquello la incomodo y eso se mostró en su rostro. Levantó su mano para limpiar los residuos de lágrimas que había derramado, sintiéndose patética por haber mostrado esa parte de ella.

— ¿Acaso tengo que dar explicaciones de quien soy…?—

— ¡Por supuesto que sí! —Exclamó una mujer de baja estatura, complexión menuda y fibrosa, su cabello era corto pero con dos trenzas en la parte de atrás.— Yoruichi-sama te acaba de preguntar. —Se podía notar la voz molesta que tenía, fijo su mirada hacía la nombrada, una mujer alta, de cabellos morados y piel morena, sus ojos eran amarillos, como los de un gato negro. Solamente alzó las cejas con una típica sonrisa sarcástica hacía todos.

— Yo no tengo que decirles quien soy.. aunque...—Volvió a mirarlos, cruzándose de brazos.— Yo los buscaré y veré sí son convenientes para mí. —Se giró, y aún a pesar de los reclamos de Soi Fong no se detuvo y solo desapareció del lugar, tan rápido como un rayo de luz al caer con velocidad, ni siquiera sentir sus presencia lograron detectar para saber más o menos su ubicación, aquella chica, ya era un misterio para todos.

— ¿No sé dieron cuenta, verdad?.. —Una nueva pregunta surgió después de aquel silencio que se había producido cuando aquella niña había desaparecido, los demás fijaron su mirada hacía él, algos confusos por lo que había preguntado.— Su parecido con Aizen.

— Yo también me he dado cuenta —Dijo Kyoraku, llevando su mano hacía su sombrero, mientras lo baja un poco, ahora que el peliblanco lo decía lo había notado, aquel extraño parecido que tenía esa chica con el ex-capitán.. era verdaderamente extraño. — ¿Será posible que ella..?

— No lo sé, sólo es una suposición.—Se llevó la mano al cuello de forma dudosa mientras intentaba ordenar sus ideas o intentar aclarar sus dudas. — Ella dijo que nos buscaría, ¿no? Solo hay que esperar a que lo haga..

— Tengo la certeza de que ella nos será de gran ayuda—Volvió a decir el castaño, buscando con la mirada al comandante en jefe, el anciano sabía que Kyoraku tenía razón, aquella chica serviría para conocer más acerca de Aizen y de sus posibles planes.

— De cualquier forma ella lo será, tanto ella como nosotros necesitamos saber que hará Aizen ahora y más con el Hōgyoku —Dijo Yoruichi, acercándose de igual forma hacía ellos.— Yo regresaré al mundo real, e investigaré con Urahara el propósito que tiene Aizen con aquella cosa.


Cayo de rodillas al suelo, una vez que se había ido de la colina, incapaz de creer lo que había pasado. Ni siquiera sabía en que parte del Seireitei estaba, su mente estaba hecha un desastres y ese día había sido demasiada información para ella. Terminó llevándose las manos a la cabeza, por más que quisiera comprender lo que había pasado, no podía hacerlo. Su mente no quería asimilarlo ¿Cómo era posible que le estuviera pasando eso? ¡¿Por qué rayos le hizo eso?!.

Por más que lo intentará pensar ninguna respuesta lógica lograba llegar a su cabeza, era como sí nada le entrará. Retiro sus manos y las apoyo en el suelo, frente a sus rodillas, necesitaba tiempo, tiempo para poder pensar pero también debía tomar una decisión para todo esto. Pero ahora que lo pensaba tenía dos alternativas. La primera era: buscar información sobre la localización de Aizen e ir a buscarlo y la segunda era: unirse al Gotei 13 y tener más posibilidad de encontrarlo rápido, pero sabía las consecuencias tanto de la primera como la segunda. Se sentó frotando su rostro con ambas manos, quizás debería darse aunque sea unos días en pensarlo un poco, no quería dar un paso falso y que todo terminará mal, tampoco sabía como lo tomaría los demás, al menos necesitaba regresar al Rukongai por el momento.


Hola, hola.. Mucho tiempo sin publicar nada ¿no? Pues, he vuelto nuevamente a la escritura. Esta es una historia que estoy editando de la anterior. Así que poco a poco seguiré subiendo los demás capítulos.

Espero que les gustes y espero sus Reviews. Bye bye *-*