La confundía. Le mezclaba las ideas y see ella no podía hacer nada para impedirlo. Superboy era simplemente un rompecabezas.
Habían sido tan felices... y eso se había acabado.
Ahora ella estaba con la´gaan; y pretendía ser feliz, pero la mirada en sus ojos cuando Gar les contó lo que había hecho a Aqualad, la lastimó más de lo que cualquier cosa podría hacerlo, más que el fuego o la soledad, más que su acostumbrada indiferencia.

Con cuidado se levantó de su cama y corrió la cortina azul que la separaba de la "habitación" de los chicos, necesitaba pensar. En la soledad de la noche, fuera, con los pies casi tocando el agua del embarcadero. El silencio ayudaba a pensar, aunque el clima no era calmante como el del bosque cercano al Monte Justicia.

La calma la ayudaba a pensar. Pero aún así era dificil pensar en esas cosas. Primero de todo: cuando había invadido la mente de Aqualad y las revelaciones que allí habían habido. Y el shock producido por ESO, dificilmente conseguía mantenerlo dentro suyo. La quemaba por dentro, que los últimos meses hubiesen sido una farsa. Y no podía confiarle eso a nadie. Pero necesitaba cariño. En ese momento, cuando la´gaan no estaba, ni Artemis, ni Wally ni Bee o Rocket, extrañaba la companía de alguien que la entendiera, que la abrazara sin preguntar la causa de su abstracción las ultimas semanas, que sola la quisiera en silencio.
Un escalofrío la recorrió y se abrazó a sí misma, tratando de darse calor; no estaba de animos para cambiar la forma de su ropa. Una presencia se sintió entonces cerca suyo, pero no se alarmó; conocía ese olor, ese aroma a vainilla y a nieve. Ese aroma a... -Conner- lo saludó con su mente, pero aún así con tono melancolico.

El la saludó de vuelta, pero hizo amago de irse. La marciana recordó cuando eran solo ellos dos, Artemis, Wally, Robin y Aqualad. Cuando todo estaba bien entre ellos, cuando Artemis seguía "viva" y cuando no comprendía el daño que su mente lograba hacer. Y lágrimas saltaron de sus ojos, al acordarse de la cara de Aqualad, a quien seguía queriendo como un hermano a pesar de la "traición", desfigurada por el shock que producía su toque en Su mente. Como había dicho Superboy una vez, había pervertido el toque de su mente, truncándolo en algo despiadado.
-¿Podés... quedarte?- preguntó, con los ojos llorozos. Pero el se giró y volvió a dirigirse al nuevo "cuartel provisorio".
Un sollozo encerrado en su garganta, casi inaudible, resonó. Lo comprendía. ¿Quién querría estar cerca de alguien quién era capaz de dejarte en como de por vida? ¿Que inclusive lo había hecho con un antiguo compañero de equipo, a quién probablemente había dejado atrapado sin salida en algún espacio de su mente?
Pero él volvió y se sentó a su lado, con una manta que depositó en los hombros de ella. Y así siguieron estando, uno al lado del otro, solo sintiendo sus presencias, de manera tranquilizadora, hasta que M´gann cayó dormida sobre el hombro de Conner, con las lágrimas todavía bajando por su rostro.
En ese momento, un flash pasó por la mente del super chico. Artemis muriendo, pero desde el punto de vista de Aqualad. Uno a uno todos los recuerdos del atlante, pasaron por su mente y luego su vista se depositó en el rostro dormido en su hombro. Su dolor se convirtió en el dolor del chico, comprendió por todo lo que había pasado la marciana. No solo él había sufrido, sino que se había prohibido ver como sufría ella. Inconcientemente ella le estaba mostrando por todo por lo que estaba pasando, para que no la juzgase, para obtener su perdón.
Quería besarla y pedirle perdón, pero ella no era suya ya. Pertenecía a otro y lo lamentaba. Depositó un beso en su mejilla y la tomó en brazos para llevarla a su "habitación". Ella, como una nena chiquitita, se arrebujó en su pecho. Él, sonrió.