¡Buenas! Solo venía a recordar que tanto la ambientación como la mayoría de personajes no me pertenecen, han sido creados por Jun Mochizuki, creador de Pandora Hearts. Por cierto, ese fic no seguirá nada de la historia del manga/anime de Pandora Hearts, es completamente independiente.
- Yo… - comenzó el muchacho de pelo rojizo. La chica a su lado, ruborizada, asintió tímidamente, animándole a que continuara.
- Sé que somos completamente diferentes, incluso, de otro mundo, pero… yo… quiero estar junto a ti… siempre… - el joven dijo la palabra 'siempre' con absoluta sinceridad, sin pensar que ese siempre, casi nunca se cumple.
Sin embargo, ambos deseaban ese tipo de relación, esa mentira que deseamos que dure para siempre, y nunca es así. Se sentían completos y, finalmente, encajados como piezas de puzzle hechas a medida.
Pero… ¿gracias a quién, personas tan distintas, de diferentes mundos, podrían amarse de forma… tan sincera?
El eslabón perdido, así se sentía ella. La inquietante conexión entre mundos completamente distintos.
Y, realmente, su existencia era más que importante, ya que su ardua misión era existir para conectar a las demás personas.
Destinada a hacerlo sola.
Suspiró, intentando imaginar porqué le había tocado a ella hacer eso, mientras la otra parte de la humanidad se relajaba, rodeada de personas iguales a ellos, socializándose, conectándose entre ellos tan fácilmente.
Ella estaba destinada a estar en el nivel más oscuro y profundo de Abyss, vigilando y siendo la llave de conexión de todos los mundos.
'Estoy harta de estar aquí' pensó la pequeña de largos cabellos oscuros.
Y es que, aunque ya había nacido en la oscuridad de Abyss, y nunca se había sentido acompañada, era capaz de sentir su propia soledad y saber que era diferente a todas las demás personas.
Bufó, dejando caer todo su peso en el oscuro líquido que inundaba el suelo de Abyss.
Ni un sonido, nada. Vacío absoluto.
Abyss era un lugar siniestro, pero lo consideraba su hogar, ya que no había conocido ningún otro sitio.
Era completa y absolutamente oscuro, y a varios centímetros del suelo había una capa de agua negra que cubría el frío suelo.
En todas partes alrededor de esa 'Nada', se encontraban cajas de colores rotas, escaleras de caracol que no se sabe dónde van a parar, juguetes y figuras destrozadas.
Como una enorme caja de muñecas destruida.
Lo único que a Alice le gustaba de ese lugar era que, nunca era capaz de explorarlo entero, ya que era algo parecido a lo que llamamos infinito.
Alice se levantó del suelo con su conejo de peluche B-Rabbit agarrado por las enormes orejas y se dispuso a comenzar una nueva exploración junto a su única compañía.
Caminó durante unos minutos mientras B-Rabbit soltaba oscuras lágrimas de sangre de sus vacíos ojos de botón.
'No llores Black-Rabbit, estamos juntos… ¿no?' – pensó la pequeña mientras se mojaba las piernas desnudas por culpa de sus propias pisadas, que salpicaban ese viscoso líquido que cubría ese perdido e inexistente mundo.
¡Wooooolas! ¡Hasta aquí el prólogo de este fic que he comenzado! ¡Gracias por darle una oportunidad! Espero que te haya gustado... ¡déjame un review si es así, o si tienes alguna duda sobre la historia (creo que no lo he explicado demasiado bien) o algo que debería cambiar.
Nada más... ¡Espero vuestras opiniones y supongo que pronto subiré el primer capítulo! ¡Nos vemos, y graaaacias!
