Notas de la traductora:

¡Hola a todos! Aquí estoy con un nuevo fanfic, que en esta ocasión NO es MÍO, pertenece a la fabulosa mente de Shinsei Kokoro, una gran autora, que ha tenido la amabilidad de permitirme traducir este hermoso fic.

Espero que disfruten tanto como yo lo hago, que está escrito originalmente en inglés, y si quieren verlo pueden pasar a mi biografía yo lo tengo añadido a mis favoritos y si quieren ver la bio de Shinsei, pueden encontrarla en mi bio, junto al fic. Si quieren hacerle alguna pregunta a la autora, pueden hacerlo por intercesión mía, o directamente a ella (solo que no habla en español).

Esas serán todas las notas que haga en el fic, a parte de que estoy honrada de ser la persona encargada de traducir el fic.

Notas de autora: Sinceramente, no soy dueña de CCS ni de ninguno de sus personajes, aunque algunos de los personajes incluidos aquí son míos.

Espero que cada lector disfrute completamente esto, cualquier queja, déjenme un mail y yo lo responderé tan pronto sea posible.

Siéntense, relájense y ¡lean! Ninguna promesa, pero intentaré actualizar tan rápido como pueda.

Género: Romance/drama/angst/ humor

Título: Head Over heels

Capítulo 1: Unlucky

Actualizado: 7-May-05

Autor: Shinsei Kokoro

Traductor: Sakki Chan

Sakura Kinomoto P.O.V

Apestaba.

Todo apestaba.

Todo en esa semana apestaba. ¡Apestaba! ¡Apestaba!

¡Es cierto! He caído del precipicio, ¡cómo quieran llamarlo!

Desde el día en que me resbalé de las escaleras, escuchado la risa histérica de Touya, lo cual, debo agregar, aumentó extra amargura cuando mi papá anunció que dejaríamos Tokio, hasta el día en que me detuve de pie afuera de mi nueva casa.

Mirando a sus exteriores… err… "partes".

Una casa "familiar" de color amarillo pastel, ustedes saben, ¿las que se ven en los pequeños pueblos?

¿Como Tomoeda? ¿El pueblito inusual?

Eso es correcto. Tomoeda. El pueblo del que nunca había oído hablar hasta el día en que mi papá nos trajo la horrible noticia. Este pueblo… el cual tuve que recurrir a un mapa junto con una lupa para poder distinguirlo…

Este pueblo, en el que ahora viviría… al menos hasta que llegue a la universidad.

Y eso apestaba.

Dios… ¿Repito mucho alguna frase?

No.

Déjenlo aclarar entonces.

¡APESTA!

¿Y quieren saber qué apesta?

El hecho de que no estaba ya en una gran ciudad.

El hecho de que tenía que abandonar a mi escuela y a ¡todos mis amigos!

El hecho de que ya no podía ver a mi majo vecino…del cual, a propósito, ¡estaba enamorada desde hace meses!

El hecho de que tendría que acostumbrarme a caminar dormida en mi nueva casa.

El hecho que tendría que ir a una nueva escuela y… hacer nuevos amigos.

El hecho de que estaría por ahí moqueando, extrañando todo lo que dejé en Tokio… sip, estoy llorando… bueno, aparentemente.

Y podría enlistar algunos otros 'hechos'… pero… no podría molestarme en hacer mi perturbada mente… bueno… ejem… más perturbada.

Cuando creí que me retorcía en dolor, sentí una especie de azote contra mi pierna y pude acariciar las orejas de mi perro labrador dorado.

-"Sí Kero, aquí vamos. Nuestro nuevo hogar. Va a ser malo para ti, probablemente, porque quizás irás de caza por el periódico del vecino… Pero si yo voy a soportar todo esto, tú también, chico"

-"¡Por el amor de Dios, Sakura! ¿Podrías dejar de hablar con el perro y meter tus cosas?"

Instantáneamente, me volteé cuando la voz grave ingresó a mis oídos.

Ése era Touya. Mi estúpido hermano… que ha sido mandado desde el infierno para hacer de mi vida…bueno… un infierno.

-"Está bien, está bien" Suspiré mientras caminaba hacia él y agarré la particular larga maleta que él ya tenía lista para mí.

-"¿Puedes dejar de poner esa horrible cara?" Touya masculló y me detuve junto a la maleta, -"Mi papá ya se siente culpable, así que ríndete… después de todo ya estamos aquí,"

Lo miré hacia arriba.

¿Olvidé decir cuánto lo odio?

¿Odiarlo porque siempre tiene la razón?

-"Ya lo sé…" Empecé a empujar la maleta, después de confirmar lo pesada que estaba, -"Pero es demasiado fácil para ti decirlo,"

Después de decirle unas cuantas palabras al de las mudanzas que preguntaba dónde ubicar el televisor, él volteó hacia mí, -"Hey, yo también voy a estar en una nueva universidad…"

Ni siquiera me molesté en voltear, -"Es más difícil hacer amigos en el colegio que en la universidad. Tú solo tienes que asistir a las clases, en cambio yo, tengo que pasar siete asquerosas horas en un colegio para tarúpidos,"

Touya me dio una des sus cansadas miradas, y pasó de largo, con dos maletas en cada mano, -"No hay una palabra como tarúpidos, tonta,"

Detuve mi empuje de la maleta y miré su figura, que se dirigía al interior de la casa.

-"¡Hey! ¡Esa palabra está en mi diccionario! ¡Y puedo decir cualquier palabra que quiera! Así que ¡Cállate!" Le grité desde las rejas del exterior, avanzando con mi pesada maleta.

Discúlpenme ahí.

Nunca soy así de impaciente… pero hoy… en realidad, toda esta maldita semana… ha sido bastante… digamos… "exhaustiva".

Pero antes de que pudiera comenzar a moverme, dentro de la casa, un hombre chocó conmigo.

-"Si estás compitiendo contra un caracol, Sakura. No te molestes, los monstruos como tú siempre terminan perdiendo" Touya vino a mí y tomó la maleta que me daba tantos problemas y con una gran sonrisa malvada en su rostro comenzó a subir las escaleras.

¿Puedo preguntar qué diablos es tan gracioso?

Después de disculparme con el hombre de las mudanzas con el que choqué quien intentaba subir el refrigerador, seguí a Touya hacia arriba, subiendo dos escalones por tiempo.

-"Touya. ¿Cuándo vendrá papá de nuevo?" Grité, mientras indagaba habitación por habitación, buscando la mía.

En el momento que alcancé la última, escuché que Touya me respondía.

-"Esta noche… a las seis y algo, creo"

Estaba bastante sorprendida de ver mis cosas ya instaladas ahí. Touya estaba sentado en mi cama. Cinco bolsas alrededor de él y seis cajas en el piso.

-"¿Qué tienes aquí? ¿Bombas nucleares?"

-"Ha, ha" Me atreví a burlarme, mientras empujaba a Touya hacia fuera, -"Quizá algún día pueda meter una de ellas dentro de tu cerebro y ¡whoap!"

Él rodó sus ojos y caminó hacia la salida del pasillo, -"Buena imaginación virtual" Masculló, avanzando al final del pasillo –"Pero mejor suerte para la próxima, pulga"

Cansada de discutir con él, cerré mi puerta con una patada y me acosté en la cama.

-"Ah…" suspiré, ni siquiera mirando a la habitación en sí.

Ya la había visto, y probablemente me tome un año para poder desempacar todos mis cachivaches en el lugar apropiado.

Bueno… al menos tenía mi cama.

Y en el momento en que cerré mis ojos, no puede evitar preguntarme…

¿Cómo será mi nueva escuela?

¿Haré amigos?

¿Cómo se llamaba? Err… sip… Sanron High. Una escuela pública.

Mi papá mencionó que la escuela tenía su reputación.

Pero nunca mencionó qué clase de reputación era…

Creo que eso queda para mí de averiguar… Y ¿saben qué? No tenía que esperar más.

Porque mañana en la mañana… en el segundo en que me baje del hermoso auto de mi hermano… todo estará en frente de mí.

Y estaba algo equivocado en pensar que sería la escuela pequeña… nop. Porque Sanron High era enorme. Te lo estoy diciendo. Enorme. Con una cantidad impresionante de estudiantes sin hacer nada, como las abejas en un jardín antes de ir a la colmena…

Hmmm… Nunca he visto a las abejas besarse. Pero sí vi a un tipo que prácticamente estaba chupando toda la cara de una chica.

Alejando mi mirada de eso, me volteé para ver los ojos burlones de mi hermano.

-"Ya anda, si tengo que esperar a que tú desaparezcas llegaré tarde para la entrevista a mi nuevo trabajo,"

Sí, eso es cierto. Touya va a trabajar en algún sitio, nunca mencionó dónde.

-"Está bien, te veré a las tres treinta en punto," Dije.

-"Adiós, ¡pulga!" Y encendió el auto, e incluso juré escuchar su esquizofrénica risa hasta que estuve diez metros lejos.

Resignándome volteé a mi nueva escuela, de nuevo.

Tengo un hermano tan "colaborador"… oh…

-"¿Tu nombre de nuevo?" El calvito en frente mío insistió a través de sus lentes de lectura de antaño.

-"Sakura Kinomoto, señor" Dije, alejándome en mi propio asiento al ver como una mosca rodeaba insistentemente la cabeza del hombre.

Estaba en la oficina del director… y él, esta llenando alguna especie de hoja de vida… una de esas para admitirte.

-"¿Edad?"

-"Um… diecisiete,"

-"¿Dirección de tu anterior escuela?"

-"Tokio… Seijuu High School"

-"¿Tus tres opciones?"

-"Eh… computadoras… biotecnología… y música,"

"¿Nombre del padre?"

"Fujitaka Kinomoto"

"¿Madre?"

Con una mirada dudosa le dije, -"Divorciados"

La mosca se había parqueado en toda la calva del hombre.

El hombre asintió y al parecer comprendió. –"Está bien," Dejó escapar una gran bocanada de aire y continuó leyendo todo lo que había escrito.

No podía darle mi número telefónico, después de todo, no tengo ni la más mínima idea de cuál será.

"Entonces, señorita Kinomoto, tome por favor esto a la oficina, ellos le darán su horario y la lista de libros que necesita… Y ya que usted llegó en el segundo semestre, por favor trate de instruirse el primer semestre,"

"Sí señor," Asentí y me levanté, caminé hacia la puerta, -"Gracias de nuevo,"

"Señorita Kinomoto," El hombre interrumpió mi salida antes de que pudiera si quiera abrir la puerta.

"¿Sí?"

"Sea cuidadosa por aquí, por favor"

"Uh…" Lo miré curiosa, la mosca todavía volando alrededor de su cara. –"Está bien, gracias," Y con eso cerré la puerta.

Raro.

¿Qué me quiso decir con eso?

Confundida, me encogí de hombros y me encaminé hacia donde el viejo me había dicho.

-"Um…" Miré a la chica a través del vidrio, -"Soy nueva aquí y pues…" Murmuré mientras pasaba los papeles por la abertura del vidrio.

-"Está bien," Ella asintió mientras escaneaba los papeles. Pero antes de que pudiera decir algo el timbre sonó-el cual solo estaba a unos cuantos metros de mis oídos-dando su zumbido chillón.

Prácticamente giré intentando huir con miedo, pero me volteé de nuevo, para darle una sonrisa nerviosa a la joven, pero con una mirada al instrumento oval rojo.

-"Ahora… tengo que darte una clase para ti…" Empezó rodando el cursor en la pantalla de su monitor plano. Frunció su ceño, consumida en lo que estaba haciendo.

Detrás de mí, algunos estudiantes comenzaron a caminar. Algunos conversando, otros riendo. Incluso podía oír algunos hombres insultándose los unos a los otros.

Así que me paré recta, mi espalda a todo el mundo, mientras tamborileaba mis dedos y relajaba mis nudillos nerviosamente en el borde del escritorio.

Y para el rato en que el timbre volvió a sonar, cada estudiante había desaparecido hacia dentro, y aunque mirando de reojo, por las esquinas, había alguno que otro con un balón de básquet.

-"Aquí tienes…" Dijo instantáneamente la joven que atendía la oficina, dándome tres pedazos de papel y un candado, el cual creo que es para mi casillero.

-"Uno de ellos es tu horario," Dijo ella, al ver mi cara de duda, continuó, -"Otro, es la lista de libros, cuatro de ellos los consigues en la biblioteca, y habrán dos que deberás comprar…" Miré hacia el tercer papel, -"Y el último es el mapa del colegio, andarás algo… ejem… perdida por este lugar por unos cuantos… días,"

-"Está bien," La miré una última vez.

Gracias por tan "amigable" advertencia.

Y después, ella apuntó algo detrás del horario.

-"Este es el horario de los anuncios y tu número de casillero,"

-"B18" Leí.

-"El bloque B es el que está por allá…" Dijo apuntando a un bloque enorme de casilleros.

-"Está bien"

-"Te sugiero que vayas a los anuncios primero, luego a la biblioteca, y luego a tus clases…"

-"Okay, gracias, señorita"

Y ella volvió a su mundo de las computadoras. Suspirando, volteé hacia el bloque de la derecha.

Los anuncios estaban bien. Y como estaba esperando el maestro no me hizo presentarme. Lo cual era un gran alivio. Solo me pidió que tomara asiento, y luego me apuntó en la lista de asistencia.

Pero lo que no había esperado era toda la atención de los estudiantes. Todos estaban mirándome hasta en el segundo que tomé asiento en la penúltima fila.

Oh.

Como si tuviera una segunda cabeza o algo parecido…

-"Hey guapa, ¿cuál es tu nombre?" Un tipo al que pasé de largo me preguntó.

Lo miré un segundo y luego me encogí de hombros, -"Sakura" dije tomando asiento detrás de él, el cual era el única asiento libre después de los primeros.

-"Wooow…" el tipo sonrió abiertamente, "Saa…kuu…raa" Dijo, acentuando cada sílaba.

-"Eso es correcto…" Mascullé bajo mi respiración –"Tres sílabas,"

El tipo a mi lado se volteó hacia mí, enfrentándome con una enorme sonrisa como el gato Cheshire.

-"Bueno, Sakura… es agradable conocerte,"

Levanté una de mis cejas hacia él, sintiéndome el centro de atención del grupo en el que estaba.

La chica a mi otro lado, dijo –"¿Eres nueva, verdad?"

Solo asentí.

-"Síp," ella continuó, -"La vi en la oficina," dijo hablándole a los chicos alrededor de ella.

-"¿De dónde vienes?" El tipo de mi frente preguntó.

-"Tokio"

-"Cariño… ¿Por qué diablos dejaste la ciudad?"

-"Uh…" No sabía qué decir, -"Mi papá…"

La chica a mi lado me miró y supongo que sintió mi incomodidad e interrumpió –"Soy Rika"

-"El pato," Añadió otro tipo, con una sonrisa despectiva.

-"Cierra tu trompa Van" Y frunció el ceño.

-"Eriol…" El sujeto delante de mí se introdujo, atrapándome en el destello de sus lentes.

-"Hola" Dije aburridamente.

-"Solo para avisarte," dijo un tipo a mi diagonal –"Los lentes de contacto están fuera de moda,"

Le di una fría mirada –"No son lentes de contacto," Murciélago ciego, añadí para mi.

Seriamente, ¿por qué las personas piensan que tener ojos verdes es la gran cosa?

El timbre sonó nuevamente, y todo el mundo salió apurado del salón, corriendo como si hubiera alguna clase de enorme ola detrás de ellos.

Resoplando una vez más, salí del salón al último. Y después, recordé lo que Rika había dicho hace unos momentos.

-"Ten cuidado"

Ahora… ¿qué diablos eso significaba?

Jesús, si no supiera nada… diría que esta gente no tiene ninguna clase de cerebro en sus cavidades craneales.

Y caminando casillero por casillero, desconocidas caras… podía sentir las miradas de todos encajonándose en mí.

Okay… aterrador.

Recogiendo mis cosas por la centésima vez en el día, avancé por mi camino, abriéndome paso entre las esquinas desoladas. Después de unos cuantos giros malos aquí y allá, y preguntándole a un chico, quien obviamente sabía que estaba perdida, llegué a la biblioteca.

En el momento entré sola… y de nuevo, todos loe estudiantes establecidos en las mesas voltearon a verme, dándome sus curiosas miradas y luego regresando a cualquier cosa que estuvieran haciendo.

Estremeciéndome, llegué al escritorio de información, y golpeé mi papel en la mesa suavemente.

-"Um… estoy aquí para obtener estos libros…" Murmuré a la profesora delante de mí, quien no dijo nada, y se retiró hacia la parte trasera de la biblioteca.

Humph.

¿Era muda o algo?

Pero yo no me molesté en decir algo, cuando ella regresó con cuatro delgados libros después de diez minutos.

Me dio una tarjeta para firmar, y luego otra más para el uso de la biblioteca.

Después de llenar la primera tarjeta, guardé la segunda en mi bolsillo y decirle un pequeño 'gracias' a la señorita muda.

Agarré los cuatro libros y me di cuenta que estaba atrasada para mi primera clase. Bastante atrasada. Y para empeorar la situación, había un chico con lentes de botella mirándome soñadoramente...

Busqué mi zona de casilleros alrededor de veinte minutos, cansada y frustrada busqué el número que me había sido asignado, el casillero estaba abierto, metí los cuatro libros dentro.

Suspirando, me arrimé al casillero, y busqué en mis bolsillos el candado que tenía, junto con una pequeña llave. Me quité mi chaqueta y la lancé en el interior y sucedió…

Di otro largo suspiro, y saqué el pequeño candado, y lo miré rudamente.

Estúpido candado. Gruñí un poco, y lo abrí despacio junto con la llave que me habían dado también.

Y escuché pasos detrás de mí.

Urgh. Probablemente un vigilante.

Vamos Sakura, apúrate…

Los pasos de repente, quedaron detrás de mí, y un par de brazos masculinos comenzaron a trabajar en el casillero de mi lado.

Suspiré aliviada por un segundo, era solo un chico.

Cerrando la puerta suavemente, escuché el desastroso sonido que hizo a pesar de que lo había tratado gentil. El chico a mi lado me miró con curiosidad que no duró más de dos segundos. Sintiendo los ojos de él en mí, me apresuré a cerrarlo.

Vergüenza sentí el momento en que el casillero no cerraba. Lo intenté nuevamente, pero fue en vano.

Por el rabillo de mi ojo pude ver el lado de su cara, con cabello café oscuro cayendo sobre sus ojos, y un oído con un pequeño arete. Tenía una chaqueta de cuero negra y pantalones jeans negros, algo flojos.

Sentí ganas de morir cuando él cerró su casillero y comenzó a mirarme de nuevo.

¡Hey! ¡Detente! ¡Deja de mirarme! Le grité… mentalmente.

No era mi culpa que la estúpida puerta no se cerrara… probablemente dañada por el tiempo y el uso.

-"Muévete," la ruda pero extrañamente suave voz de él, provocándome a mirarlo embobada y comenzando a alejarme un poco, ¡pero no porque él me lo haya dicho! Si no… más bien por cómo lucía…

El chico más sexy y caliente, déjame decirte.

Pero mi mente de pronto voló, el momento en que lo vi proporcionarle un buen golpe a mi casillero.

-"¡Oye! ¿Qué diablos fue…?" No pude terminar mi oración, ya que estaba mirando al casillero cerrado y al chico que me había ayudado.

-"Heh…" Di una pequeña risa nerviosa, y sentí mis rodillas temblar un poco, cuando sus intensos ojos ámbares penetraron en los míos. –"Um, ¿gracias?"

Me mandó una mirada dura, pero que se transformó en un ceño fruncido, y alejándose en el proceso.

¿Qué?

¿Dije algo malo?

¿No le gustaban las chicas en jeans?

¿Se suponía que no debía agradecerle?

¿¿QUÉ FUE?

Y mentalmente sentí cómo quería arrancarme todo el cabello de la cabeza.

¿Por qué cada tipo que pensaba que era sexy, me daba la mirada: 'pienso que eres rara'?

¿Por qué, por qué?

Suspirando… de nuevo…

Y observando la fanfarrona figura de él alejarse por el pasillo, coloqué el candado.

-"Mueve tu trasero a la clase de Historia, Sakura" me enfurruñé –"No hay caso en dejar caer tu mandíbula más,"

Syaoran Li P.O.V

Estaba atrasado… como siempre.

No me molesté en decirle algo al profesor quien estaba en frente de la pizarra hablando de alguna mierda sobre el pasado de Hitler.

Tomé mi asiento de la esquina, usual, y envié una mirada de 'aléjate' a los tipos que comenzaban a burlarse.

Si… sí… ¿qué era nuevo?

Cabrones.

Levantando mis piernas encima del pupitre, mi cabeza contra la pared, si… tiempo de tomar esa siesta…

Pero antes de que tuviera la oportunidad de cerrar mis ojos, había unos golpes apurados en la puerta. Ni siquiera me molesté en ver quién era, pero lo que había escuchado, fue un retumbo ligero, y los silbidos de los tipos a mí alrededor.

-"¡Hey! ¡Es esa nueva chica de la ciudad, hermano!" Escuché el canto de la voz de Van.

¿Nueva chica?

Abrí completamente mis ojos y dejé que la escena me rodeara. Y mi ceño se frunció.

Esa chica.

-"Clase" El profesor siguió no obstante, a pesar de todos los gritos y el desorden, "¡Callados!" él chilló, mientras la chica se sentaba en donde le había dicho. En la última fila, en el otro lado del salón.

Regresé a mi sueño, ignorando las llamadas de los tipos, y los insultos de las chicas.

Diablos, ni siquiera sé por qué me molesté en venir aquí…

-"¡Ahem!" El profesor aclaró su garganta intentando callar a todos, pero todo lo que obtuvo fueron insultos.

Pensando en una advertencia continuó –"Solo porque tengamos una nueva estudiante no significa que tienen que tomar la clase para aventarse encima de ella,"

Jeez, hablando de profesores con palabras sensibles…

Pero la clase continuó, y me encontré mirando a la chica por el rabillo de mis ojos…

Ella estaba atendiendo a toda la mierda de mentiras que el profesor escribía en el pizarrón y tomando notas al mismo tiempo.

Su nombre-lo escuché de las conversaciones de alguien más- era Sakura algo… la nueva.

Resoplé desagradablemente.

Ninguna duda de por qué me había agradecido cuando le di un golpe a su casillero.

No sabía con quién estaba hablando…

Tampoco fallé en darme cuenta que un par de sujetos que estaban cerca de ella querían llamarle la atención, pero ella no prestaba ninguna. Y tampoco fallé cuando ella me miró con una cara sorprendida.

Me sonrió. Y obligué a mis ojos a dejar de observarla.

No creo que nadie haya visto eso.

Porque las chicas en este colegio no van por ahí sonriéndome… en vez de eso, hacen que sus "noviecitos" me salten encima…

Y continué mirando hacia el techo, y sentía la necesidad de tener un cigarrillo entre mis labios.

Pasé de largo a mi asiento, al profesor fruncido, y a la puerta y no me tomé tiempo para decir, 'adiós'.

Tenía que salir de ahí. Estar en una habitación llena de cretinos y de zorras no era el preciso lugar en donde quería estar.

Encendiendo un cigarrillo caminé hacia el final del pasillo, atrapé la vista de Minas arrimada a la puerta del cuarto de recursos.

Sonriendo malvadamente, apagué el cigarrillo y la dejé que se me lanzara encima, y empujé la puerta en donde ella se recostaba segundos antes.

Sí… ella era buena besando… eso era todo.

La cafetería estaba llena, como siempre desde el momento en que ingresé. Unas cuantas personas me dieron una de sus miradas raras, pero yo seguí avanzando. Mis ojos escanearon el lugar por el tipo que estaba buscando.

En vez de eso, encontré a la chica a la que le había golpeado el casillero. Y en ese momento, ella me dio otra de sus sonrisas, en medio de todos sus amigos.

Vi a Yamazaki cubriéndose detrás de una puerta de la cafetería, junto con otro tipo.

Gruñí en el segundo que me paré cara a cara junto a él. –"Dijiste cerca de las malditas ventanas," Maldije calladamente.

-"Tranquilo, hombre" Dijo Yamazaki riendo en mi cara, para luego golpear al tipo que estaba a lado de él. –"Este chico, tiene algunas bolsas con provisiones,"

-"¿Cuánto?" Pregunté sin muchos preámbulos a él.

-"Unos cuantos miles," Respondió él.

-"¿Y dónde está?"

-"En mi casa"

-"¿Cuándo la tendremos?"

-"¿Cuándo me darás el dinero?"

Me burlé mientras tiraba de la mejilla, rudamente, como una amenaza de él.

–"Pronto. Pero necesito las provisiones primero,"

Observándolo mirarme inquietamente, asentía Yamazaki, y luego pasé por la puerta encendiendo otro cigarrillo.

Tener asuntos con otros tipos de otras escuelas era patético…pero valía la pena. Especialmente por las cosas que te hacían feliz.

Oh, sí.

Feliz.

Miré hacia atrás, y continué mi ruta hacia el jardín trasero donde Chiharu iba a presentarme ante unas chicas de un colegio femenino cercano.

Sakura Kinomoto P.O.V

Estaba llorando.

Les estoy diciendo. Estaba llorando, bueno… dentro de mi mente, claro. Él solo se alejó.

Dios. ¿¿Por qué es tan difícil conseguir reacción alguna de los chicos?

Pero antes de que pudiera seguir lamentándome, una chica me trajo del país de las fantasías.

-"Sakura. ¿Estás bien?" Me preguntó frunciendo su ceño.

-"Sí Tomoyo… estoy bien," Le respondí a mi nueva amiga.

En ese momento estaba en la cafetería, con la manada de amigos que había hecho en mi primer día…

Estaba orgullosa de mí misma, pero nunca he llegado tan lejos…bueno… hasta el momento en que él solo se alejó de mí, después de que le había sonreído… dos veces.

¿Cuán malo un tipo puede ser?

¿No podía sonreírme de regreso y dejarme feliz, uh?

-"Luces como si hubiera acabado de llegar de la tierra la-la-la" Rika sonrió malignamente ante mí.

Síp, la misma chica que estaba en mis anuncios. En realidad, ella fue la que me presentó ante todos en nuestra última clase de Química.

-"Así que… ¿quién es, eh?" Otra chica rodeándome, con sus lentes destellantes.

-"Nadie, Naoko," Dije mascullando bajo mi respiración, con mi cara ardiendo. ¿Era un libro abierto o qué? -"No es nadie," Dije más firmemente.

-"Sí claro,"

-"En serio,"

-"Por supuesto,"

Por supuesto… que no.

Después del almuerzo, Rika decidió darme un tour, agregando que me iba a perder de una manera u otra… Pero a la primera cosa que me llevaron fue a la pizarra de noticias.

-"Sakura, antes que nada debes saber las reglas," Dijo Tomoyo con una voz de ultratumba.

-"¿Reglas? ¿Qué reglas?" Pregunté dubitativa.

Naoko las señaló ante mí.

Un largo papel, el cual parecía estar ya café… y no pude evitar preguntar, -"¿Cuán... cuán viejo es esto?"

-"No sé, unos años quizá" Dijo Rika con un mohín de pereza.

Tuve que pararme en la puntilla de mis pies, para poder leer las líneas.

-"Regla número 1. Tienes que tener por lo menos, 10 detenciones al año. Así todos están en el mismo nivel," Miré a Tomoyo con interrogantes en mi rostro. –"¿Huh?"

-"Yo ya tengo seis," Me respondió haciéndome girar para verla.

-"Número 2. Si no encajas en ninguna pandilla, cambia de escuela. Uno debe mantener la diversión en la escuela, para esta dentro."

Okay. Esto es raro.

-"Tercero. Los profesores son pestes. Ellos solo viven para cazarnos. Y si te enamoras de ellos, prepárate para tu pesadilla,"

Rika rió ante eso, -"Recuerdo que yo solía estar enamorada del profesor Terada, en la escuela elemental,"

-"Número 4. Si traicionas al rey y a la reina de la promoción, di adiós a tu reputación,"

Naoko me ayudó a entender esa, -"Eriol y Rika," Por lo cual asentí.

-"Regla número 5. Es nuestro deber cambiar al director cada dos años. Si contribuyes, tienes pases para evitar extra patadas y golpes"

Eso me puede ayudar. Pensé crudamente.

-"Seis. Nos declaramos en huelga cada semana, sobre cualquier cosa. Si contribuyes con la mejor idea, obtienes una cita gratis con cualquiera que tú desees,"

-"He estado tratando para eso," Dijo Naoko suspirando soñadoramente.

Eso es bastante extraño.

-"Siete. ¿Crees que eres una excelente-alumna, perra? Trata el grupo de porristas, de esa forma conseguirás más amigos"

-"Eso es encantador, ¿no lo creen?" Dijo de repente Tomoyo.-"Yo estaba en las porristas, pero renuncié,"

Me pregunto por qué. Pero no dije mis pensamientos…

-"Regla ocho. Si piensas que eres buena, pasa la prueba. En otro caso, obtén otra vida."

Esa es agradable… creo.

-"Nueve. ¿Eres nueva? Consíguete una copia de esta página, y apréndela de corazón, antes de que te metas en mierda"

Aw. Eso no es nada agradable.

-"No te preocupes," Rika tocó mi hombro –"Aprenderás rápido"

Eso lo apuestas vos.

-"Diez. ¿Quieres ser un sinvergüenza? Veamos si es que duras una sola noche en el salón principal. Y si no puedes vencer a la chica en rojo, asegúrate de cargar contigo una bandera blanca"

Me reí ante eso.

-"Once. ¿Quieres ser un buchón? Primero mírate como te verías sin dientes antes de que hagas algo drástico."

-"Eso es doloroso, déjame advertirte" Dijo Naoko sobriamente.

Correcto. Igualmente, ya lo leí.

-"Doce. Te juntas con los drogadictos, le hablas a mi dedo. Si te metes en serio con ellos, te ahogaremos en la arena. Simple."

Me detuve a leer de nuevo esa línea. ¿Drogadictos?

-"¿Drogadictos? ¿Quiénes son ellos?"

Las chicas me miraron duramente.

-"El grupo de desadaptados" Las tres dijeron al mismo tiempo.

-"uh… No lo entiendo;"

Tomoyo fue comedida suficiente como para explicarme.

-"Adictos, tú sabes. Nosotros estamos fuera de su alcance y ellos de nosotros,"

Todavía no lo entendí.

"Significa que no hablas con ellos. No lo miras. Ni siquiera respiras con ellos. Nunca debes ser visto con ellos. Nunca jamás."

Oh.

Esta es escuela es más rara de lo que creí.

-"¿Cómo?… ¿cómo sé quiénes son adictos?"

Naoko rodó sus ojos. –"Tienen perforaciones en el cuerpo,"

La miré mordazmente, -"Yo tengo una perforación en mi ombligo desde el año pasado Naoko,"

Tomoyo hizo un sonido de frustración ante nosotros. –"Sakura. Lo sabrás cuando los veas;"

-"Sip." Rika continuó –"Les gusta mantenerse diferentes a nosotros. Así que los reconocerás en dos segundos. Y si los vemos cerca, te diremos, ¿okay?"

Okay.

Y con eso volví a las reglas.

-"Las lindas chicas tienen un costo aquí. Así que si buscas una, mejor sea que tengas dinero. Los chicos son gratis. Hay montones de ellos. Pero los que tienen valor son limitados. No se aceptan cheques, por si lo preguntan."

Me reí suavemente.

-"Catorce. Nada de cargar maletas. Y si lo haces, no te enojes cuando las veas encima de los ventiladores"

Wow. Por suerte no traje la mía hoy.

-"Regla quince. Sigue la catorce reglas anteriores y encontrarás tus años en Sanron, una brisa"

Me burlé de eso.

Huphff. ¿Una brisa?

-"Vamos, chica. Dejá de verte como si te hubieran lanzado una piedra. Eriol quiere hablar contigo. Vamos" Las tres chicas me llevaron lejos de ahí, ya que yo continuaba pensando en las dichosas "reglas"

No me importaba.

¿Una brisa? ¿En Sanron?

Ajá.

Enredarse aquí probablemente era el más grande error. Pero no puedo evitarlo…

Y mientras avanzábamos a la primera esquina, después de que Rika flirteara con cado dos tipos que pasábamos, Tomoyo me llamó la atención.

-"Mira," Me presionó contra la pared, mientras señalaba a algo.

-"¿Qué-é?" Dije tomada por sorpresa.

-"¡Mira!" Repitió. –"¡Esos tipos de allá!"

Siguiendo a donde señalaba, fruncí mi ceño más profundamente –"¿Quién?"

-"¡Esos tres de allá, estúpida!"

Me asomé un poco más. Quizá necesito lentes. –"¿Quieres decir aquellos con la chica?"

-"Sí, sí, ese es uno de ellos,"

-"¿Qué?" Miré hacia Tomoyo confundida.

-"Los desadaptados, los drogadictos, ¿recuerdas?" Sí. Sí me acordaba.

-"Oh" La miré por un segundo y luego volteé mi mirada hacia el grupo que parecía estar caminando hacia nosotros.

-"Oh Dios" Murmuré cuando sus caras vinieron en una vistan más clara.

-"¿Oh Dios qué?" Preguntó Tomoyo para pasar su mirada de mí a sus uñas.

Me apoyé en la pared, sintiéndome momentáneamente como una flor marchita. No le dije nada. No podría. O nunca alcanzaría a escuchar el final de ello. No le podía decir que el chico que estaba en mis pensamientos en la cafetería era uno de ellos.

Oh, rayos…

¿Por qué siempre que quería a un chico, tenía que estar fuera de mi alcance?

((Deja un review por favor))

∙ §ђϊη§зϊ-Кσќσѓσ ∙

Notas de la traductora:

Bueno, y eso fue todo. No sé cómo puede hacer los capítulos tan largos… U.U Yo no podría hacerlo ni en un millón de años. En serio, admiro a esta autora. Espero que a todos les haya gustado, y si quieren leer el resto del fic, por favor dejen un review. La historia es una de las mejores según mi criterio, en esta página web, muy mal que está en inglés… U.U pero si ustedes me apoyan, podré continuar con la traducción. Eso es todo, un besito.

Sakki.