Hermione siempre se sintió atraída por Malfoy… ¿A quién quiere engañar? Estaba completamente enamorada de él, así que cuando se encontraron muy borrachos en el Caldero Chorreante el último día de su sétimo año se dejó llevar y perdió su virginidad con él. Imaginen su sorpresa cuando al día siguiente él le dejó muy en claro que la detestaba. ¿El problema? Hermione quedó embarazada y Draco desapareció antes de que pudiera decírselo. Cinco años después, Hermione Jean Granger se entera de que Draco Lucius Malfoy ¡Es su nuevo compañero de caso en el departamento de misterios! Pero esta vez las cosas serán distintas, ella lo odia y no dejará que se acerque a Rose y Scorpius, sus lindos gemelos.
Draco detestaba a la loca de Granger ¿Por qué no había seguido el ejemplo de cara rajada y la comadreja? Tenía que regresar a Hogwarts y hacer su último año un infierno, recordándole cada día sus errores. Por eso apenas tuvo la oportunidad hizo lo necesario para bajarla del altar donde todos la tenían. Cinco años después, luego de terminar un noviazgo de tres años con su chica ideal Astoria "Tory" Greengrass, una excelente oferta de trabajo toca a su puerta. Un caso para el departamento de misterios lo hace reencontrarse con Granger, después ser usado por su ex-prometida la conciencia le creció y quiere disculparse. ¿El problema? Que Granger tiene dos hermosos niños, rubios y de ojos grises que tienen alrededor de cuatro años… ¿Es posible?
-¡Rose, Scorp! – gritó apresurándose al cuarto de sus pequeños – El tío Ron ya está aquí.
Al abrir la puerta aparecieron dos preciosos niños hermosos, con cabello rubio y unos penetrantes ojos grises. Su cuarto estaba bastante ordenado, era grande, con paredes verdes y con dos camas individuales, cerca de la puerta había un baúl con cientos de juguetes que Harry y Ron habían comprado en los primeros meses de vida de los gemelos.
Gracias a su "Recompensa por salvar al mundo mágico" había podido comprar una casa hermosa. Después de enterarse que estaba embarazada había creído que moriría, pero gracias a ese dinero, a la ayuda de sus amigos y sus padres (los había encontrado un par de meses después del fin de la guerra) y a el amor que sentía por sus bebés había salido adelante. Cuando los gemelos cumplieron un año decidió comenzar a trabajar en el ministerio, lo habría rechazado pero el Departamento de Misterios era muy tentador.
-Mami ¿Puedo llevar a Buckbeak? – preguntó la pequeña aferrándose al hipogrifo de peluche que Harry le había dado hace tres meses para su cumpleaños – A Teddy le gusta jugar con él.
-Está bien Rosie – sonrió al ver a su pequeña guardando el muñeco en su muy organizado bolso.
-¿Puedo yo llevar a Hedwig? – pidió Scorpius abrazando la jaula con su lechuza de felpa. Sonrió pensando en los tontos regalos de Harry – Por favoooor – Su niño podía ser una réplica miniatura de Malfoy, pero su personalidad era opuesta, educado, sensible y considerado. Estaba orgullosa de su labor como madre.
-Claro Scorp – concedió acariciándole la cabeza – Sean buenos con el tío Ron, con la tía Pansy, con el tío Harry, con la tía Ginny y con los abuelos Weasly – se arrodilló para abrazar a ambos niños – No hagan caso si el tío George o el tío Fred les piden ayuda para alguna de sus bromas – besó sus mejillas y se levantó – Ah y no se acerquen a los Dragones si el tío Charlie no está con ustedes…
-Déjalos ya Mione – interrumpió Ron con voz divertida.
-¡Tío Ron! – exclamaron ambos niños corriendo hacia el pelirrojo, que levantó a uno en cada brazo.
-Es sólo una semana, todo saldrá bien – dijo Ron en tono tranquilizador - ¿Están felices de ir de vacaciones a casa del tío Charlie?
-¡Sí! – respondieron al unísono riendo cuando Ron comenzó a dar vueltas.
-Detesto no poder ir – confesó Hermione frustrada – Creo que será mejor que no acepte este caso.
-Mione sabes que te necesitan, además los niños estarán bien, deja de preocuparte - con un movimiento de la varita el menor de los hombres Weasly hizo desaparecer el equipaje por la escalera, seguramente rumbo a la chimenea – Despídanse de su madre niños – sin perder un minuto más comenzó a bajar a la sala.
-Au revoir mami – gritó Rose sacudiendo su manita, como Fleur le había enseñado.
-Ciao mami –exclamó Hugo lanzado un beso con la mano. Tuvo que reír ante la frase que había aprendido de Zabini, el prometido de Luna.
¿Cómo no sentirse orgullosa? Sus hijos eran hermosos, educados, talentosos e inteligentes. Nunca necesitaron a su padre y no comenzarían ahora. Aún se avergonzaba al pensar que lo había buscado, había sido tan tonta como para querer contarle de los niños, porque a pesar de todo, Hermione nunca le hubiera negado la verdad, por él y por los pequeños.
Pero Malfoy había desaparecido tan pronto como le fue posible. Nunca se puso en contacto con sus amigos, solo se esfumó. Sin importar cuanto buscaron no pudieron dar con él, hasta el jefe del departamento de aurores se dio por vencido, sus hijos nunca conocerían a su padre. Aunque en el fondo eso es lo que ella quería, que Rose y Scorpius fueran sólo suyos. Suspiró con resignación, ya era momento de que dejara todo el asunto en el pasado.
