Los personajes de HTTYD no me pertenecen. Personajes usados sin fines de lucro.

Historia: Wicked / Hiccstrid / Vampire!Hiccup / Serie de drabbles continuos.


WICKED


I.

Estás atrapada.

Las rodillas te duelen, las lágrimas de desesperación cubren tus mejillas.

Pero no importa.

Sólo corres, corres y corres a través de esos interminables jardines.

Él te ha visto salir de la casa.

Más sabes que la única expresión en su rostro es de diversión.

Diversión por verte desorientada, frustrada, por intentar escapar.

Maldices en un grito al sentir como la falda de tu vestido se atrapa nuevamente entre algunas ramas.

¿Cuánto llevas corriendo en esa ilusión?

¿Cuándo podrás marcharte?

Una risa desdeñosa roza tus oídos y un tibio aliento altera tus sentidos.

― ¿Cansada de correr, m'lady?


II.

Sus manos se apoderan con fuerza de tu cintura, y te obliga a que te reclines sobre él.

Él inhala suavemente el aroma de tus cabellos, disfrutando la rigidez nerviosa de tu cuerpo.

―Te tenía como una chica lista, Astrid ―comenta con burla entreteniendo sus labios en tu cuello―, y sin embargo sigues tratando de escapar.

Un quejido de dolor se ahoga en tu garganta.

―Mi paciencia no es infinita ―te recuerda y asientes sumisa.

―Perdón.

Él suaviza su agarre.

―Di mi nombre, Astrid ―y sabes que no es una opción.

―Hiccup ―susurras.

Y el nombre se siente como veneno.


III.

Hiccup se aleja tranquilamente de ti, sin desvanecer de su mirada aquel matiz de crueldad.

Permaneces de espaldas hacia él y te limitas a ver al frente, sintiendo poco a poco caer tus esperanzas.

―De todas formas, no lo ibas a lograr ―dice él en tono condescendiente antes de marcharse.

Su presencia se desvanece, y refugiada en la soledad, caes de rodillas.

Las lágrimas salen violentas, tus gritos desgarran tu garganta.

¿Por qué a mí? Te preguntas.

Realmente quieres irte.

Quieres alejarte de él.

Te abrazas y presenciando el amanecer te preguntas si un día obtendrás de nuevo tu libertad.


IV.

Agotada, te encaminas hacia las puertas de la casa, resintiendo el hecho de que llegas rápidamente a ellas.

Las puertas se abren solas e Hiccup espera por ti al pie de las escaleras.

Tus pasos, amortiguados por la alfombra, son vacilantes.

No quieres acercarte a él.

Pero Hiccup, presintiéndolo, extiende su mano hacia ti, y la sujetas.

―Desearía estar muerta ―murmuras.

Él alza una ceja y niega con un movimiento de cabeza.

―Cuidado con lo que deseas, Astrid. Un día podría amanecer benevolente.

Sueltas una risa vacía.

―Y yo amándote ―replicas con furia.

Hiccup sólo te dedica una sonrisa enigmática.


V.

Se dirigen en silencio a tu habitación.

Hiccup se ha negado a soltarte.

Su agarre es fuerte, y odias sentir como tu piel arde bajo su tacto.

El trayecto es silencioso.

Cuando están frente a la puerta, Hiccup te voltea y se apodera de tus labios en una caricia salvaje.

―Mi paciente no es infinita ―repite mientras desciende por tu mentón―, pero parece que contigo siempre hago una excepción, Astrid ―termina de decir antes de morder tu cuello y sofocarte de dolor y de placer.

Tus manos luchan por apartarlo, pero se rinden.

Y un gemido muere en tu boca.