Cap-1 Comienza el Ultimo Año
-James como no bajes inmediatamente te castigo sin la escoba nueva—gritó Dorea Potter para que su hijo pudiera oírla, a su lado su marido Charlius la miró con mala cara.
-cariño no puedes castigarle con otra cosa que no sea el Quidditch
-ese estúpido deporte es lo único que te importa Charlius?—preguntó Dorea mirando amenazadoramente a su marido
-por su puesto que no querida solo digo…-dijo Charlus tragando en seco aterrorizado de su mujer.
Esta le ignoró y volvió a mirar al techo de su casa.
-el castigo también va por ti Sirius—dijo de nuevo la mujer amenazando a su hijo postizo
Sirius y James bajaron corriendo las escaleras tirando todo a su paso.
-lo siento mama—dijeron los dos chicos a la vez
-a sido culpa de James—dijo Sirius poniendo cara inocente—se estaba mirando al espejo y no conseguía sepáralo de su reflejo.
Charlius detrás de su esposa contuvo la risa
-eso es mentira e sido yo quien a tenido que separarte de tu reflejo
-no es…
-callaos lo dos os quiero en el coche ya—ordenó la mujer ambos chicos se sentaron en el coche muy dócilmente mirando el suelo—estos chicos van a volverme loca un día—dijo divertida la mujer a su marido.
Charlius rodeó por la espalda a su esposa y besó el cuello de ella divertido.
-a veces creo que deberías ser tu quien diera clases a los Aurores novatos y no yo, estoy seguro de que te harían mas caso
-anda calla y vámonos a la estación que a esta paso llegamos tarde.
Los señores Potter entraron en el coche donde Sirius y James hablaban animadamente, hacía un año que Sirius se había mudado a su casa, y no había hecho mas que traer alegría, James estaba radiante de contento por que así no se aburría mientras que Dorea y Charlius no paraban de reir de la cantidad de trastadas que hacían entre los dos. La verdad era que los Potter consideraban a Sirius como su hijo desde que James se lo presentó en primero y por eso iba a hacer algo muy especial por él, habían querido decírselo en casa, pero conocían lo suficiente a Sirius como para saber que no le gustaba llorar y aquello que iba a decirle le iba a emocionar.
-bien chicos hay algo que nos gustaría deciros antes de que os valláis a Hogwarts—dijo Charlius empezando la conversación
Los chicos en la parte de atrás del vehículo se quedaron en silencio.
-la primera es que, Dorea y yo lo hemos pensado y…Sirius, queremos adoptarte legalmente, que a partir de ahora seas Sirius Orion Potter ¿te gustaría?—preguntó el hombre.
Los señores Potter esperaron un minuto para que los dos jóvenes entendieran lo que les estaban proponiendo
-¿Sirius pasaría a ser mi hermano legalmente?—preguntó James con un tinte de esperanza en la voz
-si…si el quiere claro—dijo Dorea con una sonrisa, ni su esposo ni ella miraron a la parte de atrás del coche para que Sirius (que era demasiado orgulloso) no se avergonzara cuando se pusiera sentimental como él lo decía.
-hablan en serio?—preguntó Sirius con voz trémula, James a su lado le dio un ligero golpecito en la espalda como signo de compañerismo.
-por su puesto que si Sirius no lo diríamos si no fuera en serio—dijo Charlius.
-sabes que te queremos tanto como queremos a James, eres casi mas nuestro hijo que el hijo de esa bruja que tienes por madre, te queremos todos y queremos que te quedes con nosotros—dijo Dorea.
Se hizo el silencio en el coche durante un momento, Sirius con los ojos humedecidos miró a James como buscando permiso, lo que encontró en los ojos de su amigo fue un asentimiento muy entusiasta
-sería para mi un honor llevar el apellido Potter—dijo emocionado Sirius.
Charlius y Dorea sonrieron ampliamente aunque su sonrisa no era ni la mitad de grande que la de James.
-bien, en ese caso empezaremos cuanto antes los trámites, aunque tengo que decirte que será difícil, cuando tu madre se entere probablemente pondrá un montón de trabas para que no podamos adoptarte pero no te preocupes no desistiremos hasta que seas nuestro—dijo Dorea
-si, confía en nosotros Sirius y sabes que mi esposa es muy cabezota—dijo Charlius con una sonrisa mirando a los chicos, por su puesto se ganó una colleja por parte de su esposa.
Y los chicos se rieron.
-la segunda cosa de la que queríamos hablaros era sobre vuestro comportamiento en Hogwarts, y no, no vamos a echaros la bronca por que sabemos que no nos haréis caso, pero si quiero que escuchéis lo que tenemos que deciros—dijo Charlius
-Charlius y yo nos hacemos mayores y queremos nietos, un montón de nietos—dijo Dorea mirando amenazadoramente a los chicos—así que tenéis un año para asentar la cabeza con una buena chica los dos u os castigaré de por vida me habéis oído?
-pero mama, yo soy un alma libre—dijo Sirius haciendo un puchero.
-de eso nada jovencito—dijo divertida Dorea—quiero que este año intentes encontrar a una buena chica si no la encuentras pues nada pero quiero que lo intentes de acuerdo?—preguntó Dorea mirando a Sirius.
-lo intentaré—dijo Sirius suspirando.
-bien en cuanto a ti James, si realmente te gusta la chica Evans empieza a comportarte como un hombre y sedúcela de forma delicada y no como una elefante en un cacharrería que es lo que has estado haciendo hasta ahora
James se sonrojó ligeramente y asintió a su madre
-bien, dejado ese punto claro os voy a entregas algo a los dos.
Dorea sacó de su bolso dos cajitas de terciopelo una roja y la otra negra
-en estas cajas están los anillos matrimoniales de la familia—le entregó la negra a James—estos son los anillo de matrimonio de los Potter que pasan de generación en generación uno de los anillos era mío pero espero que para el año que viene lo lleve puesto Lily Evans. En cuanto a ti Sirius—le entregó la cajita roja, Sirius la cogió como si se tratase de una bomba de relojería—son los anillos de matrimonio de mi familia, la rama buena de la familia Black, probablemente no quieras tener novia ni asentar la cabeza, pero me gustaría que lo intentaras, guárdalos bien.
Ambos chicos cogieron los anillos y los miraron, en cada caja había dos anillos uno claramente femenino y el otro mas masculino, y aunque no parecían tener muchas similitudes eran increíblemente parecidos y hermosos.
-gracias—dijeron los dos a la vez, aunque James lo dijo en un tono mucho mas agradecido que Sirius.
-bien chicos que bromas habéis pensado para este nuevo año?—preguntó Chalius muy contento, por su puesto eso le sirvió para ganarse una buena colleja de parte de su esposa
-Charlius no les des ideas.
Los dos jóvenes se rieron al ver como el matrimonio discutía de forma divertida.
-Lily como no te des prisa en bajar no llegaremos a tiempo—llamó Jane Evans a su hija menor (N.A. no se como se llama la madre de Lily Evans así que me lo inventé).
-ya voy mama, es que no encuentro mi varita
El señor Evasn suspiró cansado.
-Petunia tenemos ya una edad devuélvele la varita a Lily—dijo William Evan a su hija mayor, que, como cada vez que iban a llevar a Lily a la estación estaba de morros.
-por que iba yo a coger la cosa asquerosa esa que utiliza en su colegio de anormales.
-Tuney no llames así a Lily o te castigo sin ver a Vernon un mes—dijo el señor Evans en un tono amenazador a su hija mayor.
-¡la encontré!—gritó Lily bajando las escaleras precipitadamente—estaba en el baño que está al lado de la habitación de Petunia ¿si vas a robarme la varita para fastidiarme por lo menos podías ser mas inteligente a la hora de esconderla—dijo mordazmente Lily a su hermana.
-yo no e tocado…
-¡Basta las dos!
-pero papa Lily me está acusando—protestó Petunia en un tono infantil.
-ya basta Petunia, estoy harto, de que trates tan mal a tu hermana
-pues entonces no me obligues a tener que ir con vosotros a esa estación llena de bichos raros—dijo Petunia furiosa—déjame quedarme aquí.
-te piensas que soy tonto—dijo el señor Evans tan furioso como su hija—en el momento en el que pongamos un pie fuera irás a verte con Vernon y estás castigada una semana por lo que hiciste en la ultima reunión familiar.
-no fue para tanto no dramatices
-le dijiste a toda la familia que Lily va a un colegio para discapacitados te parece poco—gritó en ese momento la señora Evans—estas castigada una semana y como no dejes de quejarte y entres en el coche el castigo se alargará un mes ¿me has oído?
-si—gruñó Petunia saliendo de la casa y entrando en el coche con un portazo
Los señores Evans suspiraron cansadamente.
-lo siento Lils—dijo el señor Evans besando la cabeza de su pequeña hija—ignora a tu hermana. No dejes que te amargue.
Todos entraron en el coche.
-Petunia, una ultima cosa, cuando estemos en la estación quiero que te comportes de forma impecable y amablemente con los magos o se te alargará el castigo ¿me has oído?
Petunia fulminó a su madre con la mirada
-si
-bien—dijo la señora Evans, luego se volvió para mirar a su marido—recuerda que tenemos que pasar a recoger a Sharon antes de ir a la estación
-genial encima llevaremos a una de las amigas anormales de Lily-gruñó Petunia
-Petunia como vuelva a oírte despotricar contra tu hermana las llevas te quedó claro?—regañó el señor Evans
-como es que vamos a buscar a Sharon?—preguntó Lily a sus padres, Shanon era una de sus mejores amigas se conocían incluso antes de ir a Hogwarts, su madre y la madre de Shanon habían ido al mismo instituto de jóvenes, pero a diferencia de Lily que era hija de muggles, Sharon era mestiza, su madre era muggle pero su padre era un mago.
-ayer me llamó su madre y me dijo que no podían llevarla a la estación y si podíamos hacerlo nosotros.
-bien así tendré alguien entretenido con quien hablar—dijo Lily mirando mal a su hermana.
-Lily, no la provoques—dijo la señora Evans—por cierto cariño, has pensado ya si vas a aceptar las cita de ese chico que siempre te está pidiendo salir?
-no—dijeron el señor Evans y Lily a la vez
Jane fulminó a su marido con la mirada.
-mi hija es demasiado joven para tener novio—dijo el hombre rápidamente.
-tu hija tiene la misma edad que tenía Petunia cuando comenzó con Vernon—contrarrestó Jane.
-pero…
-nada de peros Will.
-vale, papa no puede protestar, pero yo si—dijo Lily—no voy a salir con él
-por que no? Dale una oportunidad, es el ultimo año que mal puede hacerte
Lily no respondió, pero los señores Potter podían hacerse una idea de que era lo que le asustaba a Lily a realmente enamorarse del joven.
Sharon McQueen recogió las ultimas cosas que necesitaría para el colegio justo en el momento en que sonaba la puerta. Se miró en el espejo de la entrada antes de salir para ver si estaba presentable.
Sharon McQueen tenía el pelo castaño oscuro por los hombros, los ojos era azules claritos, era una joven muy guapa muchos, habían sido los que habían salido con ella pero la joven parecía tener alergia al compromiso y apenas duraba con el mismo hombre unos días.
El timbre volvió a sonar, al abrir la puerta vio a William Evans el padre de su mejor amiga.
-hola señor Evans—dijo Sharon con una gran sonrisa
-hola Sharon te he dicho mil veces que me llames Will, venga Lily tiene unas ganas enormes de verte
Sharon entró en el coche al lado de Lily y ambas chicas se abrazaron.
-te he echado de menos—dijo Lily abrazándola
-Lily fui a tu casa hace tres semanas—dijo divertida Sharon
-y fueron tres semanas excesivamente largas—dijo Lily como única respuesta
-hola Petunia—saludó amablemente Sharon.
Sharon y Petunia se odiaban pero a diferencia de Petunia, Sharon sabía ser la mejor actriz del mundo para fingir amabilidad.
-bien chicas emocionadas con vuestro ultimo año?—preguntó el señor Evans cuando entró en el coche después de colocar las maletas de Sharon
-si, tengo unas ganas enormes de que empiece el curso—dijo emocionada Sharon—y este año estoy decidida a que Lily tenga un buen novio
-Sharon no empecemos—protestó Lily mirando suplicantemente a Sharon
-tienes razón, voy a esperar a que también esté Rose con nosotras para que me de la razón
Lily miró a sus padres fingiendo estar horrorizada.
-papa, todavía estoy a tiempo de quedarme e casa?—preguntó fingiendo miedo
Todos estallaron en carcajadas…bueno, todos excepto Petunia.
-Lunático!—llamó James a Remus por encima del barullo de la estación, todavía no habían entrado en el andén 9 ¾ estaban justo en la entrada de la estación, todavía tenían que atravesar un enorme mar de gente.
-Cornamenta, Canuto no habéis llegado tarde, eso si que es raro—dijo Remus mirando divertido a sus amigos, estos le fulminaron con la mirada-¿habéis visto a Peter?
-creo que estaba enfermo y que iba a tardar un par de días en venir—dijo James que había recibido una carta del otro miembro del grupo—por cierto has visto a Lily?
Remus puso los ojos en blanco mientras Sirius bufaba.
-James amigo ni si quiera hemos pasado la barrera y ya me estás preguntando eso? Dame tiempo por lo menos a llegar al compartimento de los prefectos—dijo Remus sonriendo a su amigo—un placer volver a veros señores Potter
-igualmente Remus, deberías empezar a llamarnos por nuestro nombres o nos enfadaremos—dijo Charlius
-de acuerdo lo intentaré
-¡Lily cariño como no vallas mas despacio vamos a perdernos todos—dijo la señora Evans por encima de griterío de la gente pasando muy cerca de los Potter.
James en cuanto oyó el nombre de Lily se distraje buscando a la joven que iba con un carrito corriendo detrás de McQeen, ambas parecían muy divertidas corriendo entre la gente.
-dios mío valla dos idiotas que tengo por amigos—dijo Sirius mirando a Remus y James que se habían quedado embobados mirando a las chicas pues, Remus Lupin estaba bastante interesado en la seductora Sharon.
-ya podías parecerte mas a ellos—protestó Dorea—estoy segura de que James me traerá nietos pero de ti no me los espero—dijo la mujer derrotada.
-bien vamos chicos que el tren se va sin nosotros—dijo Charlius arrastrando a los jóvenes hacía el andén 9 ¾.
-Lady Rosalie el coche la espera—dijo Thomas
Rosalie heredera del ducado de Norfolk miró a su abuela, esperando de esta alguna indicación de que no estuviera de acuerdo en su marcha, como no dijo nada fue ella la que habló.
-con su permiso me retiro debo llegar puntual a coger el tren—dijo Rosalie mientras dejaba suavemente y sin hacer ruido la taza de te en la mesilla justo enfrente suya.
-bien, puedes retirarte—dijo su abuela en un tono monocorde sin retirar la vista del libro que tenía entre manos
Rose se levantó elegantemente y caminó en silencio hasta la puerta donde le esperaba Thomas, su criado.
-Rosalie—llamó su abuela, la joven se detuvo y miró a su abuela
-desea algo abuela?—preguntó formalmente Rosalie a su abuela
-no olvides que a pesar de ir a ese colegio debes seguir cumpliendo con las obligaciones para con la familia
-si abuela
-eso incluye que mantengas correspondencia con Lord Jonathan Colhaund duque de Belmort
-¿habéis elegido a ese joven como mi pretendiente?—preguntó Rose algo alterada entre la indignación y la incredulidad.
La Duquesa de Norfolk miró severamente su nieta.
-no utilices ese tono conmigo Rosalie.
-lo lamento abuela—dijo la joven rápidamente esperando no haber contrariado demasiado a su abuela, guardándose su mal humor.
La señora mayor pareció relajarse ante el tono sumiso de su nieta.
-todavía no tengo decidido quien sería un buen pretendiente para ti, Lord Colhaund es un joven de los mas apuesto y heredero de una de las mayores fortunas. Pero no es definitivo. A lo largo del año te enviaré diferentes cartas de posibles pretendientes que yo e elegido en navidades me dirás quien te gustó mas y se iniciarán las negociaciones con la familia, espero que para dentro de dos años como mucho estés casada y asentada
-no pretendo ser descortés abuela, pero no creo que sea conveniente que me case con un hombre no mágico, podría descubrir mi secreto
-en cuanto te cases toda la magia desaparecerá yo misma romperé tu varita si es necesario para volver a la normalidad
-pero…-protestó Roselie, por su puesto fue un gran error.
Su abuela se levantó enfurecida.
-te atreves a desobedecerme?
-no abuela yo…
-ni se te ocurra contrariarme Rosalie, te estoy dando mas oportunidades de las que le di a tu madre y también mas libertad por que eres una chica decente a diferencia de la golfa de tu madre, pero no toleraré ni un gramo de insubordinación por tu parte o te sacaré de ese estúpido colegio yo misma ¿entendiste?
-si abuela lamento mucho que mi pregunta le haya importunado, no volverá a ocurrir.
-eso espero, ahora márchate y vete pensando en todos los preparativos de tu presentación en sociedad que se llevará a cabo al finalizar este año.
Roselie abandonó rápidamente la pequeña salita del té donde su abuela tenía le costumbre torturarla entes de que se fuera a Hogwarts.
Thomas detrás de ella era tan silencioso como una sombra.
-tu ropa está preparada y las maletas están en el coche.
-gracias Thomas
Roselie cerró la puerta detrás de ella.
Se miró al espejo antes de cambiar radicalmente.
Su nombre verdadero era Lady Rosalie Cramger heredera del Ducado de Norfolk, y en la corte inglesa la llamaban Lady Rosalie, pero desde que a los 11 años que le mandaron la carta a Hogwarts, su nombre en el colegio había sido Rose Green pues nadie debía saber que era la heredera de una de las mayores fortunas británicas, para el mundo Rosalie era una joven que estudiaba en casa con una institutriz privada.
Su larga cabellera rubia platina y rizada que siempre llevaba suelta cuando estaba entre muggles, en ese momento estaba recogida en una tirante trenza que caía a su espalda, sus ojos azules oscuros en un tono cercano al violeta quedaron tapados por las gafas ovaladas que se ponía, en realidad no las necesitaba pero así parecía menos Rosalie y mas Rose.
De camino a la estación Thomas paró en una gasolinera y le compró una revista sensacionalista donde ella salía. El titular decía.
"LADY ROSALIE VUELVE A QUEDARSE RECLUIDA PARA ESTUDIAR PERO ANTES DE DESPIDE A LO GRANDE"
Al lado de una foto donde se la veía a ella bellamente engalanada con un traje de Prada
"la pasado noche 29 de agosto, Lady Rosalie Cramger celebró en su casa de verano en Italia una fiesta donde nadie quedó indiferente. Distintos miembros de todas las casas reales europeas y asiáticas quedaron prendados del exquisito gusto de la joven para las fiestas. Lady Rosalie vistió para la ocasión un vestido de Prada de color verde lima que acentuaba sus curvas, y que hizo que mas de un joven suspirara por ella, de hecho muchos de los jóvenes de la sala afirmaban querer ser su pretendiente, pues según rumores de la propia casa real el mismo príncipe de Inglaterra Andrés de York reconoció haber suspirado en la adolescencia por la joven pero que ahora la consideraba mas una hermana que una posible candidata a Reina pero como él mismo confesó a nuestros reporteros "conozco a Rosalie de toda la vida… Rosalie pasaba largas temporadas de verano con mi familia de hecho mi madre y la madre de Rosalie también fueron muy amigas por lo que la considero mas una hermana que una posible novia, por su puesto como su hermano mayor que soy cualquiera hombre que la haga llorar se las verá conmigo" nos confesó Andrés de York divertido…
-no deberías leer esa basura—dijo Thomas después de estar un rato en silencio—no entiendo porque a pesar de alejarte de esta vida, en Hogwarts te empeñas en que te mande todas las revistas sensacionalistas que hablen de ti.
-por que así no me olvido de quien soy en realidad—dijo Rosalie—así no me olvido que por muy bien que me lo pase en Hogwarts y por muy feliz que sea allí tengo que volver a este mundo de hipocresía y mentiras.
-no todos son mentiras Rosalie, algunos realmente te quieren
-desde luego no Andrés de York pero él lo dice en este revista-dijo Rosalie leyéndole el fragmento.
-pero su madre te adora y es tu madrina—dijo Thomas para animarla.
Eso la animo un poco, su madrina era la reina de Inglaterra y desde luego la quería y se portaba muy bien con ella, Isabel no fingía su cariño hacía ella.
-hemos llegado—dijo Thomas aparcando el coche en la estación de Krins Kross.
Thomas le abrió la puerta del coche y mientras sacabas el baúl y las demás cosas necesarias para ir a Hogwarts Rosalie de acercó a una tienda de chuches que había en la estación y en la que siempre compraba como mínimo 50 chuches diferentes, para Rose aquello era un pequeño signo de rebeldía contra su abuela pues ella desaprobaba las golosinas. Justo cuando salía se chocó con un carrito y tiró todas las cosas.
-perdón no estaba mirando—se agachó a recoger las cosas que había tirado, el dueño del carrito también se agachó a recogerlas.
-no te preocupes yo tampoco estaba mirando—dijo Sirius Black, por que en el mismo momento en que el joven habló Rosalie le reconoció.
Terminaron de coger las cosas.
-lo siento Black no iba miraba por donde iba—dijo Rosalie.
-eh…?nos conocemos?—dijo Sirius mirándola detalladamente, Rosalie no se sorprendió que no le conociera a pesar de que ambos iban a Griffindor y a la misma clase, Rose era una niña fantasma en Hogwarts.
-si Black vamos juntos a todas las clases desde que empezamos Hogwarts hace siete años, soy la amiga de Lily y Sharon
El chico tubo la decencia de sonrojarse.
-perdona es que no te había visto bien… y yo…
-no te preocupes Black se que si no te has tirado a un tía no la puedes recordar, aunque debo decir que tampoco te acuerdas de esas—dijo Rose en un tono ácido.
Rosalie Cramger nunca respondía ácidamente a la gente ni era borde, era una chica perfecta, pero lo bueno que tenía su personaje ficticio en Hogwarts era que no tenía que morderse la lengua ni actuar con modales impecables.
-Rose!—llamó James Potter acercando se a ellos saludándola efusivamente, los señores Potter iba detrás de ellos—me alegro de verte.
-igualmente James—dijo la chica encantada de ver al joven Potter.
-vengo a pedirte el mismo favor de siempre—dijo James poniendo cara de cordero degollado.
-no se James este año son los EXTASIS y voy a estar muy ocupada—dudó ella.
-por favor sabes que no se me de nada bien pociones, y Lily que es la mejor en ese departamento no va a ayudarme asique porfaaaaaaaa—dijo James haciendo pucheros.
-vale pero me tu me tendrás que ayudar con Transformaciones sabes que no es mi fuerte
-¿Qué no es tu fuerte? En los exámenes tenías la cuarta mejor nota de la clase—dijo James frunciendo el ceño.
-no es suficiente—dijo ella desafiándolo con la mirada—tengo que llegar a superarte a ti.
James puso una pose chulesca.
-lo siento pequeño saltamontes, pero no nunca llegarás a ser tan genial como yo en ese departamento.
-¿y luego preguntas por que te llaman ego centrista James?—preguntó la señora Potter mirando desaprobatoriamente a su hijo—eres igual que tu padre a tu edad, ¡y no es un elogio señorito! Deberías ser mas modesto
-modesto? Que significa eso mama?—preguntó James fingiendo inocencia.
Todos se rieron cuando la señora Potter le propinó una pequeña colleja a James.
-Rose—llamó Thomas—has comprado todo lo necesario?
Los señores Potter miraron a Thomas, mientras que en el rostro de Charlius Potter se dibujó una sonrisa cordial en la de Dorea se dibujó la estupefacción.
-si ya estoy papa—ante el mundo su criado Thomas era su padre Thomas Green.
Ambos se alejaron de la familia Potter.
-mama ¿te pasa algo?—preguntó Sirius a Dorea.
-es solo que creo que conozco a ese hombre.
-no lo creo Rose es hija de muggles –dijo James.
-eso como lo sabes?—preguntó Sirius.
-por que es mi profesora particular en pociones, y una buena amiga.
-una amiga ¿tu?—dijo Sirius escéptico.
-si Sirius solo una amiga, tenemos muchas cosas en común.
-como cual?—preguntó Remus entrando en la conversación
James sonrió de lado.
-los dos adoramos y queremos a Lily
