Lo que no fue y pudo ser
Resumen: Han pasado cuatro años desde que Kurt y Blaine terminaron con su relación , en todo ese tiempo ninguno de ellos ha vuelto a saber nada del otro. Aunque todo podría cambiar cuando Kurt reciba la inesperada noticia de que Blaine va a casarse y nada más y nada menos que con el hombre con quien lo engañó. ¿ Y cómo reaccionará Kurt cuando Blaine le pida ayuda para organizar su boda y de paso retomar su amistad?
Disclaimer: Glee y sus personajes por desgracia no son míos, son propiedad de Ryan Murphy, Ian Brennan y Brad Falchuck, así como de Fox. Yo solo soy responsable de los errores que encontréis en la historia.
Antes que nada quiero aclarar que este es mi primer fic Klaine, no sé como se me dará esto, hasta ahora solo había escrito Harry Potter. La historia no sigue todos los acontecimientos ocurridos tras la ruptura de Kurt y Blaine, no hubo interacción entre ellos. Los dos primeros capítulos serán una especie de introducción, para saber que fue de la vida de Blaine y Kurt durante esos años. Ahora sí,
¡ disfruten de la lectura !
Chapter 1
La puerta principal se cerró tras él con un sonoro portazo, pero Kurt se encontraba tan cansado que no le prestó la más mínima atención. Se quitó el abrigo, el cual se aseguró de dejar bien colgado en el armario y guardó su maleta en el mismo lugar, sabía que si trataba de deshacerla se quedaría dormido sobre la ropa, ya que disponía de la energía suficiente para desvestirse y meterse en la cama. Y así lo hizo, sin embargo cuando estaba colocando la almohada para acomodarse en ella, vio a una figura, que apoyada en el marco de la puerta, le miraba con una sonrisa triste, tratando de ocultar la preocupación que sus ojos reflejaban.
-Hola, ¿qué tal el viaje?- susurró suavemente, haciendo parecer menos chillona su voz.
-Bien- le contestó Kurt con cautela, invitándola a seguir- Vamos Rachel corta el rollo, ¿qué te pasa?- decidió responder Kurt ante el mutismo de la joven. En cualquier otro momento le hubiera contestado con más amabilidad, pero estaba muy cansado del largo viaje en avión que había tenido que soportar.
Rachel bajó la mirada a la vez que se mordía con fuerza el labio inferior. Miró a Kurt, que la observaba enfadado desde su cama, pero continuó sin decir nada.
-Rachel, si tienes algo que decir dilo ya o lárgate. He tenido un vuelo horrible ¿vale? Me tocó sentarme delante de dos gemelos de seis años que decidieron que su nuevo hobby sería pegar patadas al pobre inútil del asiento delantero, eso por no hablar de la estúpida azafata que no dejaba de tratar de ligar conmigo. Te lo juro Rachel, era más pesada e insistente que tú , y eso ya es decir.
Una pequeña risa se escapó de entre los labios de la joven, que se abrazó a sí misma y se acercó a la cama de Kurt, sentándose en ella y mirando fijamente al impaciente joven que la observaba con el ceño fruncido.
-Verás, hoy ha venido alguien a casa y te ha traído esto- sacó un fino sobre de color marfil del bolsillo de su bata de color rosa.
Kurt miró el sobre con extrañeza y lo agarró de entre las temblorosas manos de su amiga. A pesar de su nerviosismo logró saca la carta sin romper el sobre, y según iba leyendo lo que esta contenía su semblante cambiaba, desde la impaciencia y el enfado hasta una profunda tristeza. Cuando terminó de leerla levantó la cabeza y miró a Rachel, y al hacerlo la chica pudo apreciar como sus ojos mostraban una gran melancolía y contenían lágrimas que no tardaron en derramarse por su pálida piel de porcelana.
-Kurt yo… yo creí que sería mejor que lo supieras.
- Fue él ¿verdad? Vino aquí y te trajo esto- dijo con furia y lanzando el sobre por los aires.
- Sí. Él quería hablar contigo y contártelo en persona pero tú no estabas.
-¿ Por qué mierda lo hace? ¿Qué pretende con esto? – ya le resultaba imposible parar las lágrimas que se deslizaban por su rostro dejando un húmedo rastro.
- Solo me dijo que tú habías sido una persona muy importante en su vida y que quería que estuvieses allí. Me dijo que volvería a pasarse por aquí algún día de esta semana, prefiere contártelo todo en persona. Kurt, en verdad parecía venir con buenas intenciones, no creo que busque hacerte sufrir.
-No, no, no, no , no, no, no.
Kurt negaba fuertemente con la cabeza, apartó de golpe la colcha que le cubría las piernas, se levantó y comenzó a pasear con nerviosismo de un lado a otro de la habitación.
- Rachel, no puedo hablar con él , no puedo verle, es muy pronto. ¿Cómo, cómo ha podido hacerme esto?
- Kurt ya han pasado cuatro años, has tenido tiempo suficiente para superarlo, y creo que él piensa lo mismo, por eso ha venido y por eso ha rehecho su vida con otra persona.
Su joven amigo la miró derrotado y se volvió a sentar a su lado. La miró una ultima vez sin que ningún sonido saliera de su boca y escondió su cabeza entre sus rodillas.
-Sé que debería haberlo superado, y estoy mejor que antes, pero no estoy preparado todavía para algo como esto. Entiendo que haya rehecho su vida, pero no comprendo por qué me lo restriega por la cara.
-Yo no lo veo así, y él no lo ha hecho por eso.
-O sea que tú también esta de acuerdo con esta estupidez de idea y crees que debería ir. ¿Se puede saber qué te pasa? ¿ Hoy es el día de vamos a joder a Kurt? Como si los gemelos diabólicos no hubiesen sido suficiente.
- Cielo, tranquilízate y escúchame
El joven la miró exasperado y se calló.
- Verás Kurt , antes de que comenzarais a salir erais muy buenos amigos ¿verdad?
- Sí, pero no sé a donde quieres llegar con esto.
-Lo que quiero decir es que Blaine te extraña, eras su mejor amigo y no quiere que vuestra amistad acabe así. Él ya ha superado vuestra ruptura, y ahora lo que quiere es a su mejor amigo de vuelta y apoyándole en un día tan especial para él.
-¿A su amigo? ¿Te estás oyendo Rachel? Soy su ex-novio, y no puedo simplemente olvidar todo lo que ocurrió entre nosotros y presentarme allí tan tranquilamente aparentando que nada ocurrió.
- Pero Kurt…
-No Rachel, ¿no lo ves? ¡ME HA INVITADO A SU PUÑETERA BODA CON EL TÍO CON EL QUE ME ENGAÑÓ! ¿Cómo espera ahora que vaya allí? ¿Para qué, para darle consejos sobre la noche de bodas? Su engaño con ese Eli arruinó nuestra relación, y de paso terminó destrozándome. Y tú lo sabes mejor que nadie Rachel.
- Lo sé Kurt, y sabes que desde el principio te apoyé a ti y a tu decisión de alejarte de Blaine pero… creo que esto podría ayudarte.-le dijo con cautela la joven de cabello castaño temiendo que su amigo explotase de nuevo.
-¿Ayudarme cómo?- Kurt ya más tranquilo la miró con interés.
- Podría ayudarte a olvidarle de una vez. Ver que va a casarse con otro y que es algo inevitable podría hacer que le olvides.
-Pero lo voy a pasar muy mal Rachel. Es el chico con el que me engañó, no sé si voy a soportar verle y compararle conmigo.
Rachel le abrazó y apoyó su cabeza en el hombro de su amigo.
-No te voy a mentir, va a ser muy duro Kurt, pero me tienes aquí para apoyarte. Siempre me has tenido aquí. Te abrazaré , lloraré contigo, compraré tarrinas de helado de chocolate y veremos ``Eternamente amigas´´ una y otra vez .- Ante eso Kurt la miró y esbozó una ligera sonrisa.
Sus ojos azules comenzaban a mostrar la evidencia de sus lloros y su siempre perfectamente peinado cabello se encontraba revuelto, consecuencia de la desesperación que el joven habría sufrido unos momentos antes.
- Preferiría no comer tanto helado, mis pantalones no fueron diseñados para unos kilos de más en mi trasero.
Rachel volvió a abrazarle riendo por la ocurrencia del joven, Kurt la besó en la frente y se alejó de ella.
-Quiero dormir un poco y tú también deberías hacerlo, ¿ no tienes mañana la audición para Wicked?
- Sí, tienes razón, no creo que aparecer con unas enormes ojeras convenza a los directores de casting para que me den el papel.
- Por favor Rachel, lo que les va a convencer va a ser tu asombrosa voz y tu impresionante currículum. Eres una de las estrellas más prometedoras de Broadway y lo sabes.
-¿ Sabes que te quiero mucho? Y tú también eres muy prometedor, tu actuación en el `` Mago de Oz ´´ sí que fue espectacular.
-Es verdad, nadie puede hacer mejor que yo del Espantapájaros.
-Duerme bien guapo.
-Tú también. Oye Rachel, ¿sabes algo de Santana?
- Me dijo que hoy trabajaba hasta tarde, y luego había quedado con Lisa.- le miró alzando las cejas.
-¿Es serio lo suyo?- le preguntó con escepticismo.
- Es Santana Kurt, sabes que desde Brittany , ninguna de sus citas ha sido algo serio.
- Santana lo ha pasado muy mal y ha seguido fuerte, apoyándonos incluso con nuestros problemas. ¿Cómo consigue hacerlo?
- A veces necesitamos ser fuertes para no derrumbar a otros.
Kurt no recordaba haber dormido tan poco desde que su padre sufrió un ataque al corazón, pero a pesar de su agotamiento había pasado casi toda la noche dándole vueltas a lo ocurrido ese día. Por una parte no podía evitar emocionarse por el hecho de volver a saber de Blaine, pero por otro… el tema aún seguía doliéndole. A Rachel, Santana y a su padre les había mentido; seis meses después del engaño de Blaine, el castaño les dijo que ya lo había olvidado, fingió su mejor sonrisa de diva y comenzó a salir con Charlie, el nuevo secretario de Vogue, sin embargo la relación solo fue eso, una forma de pasar el rato y de tratar de olvidar a Blaine. Y aunque su relación con Charlie terminó de muy mala manera, Kurt siguió manteniendo otras relaciones sin involucrarse nunca de manera sentimental.
Rachel y Santana no eran tontas, y día tras día, relación tras relación veían como la inocencia y la amabilidad de Kurt se iba perdiendo, no con ellas ya que tanto en su trabajo, en NYADA y con sus amigos seguía siendo tan dulce como siempre, incluso con sus relaciones era muy cariñoso, pero sabiendo guardar las distancias. Desde el primer momento que conocía a algún chico les dejaba muy claro que su relación solo sería sexo pero nunca amor. Tras esto algunos se iban porque buscaban algo más serio pero otros muchos decidían seguir con el joven de rostro angelical, con la vaga esperanza de que podrían hacerle cambiar de parecer; aún así, a pesar de sus muchos esfuerzos nunca lo conseguían. Kurt estaba tan roto por dentro que no era capaz de dejarles entrar, su corazón había pertenecido a Blaine, lo había dado todo por él y este se lo había roto.
Santana fue una de las personas que sufrió más empatía con lo que le pasó a Kurt, nunca fue capaz de perdonar al joven Anderson, ya que a pesar de que se metía mucho con el castaño, lo quería como a un hermano y fue uno de las personas en las que más se apoyó Kurt durante esos duros momentos. Rachel a veces se daba por vencida, porque había días que no podía soportar ver de esa manera a Kurt, pero Santana nunca decayó.
Los primeros meses fueron los perores, no porque Kurt llorara, no, nunca lloró y eso es lo que más miedo les dio. Sino que según pasaban los días y las semanas Kurt dejó de comer, ya no asistía a sus clases en NYADA y estuvo semanas sin aparecer por el trabajo. Sin embargo la etapa más traumática para Rachel y Santana fue cuando Kurt dejó de hablar y de escucharlas, había días incluso en los que sus ojos no mostraban ningún tipo de emoción o de brillo, como anteriormente hacían. Sus amigas tenían tanto miedo de que cometiese una locura que no se atrevían a dejarle solo en ningún momento.
Pero todo cambió el día que se cumplían seis meses desde que Kurt recibió tan terrible noticia, ese día despertó de repente y volvió a ser alguien parecido a la persona que era antes: regresó al trabajo, retomó sus clases y conoció a Charlie. Rachel y Santana decidieron no mencionar lo ocurrido para evitar una nueva recaída de su amigo.
Pero a pesar de todo eso… ver a Blaine de nuevo iba a ser algo muy complicado. Si ya le había resultado difícil no sentir algo por él cuando estaban separados y no se veían, ahora que volverían a encontrarse…No quería ni imaginarlo.
En realidad Kurt no se sentía preparado aún para verle, y en su opinión nunca lo estaría, pero Rachel tenía razón, tal vez esa era la única forma de dejar marchar de una vez a Blaine y rehacer su propia vida, que había dejado a la deriva cuatro años atrás.
- Kurt, ¿puedes traer a mi despacho los diseños que te encargué? - Isabelle asomó la cabeza por la puerta de su despacho y miró a Kurt con una dulce sonrisa en su rostro.
- Claro, ahora mismo te los llevo. – Kurt ordenó a toda prisa sus bocetos, los metió en una carpeta roja y se dirigió al despacho de su jefa. Ni siquiera sabía como había logrado llegar hasta allí, temblaba de pies a cabeza y le resultaba imposible dar un solo paso sin que sintiese sus piernas de gelatina. Isabelle por primera vez le había pedido diseñar unos vestidos para la nueva sesión fotográfica de la revista. Kurt ni siquiera sabía como había tenido la inspiración suficiente para hacerlos, pero había quedado muy contento con los resultados y esperaba que Isabelle tuviese la misma opinión que él. Si le gustaban y les incluía en el reportaje, su nombre aparecería en la revista, como el diseñador de los trajes, y ese podría ser un gran impulso en su carrera dentro del mundo de la moda.
-Son impresionante Kurt . ¿Por qué no me habías dicho que viera tus diseños antes?
-¿De verdad crees que son buenos? No sé, nunca pensé que eran lo suficientemente buenos. Además el otro día me sentía inspirado.
-Tienes mucho talento Kurt, desde que apareciste en mi despacho por primera vez lo supe, pero ahora tengo una prueba para demostrar lo maravilloso que eres en esto. Y quiero que te sientas muy inspirado de ahora en adelante, porque esta no va a ser la última vez que voy a necesitar tus diseños. – Con una cariñosa sonrisa le pasó la carpeta con los dibujos.-Dáselos a Stephanie y que se encargue de que tus diseños estén en la sesión fotográfica del lunes .
Kurt salió del despacho sin poder evitar dar pequeños saltitos de alegría.
La verdad era que Kurt nunca abandonó su sueño de Broadway a pesar de la oportunidad que se le presentó al poder trabajar en Vogue. Terminó sus estudios en NYADA, convirtiéndose en un joven muy prometedor, e incluso había conseguido protagoniza el papel del espantapájaros en ``El Mago de Oz´´, y por el momento había logrado compaginar sus dos trabajos, sin decepcionar a ninguno de sus jefes. Sin embargo, sabía que en algún momento tendría que decantarse por una ya que si progresaba en alguno de los dos tendría que dedicarse completamente a él. Desde que era pequeño su sueño había sido Broadway y NYADA era la escuela perfecta que lo llevó directamente a los escenarios, pero en un principio no fue aceptado en NYADA y Vogue se cruzó en su camino, con su otro gran sueño, la moda. Y el problema llegaba cuando ahora en ese mundo de celebridades, y últimas tendencias se le presentaba la oportunidad de su vida. Resultaría una decisión muy complicada de tomar en el futuro, aunque en un futuro no muy lejano, por ello Kurt prefirió dejar a un lado esos pensamientos y disfrutar de la felicidad que Isabelle le acababa de otorgar con su noticia.
Un emocionado Kurt Hummel abrió la puerta de su departamento y se dirigió directamente a su cuarto sin prestar atención a las tres personas que lo miraban desde la mesa del comedor.
-Lady Hummel- lo llamó Santana y aunque el joven odiaba ese sobrenombre, no pudo evitar notar el extraño tono en la voz de su amiga. Se giró y al hacerlo todo a su alrededor se volvió invisible, lo único en lo que pudo fijarse fue en el joven de grandes ojos de color miel que lo miraba sentado entre sus dos compañeras de piso.
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