Los personajes no son de mi autoría, todos le pertenecen a S.M. Antes que nada megustaría que supieran que este es el primer fic de Ness y Jake,estoy realmenete emocionada y espero que les agrade, si es asi sería muy lindo que me lo hicieran saber. Espero que lo disfruten tanto como yo mientras lo escribo.


"El tiempo de alejarme me lastima una vez mas,
abrazame un rato
que no quiero enterarme que esta noche va a pasar
quiero hacer un pacto." Abel Pintos.

Capítulo uno.

Muchos ojos se mostraron desorbitados y el silencio sepulcral reinó en toda la sala.

La manada se encontraba en total desacuerdo pero la estupefacción no dejaba que nadie pudiera pronunciar palabra alguna. Ni en contra, ni a favor.

-Como mierda llegaron a tomar la peor decisión para todo este maldito pueblo!

-Leah! Podrías ser más respetuosa!-Gritó Sam al ver como ella se refería así con los ancianos.

-Respeto?! Acaso alguien nos respetó cuando tomaron esa decisión!-Jacob se levantó completamente enfurecido.-Se cagaron totalmente en nosotros, porque ahora los tendríamos que respetar?-Su lenguaje corporal demostraba que le importaba poco y nada que Sam fuera el alfa, no enfrentaría como desde el primer día en que él se unió a la manada.

-Jacob, no jodas.-Le susurró Embry mientras que lo intentaba detener para evitar que el enfrentamiento se fuera de las manos y todo terminara muy mal…otra vez.

El alfa iba a defender su punto pero el anciano Ateara habló antes, logrando que todos callaran.

-Fue un acuerdo que tomamos entre nosotros, no porque no consideráramos su punto de vista, es que tan solo obsérvense ahora.-Los señaló a todos.-Como podrían saber cual sería la mejor solución si solo de sus instintos se valen?-Algunos relajaron sus gestos, otros simplemente enfurecieron un poco más.-Tal vez, dentro de un tiempo todos comprendan que a largo plazo esta, fue la mejor solución.

Otro griterío se armo en la sala, esta vez no eran solo Jacob y Leah los que alborotaban eran muchos más. Completamente disconformes.

-SILENCIO!-Gritó Billy entrando en la sala empujado por Emily.-Ellos acaban de llamar están llegando.-Informó mientras le indicaba a la mujer donde tenía que estar él, no podía negar que las miradas casi le podrían hacer explotar la cabeza pero tenía que mantenerse en una posición decidida.-Ya es tarde para que todos se peleen, ya se va a hacer lo acordado, les guste o no. Tarde o temprano nos lo agradecerán y al que no le agrada, la puerta se encuentra ahí, está en toda la libertad de marcharse nadie lo va a evitar.

Todos volvieron a callarse y a mirarse de forma inquisitoria.

Fueron los segundos más largos en las vidas de todos, hasta que el ruido de un auto los alertó a todos.
Ellos ya estaban ahí.

Aún no se los podían oler, pero los instintos les indicaban que las peores cosas estaban en su territorio. Algo que en milenios no había ocurrido.

Las puertas del auto se abrieron con mucha rapidez y en cuestión se segundos se cerraron. El olor invadió todo el hogar, era bastante fuerte, olía a dulce y a muerto. Muchos mostraron en un claro gesto su disgusto.

-El que ataque será desterrado.-Fue lo último que el Alfa dijo antes de que la puerta sonara bajo unos leves golpes.

Fue Sam el que se dirigió a la puerta y abrió. Delante de él, la pareja con una pequeña en brazos.

La misma escondía su rostro en el cuello de su madre, la misma parecía solo tener dos años.

El macho mostraba un claro disgusto en su rostro, seguramente no estaba muy alegre de hacer eso.

Y la hembra…simplemente parecía ausente, pero sus brazos se cerraban con fuerza alrededor de la criatura.

Ambos pasaron ante el gesto que Sam les hizo y tomaron asiento donde Ateara anciano les indicó.
Los dos vampiros expelían elegancia y educación.

-Rompieron las reglas, no informaron el aumento de su manada.-Habló Paul con un gesto seco y agrio.

-Calláte Paul.-Lo retó su mujer mientras le daba un codazo.

La habitación quedó nuevamente en silencio.

-Eso lo sabemos y pedimos disculpas, simplemente estábamos tratando de que las cosas se llevaran con la mayor discreción posible.-Habló el macho mientas asentía y parecía cavilar en como seguiría hablando.-No contábamos con que esto se llevara a cabo de esta forma, tampoco esperábamos pasar mucho tiempo más acá.

-Parece que no esperaban muchas cosas.-Habló Jacob siendo callado por la mordaz mirada de su padre.

-Créanlo o no, no esperábamos que nadie se enterara de su nacimiento.-Habló nuevamente.-Pero como sabrán o no, cada clan responde a uno superior y en este caso el nuestro…no es de las mejores cosas de las que uno puede hablar.-Dijo con parcimonia y como si él no estuviera en mitad de todo ese problema.- No pensamos que el nacimiento de mi hija se pudiera dar en mis condiciones, pero ocurrió y verdaderamente estaría en completo desacuerdo que ellos conocieran esa información…-Guardó silencio unos segundos.-quien sabe que podrían hacerle.

Todos parecían muy atentos ante el relato, algunos hasta habían olvidado que el lugar apestaba a vampiro. Pero algunos, como Jacob, se preguntaban como mierda un vampiro podía embarazar a otro.
Estaban muertos. Eso era ridículo.

-El problema es que comenzaron a levantar sospechas contra nosotros, de por si nuestra historia familiar y cada miembro de ella siempre interesó a nuestros líderes, esta vez nos dijeron que nos querían un tiempo allá. Hace mucho tiempo que venimos negando la invitación pero esta vez, nos amenazaron de forma particular, ellos vendrían si nosotros no íbamos.-El vampiro macho apretó sus sienes mostrándose incómodo.-La concebimos cuado ella era humana, ahora estamos muertos, es imposible que se embarace.-Aclaró exasperado. Pareció aclarar muchas dudas.-Nosotros entendimos entonces, que ese hecho nos llevaría a que, irremediablemente supieran de su existencia… y el problema que se generaría no solo golpearía a nuestra familia, si no que a su vez se verían amenazados ustedes también. Proclamarían este terreno como suyo y no solo que la población de nuestra raza aumentaría sin control haciendo que la suya reaccione como debe ser, si no que al mismo tiempo sería olvidado el tratado. Obligándolos a ustedes a, nuevamente pelear por sus tierras. Que no es por ofenderlos, pero saldrían perdiendo. Nosotros también vamos a perder si no atacamos con inteligencia, y es por eso que hoy estamos acá.

Los ancianos asintieron ante lo que él habló, ya que sabían de el argumento. Él solo estaba contando a los desinformados.

-Mi nombre es Edward, ella es Bella mi esposa y ella es Reneesme, mi hija.-Habló mientras los presentaba.

La mujer simplemente asintió. La niña aun no salía de su escondite.

-Y estamos acá para pedirles que en nuestro tiempo de ausencia…cuiden de ella.

Muchos se quedaron pasmados, otros se removieron en sus lugares, otros negaron en completo desacuerdo. Los ancianos y Sam, asintieron.

-Si lo vemos como un plan de canje es un favor por otro. Estaríamos asegurando el bien estar de toda la reserva, que puedan extender su territorio a Forks en nuestra ausencia a cambio de que cuiden de mi pequeña.-Por unos sonó mortificado, pero con rapidez se recompuso. Bella apretaba con fuerza su mandíbula y acariciaba la espalda de la niña la cual se aferraba a su madre.

-El acuerdo ya fue aceptado, por eso no deben preocuparse.-Les aseguró Billy.

-Ya lo sabemos y contamos con que nuestra hija quedará en buenas manos.-Edward habló con dificultad.

El silenció reinó nuevamente en la sala y recién ahí los lobos pudieron escuchar el latido de la nena, era veloz a diferencia de la mayoría de los humanos.

-Simplemente, antes de irnos-Tomó la palabra Bella.-me gustaría saber con quien va a quedarse ella.

Muchos se miraron.

-Ella se va a quedar en casa, acá.-Billy habló con seguridad, y Jacob sintió la ira subir por su cuerpo. Como podía estar haciendo esto.

-Yo lo voy a ayudar a cuidarla.-Emily agregó con una sonrisa apenada.

La mujer asintió.

-Ella es híbrida, por lo que puede ser alimentada de dos formas, mayormente tratamos de que coma comida humana pero tal vez dentro de un mes necesite como máximo dos o tres dosis de sangre…-Comenzó a informarle.- En ese caso, preferimos que se dirijan a esta dirección, es en Port Angels, allí les darán las bolsitas, no sabe cazar aún y tememos que si lo hace alguien salga herido. Si llega a sentirse mal, tienen que dirigirse ahí mismo, allí pregunten por Bob, el es un doctor amigo de la familia que los ayudará ante cualquier problema y duda.

Ambos asintieron mientras recibían la información.

-Al ser hibrida crece de una forma irregular y no sabemos aún cuando se detendrá pero esto recién comienza, apenas y nació hace unos meses. No habla, pero se sabe comunicar, así que eso no es problema.-Bella explicó pero se notaba que buscaba excusas para hacer más largo ese momento.

El teléfono de Edward sonó y miró a su mujer. Bella asintió y caminó hasta donde estaba Emily. La misma se acercó.

-Ren…-La llamó su madre mientras tironeaba un poco de ella.-ya es tiempo…me prometiste que ibas a ser una nena buena y..-La voz de la mujer se quebró.-y te ibas a portar bien con ellos.

La nena negó mientras se aferraba un poco más a su madre.

-Vamos nena, no va a ser por mucho tiempo.-Le aseguró su padre mientras le acariciaba la cabeza y depositaba un dulce beso en la coronilla de la pequeña pelirroja.

Reneesme negó nuevamente.

-No lo hagas más difícil.-Le rogó Bella.

Su padre le hizo un gesto a Sam para que se acercara.

-Agarrala, es escurridiza y difícil de atrapar.-Le informó mientras que comenzaban a separarla de ellos.

La nena el verse fuera de su escondite y al ver a sus padres que le informaban que ya era el tiempo, comenzó a llorar desesperada, con gritos que desgarraban su garganta, lloraba pidiendo por ellos dos, porque no se alejaran de ella, lloraba porque no los volvería a ver, ellos la olvidarían. Pateaba y golpeaba al sujeto que la sostenía.

La estaban dejando. Sus padres la dejaban con desconocidos, no podían dejarla, lloraba con más fuerza y una mujer se acercó a ella a calmarla pero la golpeó, gritaba, gritaba que muchos se aturdieron.

-Vallamos yendo.-Le dijo Edward mientras trataba con todas sus fuerzas mantenerse entero. Bella asintió mientras sollozaba sin lágrimas.

Él la guió hacia la puerta, con los gritos de su pequeña de fondo.

Billy los acompañó hasta el porche.

-Cuidala, te lo ruego.-Le pidió Bella con el rostro desfigurado por la tristeza.

-No se preocupen, en mejores manos, no la dejaron.-Les aseguró él.

El auto se alejó, el cielo se oscureció más, los gritos de Reneesme me cesaron hasta que calló dormida.

Y el tiempo comenzó a pasar.


Bueno gente linda espero que les guste el piloto de este fic, me encantaría saber si es de ese modo dejandome una firmita o si mejor me dedico a otra cosa, como a tejer.

Desde ya muchas gracias por dedicarme unos minutos.

Besos.

L.