Era una noche fría y Chat Noir estaba en la habitación de Marinette, disfrutando de poder comer postres dulces y poder beber delicioso chocolate caliente.

¡Muy caliente!

Percatándose de que se encontraba así, cuando el líquido quemó su lengua.

— Auch —Articuló y casi inmediatamente sacó su lengua y la ventiló con su mano.

Marinette al observarlo. Se alarmó.

— ¿Te quemaste? —El asintió sin dejar de ventilar— ¡Espérame! ¡Enseguida vuelvo con hielo! —Anunció.

Sin embargo, antes de que pudiera marcharse, el gatito la tomó de la muñeca.

— ¿Qué pasa?

Él dijo algo inentendible por tener la lengua en esas condiciones, lo que Marinette tradujo a la siguientes palabras: "Esta bien" "Conozco un método"

— ¿Cuál? — Acercándose a él. Sus ojos azules, reflejando curiosidad.

Sin embargo, él no contesto su pregunta. Solo lo efectuó.

Y eso fue pegar los labios con los de Marinette, donde el felino paso su lengua junto a la de ella. Pareciendo que con esa acción lo calmaba, la enfriaba a la lengua. Un efecto que en la joven era todo lo contrario; Besarlo, le provocó que su rostro se vuelva rojo como si se hubiera quemado la cara. En cambio Chat Noir parecía que el ardor hubiera pasado.

Al separarse por la falta de aire. Marinette con una mano cubriendo su boca en completa estupefacción, se apartó, sintiendo que se estaba quemando viva y se dirigió rápidamente hacia la trampilla.

— ¡Voy a buscar hielo! —Avisó. En respuesta Chat Noir dijo algo de que no lo necesitaba y que estaba bien con este método. Pero no lo oyó.

Porque Marinette, necesitaba hielo para calmar el ardor de su cara y de su lengua que -actualmente- palpitaba.