Me tambaleé y caí al suelo, aún sin saber que había pasado. Mi sentido me gritaba que corra. Lo ví a varios metros de distancia, si actúaba rápido podría escaparme. Pero lo olvidé, su poder de correr más rápido que cualquiera. Me incorporé y al mirar hacía su dirección había desaparecido. Diablos. Miré a la puerta para escaparme y calculé rápidamente, si corría sin detenerme, llegaría.
Me levanté y corrí con mi vida, sin mirar atrás a mis compañeros muertos, a mi hermano y a mi primo. Corrí cómo si mi vida dependíera de ello. Es que era así.
Cada vez más cerca...
Voy a llegar...
Y mientras una sonrisa se dibujaba en mi cara, choqué con algo. Nuevamente caí, y levanté rápido la mirada, y ahí estaba...
Sus ojos escondidos atrás de sus lentes de sol, una cara imposible de leer, alto, delgado, rubio... hermoso.
Malo.
Arrogante.
'Pensaste que ibas a salir viva de acá?' -Dijo burlonamente y me puso un pie en el pecho, obligándome a recostarme. 'Sabes? Tenías potencial... Si no hubieras cometido esta imprudencia, ya sabes, de correr. Hubieras tenido una próspera vida a mi lado.' Su tono era monótono. Mis ojos se abrieron, y el sacó su Magnum, apuntándome. 'Que lástima'.
