Este es un fan-fic dedicado a la parejita que a mi me gusta tanto: Zakuro/Minto (Renée/Corina) de Tokyo mew mew (o mew mew power XD).

Es fan-fic, por tanto, no soy dueña de ningún personaje/cosa/lugar que estén contenidos aquí, yo solo gozo de poder compartir parte de mi imaginación y que pasen un buen rato.

Zakuro no sabe el verdadero significado de la Navidad. ¿Podrá su 'mejor amiga' aclararle las cosas?. Yuri.

Nota: En este episodio hay un poquito de Masaya/Ichigo (Mark/Zoey), pero descuiden, es sólo una pequeña estupidez por parte del cerebro revuelto como huevos de Ichigo.

.- ¿Qué es la Navidad?

Toda Tokio estaba cubierta por una delicada sábada blanca. Autos, casas, árboles, bancas…una sábana a la que generalmente se le denomina nieve. En una época conocida, principalmente, como Navidad.

Realmente la presencia de la densa nieve no era ningún problema para los habitantes de Tokio-a decir verdad, para casi nadie en el mundo entero la nieve es un problema, al contrario, es el juguete más divertido que cualquier persona –en especial los niños- utiliza en esta época del año. En esta fecha las familias están reunidas, así mismo los amigos y algunas parejas que salen a dar una vuelta por la ciudad; muchas personas toman esta celebración para confesar algún secreto, pedirse perdón y principalmente, para convivir en armonía en una rica cena.

Sin embargo, hay un cierto porcentaje de individuos que ven la Navidad con desprecio y tristeza, pues lo único que les trae son recuerdos amargos que habitan en el fondo de sus cajas de hierro, y que por motivos personales y desconfianza, mantienen en secreto.

¿Por qué es tan importante? No es más que otro día igual que los demás…

Y una de esas personas, era una joven reconocida por millones en el mundo de la tv, siendo una más de las estrellas en el mundo de la fama, ella y su largo cabello morado, sus ojos azul destellantes, su nombre sobresaliente entre todos los demás.

Cada año siempre es lo mismo…

Fujiwara Zakuro.

Ni siquiera se convive en realidad… ¿Qué significa en verdad la palabra "Navidad"?

Es una persona diferente a la mayoría.
Un día puedes verla con un par de amigos disfrutando el tiempo juntos; y al otro puedes verla sola en alguna tienda, en su casa o dando una vuelta por la ciudad, siempre utilizando un disfraz para pasar desapercibida por la calle.

Muchos dicen que lo único bueno son los regalos…

¿Para qué celebran la navidad si solo van con una máscara puesta?

Zakuro es una persona en la que se puede confiar; su misma personalidad lo permite claro, pero, al mismo tiempo, no hay ninguna persona en la que ella pueda confiar. Por varios motivos, Zakuro siempre ha sido una persona cerrada y jamás ha dejado que lo que diga la gente influya en ella, es más, por eso ni se preocupa en lastimar de vez en cuando a los demás utilizando la indiferencia. Así mismo, no deja que las cosas que le digan o hagan las personas por ella llegue a tocar su corazón cerrado, por más dulce que sean las intenciones.
Ninguno de ellos y ellas ha podido cruzar la barrera que hay en su corazón, porque a nadie jamás le permitiría llegar siquiera a esa barrera; ni un solo roce, ni un solo toque.

O al menos, eso solía pensar no hace mucho tiempo…

Se perdía entre sus pensamientos mientras caminaba por la calle, donde apenas y podía escucharse el ligero eco de sus pasos.

Todos llevan una máscara…aunque…tal vez ella…no he visto que se ponga una al hablar conmigo…

Después de unos minutos, detuvo su marcha, pues enfrente estaba el destino donde debía llegar esa noche.
Desvió un poco la mirada hacia arriba para ver las decoraciones navideñas que colgaban en cada una de las ventanas del edificio. Después de observar detenidamente cada arreglo, clavó su mirada hacia la puerta.

Regresó a su marcha otra vez, dirigiéndose a la puerta de entrada de tal edificio, pasando por alto el letrero que estaba afuera de la entrada, letrero que normalmente veía cada mañana como parte de su nueva rutina diaria, y que ahora lo único diferente en el eran las campanas y ángeles decorándolo alrededor, con algunos cordones verdes en cada esquina, y en el centro, con letras doradas, el nombre del lugar: "Café Mew Mew".

Al momento de tocar la puerta, un joven de cabello largo y castaño, amarrado en una cola de caballo, vestido con un traje blanco y corbata negra, le abrió la puerta como todo un caballero.

- Ah, Bienvenida Zakuro-san, te estábamos esperando, pasa por favor- Dijo con una sonrisa el tan apuesto joven, abriéndose paso para que la invitada tuviese acceso al interior del café.

- Gracias Keiichiro- Volteó a ver al joven con una pequeña sonrisa mientras entraba.

- ¿Quieres que sostenga tu abrigo mientras disfrutas el evento Zakuro-san?- Preguntó Keiichiro con otra sonrisa, ofreciendo su mano para recibir el abrigo, mientras con la otra cerraba la puerta.

- No te preocupes, así estoy bien-

Sin más que decir, Zakuro se dirigió a una de las mesas del café que se encontraba en el centro. Tomó la silla del extremo; ahí siempre tenía una vista más amplia de todo el lugar y, especialmente, tenía la mejor vista, de una mesa un tanto distinta a las otras…

Todavía no ah llegado…

En realidad si fuera por ella misma, Zakuro no hubiese aceptado estar en el evento que se estaba presentando en el café, pero, al recordar las caras que pusieron las demás mews al ver la expresión de duda de Zakuro cuando en la tarde le preguntaron si vendría-mejor dicho, al ver especialmente la expresión de ligera tristeza que puso ella, Zakuro volvió a sentir-como en algunas ocasiones anteriores-un par de bichos escurridizos jugueteando por su estómago.

Por ese motivo, solo por eso, aceptó venir al café a pasar la navidad esa noche.

Ni siquiera sé por qué…solo es una pérdida de tiempo…

Levantó la mirada para observar las esferas que colgaban del techo, la nieve falsa que colgaba en cada pilar y al lado unas lámparas decoradas en formas de ángeles; incluso los manteles de las mesas estaban decorados con estampados de nochebuenas y canastas llenas de galletas de jengibre sobre cada una de éstas. Era un poco extraño que el café se viera tan excesivo de decorativos-más de lo normal-y hasta eso, lleno de gente de varias clases. Pero lo que más apantallaba, era el gigantesco árbol que estaba en el centro del café, todo lleno de lucecitas y listones, esferas y animalitos decorativos en sus ramas, sin olvidar que, en la copa del árbol, había una gran estrella dorada que en casi la mayor parte del café podía divisarse la luz destellante que provenía de ella.

Esa luz…me hace recordar…

De nuevo tuvo esa inquietante sensación en el estómago, haciéndola sentir extraña, nerviosa y un poco feliz a la vez.

Es…es lo mismo que sentí…cuando ella…

~*~*~*~*~*~*~*~*~*Flash back*~*~*~*~*~*~*~*~*~

- Bueno chicas, verán, se acerca Navidad, así que Ryou y yo hemos decidido celebrarla en el café…lo que quiero decir es, que hemos organizado una pequeña fiesta para todas aquellas personas que gusten pasar al café a festejar con nosotros, abrá cena, show de entretenimiento, baile e intercambio de obsequios- Comentaba Keiichiro sonriente a las mews mientras horneaba un pastel de tres leches.

- ¿¡En serio!? Eso me parece una excelente idea – Sonreía felizmente Ichigo.

- Si no fuera excelente idea, no tendríamos por qué haberla planeado – Dijo con sarcasmo Ryou Shirogane, el otro jefe y también amigo de las mews, quien se encontraba recargado en un pedestal del café, cerca de la cocina.

- ¡Ahórrate el comentario innecesario Shirogane! – Giró la mirada hacia Ryou, una Ichigo un poco enfada por el tono de voz que su "jefecito" había utilizado anteriormente.

- Mira Ichigo mejor calla y toma- Le contestó Ryou con un tono de voz un poco agresivo – Sal afuera y pega este cartel en la entrada del café para que la gente lo vea y así vengan algunos a la celebración ese día, ¡y es una orden!-

Dicho esto, no quedo más que mencionar. Ryou salió de la cocina, y una malhumorada Ichigo se encaminó dando zancadas hacia afuera a colocar el cartel.

- ¡Keiichiro onii-chan, Purin también quiere venir na no da! ¿Puedo venir a la fiesta también yo?- Preguntaba Purin inocentemente mientras brincaba y hacia malabares con los platos de un lado a otro. Keiichiro giró la mirada hacia la pequeña regalándole una sonrisa mientras afirmaba con la cabeza la pregunta que hace unos momentos le había echo la mew más pequeña.

- ¡Yupiiiiiiiiii! – Comenzó a saltar de alegría por toda la cocina al recibir la afirmación por parte de Keiichiro.

- ¡Purin-san, los platos! – Rápidamente, Lettuce se puso a correr por toda la cocina tratando de agarrar uno que otro plato de los que Purin alocadamente estaba lanzando.

- ¡Purin estate quieta, vas a quebrar todos los platos! – Gritó Mint, quien, al igual que Lettuce, luchaba por no dejar que ninguno de los platos cayera al suelo. En ese instante, Ichigo entró a la cocina, un plato salio volando en dirección hacia ella.

- ¡Kyaaaaaaaaaa!- Cuando vio venir el plato, ni un solo segundo pasó para que sus instintos de gato la hicieran agacharse al instante, evitando así el impacto del plato contra su rostro.

- Ichigo onee-chan, que bueno que esquivaste ese plato, ¡qué reflejos!-

- …ah…Purin-san…ah…no vuelvas a hacer eso…- Dijo Lettuce, tratando de retomar aire .Tanto ella como Mint estaban exhaustas por ir de aquí para allá con los platos.

-…Oh, lo siento Lettuce onee-chan, no lo volveré a hacer, ¡pero es que me pone muy feliz que vamos a poder venir también nosotros a la fiesta de navidad na no da!-

- Es una buena idea que todas vengamos también a pasar un rato aquí en la celebración, pero no es como para que nos pongamos a aventar platos por todos lados - Explicaba con un tono alivianado, por haber esquivado el platazo, Ichigo.

- Ichigo onee-chan, ¿vas a venir a la fiesta? ¿Vas a venir con Aoyama nii-chan?- Preguntaba Purin ansiosamente mientras tomaba una rebanada de pastel que Keiichiro acababa de regalarle.

- Pues… ¿v-venir con Aoyama-kun?...no parece mala idea…si, eso si será posible, si, si vendré al evento…-Debido a las preguntas que había echo Purin, y los recuerdos que le vinieron a la mente al escuchar el nombre "Aoyama" , la mente de Ichigo comenzó a imaginarse una bella y serena nevada afuera del café …

"Ichigo" Llamaba un jovencito de cabellos negros y piel morena clara desde la puerta.

"¡Aoyama-kun!" Gritaba Ichigo mientras corría hacia Masaya para abrazarlo.

"¡Feliz Navidad Aoyama-kun!" Gritó cuando con sus brazos logró rodear el cuello del chico.

"Feliz Navidad, Ichigo" El chico regresó con algo de timidez el abrazo.

"Me alegra que hayas venido Aoyama-kun" La pelirroja se alejo un poco para poder observar el rostro de su amigo y sonreír con algo de timidez. El chico respondió ante ese gesto con una gran sonrisa en los labios.

"Si, aunque…a decir verdad, vine precisamente solo para verte, Ichigo"

"A-aoyama-kun…" El joven bajo sus manos a la altura de la cintura de la pelirroja.

"Ichigo, hay algo que desde hace tiempo eh querido decirte…"

-Ichigo-san…

"Aoyama-kun…y-yo, también hay algo…que desde hace tiempo me gustaría decirte…"

-Ichigo-san

"…Bueno, yo puedo esperar…tu primero dime Ichigo…"

-¿Ichigo-san?

"A-aoyama-kun…yo te…"

-¿Ichigo-san?

"Tu…tu me…"

- ¿Ichigo-san estás bien? – Cuando vio la mirada perdida de Ichigo, Lettuce comenzó a preocuparse por la extraña mirada de su amiga, y por tal motivo comenzó a zarandearla de los hombros delicadamente

– Ichigo-san reacciona, ¿Te sientes bien Ichigo-san? -

-…Uh…eh... ¿Qué?- Despertaba lentamente de su sueño, dejando su mundo de fantasías para volver a la realidad.

- ¿Te sientes bien Ichigo-san? – Preguntaba con preocupación la chica de gafas.

- Etto…si, me siento bien, ¿por qué? – Ichigo se encontraba algo desconcertada por los repentinos cuestionamientos.

- ¡Ichigo onee-chan estas toda roja!-

- Descuiden, de seguro esta roja por andar imaginando cualquier tontería al escuchar el nombre de su novio –

Al oír esas palabras, el tono de la piel del rostro de Ichigo se volvió color tomate, provocando que girara la mirada hacia la persona que comentó tal "fechoría".

- ¡P-pero que cosas dices Mint! escucha claramente: ¡Aoyama-kun no es mi n-novio, es solo mi amigo!...si…eso…y-y por eso no me ando imaginando cosas ni con él ni con nadie, ¡estás alucinando! –Dicho esto, Ichigo dio media vuelta y giró la vista para que no pudieran observar el rojo color de sus mejillas.

- Si claro, y yo soy la reina Isabel – Contesto Mint con un tono de voz algo sarcástica, arreglando en filas de 7 los platos que hace unos instantes salvó de ser destrozados por Purin, para después continuar hablando
– Como sea, de igual forma yo también vendré al festejo, mis padres no van a estar aquí en Navidad debido a un viaje de negocios y Seiji se irá a la "Noche Colonial Navideña" de su escuela – Decía mientras terminaba de acomodar el ultimo plato en la alacena.

- ¡Yupiiiii Mint onee-chan también vendrá que alegría na no da! – Exclamaba Purin mientras una amplia sonrisa se le dibujaba en el rostro.

- Mi familia y yo también vendremos, apuesto a que será muy divertido que vengan a conocer el café y convivamos en la fiesta juntos – Sonriente, la chica de gafas lavaba los platos sucios mientras observaba a la más pequeña de las mews soltar risitas de felicidad.

- ¡Lettuce onee-chan va a venir también! ¡Esto será muy lindo! – Purin no dejaba de saltar de un lado a otro, parecía que se le había aflojado más el tornillo de la cabeza, pero, después de unos instantes, detuvo sus saltos para fijar su mirada en una muchacha de cabello morado.

-…¿Y tu Zakuro onee-chan? ¿Vas a venir también a la celebración? –

Zakuro fijó sus ojos firmemente en el rostro de la niña pequeña.

¿Volver a gastar mi tiempo en fiestas como los años anteriores?

Su mirada y su rostro reflejaban duda sobre la susodicha invitación.
La cocina se lleno de un silencio incomodo para las 5 chicas.

¿Para qué?, si en vez de perder el tiempo puedo tener mi rato libre descansando viendo televisión en mi departamento privado

- ¿Vendrás na no da? -

No pienso gastar mi tiempo en esas tonterías…

- ¿Onee-sama? – Una palabra bastó para cambiar de opinión.

Onee-sama

-…- Zakuro desvió la mirada para encontrarse con ese par de ojos café que la observaban con algo de confusión y a la vez de esperanza.

Esa mirada…

- ¿Vendrás?... ¿Onee-sama?- Mint seguía cuestionando a Zakuro, acercándose lentamente a ella, sin desviar por ningún momento, la mirada entre ella y ese par de ojos azul destellante.

De nuevo…

Al sentir la presencia de Mint cerca, un ligero nerviosismo empezaba a apoderarse de la joven modelo, que por supuesto, consiguió disimularlo a manera de poner el cuerpo tenso.

- ¿Vas a estar ocupada ese día?- Siguió acercándose a Zakuro hasta encontrarse solo a unos pasos frente a ella.

No se si está mal o si está bien sentir algo…

-…No lo sé…- Sólo unas cuantas palabras fueron las que Zakuro pudo llegar a formular, pues esa mirada de alguna extraña manera, llegaba a hacerla tener una sensación de la cual se había prometido jamás volver a sentir.

Es como si hubiese…cosas revoloteando dentro de mí…

- Nos gustaría que estuvieras con nosotras, al menos por un rato esa noche- En ese mismo instante, Mint tomó una de las manos de Zakuro entre las suyas, agregando una pequeña sonrisa a esa mirada que a su Onee-sama, aunque no lo mostrara y aunque no quisiera admitirlo, la estaba derritiendo poco a poco por dentro.

Es incorrecto…

Finalmente, Zakuro no pudo más, por más que intentó luchar no pudo salir victoriosa. Esos ojos, esa voz, esa sonrisa-por más pequeña que fuera- y esa mirada, la habían derrotado por completo en esta batalla

-…Esta bien…tal vez pueda venir un rato, después de todo, es solo un simple festejo…- Al terminar de decir tales palabras, las otras 4 mews le respondieron agradecidas con una amplia sonrisa. Pero solo una sonrisa la hacía sentir rara, solo esa sonrisa importaba, solo esa sonrisa era diferente a todas las otras.

Varias veces odié poder sentirlo…

Un joven de cabello rubio irrumpió en la cocina.

- Chicas, vengan para acá, voy a necesitar un poco de ayuda con los adornos de adentro y afuera del café-

Lentamente, Mint dejó libre de nuevo la mano de Zakuro, mientras giraba la cabeza hacia el chico que acababa de entrar, rompiendo así la conexión de la mirada que hacía unos momentos se encontraba establecida entre sus ojos cafés y los ojos azules de la modelo.

- Si Ryou – Dijeron 4 mews al unísono, al mismo tiempo que abandonaban la cocina. Keiichiro sacó el pastel del horno, dejándolo encima de una mesa, para después ir detrás de las chicas junto con Ryou.

Esta vez es diferente…esta vez…

Momentos después, Zakuro se quedó observando su mano por unos momentos, para después colocarla sobre su estómago, mientras dejaba escapar una pequeña sonrisa de sus labios.

No sé porque…pero…

No pasó mucho para que, al igual que las demás, saliera de la cocina para ayudar con los adornos.

Se siente…bien…

~*~*~*~*~*~*~* Fin del Flash back*~*~*~*~*~*~*~*~*~

Un ligero suspiro se escapó de los labios de la modelo

No sé que voy a hacer…

- ¡Zakuro Onee-chan! – Zakuro se sobresaltó al oír una voz chillona en su oído - ¡Qué bien, si viniste, vivaaa! -

- Si…que bueno - Decía mientras trataba de contenerse lo más que podía para no gritarle a la pequeña mew en la cara.

- A propósito Purin, no es bueno que llegues así de repente, las personas pueden llegar a molestarse - No fue tanto el hecho de que Purin gritara, Zakuro ya estaba acostumbrada al igual que las demás, a escuchar esa voz chillona de la pequeña; sino que, la modelo no estaba de humor esa noche para estar soportando tales gritos.

- Oh… bueno, ¡Purin promete que no ara eso de nuevo na no da!, nop, Purin no desea problemas esta noche-

Si, sobre todo esta noche…

-…Es cierto, nadie quiere problemas esta noche Purin…- Decía Zakuro al mismo tiempo en que se levantó de su silla – Voy a servirme un chocolate caliente – Agregó para dar media vuelta y dejar a la pequeña mew con su griterío, saltos y malabares, por detrás.

No tengo porque soportar esto…

La única y verdadera razón por la cual en verdad Zakuro se dirigía a la mesa de "bebidas navideñas" era para alejarse del alboroto que siempre tiene que armar Purin cada vez que esta celebrando algo y/o cuando esta feliz.

¿Cómo la gente puede soportar esa voz que tiene?

Para su mala suerte, la mesa de bebidas no estaba tan lejos de su asiento, por tanto, aún podía escuchar como Purin hacia sus locuras. No pasó mucho tiempo para que agarrara cada una de las tazas blancas-que se hallaban en la mesa -como manera de distracción para evitar que alguna persona pudiera ver el malestar que le provocaba tanta bulla.

Lo único aparentemente bueno de esta "Navidad" es que mañana no estaré aquí para limpiar el café y lu-

"Nock-nock"

Sus pensamientos fueron interrumpidos por el fuerte toqueteo de la puerta principal.

¿Cuánta gente vendrá?

El joven apuesto del traje blanco acudió rápidamente a atender la puerta.

¿Y por qué aquí de todas formas?

¿Qué no hay más lugares donde pued-

Algo la detuvo de cualquier cosa que se encontraba haciendo en ese instante. La modelo quedo en seco al observar a la persona que entraba al café; era la persona culpable de todo lo que le estaba pasando, la persona por la cual varias noches no había podido conciliar el sueño debido a tantos pensamientos confusos a pesar de supuestamente tener la edad lo suficientemente madura para ya no 'confundirse', la persona por la cual se despertaban varios sentimientos.

Mint…


Fin del primer Cáp.
Haber que tal les pareció este primer intento, es de mis primeros fics, y para mi cuenta mucho su opinión, quiero saber en que estoy mal para poder mejorar y seguir haciendo lo que me gusta, y más para ustedes pues por ustedes hago lo que hago.

Perdonen si hubo faltas de ortografía (si las hay háganme saber por favor) y también si algunos personajes estuvieron medio OCC. Disculpen si algún error mío pudo afectarles en algo.

-Sk