Con mucho cariño para mi amiga Freiya. Que seas muy feliz Bety
Mi motivo para llorar
-Mamá ¿Por qué lloras?- Trunks me acaba de sorprender en un momento muy vulnerable, mi pobre hijo debe imaginarse que sucede algo malo, a juzgar por su rostro preocupado, es que claro, pocas veces me ha visto llorar. Pero esta noticia lo amerita. Debido al llanto no puedo contestarle, mi garganta está cerrada y de mi boca sólo sale un quejido. Lo siento hijo, no quiero preocuparte, pero la emoción que me embarga no me deja aclarar la situación. Esta vez no reclamas cuando te abrazo con fuerza y beso tu tierno rostro, agradezco que no te apartes, te agradezco que me abraces.
-Tranquilo- es la única palabra que puedo pronunciar, la verdad es que no quiero hablar, al contrario, quiero escuchar: escuchar mi felicidad, escucharme a mí misma explicándome por qué hay en mí tal sentimiento que la única forma de expresarla es con llanto. El mejor motivo por el que he llorado, y esta es la segunda ocasión que me ocurre. En un momento te explicaré todo cariño, sólo espera a que me tranquilice.
-¿Ocurre algo malo?- preguntas y presiento tu angustia, así que hago mi mayor esfuerzo por que la voz salga de mi garganta
-No. Todo lo contrario- Veo en tu mirada, esa que parece calcada de tu padre, confusión. Me parece que aún no conoces el concepto del llanto provocado por la felicidad. Te lo explicaré –mi amor ¿sabes cuándo fue la primera vez que lloré de esta forma?- tú niegas con la cabeza, como lo supuse –La primera fue cuando me enteré de una noticia maravillosa, la mejor noticia que había recibido en mi vida: tú venías en camino- Creo que si pudieras ver tu rostro en este momento, te reirías de ti mismo, yo no me río, me emociono más recordando aquellos momentos, difíciles e inesperados, pero maravillosos.
-¿Estás embarazada?- Yo asiento, sonriendo, y las lágrimas vuelven a caer. Tú te quedas asombrado, no puedo adivinar lo que piensas o sientes; me gustaría que estuvieras feliz, como yo, pero únicamente noto confusión ¿Será acaso que rechazas la idea? Quisiera que no fuera así -¿Y lloraste también cuando supiste que yo nacería?-
-Así es mi amor-
-¿No querías que naciera?- Ahora entiendo por qué tu confusión
-No deseaba otra cosa en la vida, más que verte dormido en mis brazos. Conté los minutos para conocerte. Cuando supe de tu existencia, nunca más me volví a sentir sola- te respondo, es que no sé cómo explicarte lo mucho que te quiero, lo mucho que me alegró saber de ti –si lloré como ahora no fue de tristeza, fue de absoluta felicidad Trunks, como ahora, que me siento la mujer más feliz del mundo, por que hay un nuevo ser que crece dentro de mí- te señalo mi vientre, tu ya sabes que ahí se origina la vida, y con tu aún pequeña mano, me acaricias, ahora sé que estás perplejo
-Siento su ki- me dices emocionado, debes estar reflexionando sobre lo diminuto que debe ser, que se siente frágil, pero está seguro. Nuevamente me abrazas, pero esta vez con pleno conocimiento, y sonríes conmigo, estás feliz y yo no puedo serlo más, te tengo a ti, tengo a mi bebé y al hombre que nos mira desde la puerta, que acaba de enterarse como tú, del motivo de mi llanto.
Tras ese rostro impasible, y la postura con los brazos cruzados que siempre adoptas, sé muy bien Vegeta, que no estás indiferente, por que hay algo que no puedes disimular, y eso es el brillo que hay en tus ojos, que me miran y me hacen sentir cálida.
¿Entiendes eso mi bebé? Debes saberlo, no hay nada en este mundo que me haga más feliz ahora de lo que me hacen ustedes, mi familia.
Sólo resta esperar a que nazcas tú.
Fin.
