Aquí os dejo el primer capitulo de este fic, espero que os guste y que no me matéis, es algo gore, pero bueno, espero que guste.

Un besazo.

Dedicado a Sam, a ariadonechan y a Shasa Braginski


Hace mucho, mucho tiempo, en una pequeña aldea de lo alto de los montes nevados vivía una joven familia formada por tres hermanos, la hermana mayor Yekaterina, era una joven rubia de sonrisa amable y grandes atributos, la hermana menor era Natalia, una joven que era muy hermosa, tan hermosa como aterradora, entre amabas hermanas estaba el mediano, el único hombre que la madre de ambas chicas había logrado dar a luz, el joven de ojos amatistas y cabellos rubios se llamaba Iván Braginski y era la persona más temida del pueblo debido a la maldición lunar que recaía sobre él.

Desde que nació, el pobre niño se vio atormentado por el destino y la luna, haciendo que cada vez que la dama blanca del cielo (la luna), estuviese llena su cuerpo sufriese una terrible transformación dejándolo convertido en un horrible ser, en una bestia anhelante de sangre que atacaba a los viajeros desprevenidos y al ganado sin cuidado alguno, dejando un reguero de sangre.

Un día cuando el joven cumplió los veinte años, los aldeanos cansados de tanta masacre se reunieron en una taberna.

-Opino que deberíamos hacer algo daze~- opinó un joven de cabellos castaños con un rulito en la frente- estoy harto de que cada luna llena ese bicho se coma mis cosechas.

-Hay que echarle de aquí aru-dijo otro joven de larga cabellera castaña amarrada en una coleta- Pero a ver quien le echa narices.

Las gentes del bar se miraron entre si, ninguno osaría acercarse a Iván, era en su forma humana y le rehuían, imaginaos lo que no harían en su forma animal. Hubo entonces alguien que habló.

-Yo me encargaré de él- dijo un joven rubio de ojos azules que llevaba gafas- dejadme a mi a ese monstruo.

-Tu no durarías ni un asalto frente a él extranjero-dijo un joven de manera seria-no te las des de héroe.

-¿entonces quien?-preguntó el rubio mirando a la sala.

-Seré yo el que lo haga-dijo un hombre encapuchado- yo me encargaré de el joven, solo decidme donde vive y yo haré el resto.

La sala entera se giró a ver al hombre que en ningún momento se quitó la capucha, impidiendo que el resto pudiera ver su rostro. Tras un rato de pensar la sala entera decidió que fuese el encapuchado el que se encargase del rubio.

-¿Quién eres?-preguntó el joven de larga cabellera cuando el encapuchado abandonaba el local

-Llámame Khan –dijo antes de salir en dirección a casa de Iván.

Aquella noche, a pesar de ser de luna llena, las nubes impedían que esta se dejase ver, por lo que Iván tranquilamente atravesaba el bosque en dirección a su casa con el único pensamiento de pasar una tranquila velada junto a sus hermanas. Mientras caminaba tarareaba una canción.

-Manchado con las gotas de amargas lágrimas, fue un feo y oscuro cuento de hadas maldito~~~-cantaba mientras caminaba por el bosque- el cuerpo fue atormentado por el destino desde que nació-siguió mientras caminaba- una agradable oscuridad fue pintada en un instante-su nariz detectó un olor a chamusquina- desde el momento en que aquellas cosas brillantes aparecieron.

Sus ojos amatistas se elevaron al cielo para vislumbrar una columna de humo, comenzó a correr como alma que lleva el diablo, aquella torre de humo negro provenía de su casa. Al llegar descubrió algo horrible, su casa estaba ardiendo hasta los cimientos y sus hermanas estaban dentro, sin pensarlo mucho se adentró en la casa llamando a sus hermanas, no hubo respuesta.

Al llegar al salón envuelto en llamas, pudo distinguir entre estas dos cuerpos tendidos en el suelo, dos cuerpos inertes, sin vida que tenían los ojos abiertos, ojos que miraban a la nada.

-están muertas- dijo una voz a su espalda, Iván se giró a tiempo para parar una patada que iba a su rostro- valla, tienes reflejos cachorro.

-¿Quién eres?-preguntó hierático-¿has sido tu quien las ha matado?

-Puede-el encapuchado sonrió, su sonrisa blanquecina se dejo ver entre las sombras de la capucha- y tu vas a acabar igual.-sacó una escopeta

Pero por azares del destino las nubes se disiparon un poco y un rayo de luna entró en la estancia iluminando a Iván que empezó a gritar. Sus manos despedazaron las ropas salvo la bufanda, su cuerpo se llenó de un pelaje blanco y su cuerpo se volvió el de un lobo, un lobo ártico de mirada llena de odio, odio hacia esa persona que le había arrebatado su felicidad.

Gruñó, antes de abalanzarse sobre el hombre que no tuvo tiempo de disparar, iván le mordió el brazo con fuerza, haciéndole sangrar, pero entonces el hombre sacó un cuchillo de dios sabe donde y se lo clavó al estomago al animal que retrocedió adolorido mientras gruñía.

-Vamos cachorro, demuéstrame que es lo que puedes hacer-le retó

Algo en el insitito del lobo le hizo salir de allí, la casa se estaba cayendo a pedazos, pronto no podrían ni respirar, sin dudarlo mucho Iván saltó por la ventana de la casa aterrizando firme sobre la nieve blanca y marchándose de allí sin darse cuenta de que estaba dejando un rastro de sangre tras él.

Tras una larga carrera llegó al borde de un acantilado, allí triste aulló a la luna mientras las lágrimas caían por sus peludas mejillas. Un disparo le pasó rozando la oreja, ante él estaba Alfred F Jones, el joven que se había ofrecido voluntario en primer lugar para acabar con él. Iván le gruñó, no tenía casi fuerzas para atacar, por azares del destino hizo que el borde del acantilado se partiese haciendo que el lobo blanco cayese junto a las rocas al río que había más abajo.

Alfred se asomó con cuidado al borde, no había rastro del animal lo que se había era un reguero de sangre que cubría las aguas del río.

-Está muerto-sentenció Alfred marchándose sin saber que desde las sombras una figura le acechaba, una figura con una sonrisa lobuna.

-me pregunto que hará ahora el cachorro.


Ya había amanecido, poco a poco su pelaje blanco se fue cayendo, a cada paso que daba el pelaje se caía de su cuerpo, dejando una piel blanquecina, estaba agotado, tenía sueño y veía borroso debido a la pérdida de sangre, instintivamente comenzó a cantar por lo bajo.

-En frente de mi adolorido ser, junto con la noche, una bendición apareció-Si saber como llegó hasta un enorme campo de flores, allí había una figura vestida de rojo-El sonido del viento, el bosque depresivo-cayó de rodillas- y una figura vestida de rojo.

Entonces se desmayó a los pies de aquella figura vestida del color de la sangre

Espero que os haya gustado, la canción qu canta Iván se llama "gekkou to kuro" la canta Taito de vocaloid, y es la que me ha ayudado a hacer este fic.

Nos vemos en el próximo capitulo, pásense por mis otros fics