-Sennin-
Prologo:
No era fácil observar a todos los niños marcharse, ni menos alejarse de él por la voluntad de sus padres. Si, claro, había niños como Chouji, Kiba y Shikamaru que jugaban con él, pero al momento de la llegada de sus padres se marchaban con un simple adiós. Solo hace un mes que el Hokage le saco del orfanato para vivir solo. Nunca entendió el enojo del anciano por esa gente, es verdad que comía menos que los demás y no le permitían ir a las entrevistas de adopción, pero siempre había tenido ese trato y a nadie le había sorprendido, ¿Por qué él se enojaría?
Ahora el rubio estaba sentado a los pies de una resbaladera observando el atardecer. Siempre se iba en cuanto el sol se metiera, sin importar que estuviera solo en el parque, no es como si alguien le estuviera esperando en casa. El sol llevaba su mitad oculta cuanto tuvo una inesperada interrupción.
Los arbustos que estaban próximos a la resbaladera comenzaron a moverse, lo que llamo la atención del rubio. Precavido, Naruto se puso en pie y espero, solo que nada le preparo para lo que iba suceder a continuación. Tres cachorros saltaron hacia él derribándolo, y comenzando un jugueteo entre ellos.
"¡Les dije que no se alejaran! ¿Por qué no me escuchan?" Gruño una voz viniendo de la misma dirección en que llegaron los tres cachorros, pero Naruto no pudo prestarle atención, los perros continuaban jugando sobre él. "¿Eh?"
"¿Tu eres… ¡Ack! ¡No lamas ahí, haces cosquillas! …la dueña de estos cachorros?" Pregunto el rubio tratando de sacar los perros de encima suyo. Pareció que la muchacha hizo un gesto, o algo similar, porque el trio de animales se alejó inmediatamente, regresando ante la desconocida. "Gracias, son cachorros pero son muy fuertes."
"Es extraño, según mi madre los cachorros Inuzuka siempre desconfían de los extraños, incluso si son de la misma aldea." La muchacha se acercó al rubio y le ayudo a levantarse. "Lamento sobre eso, me los acaban de entregar. Mi nombre es Inuzuka Hana, entrare a la academia dentro de poco."
Aceptando la mano de ayuda, Naruto se puso en pie. "¡Uzumaki Naruto, futuro Hokage'ttebayo!" Contesto el rubio como siempre lo había hecho.
La muchacha se rio ante el grito de confianza. "¿Hokage? ¿No crees que es un sueño un poco grande para un enano como tu?"
"¡Tengo seis años! Voy a crecer y dentro de unos años me convertiré en ninja´ttebayo." Continuo un tanto molesto.
"Yo tengo nueve y entrare dentro de poco a la academia ninja, a ti aun falta bastante." Insistió Hana con un poco de aire de superioridad.
"¡Eso lo veremos! ¡Le pediré a Jiji que me haga entrar a la academia antes de tiempo y terminare antes que tu'ttebayo!" Respondió el rubio en un intento de desafío vacío. El rubio estaba consiente de que el Hokage no le dejaría entrar. Él ya lo había intentado y fallado, bajo el argumento de que aun era muy joven. "¡Además, ¿No crees que es muy tarde para que una niñita este caminando por la calle?"
"¡Mi madre me dio permiso para vincularme con los Hermanos Haimaru!" Grito en consecuencia, finalmente esbozo una sonrisa satisfecha. "Después de todo debo entrenarlos bien para que cuando entre a la academia dentro de unos meses estén en buen estado." Se encargo de resaltar esas palabras con malicia, causando el efecto deseado de provocación en el rubio. Mientras la lucha entre los dos niños comenzaba los tres cachorros entre ambos simplemente observaban sentados, moviendo sus cabezas en sincronización, de izquierda a derecha, a ritmo en el que ambos discutían y argumentaban; dicha discusión se veía bastante interesante. Sin saber que eran los primeros en ver el desarrollo de una nueva amistad.
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~Siete años más tarde~
"Es el destino, es lo que te marca de nacimiento. Es el destino que decide que eres un perdedor." Fueron las dolientes palabras de Hyuga Neji antes de que el rubio saliera corriendo de la academia. Por segunda vez había fallado su examinación Genin, y esto significaba solo una cosa: otro año más en la academia.
"Y esto es peor, Sasuke-teme esta en esa clase." Pensó amargamente. Mientras que un año sin Neji sonaba increíblemente bien, el único miembro Uchiha del pueblo era solo otro equivalente a Neji. Por otro lado iba a extrañar a Lee, por alguna razón él también había pasado el examen y mientras se sentía bien por ello, también pensaba en la injusticia de aquello. Al igual que Naruto, Lee no podía usar Jutsu. ¿Cómo pudo aprobar? Por lo menos él podría hacer Henge y Kawarimi.
Soltando un suspiro Naruto observo desde su habitual columpio a todos los graduados ser felicitados por sus padres. Era tan solo echar sal a la herida, como si no fuera suficiente no aprobar, tampoco tenia alguien que lo esperara en casa. Frustrado y evitando seguir viendo aquella escena el rubio se fue sin saber que estaba siendo observado por uno de sus profesores.
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"¿Cuál de las dos es?" Pensaba exaltado el rubio. Su Orioke no Jutsu había noqueado al Hokage momentáneamente, pero tenía un dilema frente a sus ojos. Mizuki le había pedido como prueba robar el Pergamino Prohibido de la aldea para que aprendiera uno de los Jutsu que contenía y de esa manera poder graduarse. El problema estaba en que había dos pergaminos bastante grandes. "¿Cuál de los dos?" Exasperado y notando un leve quejido del Hokage se apresuró en tomar ambos para salir por la ventana.
En unos minutos estaba en el bosque, el lugar perfecto donde podría aprender un jutsu del pergamino. "¿Cuál de los dos?" se dijo observando a ambos. En verdad eran diferentes pero sus tamaños eran similares. Se decidió por el de la izquierda, revelando varias técnicas. Finalmente se decidió por una al azar. "Kage Bunshin no Jutsu." Leyó en voz baja notando que tenía incluso una variante. "Taiju Kage Bunshin no Jutsu. Casi son los mismos sellos de mano. ¡Esto será pan comido'ttebayo!"
Una vez memorizado los sellos tardo media hora en completar la técnica a su gran sorpresa. En verdad se había agotado, pero una vez dominado era mucho más simple que el Bunshin no Jutsu que le enseñaron en la academia. Estaba muy feliz.
"Pero… ¿Y si este no es el pergamino? Tal vez sea el otro… aprenderé uno de cada uno para estar seguro." Naruto, que ni siquiera había revisado el otro, lo abrió por primera vez. Lo primero que encontró fue el kanji de un nombre y parecía estar escrito con sangre. "Aquí dice… Sa-ru-to-bi Hi-ru-zen." Deletreó con lentitud. "¿El nombre de Hokage-jiji?" se dijo sorprendido. Extendió un poco más el pergamino para encontrar lo que decía al inicio.
"Contrato de Invocación de Monos. ¡Ah! Recuerdo que el anciano pode invocar monos…" grito impactado con su descubrimiento. Inmediatamente leyó unos sellos escritos bajo esto, los cuales indicaban la técnica de invocación. "Jabalí, Perro, Pájaro, Mono, Carnero." Estaba tan emocionado al aprender el modo de hacer el jutsu que ni siquiera se detuvo a leer el resto, ni de como había que firmar el contrato primero con sangre. Tan solo cerró el pergamino y junto al otro lo amarro a su espalda. "¡Aquí vamos! ¡Kuchiyose no Jutsu!" A penas la mano había tocado el piso Naruto desapareció en un cumulo de humo.
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Gamakichi era un sapo sencillo. Su sueño era ser tan poderoso como su padre, Gamabunta. Pero faltaban años para ello, incluso necesitaría experiencia para serlo. Por eso es que se veía tan lejos con solo un invocador: Jiraiya. Anteriormente escucho relatos de su padre sobre otro invocador, el aprendiz de Jiraiya: Yondaime Hokage, Namikaze Minato. Lamentablemente a su infortunio había muerto incluso antes de que Gamakichi naciera.
Suspirando el sapo rojo vestido con una pequeña chaqueta azul continuo su paseo matutino cuando en pleno bosque se encontró un niño. El sapo estaba sorprendido de encontrar un humano por estos lugares, ninguno podía atravesar la barrera de genjutsu, salvo por los que hubieran firmado el contrato. Solo quedaba una solución: aquel muchacho había realizado el jutsu de invocación sin firmar contrato, demostrando tener afinidad con los sapos.
"¡Hey, niño!" grito Gamakichi.
El rubio mantenía una mirada atontada al ver sus alrededores tan cambiados. Se veía como una selva o bosque bastante exótico, nada parecido a Konohagakure no Sato. "¿Eh? Tu no pareces ser un mono." Dijo el rubio. "Espera… ¿Estas hablando?"
"¿Cómo que un mono? ¡Soy un sapo! ¡Y por supuesto que estoy hablando!" Se quejo Gamakichi ante tanta ignorancia acumulada por el rubio.
"Eso puedo verlo'ttebayo…" gruño Naruto, aunque pronto formo una expresión de frustración y comenzó a hablar en voz alta para si mismo. "Pensé que había realizado los sellos bien. El pergamino decía que lograría convocar monos…"
"Mm… ¿No firmaste el contrato antes de intentar invocar, cierto?" pregunto Gamakichi interrumpiendo el monologo del rubio.
"¿Firmar?" Repitió Naruto sorprendido.
"Si, para invocar un animal primero necesitas firmar su contrato correspondiente con tu sangre. Si no has firmado un contrato antes entonces al realizar el jutsu este te enviara a la zona de invocación con la que tengas afinidad, que es donde estas en este momento. Monte Myobokuzan, el hogar de todos los sapos invocados." Explico con detalle el pequeño sapo rojo.
"Entonces por eso estaba el nombre de Jiji escrito con sangre…" Murmuro intrigado. "Espera…" Interrumpió a si mismo su dialogo interno recordando cierta palabra que uso el sapo. "¿Afinidad?"
"Diferentes tipos de humanos trabajan mejor con ciertos animales que otros. Tal parece que tu posees afinidad con nosotros, eso es mejor que firmar el contrato de un mono, ¿No te parece?" dijo alegremente el pequeño. "Pero antes de firmar nuestro contrato te llevare con nuestro líder, sígueme." Decidiendo no contradecir al pequeño individuo, Naruto le siguió atreves del bosque nocturno. Poseía flora bastante extraña, como grandes ojos de tamaños de un árbol.
En unos minutos llegaron a lo que parecía la casa central. "¡Fukasaku-oji-sama!" grito el sapo al interior de la casa.
No tardo en responder. "Voy, voy… mis huesos no son tan fuertes como lo eran antes." Se quejaba la voz. Bajando por unas escaleras se revelo un pequeño sapo verde y anciano, con barba y cejas blancas, vestido con una capa gris bastante gastada. "Kichi-chan… ¿Eh?" En efecto, lo primero visto por el anciano fue al sapo rojo, pero su expresión cambio al ver al humano tan desconocido como familiar. "¿A quien traes ahí?"
"Este niño demostró tener afinidad con los sapos, lo encontré en el camino. Tal parece que quería invocar monos." Explico un tanto divertido y sacando un gruñido de Naruto.
"Mmh… ¿Nombre?" Fukasaku tenía sus sospechas, pero antes que nada debía comprobar.
"¡Uzumaki Naruto, Futuro Hokage!" grito con fuerza, pero su gran grito llego a un abrupto final al recordar algo importante. "¿Quiénes son ustedes?"
"Yo soy Gamakichi." Se presento el sapo anteriormente conocido.
"Soy Fukasaku, uno de los dos sabios del Monte Myobokuzan." Se presento el segundo sapo más anciano, considerando la presentación del rubio con una sonrisa sincera. "La actitud de su madre y la voluntad de su padre, no hay duda, es su hijo." Solo con escucharlo toda duda fue aclarada, pero antes debía asegurarse.
El sabio cerró sus ojos canalizando sus sentidos de sabio para leer el interior del muchacho, o más específicamente, su red de chakra. Se sorprendió al notar la enorme cantidad que poseía, incluyendo el notable descontrol sobre él. Pero lo más importante era la densidad de su Chakra, un tipo similar solo había sentido dos veces: la primera fue Uzumaki Mito, la segunda fue, la ya entendida madre del muchacho, Uzumaki Kushina. Eso significaba que potencialmente el muchacho podría desarrollar el mismo Kekkei Genkai que sus antecesoras Jinchuriki.
"Bien, muchacho. Tienes una actitud fuerte, te dejare firmar el contrato." Tanto el rubio como el sapo pequeño abrieron sus ojos en sorpresa.
"¡Yatta!" Grito Naruto con optimismo.
"¿Qué?" Acompaño al rubio Gamakichi con un grito. "Pe-pero acaba de llegar, ¿No lo vas a evaluar o algo? Solo hay un humano capaz de convocarnos, ¿no crees que se lo dejas muy fácil?" cuestionaba rápidamente, pero el sapo anciano seguía sonriendo. Pareció que realizo un gesto que Naruto no capto porque en segundos otro sapo mucho más grande apareció.
"Naruto-chan, él es Gama, custodio del pergamino de convocación." Entendiendo a lo que el sapo sabio trataba de decir, el otro de tamaño superior revelo su lengua sacando desde el interior de su boca el pergamino. Mientras que resultaba asqueroso, era sorprendente que estuviera sin saliva. Fukasaku lo extendió y lo mostro al rubio. "Debes firmar con tu sangre justo aquí." Señalo el anciano junto otros dos nombres. Naruto tomo la oportunidad de leerlos.
"Ji-ra-iya… ...Na-mi-ka-ze Mi-na-to…" Naruto paro sus pistas cuando repetía ese nombre una y otra vez. "Por alguna razón se me hace familiar." Menciono en voz alta, causando otra risa de Fukasaku.
"Por supuesto que se te es familiar, él era el Yondaime Hokage después de todo." Informo a la sorpresa absoluta del rubio. "Jiraiya era su sensei, uno de los Densetsu no Sannin." La mirada de sorpresa del rubio era inestimable. Estaba firmando el mismo contrato de convocación que el Cuarto Hokage, nombrado como el ninja más fuerte en Konoha. Esto le dejaba un paso más cerca a su sueño. Al terminar de firmarlo, inmediatamente le fue arrebatado por la lengua de Gama, regresando a su boca.
"Ya que esta todo listo, ya esta siendo hora de que regreses a Konoha." Antes de que Naruto pudiera decir algo, desapareció en un cumulo de humo. "Gamakichi-chan, avísale a Ma-chan que debo hablar con el Hokage. Que no se preocupe." El sabio sapo fue el segundo en desaparecer en un cumulo de humo.
Encogiéndose de hombros, el joven sapo fue al interior de la casa con el propósito de realizar el pedido. "Tal vez con ese rubio finalmente las cosas serán más interesantes."
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Inuzuka Hana era uno de los miembros líderes a cargo del Grupo de Rastreo de Konoha. Siendo ascendida recientemente a Chunin le dieron la oportunidad de realizar misiones por si sola en conjunto a sus canes: los hermanos Haimaru. Lamentablemente esta misión no era algo para disfrutar, después de todo el pedido era rastrear a Uzumaki Naruto, quien había robado el Pergamino Prohibido. Ella sabia que el rubio jamás haría algo similar, no sin una razón.
Los perros pararon su rastreo olfateando sus alrededores, la propia Hana confirmo sus sospechas con su olfato desarrollado. "El rastro de Naruto termina aquí." Pensó parada sobre una rama, observando el suelo. "La única forma que un rastro termine, es cubrirlo, borrarlo, pero no huelo indicios de algún limpiador, tampoco hay agua para cubrir el rastro. La ultima alternativa seria un Justu tiempo-espacial, ¿Quién seria capaz de realizar uno?" Sorpresivamente, en el mismo lugar donde se terminaba el rastro, un cumulo de humo apareció revelando a Naruto.
Aturdido, Naruto pestañaba severamente notando el drástico cambio a sus alrededores. Estaba de vuelta en el bosque, exactamente en el mismo lugar de donde había desaparecido. Con una sonrisa busco a sus alrededores. "Ahora a localizar a Mizuki-sensei para que me di mi promoción a Genin." Pensaba con optimismo.
"¡Naruto!" El grito saco de sus pensamientos al rubio, notando que frente a él aterrizaba Hana. "¡Regresa el pergamino, aun estas a tiempo!"
"¿A tiempo? ¿Había un tiempo limite?" pregunto horrorizado. "Pero Mizuki-sensei dijo que debía aprender el jutsu para graduarme antes de que él me encontrara, y aun no llega." Trato de explicarse, pero la expresión de sorpresa, y alivio parcial, hicieron dudar al rubio. "¿Qué ocurre Hana-chan?"
"¡Finalmente apareces, Naruto!" A unos pasos de distancia y a espaldas del no-graduado aterrizo Mizuki. "Entrégame el pergamino."
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Al mismo tiempo Iruka llegaba a la oficina del Hokage.
"Naruto, ¿Por qué?" Pensaba amargamente el instructor de academia. Era triste que Naruto no hubiera aprobado, pero no era culpa suya que no hubiera aprobado. Le dolía que hubiera recurrido a esto e incluso había estado buscándole incansablemente para obtener respuestas, y tal vez una posibilidad de hacerle entrar en razón. El rubio no era una mala persona, tan solo sufrió mucho ante la ignorancia de los aldeanos. Fue odiado e ignorado al punto de querer llamar la atención. Iruka lo sabía desde primera instancia, ya que él mismo sufrió un pasado similar. Gracias a eso logro entablar con el rubio cierta amistad, en ocasiones le sacaría a comer ramen o charlarían.
"Hokage-sama, he revisado en todas partes del pueblo y hasta ahora no he tenido indicios de su ubicación. Por un momento pensé seguir su rastro, pero en algún momento pareció como si se desvaneciera." Explico el Chunin. "Deme algo más de tiempo y lograre…"
¡Poof!
En un cumulo de humo se materializo un sapo anciano sobre el escritorio del Hokage. En unos segundos el ser diminuto se encontró cara a cara con el dueño de la oficina. "Hiruzen-chan, veo que el tiempo no perdona." Comento el ser verde divertido al ver la vejez del líder.
"Fukasaku-sama, en verdad ha pasado tiempo desde la ultima vez que nos vimos. Siempre es un honor su visita en la aldea y en mi oficina, pero temo que estamos en una situación bastante problemática." Se explico cortésmente el anciano Hokage. "¿Podría esperar unos minutos a que..."
"Por casualidad esta situación, ¿No tendrá que ver con Naruto-chan?" Pregunto el Sabio Sapo sorprendiendo a los dos individuos presentes. "Ese muchacho se traslado al Monte Myobokuzan gracias al primer intento de Jutsu de Convocación, demostrando su afinidad latente para con los sapos."
"¿Kuchiyose no Jutsu? ¿Naruto llego ahí? Entiendo que se llevo igualmente el pergamino de convocación de monos, ¿Cómo fue que llego ahí?" Dijo confuso el anciano líder.
"Tal parece que Naruto-chan tiene la imprudencia de cierta persona que ambos conocemos. Realizo el jutsu sin haber firmado el contrato previamente." Explico divertido, lo que ocasionó una respuesta similar en el Hokage, aunque también un cierto alivio.
"Me alegra, Enma no hubiera logrado controlar al muchacho. Entonces, ¿se encuentra en Myobokuzan?" Pregunto una vez más con su paradero desconocido.
"No…" Fukasaku tomo sobre la mesa la bola de cristal que usaba el Hokage en un intento de localizar al rubio con dicho objeto. El sabio sapo controlo el instrumento con gran habilidad, en tan solo unos segundos hizo aparecer en la bola de cristal el paradero del rubio. "…regreso hace unos minutos al mismo lugar donde realizo el jutsu. Fuera de eso, no entiendo lo que esta pasando." En la esfera se mostraba a Naruto, Hana y una persona que causo cierto impacto en el Chunin presente.
"¡Mizuki!" grito el instructor de academia. "¿Qué es lo que hace ahí?"
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"¡Entonces Mizuki engaño a Naruto!" Concluyo enfadada Hana. "¡No lo escuches, Naruto! Mizuki planeo todo esto. En estos momentos todo el pueblo te esta buscando bajo la creencia de que eres un traidor. Mizuki quiere robar el pergamino e inculparte por sus crímenes." Explico rápidamente al rubio. "Regresa el pergamino."
"¿Qué? ¿Qué quieren decir?" Mencionaba aturdido. "¿Mizuki-sensei hizo esto? Pe-pero, él dijo que lograría ser Genin si aprobaba esto." Pensaba tratando de reorganizar sus ideas. Ambas eran personas que él confiaba plenamente, que su propio instructor le fuera a engañar sonaba ridículo. Naruto enfoco su vista en el ninja masculino, quien mostraba una versión cínica y perversa de una sonrisa. "¿Mizuki-sensei?" Pregunto en busca de alguna confirmación o defensa.
"¿En serio le vas a creer? ¿Considerando lo que en verdad piensa de ti? ¿Lo que todo este pueblo piensa de ti?" Pregunto un tanto divertido, de una forma no sincera.
Por otro lado, Hana noto a que se refería y su mente salto al instante. "¡Mizuki! ¡Detente en este instante! ¡Sabes que es un secreto de Clase-S! ¡Esta prohibido!" grito asustada. No tenia idea de que haría el rubio si se enterara. No en una situación como esta.
"¿Lo vez? Mírala, ella como el resto del mundo se burlan a tus espaldas ocultando lo que en verdad eres." Agrego profundizando su sonrisa.
"¡Mizuki, no!"
"Es la razón por la que todos te odian: las miradas, la soledad, el trato. Todo se resume trece años atrás, al ataque del Kyubi no Yoko. Nuestro querido Yondaime Hokage…" Escupió con cinismo y odio ese nombre. "…no derroto al Kyubi, lo sello dentro de un niño desafortunado que escogió nacer ese día. Un mocoso sin padres o familia… tu." Finalizo casi sádicamente, su mirada que vibraba con locura y maldad revelaba la turbia verdad. "No eres más que un demonio, es lo que todos ven, lo que Hana ve, hasta tu queridísimo Iruka-sensei ve." El Chunin traidor se llevo la mano a su espalda tomando su Shuriken Gigante. "Con eso en cuenta, le haré un favor al pueblo eliminando al demonio."
Naruto se mantenía en pie, pero no gracias a su fuerza. En este instante su vida pasaba ante sus ojos sin tomar en cuenta las acción de Mizuki, mientras todo tomaba sentido: las miradas, el trato, el odio; todo el entendimiento de su vida fue completo. "Soy un demonio, tengo que serlo… en mi interior esta… esa bestia esperando salir, esperando para destruir todo." El miedo y las palabras de Mizuki hicieron que aceptara lo que venia a continuación, observando como lanzaba el Shuriken en su dirección.
"¡Muere demonio!"
Naruto cerró los ojos.
El golpe nunca llego, el rubio fue derribado por otro cuerpo mientras sentía varios ladridos. Pensando en ello abrió los ojos al no sentir dolor. Hana estaba sobre el con el Shuriken enterrado en su espalda, se le veía dolida y sus ojos mostraban lagrimas al toparse con los suyos.
"No es verdad, nada de lo que dijo Mizuki es verdad." Confeso Hana sobre el rubio, mirándolo atentamente con una sonrisa. "Supe la verdad cuando me ascendieron a Chunin, era una de las cosas importantes que estaban dentro de nuestras responsabilidades, igualmente era un deber del Hokage al ser cercana a ti." Naruto no cerró los ojos, incluso sus lágrimas caían para que se mezclaran con las propias. "Desde antes de considere como mi mejor amigo. Fue gracias a los Hermanos Haimaru que te encontré, y ellos no se acercarían a un demonio. Confió en su juicio."
"Desde que te conocí admire tu determinación para no rendirte nunca, aun cuando ibas mal en la academia o presenciaba el odio de los aldeanos. Pero cuando el Hokage me dijo de tu condición, esto no solo no cambio. Mi admiración por ti aumento, estaba… estoy tan orgullosa de ser tu mejor amiga, de verte avanzar aun cuando tienes todo encontrar tuya." Hana recordaba todos esos momentos juntos, ya sea paseando o entrenando con los Hermanos Haimaru, viendo películas en el lugar de Naruto o comiendo ramen. Momentos que tan solo afirmaban la creencia de Hana. "Tu haces que yo me esfuerce más, gracias a ti logre ser un veterinario y Chunin. Porque viéndote a ti, solo me hace querer tener la misma determinación que tu. Por eso… mi mejor amigo… jamás has sido un demonio." Concluyo Hana sonriendo sinceramente y Naruto no tuvo otra opción que creerle, no podía negarse a esa sonrisa sincera.
"¿Le proteges? ¿Aun sabiendo en verdad le proteges? ¿A esa cosa?" Gruño el Chunin traidor, aunque se volvió una risa casi depravada o desquiciada. "Bien, bien, si ese es el caso, acabare con el demonio y la perra del demonio."
Mizuki lanzo un grupo de Kunai contra ambos, pero el rubio logro bloquearlo con un propio, dándole el tiempo de sacar el Shuriken Gigante de la derribada Hana. El trio canino gruñía con fuerza ante la presencia del enemigo. "No se preocupen, yo les protegeré, a ustedes y a Hana." Confirmo el rubio con el Shuriken en sus manos. Se lo lanzo a Mizuki, pero este lo evadió como si se tratara de una broma. "¡No tocaras a Hana-chan!"
"¿Detenerme? ¿Tu? ¿El chiste de la academia? Solo necesitaría un golpe para vencerte." Respondió con burla y gracia.
"Cada golpe que me des te lo regresare multiplicado por mil…" Naruto comenzó unos sellos de mano. "¡Taju Kage Bunshin no Jutsu!" Inmediatamente aparecieron una cantidad inimaginable de replicas del rubio a la sorpresa de todos. Estaban en todas partes, tierra y arboles, cubriendo todo de naranja y azul. No se podían contar, tal vez en verdad había mil de ellos.
"Imposible, Naruto jamás logro hacer el Bunshin no Jutsu antes…" Hana observo los pies del rubio que estaban doblando la hierba en donde estaban de pie. "…son… …solidos." Incluso los perros se sentían abrumados al sentir tal cantidad de chakra utilizado. "Naruto-kun… eres asombroso." La joven del clan Inuzuka jamás había visto tanto naranja en toda su vida.
"¡No volverás a tocar a mi Hana-chan… o a cualquier otra persona importante para mi!" Grito cuando todos se lanzaron contra el Chunin traidor. El grito de Mizuki pudo ser oído por todo el bosque.
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El espectáculo fue visto por las tres personas en la oficina.
"Semejante determinación no la he visto hace tiempo." Comento Fukasaku divertido a los otros dos. "Es por eso que estoy aquí." Aclaro a los presentes. "Cuando estuvo en Myobokuzan pude echar un vistazo rápido a su red de chakra y note que tiene una gran cantidad y densidad."
Hiruzen noto inmediatamente a lo que el sapo se refería, Iruka no lo noto. "¿Densidad?"
"Un raro Kekkei Genkai único y escaso en los Uzumaki, la capacidad de darle resistencia física al Chakra. Un ejemplo son las Cadenas de Chakra de Kushina Uzumaki tan resistentes como para sostener al Kyubi no Yoko sin romperse." Explico el Sapo, pero no era el fin de la explicación. "Dentro de lo escaso es más común que lo desarrollaran las mujeres Uzumaki debido a la capacidad natural de la mujer de tener mejor control de chakra. Es una habilidad difícil de controlar ya que se requiere un dominio extremo en la Manipulación de la Forma."
"Pero Naruto posee un terrible control." Refuto Iruka.
"Eso lo se, lo note al momento de sentirlo en su interior. Puedo darle un control aproximado si le entreno en el Monte Myobokuzan. Los sapos necesitamos dominar nuestra energía interior para dominar la energía exterior. Si es posible, debería necesitar un año para tener resultados, de lo contrario le regresare." Fue la petición del sabio.
"¿Un año? Naruto aun no aprueba oficialmente, ni siquiera es un Genin." Refuto Iruka.
"Eso lo hace aun mejor. Déjenme tomar el entrenamiento de Naruto-chan por el siguiente año y les aseguro que le convertiré un Genin hecho y derecho." Sugirió adicionalmente. Iruka quedo estupefacto. "¿Qué piensas sobre esto, Hiruzen-chan?"
"Creo que seria una oportunidad única que no deberíamos desaprovechar." Sonrió el Hokage.
"Pero la academia…"
"…carece de los ejercicios de chakra para que Naruto pueda desarrollarse correctamente. Sus grandes reservas hacen que los ejercicios destinados a los niños, que naturalmente tienen muy poco chakra, sean totalmente ineficaces. Esa es la razón por la que le cuesta usar tanto los jutsu." Interrumpió el Hokage. "Muy bien, Naruto se marchara apenas…."
La puerta de la oficina se abrió de golpe revelando tanto a Hana como a Naruto tras de ella. Se veía apenado con ambos pergaminos sobre su hombro. "Inuzuka Hana ha cumplido con su misión, localice a Naruto cuando…"
"Lo sabemos Hana-san, hemos visto todo incluso la traición de Mizuki." Relato Hiruzen, cosa que saco un gesto amargo de la cara de Iruka. Mizuki fue su mejor amigo, que traicionara su pueblo y, lo que es peor, la confianza de su propio estudiante era una falta garrafal. "También conocemos sobre la revelación de su estado a Naruto." La mirada abatida era todo lo que necesitaba Hiruzen para entender sus pensamientos. "Sabes que no eres un demonio Naruto, yo lo se; y tanto los ninjas de Konoha como Iruka lo saben. Por lo que a mi respecta eres un héroe para todos nosotros." Aclaro el Hokage al rubio, la mirada de este se ilumino. "Si no se te dijo fue para darte un poco de protección, al igual que no se le dijo a la generación más joven."
Naruto simplemente asintió en entendimiento.
"Ahora, al siguiente asunto. Naruto, Fukasaku-sama quiere invitarte a entrenar bajo su tutela por el siguiente año, solo si estas dispuesto." Indico el Hokage, mucho a la sorpresa del rubio dicho sapo estaba presente sobre el escritorio del Sandaime.
"¿Entrenar con Gama-jiji por un año?" pregunto sorprendido.
"¡Naruto, ten más respeto!" Grito Iruka. "Perdónelo Fukasaku-sama." Reverencio levemente.
"No hay problema, me recuerda a Jiraiya-chan en su juventud." Anuncio divertido. "Entonces, Naruto, ¿Qué decides? Ten en cuenta que no estarás en Konoha y no regresaras hasta dentro de un año." Ese comentario adicional hizo flaquear la determinación del rubio.
"¿Fuera de Konoha?" Naruto entendió que se refería al Monte Myobokuzan. Habían tantos peros: Ichiraku Ramen, Iruka-sensei, Hokage-jiji y lo más importante, Hana. Instintivamente dirigió su mirada a la primera y ultima en su pensamiento, su mejor amiga. Ella mostraba una indirecta de pena, pero también orgullo. "¿Hana-chan?"
"Debes hacerlo, tienes una oportunidad que cualquiera soñaría y estarás más cerca de convertirte en Hokage, ¿No es ese tu sueño?" El dialogo casi hizo llorar a rubio. "No te preocupes, nos volveremos a ver dentro de un año."
"¿Prometes no olvidarme?" Casi sonó a una suplica, Hana rio ante aquello.
"Idiota." Hana golpeo levemente la cabeza del rubio. "Hemos sido amigos por los últimos siete años, un año lejos no será nada."
"Si ese es el caso, entonces acepto'ttebayo." Afirmo con fuerza. Fukasaku, Hiruzen e Iruka sonrieron.
El sapo anciano realizo los preparativos inmediatamente, realizando un contrato de invocación inverso con el rubio. Pareció que esta parte fue bastante acelerada puesto que pasaron muchas cosas en escasos minuto, e incluso fueron por sus cosas a su lugar. En lo que pareció un pestañeo ya estaban de vuelta en la oficina del Hokage con todos los preparativos listos. Naruto llevaba un pequeño bolso colgando sobre su hombro. Cada uno le despidió cortésmente, partiendo por Hiruzen, luego Iruka y finalmente…
Hana abrazo a Naruto fuertemente sin importar la diferencia de tamaño entre ambos. "Se fuerte Naruto y vuélvete más aun. No olvides comer tus vegetales y no comer demasiado ramen." El rubio no tuvo tiempo reflexionar al sentir algo tibio sobre su mejilla derecha. Hana le había besado. Con un leve tinte de sonrojo en sus mejillas Hana dijo las últimas palabras que el rubio, completamente sonrojado, escucharía. "Vuelve a mi, por favor Naruto-kun."
El rubio se soltó, mucho a su desgano, del abrazo y afirmo solemnemente. Recordando la sonrisa de Hana por lo que restaría del año, Naruto desapareció en un cumulo de humo junto a Fukasaku. Abandonando a los tres ninjas en la oficina en un silencio. Pareció que dicho silencio duro más de lo esperado, porque Hana alzo su cabeza encontrando con las miradas desviadas de Hiruzen e incluso Iruka. Pareció que la joven del clan Inuzuka capto el mensaje. Comenzó a balbucear palabras nerviosamente y decidiendo que hizo el ridículo lo suficiente salió de la oficina, a la risa de los dos shinobi aun en el interior.
Tan solo hizo falta salir para recordar algo que dijo el rubio durante su encuentro con Mizuki.
"¡No volverás a tocar a mi Hana-chan… o a cualquier otra persona importante para mi!"
Hana se sonrojo aun más de lo que estaba. "¿Mi Hana-chan? ¿Lo habrá dicho por accidente o por intención?" pensó notablemente curiosa. "Bien, en un año tal vez…" Sonriendo con aquella idea en mente se alejó de la oficina junto a los Hermanos Haimaru que esperaban afuera. "…supongo que solo me queda esperar."
Nota del Autor:
Con anterioridad, en Assassin's Creed: La hermandad de Konoha mencione que se iba a concentrar en mujeres más maduras, mientras que otra idea se iba a enfocar en las mas jovenes. Esta es la respuesta, por ahora aseguro a Hana y a dos mas: Shizuka (Aparece durante uno de los capitulos recientes de Naruto Shippuden, la ame desde que la vi) y Samui. Con esto deja dos posibles espacios abiertos: ¿Quienes? No se, aun estoy meditandolo, se ve dificil.
Como ya pudieron notar en este fanfic Naruto tendra el Kekkei Genkai Uzumaki. Me entuciasmo aquella idea al ver los "Brazos de Chakra" del Kyubi, las Cadenas de Kushina y en especial la pelicula "Linterna Verde". Obviamente sera a un grado mucho menor que el anillo de linterna, los brazos de chakra o las cadenas, ya que a nuestro rubio le costara bastante. Alrededor del Shippuden podra usar cadenas o algo mas complejo, al principio sera algo mucho mas tozco pero apropiado.
¡Comentarios!
Ya se viene un nuevo cap de Destierro
¡Esten atentos!
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