Prólogo

¿QUE ES LO QUE SIENTES CUANDO DESPIERTAS Y DESCUBRES QUE PERDISTE A LA PERSONA QUE MÁS AMAS?

NEGACIÓN

IRA

PACTO

DEPRESION

ACEPTACION

Habían pasado tres meses desde la caída de Voldemort, y Harry Potter, el niño que vivió, el gran conquistador, de ahora 19 años de edad, habiéndose pasado los últimos dos años de su vida, escondido en un mundo gobernado por la oscuridad, ahora yacía en una cama, en un estado profundo de coma.

Harry sintió su corazón volver a palpitar, era como tomar una bocanada de aire con fuerza, como si de pronto volviera a sentir su cuerpo, volviera a tener conciencia de su alrededor. Lo primero de lo que se dio cuenta era que su cabeza dolía, de que al intentar abrir sus ojos, la luz lo deslumbraba demasiado, eso sin tomar en cuenta el escozor que sentía en los brazos y en algunas partes del rostro. Escuchó movimientos a su alrededor y algunos murmullos.

"Harry ¿puedes escucharnos?" escuchó la preocupada voz de Hermione, el soltó un gemido de inconformidad.

"Señorita Granger, no lo presione de ese modo." Escuchó otra voz, sin saber que era la de la Señora Pomfrey, sus sentidos aun no despertaban del todo y todo lo que deseaba es que aquel escozor y dolor de cabeza se esfumaran.

"Vol…demort…" murmuró con dificultad.

"Se ha ido Harry, se ha ido para siempre." La escuchó murmurar y sintió como le tomó la mano con suavidad.

"Hermione, dale espacio." Escuchó la voz barítono de su mejor amigo.

Harry decidido esta vez abrió los ojos con dificultad, y lo primero que vio fue aquella mata de cabello castaño, alborotado que caía alrededor del preocupado rostro de su mejor amiga. A lado de ella, estaba Ron, quien lucía aturdido.

"Vaya susto que nos habías metido." Le dijo Ron tratando de sonar convincentemente feliz, pero había algo en su voz que no se lo permitía. "Se acabo amigo, tu ganaste."

Harry sintió que una parte de él había descansado, pero había otro sentimiento de confusión y algo dentro de él que no dejaba completamente tranquilo.

Cerró los ojos de nuevo y escuchó las respiraciones nerviosas de sus amigos

"¿Y Ginny?" Muero de ganas de verla, pedirle perdón… "¿en dónde está ella?" enfocó la vista en sus amigos antes de darle una vuelta a todo el cuarto de hospital antes volver a enfocar la vista en sus amigos, los miró aturdido y confuso. "Díganle que venga… necesito verla"

Hermione volvió la vista hacia Ron, los ojos preocupados de ella se toparon con los ojos azules de Ron, que estaban repletos de una infinita tristeza, éste bajó la vista al suelo.

Harry frunció el ceño.

"Hermione, quiero ver a Ginny." Volvió a decir claramente, con la firme esperanza de que no le hubieran entendido, que ganas de engañarse. "Por favor Hermione…" murmuró él.

"Harry descansa, es mejor que no hables…" insistió ella, lágrimas se desbordaban por sus pálidas mejillas y se perdían en su cabello chocolate alborotado. "Por favor Harry, te va a hacer mal…"

Pero Harry seguía murmurando el nombre de la pelirroja ausente.

Hermione no soportó más y se alejó de la cama. Ron seguía con la vista perdida, tomó aire, nunca había estado en una posición tan complicada, sabía cual iba a ser la reacción de Harry en tanto que se enterara, el problema era que ambos, tanto Hermione como él eran demasiado débiles de carácter, jamás habían sido capaces de enfrentar el temperamento de su mejor amigo, la única que podía hacer eso era Ginny, y ahora ella no estaba.

"Ron, por favor, se que está enfadada conmigo porque no quería dejarla pelear, pero necesito verla, te lo suplico…" murmuró Harry abrumado, Ron notó la angustia en su voz. Miró a Hermione quien desbordaba lágrimas silenciosas y lo veía sin poder intervenir en la escena, ella necesitaba que él lo dijera, ella no se sentía capaz.

"Harry, vas a escucharme y vas a tener que calmarte…no podemos arriesgar que te alteres." Miró a Madame Pomfrey de reojo, que permanecía en la esquina del ala de hospital, callada pero les lanzaba miradas de alerta de vez en cuando.

Harry sintió que el mundo se le caía encima, al momento que Ron pronunciaba las palabras.

"Ginny no aparece…" murmuró el pelirrojo, a Harry se le heló la sangre, y sintió como si el aire no llegase a sus pulmones. "Creemos que está muerta."

Hermione sollozó, los ojos azules de Ron se llenaron de lágrimas y Harry sintió que el corazón se le aceleraba, su mente negándose a aquella fría realidad a la que había despertado, una realidad en la que la persona más importante para él no estaba, no, era imposible, el destino no podía ser tan injusto con él. No era posible.

"¡No!" dijo el sencillamente, subió la mirada al techo, pero las lágrimas estaban a punto de escapársele de sus ojos verdes. Hermione se acercó precavidamente a la cama y tomó a Ron de la mano, miró a su amigo con mucha tristeza, ella hubiera dado lo que fuera con tal de evitarle tanto a su mejor amigo como a su novio, tanto sufrimiento. "Eso no puede ser…" negó Harry con la cabeza "Se que sigue enfadada conmigo y se que por eso no quiere verme, por favor, por favor, quiero verla…"

"Harry, por favor…" dijo Hermione con suavidad casi plegaria, como un ruego "tienes que ser fuerte, tienes que hacer un esfuerzo por entender, ella se ha ido…, Ron dice la verdad."

"SUFICIENTE" se incorporó levemente de la cama y los miró a ambos, ya tenía los anteojos puestos, sus respiración agitada, pero sintiendo que el aire no le llegaba a los pulmones.

"Por favor no te alteres…" suplicó ella.

"QUIERO VERLA, ELLA NO ESTÁ MUERTA, NO PUEDE ESTARLO…" gritó él, sintió toda la ira, toda la ira que estaba acumulada en su interior de la cual no podía deshacerse, jamás se había sentido tan enojado " POR QUÉ ME ESTÁN MINTIENDO?" No era cierto, Ginny no estaba muerta, de haber sabido que esa era la realidad a la que estaba despertando hubiera preferido seguir dormido, todo tenía que ser un mal sueño, sintió las lágrimas de ira deslizarse por su rostro, lleno de rasguños, sintió como si todo su mundo, su Ginny ya no existieran. "No está muerta, por favor, Hermione, por favor…." Vio a su amiga tan asustada que dejó los gritos de un lado y se limitó a suplicar "No es justo Hermione, no puede ser verdad…"se volvió a su mejor amigo, que estaba sumido en nada, estaba distante, como si los gritos de Harry no pudieran alterarlo "Ron, dime que está mintiendo, por favor Ron…"

El pelirrojo lo miró "Era mi hermana Harry, era mi hermanita pequeña¿crees que no me gustaría pensar que todo fue un sueño?" le dijo lleno de dolor, que se dejaba ver en el sonido de su voz.

Harry cerró los ojos, sintió a Ron poner una mano reconfortante sobre su hombro y a Hermione abrazarlo ferozmente, en aquel momento, como deseaba no haber despertado.

"¿Cómo paso?" dijo abriendo los ojos, viendo a la nada, sus ojos hinchados, su cuerpo aun con un tremendo escozor. "Yo la vi…." Dijo emocionalmente "la vi antes de perder la conciencia, la vi cuando Voldemort ya había caído, ella estaba bien…estaba de pie, la vi venir a mi cuando caí al suelo antes de que todo se tornara oscuro. Ella…ella estaba viva."

"Ella estaba viva, Harry, estuvo aquí desde que caíste en coma, no se te separó ni un solo momento, pero es que…cuando al fin la persuadieron para que fuera al gran comedor a comer algo, porque no había comido en días, no sabemos que ocurrió Harry, no sabemos, no tenemos idea…estaba oscuro y jamás volvió." Fue Hermione quien le explicó. "Lo siento Harry, lo lamento tanto…"

"Quiero verla…quiero ir al cementerio…en dónde…?" comenzó él pero Ron lo acalló.

"Jamás la hallamos Harry, eso fue hace tres meses, habían cuerpos en las calles, y Hogwarts era prácticamente un cementerio, habían cuerpos en los pasillos…" describió Ron con horror "jamás la encontrarnos…ni siquiera hay un cuerpo…" dijo con tremendo dolor.

Harry respiró hondo y luego abrió los ojos mirando a la nada con tremendo dolor dijo "Dale mi más sincero pésame a tus padres, amigo, ahora les pido que se vayan…no quiero ver a nadie…no quiero estar con nadie…sólo quiero estar solo…"

"Pero Harry…acabas de recobrar la conciencia…" comenzó Hermione

"HE DICHO QUE NO, HERMIONE!" dijo él perdiendo la paciencia "Sólo váyanse, déjenme solo."

Sus dos amigos lo miraron sin saber que hacer por un momento.

"QUE ME DEJEN SOLO!" gritó Harry.

Ron tomó a Hermione de la mano y la guió afuera del ala y antes de cerrar la puerta detrás de él dijo.

"No eres el único que está sufriendo, y no estás solo…lo lamento…" cerró la puerta detrás de él.

Harry dejó que sus lágrimas escurrieran con libertad.