"Capitulo 1- Examen"
Era un hermoso día soleado en la Escuela de magia (Gakuen alice), todos escuchaban atentamente a Jinno-sensei, salvo Mikan que observaba hacía la ventana, ensimismada por el extraño comportamiento de Natsume, por quien comenzaba a sentir una mísera atracción. No sabía si era debido a algún hechizo maligno que alguno de sus compañeros le había hecho, pero se sentía distinta, era como si sintiera más que una simple amistad por el chico de ojos rubí. Suspiró, hace bastante tiempo que se sentía así, incluso sentía que la relación entre ambos era más estable a diferencia de cómo había sido en un principio. Observó al chico de cabello negro que se encontraba sentado a su lado, ya no solía saltarse las clases como antes, ahora más bien permanecía sentado en silencio y escuchar la clase como los demás ¿Porqué de pronto era así? ¿Acaso había madurado?
— ¡Sakura!—Gritó Jinno enfadado porque no le prestaba atención, aturdido por no ser respetado por ella, guiado por sus impulsos le lanzó un hechizo, provocando que una rana apareciera en su cabeza.
— ¡¿Eh?!¿Qué sucede?— Gritó consternada, sacando la rana de su cabeza. Al hacerlo, notó que toda la clase la miraba.
—Concéntrese en la lectura—Gruño.
— ¿Qué lectura?—Susurro confundida, provocando que a Jinno sensei se le saliera una venita de enfado
—Yo…
—Ten, Baka-—Suspiro Natsume, entregándole un libro—Primer párrafo.
"Gracias, Natsume" Pensó y le sonrió, tomó aire y se preparó para seguir la lectura, sintiendo aun la mirada de todos en ella, decidió concentrarse en la lectura. .Jinno-sensei como castigo por no haberle prestado atención, la obligó a leer tres páginas completas, provocando que Mikan comenzara a aburrirse de ello. Antes de que pudiera terminar con los hechizos, Narumi irrumpió en la sala con una sonrisa para dar una información a todos, con el permiso del profesor a mano. Sakura sonrió triunfante, había llegado justo a tiempo a salvarla una vez más.
El rubio saludó a todos con una gran sonrisa y le hizo una señal especial a Mikan, que fue correspondida por la castaña. Provocando que Natsume lo mirara con odio como siempre.
—He venido a darles una noticia, como algunos saben, cada año en Gakuen Alice, creamos una prueba que deben realizar nuestros estudiantes para demostrar sus poderes. Años anteriores hemos hecho que nos demuestren lo que tienen a través de una caminata por el bosque de forma individual. Este año será distinto, nos iremos a acampar al bosque que se encuentra en la escuela secundaria por cinco días. Que posee mejores instalaciones que el nuestro.
—Sensei ¿Será individual?—Preguntó Linchou
—No, esta vez será en parejas.
— ¿En parejas?—Sonrió Mikan, observando a Hotaru a la distancia. —Ojalá nos toque juntas esta vez, Hotaru.
—mmm. —Asintió Hotaru, sin expresar sus emociones.
— ¿Alguna duda?
—Sí, yo tengo una. ¿En qué consistirá la prueba? ¿Qué habilidades va a evaluar?—Preguntó Sumire interesada.
—Oh es cierto. No lo he explicado todo—Sonrió, retomando la explicación-—Consistirá en que las parejas deberán pasar unas series de pruebas que se les presentaran en el bosque, deben estar alerta, porque puede aparecer cualquier tipo de conjuros o ilusiones. En cuanto a las habilidades, cada uno las posee, así que no pondré atención en una en específica. Pero lo que sí, deben trabajar en equipo, por ello necesitan coordinación y compañerismo. Además de manejar bien sus técnicas. Y por supuesto, después de los cuatro días contando esta noche, deben ser capaces de llegar a la meta que señalaremos en aquel momento-
— ¿Esta noche?—Habló Sumire sorprendida. Miró a Natsume triunfante, esperaba que le tocara con él, ya que podrían coordinarse perfectamente.
—Bien, ahora que no hay dudas—Tomó una bolsita con pelotitas con colores y les pidió a todos que se acercaran— Los que posean el mismo color estarán juntos.
El primer turno fue de Hotaru, quien extrajo una pelota de color azul y se la mostró a Narumi que lo anotó en una lista. Luego fue Natsume que sacó una Roja. Mikan esperanzada de que le tocara con su mejor amiga, deseo con todas sus fuerzas que la pelota destinada llegara a sus manos, por lo que cerró los ojos esperando verla ahí en la palma de su mano, sin embargo en lugar de ser azul…fue roja.
— Si es roja, significa que…me ha tocado con Natsume. —Susurró triste, viendo como Hotaru hablaba con Ruka pyon. —Hotaru, yo quería estar contigo.
—Lo harás bien, mientras no te metas en problemas. Baka—Sonrió Hotaru
—Eso es inevitable—Suspiro Natsume— Conociéndote, Sakura-
— ¿Qué quieres decir con eso?—Gruñó
—Que eres Baka.
— ¡No digas eso!—Lo señaló—¡Tú eres el Baka!
—Mikan ¿Algún problema?—Preguntó Narumi acercándose
— ¡Narumi-Sensei!—Saltó a sus brazos, mientras Natsume los observaba con odio, viendo como Narumi acariciaba su cabeza, y ella le sacaba la lengua al chico de mirada gatuna que solo la ignoraba.
El día pronto llegó a su fin, dándole una oportunidad a la fría noche que cubrió su manto de oscuridad en el cielo, dando inicio a la prueba. La castaña de dos coletas, caminaba tomada del brazo de su mejor amiga, esperando que jamás llegara el momento de separarse. No obstante, fueron separadas a minutos después, por el propio Narumi que informó que debían unirse las parejas.
Viendo el rostro pálido de su amiga, Hotaru le entregó un aparato con el que podían seguir en contacto, en caso de emergencias, advirtiéndole que no podía utilizarlo cada vez que lo deseara, porque no era para jugar. "Buena suerte, Mikan" Anunció Hotaru, antes de separarse de la castaña para situarse a un lado junto a Ruka.
No podía creer que nuevamente era la pareja de Natsume, de todos los chicos que le podía tocar ¿Por qué precisamente tenía que ser con él? Caminó silenciosamente por el oscuro bosque, intentado olvidar por completo los sentimientos que la inquietaban en esos instantes, sobre lo que sentía por él. No era momento para eso. Fue entonces, cuando inesperadamente que alguien los seguía, aturdida miró hacia atrás, esperando ver de qué se trataba, sin embargo no había nadie. Sintió que un escalofrió se apoderó de su espalda, comenzando a tensarse completamente, provocando que sus piernas temblaran de temor ¿Y si se trataba de un fantasma? De tan sólo pensarlo, la idea le aterraba, ya que odiaba los fantasmas.
—N-Natsume… ¿Sentiste algo?—Susurró.
— ¿Cómo qué?
—Como si alguien nos siguiera…—Balbuceó.
—No he sentido nada. —Suspiró. — Ya comenzaste con tus alucinaciones-
— ¡No estoy alucinando!—Gruñó e infló sus pómulos—¡Es verdad!
— ¿Ah sí? Pruébalo entonces.
— ¡Claro que lo haré!
—Entonces…ve a investigar quién nos sigue—Bufó y se sentó bajo un árbol.
—Espera… ¿No vas a acompañarme?
— ¿Por qué debería?—Enarcó una ceja
—Porque…soy tu pareja—Vaciló, sintiendo como un leve sonrojo se apoderaba de ella. —Deberías apoyarme.
—Está bien, tienes mi apoyo ¿Contenta?
— ¡No basta sólo con eso Baka! Debes acompañarme
—No lo haré.
—Bueno, como quieras—Le sacó la lengua— Iré sola entonces—Caminó en sentido contrario, de manera estoica, debía descubrir quién era sin rendirse. No iba a permitir verse temerosa frente a ese idiota, iba a demostrar que tenía razón.
Buscó en medio de los arbustos para ver si encontraba una pista, pero lo único que consiguió fue sentir nuevamente que las hojas de los árboles comenzaban a moverse, erizando aun más su espina dorsal. "¿Quién está ahí?" preguntó nerviosa, pero nadie respondió a su llamado. "¡No seas gallina! Muéstrate" sentenció la castaña de dos coletas. Al no obtener respuesta, iba a avanzar de regreso rendida, cuando un espíritu apareció en su camino, se trataba de una chica de cabello largo negro que no se le veía su rostro, pero lucía el uniforme de la escuela"¿Querías verme?" Preguntó la mujer, dejando mostrar solo su sonrisa.
Natsume que estaba bajo el árbol tranquilamente, pensando que su compañera se demoraba bastante, pero claro que eso no era problema suyo. El ruido de un gritó muy conocido, lo impulsó a levantarse raudamente y caminar hacia el lugar de donde provenía, fue en ese instante que descubrió como Mikan se encontraba en el suelo inclinada.
— ¿Qué sucede? Sakura
— ¡Natsume!—-Gritó la castaña escondiéndose atrás de él, olvidando todo su orgullo—H-Hay…un fantasma.
— ¿Dónde?—Preguntó extrañado ante la reacción de su pareja
— ¡Ahí!—Señaló temblando.
—No hay nada, Sakura—Bufó, intentando moverse, pero ella lo abrazó con más fuerza, rodeándole la cintura logrando que él quedara perplejo al notarla una leve lágrima en los ojos
—Si esta…—Susurro—Me dan miedos los fantasmas
El silenció los invadió un momento, Sakura temblaba aún rodeándolo con sus brazos, en cambio él solo se sentía extraño, su corazón latía y no entendía porque le agradaba tenerla de ese modo a su lado. Lentamente posó sus manos sobre las de ellas que estaban sobre su abdomen, no sabía que decir, ni entendía porque estaba haciendo eso, pero no quería seguirla viendo así asustada. Ella pronunció su nombre extrañada ante la reacción de su compañero, sentía sus manos cálidas sobre las suyas y su corazón comenzaba a latir desesperadamente.
—No veo fantasmas por aquí—Susurro-—Pero si llegan a aparecer de nuevo, yo acabaré con ellos, así que no te preocupes. Porque deben tratarse de un alice-
—Como el de Youichi-Chan—Afirmó
—Sí, como él—Asintió y luego fue envuelto en el silencio— ¿Qué sucede?
—Yo…—Su corazón latía, no era capaz de decirle que seguían de esa forma, además porque le gustaba tenerlo cerca.
— ¿Estás bien?—La soltó y volteó a verla, su rostro estaba totalmente rojo
—Sí, lo estoy. Continuemos—Sonrió y caminó hacia adelante
—Espera
— ¿Qué?
—Vas en dirección contraria—Suspiro y luego señaló el camino correcto—Debemos ir hacia allá.
— ¿De verdad?—Preguntó confundida y comenzó a pensar, pero solo terminó enredando sus pensamientos.
—Sí, vamos—Susurro
Siguieron su travesía bajo la copa de los árboles que les brindaban oscuridad a la que Natsume estaba acostumbrado a vivir, mientras que la castaña se sentía inquieta por seguir sintiendo que alguien los seguía. Las palabras que su pareja le había manifestado hace unos minutos, recorrían su cuerpo, haciendo que su corazón latiera frenéticamente, sintiéndose pasmada ante el acontecimiento que habían vivido, ni siquiera comprendía porqué se había aferrado a sus brazos en primer lugar y porque el chico de cabello negro se había atrevido a decirle esas palabras.
De seguro su mejor amiga estaría bien, aunque Ruka-Pyon solía ser temeroso y sombrío en algunas situaciones, Hotaru era laboriosa y estoica, por lo que tenía la esperanza que ambos se encontraban bien.
El frío comenzaba a apoderarse de la castaña, provocando que sintiera deseos de aferrarse a la calidez de un abrigo, pero lamentablemente no había traído uno. Por lo cual, Natsume decidió que lo mejor sería detenerse en algún lugar seguro para poder pasar la noche y seguir a la mañana siguiente. Ya que Mikan no estaba en condiciones para seguir, a diferencia de él que podría haber sobrevivido sin problemas la noche completa sin detenerse por frío o apetito. Pero eran caso distintos, debido a qué él había recibido un entrenamiento distinto al suyo.
Ahora sólo tenía que encontrar el lugar indicado para ello, fue entonces cuando divisó a los lejos una cueva abandonada, antes de habitarla, debía cerciorarse que realmente no había ningún animal salvaje en ella, por ello se atrevió a entrar primero. Luego de unos minutos, salió anunciando que podían usarla.
Como buenos exploradores, dejaron en el centro una base de leña, para poder proteger el fuego del suelo. Una vez que tuvieron todo listo, Natsume utilizó su alice para entender la fogata para ambos. Mikan abrió su mochila con felicidad, ya que moría de hambre y estaba preparada para dicho momento. En ella, se encontró con dos deliciosos sándwiches que había preparado con Hotaru esa misma tarde, cuando se habían enterado de la prueba que debían realizar. Natsume en cambio, llevaba con él un obento que Ruka le había hecho, además de unos dulces.
Al terminar de comer, la castaña se percató que había olvidado no sólo un buen abrigo para refugiarse del frío, sino además había olvidado por completo llevar con ella una frazada. Se acercó al fuego esperando que el calor de las llamas pudiera ayudarla a sentirse mejor, pero no conseguía hacerlo, provocando que temblara notoriamente. Natsume que se encontraba al otro lado de la cueva se acercó a ella en silencio, creía que estaba enferma o algo así, pero al percatarse que era debido a la brisa nocturna, extendió un brazo hacia ella para rodear sus hombros sin pensarlo. Mikan sorprendida ante tal acto, se sonrojó frente a la cercanía que tenían sus cuerpos.
—Gracias…—Susurro
—No es nada—Miró hacía otro lado
—Mañana será un largo día—Suspiro— Hoy no fue tan complejo como dijo Narumi-Sensei que sería—Sonrió-—Pensaba que vendrían a atacarnos con otros alices y no me sentía preparada.
—Quizás si vinieron…esos fantasmas que viste pueden haber sido producto de uno de los exámenes que nos pone la academia.
—Puede ser…—Susurro y sonrió—Me pregunto si Hotaru y Ruka pyon se habrán enfrentado con enemigos en estas horas.
—Conociendo a Imai con sus inventos y las habilidades que tiene Ruka para dominar a los animale, deben estar bien.
—Tienes razón, ellos si pueden trabajar en equipo y complementarse. En cambio yo, siento que no soy de mucha ayuda—Fingió una sonrisa. — Tú tienes buen dominio sobre tu alice y puedes usarlo cuando lo desees, yo no puedo.
—No pienses así Baka, estoy seguro que aprenderás a utilizarlo bien.
—Pero…
—Pero nada, si no confías en ti misma no podrás lograrlo.
—Natsume…—Susurro mirándolo a los ojos, sintiendo que la calidez de sus brazos comenzaban a hacer efecto en ella, ya que no sentía frío en esos momentos—Gracias—Esbozó una gran sonrisa—Mañana daré lo mejor de mí, para poder terminar pronto con este horrible examen y para que logremos reunirnos con los demás—Comenzó a bostezar
Natsume miraba la fogata perdido en sus pensamientos, la sonrisa persevante que tenía la castaña lo había obligado a desviar la mirada, porque sentía deseos de besarla. Mikan se detuvo a pensar en su abuelo ¿Cómo estaría? ¿Se encontraría bien? Lo extrañaba demasiado, pero no podía verlo, porque ese era el precio que tenía que pagar por vivir en esa academia, que era no poder volver a ver a sus seres queridos del mundo externo.
Morfeo se hizo cargo de aferrarse a ella, ayudándola a conciliar el sueño, pensando en la sonrisa que tenía su abuelo días antes de marcharse…se preguntaba si volvería a verlo algún día.
Natsume que pensaba en cómo se encontraría su hermana, sintió como de repente algo pesado caía sobre su hombro, desconcertándolo por completo, al mirar hacía alado se percató que se trataba de su compañera que dormía profundamente sobre él. Deseó despertarla, pero era inútil. Rendido, acomodó su cabeza en la fría muralla para intentar dormir.
A la mañana siguiente, cuando Mikan despertó, se sonrojó al darse cuenta que se había dormido sobre el hombro del chico de cabello negro, asustada deseó alejarse de él, si se enteraba que había hecho eso, de seguro le quemaría el pelo. Tenía que moverse, antes que se diera cuenta. No obstante el brazo de Natsume seguía rodeando sus hombros, inmovilizándola, impidiéndole alejarse de él. Lo observó en silencio, sintiendo su respiración cerca de ella, sus ojos permanecían cerrados como si nada. Se veía tan tierno durmiendo, parecía no ser el mismo chico frío que la atormentaba cada día. Sin embargo, aquel día no era la primera vez que lo veía así, ya que siempre solía observarlo mientras dormía, incluso lo había visto así en una misión que había tenido con Sumire para rescatarlo.
De pronto los ojos de él se abrieron, encontrándose con los suyos, ocasionando que ambos se sonrojaran instantáneamente. Natsume decidió apartarse de su lado, dejando de rodear sus hombros para caminar hacia su mochila.
—Me ha dado hambre—Confesó Mikan, tratando de disimular sus sonrojos— ¿Quieres comer algo?
—No, gracias—Musitó cortante. —Tengo mi propia comida.
—Está bien, como quieras—Se dirigió a su mochila y cuando iba a sacar una barra de chocolate, se percató que ya no le quedaban—No puede ser…
— ¿Qué ocurre?
—No está mi comida…
—¿Cómo que no está?
—Es verdad, mira—Dio vuelta su mochila para probarle que sus palabras eran cierta—No está, no hay nada. Alguien se la ha robado-
—Deben haber sido animales salvaje—Suspiro
— ¿Entonces qué haré? Tengo hambre—Lloró estilo chibi— ¡Extraño a Hotaru!
—Si ella estuviera aquí, también te regañaría. Realmente eres baka.
—No me digas eso ahora
—Tú nunca cambias—Susurro y se acercó a ella—Toma.
— ¿Eh? ¿Me vas a dar tu barra de chocolate? Pero ¿Qué hay de ti?
—No tengo hambre. —Mintió. —Sentándose al otro lado de la cueva.
—Gracias—Sonrió y comenzó a comer encantada, no sabía si era porque se encontraba delicioso el chocolate, pero no podía dejar de saborearlo. Cuando dirigió su mirada hacia el chico de ojos negros, notó que también se encontraba hambriento, por ello se levantó de su lugar para sentarse a su lado.
— ¿Qué quieres?
—Ten, no quiero que te debilites por mi culpa—Sonrió y le entregó la otra mitad
—Pero yo te dije que
—No me importa lo que hayas dicho, sé que mientes. Natsume.
Aunque no quería aceptarlo, Sakura tenía razón, ya que moría de hambre. Sin agradecerle si quiera, probó el primer bocado, viendo como ella hacía lo mismo. Luego de haber comido, se prepararon para marcharse de dicho lugar, por lo que tomaron sus respectivas cosas y caminaron hacia la salida de la cueva. Infiriendo que esta noche no correrían la misma suerte que la anterior y podría aparecer cualquier enemigo a impedir su viaje.
"Abre bien los ojos, Sakura" Le anunció el chico de mirada gatuna, sabiendo lo distraída que era la castaña. Sin embargo, minutos después como si hubiera hecho caso omiso a su advertencia, Sakura tropezó con una piedra, por haber estado pendiente de los enemigos y cayó al suelo raudamente, raspando sus rodillas. Natsume suspiro, sabiendo que ese accidente no había sido culpa de nadie, sino que sí misma. Ella lloraba sin control como una niña pequeña.
— ¡Me duele!—Lloró
—Te lo había dicho, Baka. Eres realmente imposible y una llorona.
—Pero si es verdad—Lo miró triste—No me entiendes, Natsume.
—No, la verdad es que aun no entiendo cómo puedes ser tan baka que ni te fijas por donde caminas.
—Eres un insensible—Gruñó y se levantó con cuidado
—Te lastimas tan fácilmente.
— ¿Por qué lo dices?-Miró sus piernas y notó que estaba sangrando un poco—Oh no, ahora si voy a morir-
—Tan exagerada como siempre. Ten—Sacó un pañuelo de su bolsillo—Límpiate-
— ¿Eh? —Lo miró sorprendida, nuevamente actuaba sospechoso ¿Desde cuándo se había vuelto tan amable?
— ¿Qué miras tanto? ¿Quieres que yo lo haga?
—N-No es nada, gracias. —Lo sujetó entre sus manos para detener la herida.
— ¿Podemos continuar?
—Por supuesto.
Continuaron su camino, era extraño que ningún enemigo se presentara, en lugar de eso la única que causaba problemas era la castaña. Mikan comenzaba a relajarse ante cierta situación, pero él por el contrario no podía dejarse llevar por la corriente tan fácilmente, ya que conocía bien los exámenes de la academia y solían ser así. De repente un ruido tras ellos, los obligó a voltear. A tan sólo metros de ellos, había un enorme tigre blanco.
— ¿Qué hace un tigre en este lugar?—Preguntó Mikan asustada.
—No es un tigre corriente…se trata de nuestro primer enemigo.
— ¿Eh? ¿Existe un alice que se pueda transformar en animales?
—Sí, es el de tipo de habilidad física que está en el mismo nivel de cosas vivientes, como las feromonas.
—Ya veo… ¿Y que son feromonas?—Rió nerviosa
— ¿Acaso no aprendes nada en clases? Sakura—La miró iracundo y luego susurro—Es como el alice que tiene Ruka.
—Ah ya entiendo.
—Parece que estás muy informado—Apareció un chico enmascarado frente a ellos de cabello negro—Tu debes ser Natsume Hyuga.
— ¿Quién eres?
—No puedo decirlo, pero puedo decir que estabas en lo correcto. Nosotros somos tus primeros enemigos-
—Así es—El tigre se transformó en un chico de cabello gris con una máscara también cubriendo sus ojos— ¿Debemos comenzar?
—Sí, primero que nada—Apareció alado de Mikan—Me llevaré a tu novia-La tomó de un brazo y se tele transportó alado de su compañero.
—Bastardos—Gruño Natsume y se preparó para lanzar su técnica de fuego
— ¡Natsume no lo hagas!—Gritó Mikan—Estoy bien
—Tu novia tiene razón, no lo hagas—Sonrió— Al menos que quieras que ella salga lastimada.
Natsume vaciló un momento, no sabía qué hacer para salvarla, fácilmente podía quemar a ambos de buena gana, pero no podía poner en riesgo a la castaña que lo miraba asustada. Los miró iracundo, tratando de aminorar la cantidad de fuego para acabar con ellos, los amenazó con que se la devolvieran, sino acabaría con ellos. Haciendo caso omiso a sus palabras, el chico de cabello gris esquivó las técnicas de fuego, para utilizar sus técnicas de hielo, por lo cual comenzó a atacar a su contrincante sin temor. Natsume intentó protegerse, pero el siguiente chico lo atacó con sus técnicas de manipulación de sombras (que era similar al que utilizaba Tsubasa) atrapándolo por completo para que su compañero lo siguiera atacando.
Mikan veía como su amigo caía al suelo agotado, quería hacer algo, pero no podía, ya que el otro chico de cabello negro la seguía sujetando del brazo. Cuando Natsume estaba a punto de recibir otra técnica de hielo, la castaña mordió el brazo de su agresor y corrió a ver a su amigo.
—Natsume… ¿Estás bien?—Se sentó a su lado preocupada.
—Sí, no deberías correr así en estos momentos, Baka
—Pero no soportaba verte de este modo
—Si algo me sucediera, deberías ser capaz de valerte por ti misma y no venir a rescatarme
—Nunca te dejaré, debemos trabajar en equipo ¿Lo olvidas? Además eres mi amigo Natsume, así que jamás me iré dejándote de este modo.
—Oh que lindos ustedes—Sonrió el chico de cabello gris—Acabaré con los dos juntos.
—No lo permitiré—Se levantó la castaña y le dio la espalda a su amigo para protegerlo
— ¡¿Qué crees que hacer?! Baka, sal de ahí—Gruño Natsume
—Te protegeré
—No es necesario, ya me estoy recuperando.
—Mentira, ambos sabemos que no es así—Lo miró enfadada y luego le sonrió—No te preocupes, estaré bien.
"Bien, empecemos" sonrió uno de ellos que se transformó en tigre nuevamente y golpeó a Mikan lanzándola lejos, sin embargo ella se volvió a levantar y se acercó al otro, quién también se atrevió a golpearla de tal manera, que consiguió lanzarla contra un árbol, dejándola inconsciente. Cansado de esa situación, Natsume dejó que el odio se apoderara de él para encender a ambos chicos en llamas, quienes asustados por ello, intentaron apagarse con las técnicas de hielo, pero siendo incapaces de hacerlo, huyeron del lugar.
Se levantó con dificultad, caminando hacia la castaña preocupado. La movió varias veces, pero ella no respondía, estaba preocupado, así que la tomó entre sus brazos y la llevó hacía un lugar más seguro, fuera del fuego. La sentó en un árbol lejano, y espero que reaccionara, pero ella no daba síntomas de que lo fuese a hacer.
—Sakura responde ¿Estás bien?—Gritó, pero no podía oírlo. —¡Mikan!
Continuará….
Konichiwa!
¿Cómo están? Espero que bien, este es mi primer fic de Gakuen alice y planeaba que esta historia fuera un one shot, pero me inspiré tanto que serían como 30 páginas, así que mejor será un mini fic. Espero que sea de su agrado y comenten. Ya tengo listo el capítulo 2, por eso lo subiré pronto.
Este fic está basado en el anime, si lo hiciera con el manga, sería muy enredado todo xd
Arigato por pasarse
Sayonara
