"los personajes aquí utilizados no son de mi propiedad, le pertenecen a su respectivo autor"... tristemente es necesario decirlo, bueno al menos me consuela saber que la historia si es mía. Déjenme saber que opinan y como puedo mejorar.
Higurshi no Naku Koro ni - Futuro
Al terminar la escuela Keiichi se dirigió a su casa en compañía de sus amigas y mientras caminaban, de algún modo salio a flote el tema de sus futuras profesiones. De algún modo, el chico se sentía inquieto, pues no había pensado seriamente en que quería hacer de su vida. Más aún, le parecía que la hora de tomar esa decisión estaba lejos. Sin embargo y debido a sus experiencias previas en el campo de los misterios y conspiraciones, parecía que se inclinaba por la resolución de incógnitas. Desafortunadamente al compararse con sus amigas, su capacidad estaba muy abajo, principalmente si usaba a Rena como punto de comparación.
- Kei-chan… Kei-chan… ¡Kei-chan! – Le llamo Mion con una exclamación.
- ¡Ah!, lo siento Mion. Solo pensaba. – Dijo el chico mientras se rascaba la nuca a modo de disculpa. – Si, solo pensaba...
El momento de separarse llego antes de que sus amigas pudieran decir algo y el joven se encamino a su casa con la mente dando vueltas sobre el asunto del futuro. Durmió con esa pregunta y a la mañana siguiente continuaba preocupado. Sin embargo, decidió decírselo a sus amigas, pues le parecía equivocado pensar en guardarse esa preocupación.
- Keiichi-kun, yo creo que tienes muchas virtudes. – Dijo Rana cuando el chico termino de hablar. – Quizás no tengas nuestras cualidades, pero tú posees muchas que no tenemos nosotras. – Con esas palabras el chico se tranquilizó un poco más y decidió que era un tema que podía dejarse para luego mientas disfrutaba de su juventud. Su tiempo entonces lo paso entre aventuras, estudios y salidas con sus amigos. Así fue como antes de darse cuenta, ya estaba en el instituto listo para comenzar una nueva etapa de su vida.
Ese día se dirigía a la ceremonia de bienvenida con entusiasmo, pues logro ser aceptado dentro de la preparatoria que quería sin muchos problemas. En ese momento él era el único de su grupo de amigos que entró en aquel instituto de Okinomiya, pues Mion y Shion fueron ingresadas en un instituto para señoritas (afortunadamente cercano) y las demás estaba en la secundaria en ese momento, faltando por lo menos un año para que Rena fuera a algún instituto. Sin embargo, el chico no estaba preocupado, pues siempre podía encontrárselas de camino a casa, siendo que la secundaria también estaba en Okinomiya. Mientras pedaleaba por una cuesta en su mente se formaban imágenes de sus recuerdos con sus amigas y las expectativas para el semestre que iniciaba. Era curioso como había pasado el tiempo y todos habían crecido, logrando el joven superar la estatura de sus amigas por una cabeza al menos. Todos habían madurado y siempre se apoyaron, siempre juntos. Había llegado el momento de moverse por sí mismo, por lo menos en parte, pues sabía que aun cuando la distancia fuera mucho, dentro de su pecho un sentimiento permanecería intacto, el compañerismo. Quería ser fuerte, para que en el momento en que fuera necesario, pudiera salvar a sus queridas amigas.
Corto... ya se, pero mi inspiracion me abandona aveces... ya saben... pero volveré...
