(Abril, 2002). ¡Hola! Finalmente me he sacudido las telarañas del cerebro y he escrito el primer capítulo de la secuela de "Loca Imaginación". Sinceramente no sé qué va a pasar en este fic, sólo tengo un par de ideas, pero voy a hacer como en su antecesora y me voy a dejar llevar por lo que salga. Antes de entrar al fic unas pequeñas aclaraciones:

- Este fic es una secuela, así que les recomiendo que lean "Loca Imaginación" antes de adentrarse a este fic. Sin embargo, esto no es obligatorio y se puede leer al fic solo.

- Para los que no ya no se acuerdan, aquí va un recordatorio de lo que ocurrió en "Loca Imaginación" y sus personajes:

Loca Imaginación se desarrolla en el año 2025 y se centra en las "aventuras", por así decirlo, de los hijos de los niños elegidos. Estos son:

- Caro Takaishi: Hija de TK (reportero) y Anya (maestra). Tenía 4 años de edad y era una niña muy soñadora, cuyo máximo anhelo era vivir un cuento como los que le contaba su papá (quien estaba escribiendo una novela). Fue secuestrada por Devimon, quien absorbió su "imaginación" para recuperar sus poderes y vengarse del padre de Caro. A final de cuentas se libera de Devimón por un trato que hace TK con el enemigo y ayuda en la batalla final contando un cuento. Es prima de Fiori y sus mejores amigos son Teki y Calvin.

- Teki Kamiya: Hijo de Tai y Jin (ambos abogados). Su madre murió al dar a luz por lo que fue criado por su papá y su tía Kari. Teki era un niño solitario de 6 años al inicio porque sus compañeros creían que estaba loco por los cuentos de Agumón que narraba constantemente. Su mayor anhelo era tener una mamá y conocer a los Digimon. Conoce a Caro y ambos inician la cadena de reencuentros entre los "Niños elegidos" cuando encuentran unos diginuevos en el parque. Al final logra probar a sus compañeros que no es mentiroso y de paso consigue una nueva mamá y una hermana mayor. Su mejores amigos son Caro y Calvin. Primo de Ködai y en parte de Denis.

- Fiori Ishida: Hija de Matt (músico) y Paola (diseñadora gráfica). Italiana y 9 años de edad. Viaja al Japón en intercambio y se queda con los Ichijouji, descubriendo más adelante que estos son amigos de su padre. Su verdadera intención es encontrar a su tío, hermano de su padre, quien había desaparecido 20 años atrás. Finalmente lo encuentra gracias a unos digihuevos y así conoce a su prima Caro. Su mejor amigo es Mik.

- Mik Izumi: Hijo de Izzy (técnico en computación) y Mimí (directora de la primaria). Tenía 9 años de edad y era un niño cuya mayor ilusión era vivir aventuras y enfrentar riesgos. Se avergonzaba de su padre porque lo consideraba un tipo pasivo y aburrido, aunque su percepción cambia al descubir el pasado de sus padres. Tiene una hermana menor, Lilly, que en el epílogo tenía sólo un mes de edad.

- Sara Takenouchi: Hija de Sora (repostera y negociante). Su padre abandonó a su mamá cuando esta estaba embarazada y desconoce incluso su nombre. Tenía 11 años de edad y anhelaba una familia normal y vivir como cualquier niña de su edad, sin las responsabilidades que tenía con el negocio de su madre. Al final consigue un nuevo padre y un hermano menor. Su "novio" es Denis Motomiya.

- Denis Motomiya: Hijo de Davis (vendedor y negociante) y Akiko (dibujante). Tenía 11 años de edad. No fue un hijo planeado por lo que sus padres se tuvieron que casar, sin embargo se divorciaron cuando el niño tenía 3 años. Sentía mucho rencor por su padre ya que se sentía abandonado, sin embargo, gracias a un plática que tuvo con alguien que vivió una experiencia similar, logra acercarse un poco a Davis y a su madrastra, Kari. También logra aceptar a su medio hermano Ködai. Fanático del basketbol y además es un experto dibujante (diseñó la portada del libro de TK). Su novia es Sara.

-  Ködai Motomiya: Hijo de Davis y Kari (fotógrafa). Su nacimiento fue algo extraño ya que su madre entró en trabajo de parto durante una excursión en el campamento donde empezaron las aventuras de los niños elegidos en 1999. Después de unos cuantos enredos (y el retorno de Pegasusmon) Ködai nació en una cabaña sobre la cama donde durmió Joe en su infancia. Medio hermano de Denis, primo de Teki.

- Calvin Hida: Hijo de Cody (médico) y Noriko (farmacéutica y una de las niñas infectadas por la semilla negra en el año 2002). Tenía 6 años y era un niño sumamente inquieto, casi llegando a lo hiperactivo. Practica kendo como su padre y al inicio no se llevaba bien con Caro, sin embargo se volvieron amigos. Su mejor amigo indiscutiblemente es Teki. Tenía un ligero "enamoramiento" con Sara, su niñera y vecina. Admira a Denis.

- Harumi Ichijouji: Hija de Ken (policía) y Yolei (Analista de sistemas en un banco). Tenía un año y medio de edad. Su hermano mayor, Sam de 9 años, estaba de intercambio en Italia.

- Joey Kido: Hijo de Joe (Ingeniero). Su madre lo abandonó cuando su padre quedó inválido en un accidente por lo que era un chico con mucho rencor y que gozaba retando a la autoridad y atormentando a los débiles. Conoce a Mik cuando intenta golpearlo porque Mimí citó a su padre ya que lo atraparon fumando. Tenía 12 años de edad. Finalmente aprende que la vida no siempre es hostil y que es bueno confiar en las personas.

Creo que son todos...bueno, después de este recordatorio ahora sí vamos al fic: Han pasado 5 años desde Loca Imaginación por lo que todos los personajes han experimentado cambios en mayor o menor medida. Realmente espero que les guste este fic. ¡Hasta la próxima!

Nota: Digimon no me pertenece. Pero los personajes que mencioné arriba más los que voy a introducir en este fic sí, así que si desean usarlos no sean malos y avísenme o por lo menos denme el crédito, ¿de acuerdo?.

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Con los Pies en la Tierra.

Por: Lara

Capítulo 1: 5 años después... (Primera Parte)

Amanece...

El sol lentamente sale e ilumina el cielo de la gran ciudad muy lentamente, despertando a sus habitantes quienes se preparan para un nuevo día. ¿La fecha? Un día cualquiera del año 2030, cuando inicia nuestra historia...

En un apartamento cualquiera, el sol se filtra lentamente por la ventana, iluminando un escritorio al fondo de la recámara. Conforme avanza el tiempo la luz ilumina una a una los portarretratos que descansan sobre la superficie, inmóviles, mostrando una imagen de un pasado lejano...el sol primero ilumina la foto de un nenito rubio de 4 años sentado en el parque y acompañado de un niño un poco mayor...luego se ilumina el retrato de una niña de rasgos europeos que está jugando en la nieve con sus hermanas...posteriormente ilumina una foto extraña donde aparecen muchos niños y criaturas que parecen de peluche...una foto de una chica de cabello castaño y largo siendo felicitada por su graduación... la foto de una pareja el día de su matrimonio... la foto de esa misma pareja pero acompañados de una bebé con el cabello castaño y ojos azules...

El sol pronto deja el escritorio e ilumina la cama que está en medio de ese cuarto...es una cama grande y acogedora, sin embargo sólo un lado está ocupado...algo grande reposa tranquilamente en el lado derecho, los cobertores que lo cubren y lo mantienen cálido muestran sus colores verdosos al ser iluminados por la luz cálida y amarilla del sol.

De pronto, la puerta de esa recámara a media luz se abre y una sombra se filtra en su interior. Rápida y silenciosa se acerca a la cama y estudia con detalle a lo que reposa en ella, su futura víctima...sus ojos brillan de malicia y se prepara para el ataque. Cuando llega el momento justo se lanza a la cama profiriendo un chillido agudo y ensordecedor:

"¡Buenos Días Papá!"

La criatura cae sobre su presa...para descubrir que no hay nadie en la cama y que solamente cayó encima de un montón de almohadas cubiertas por el cobertor. Es entonces cuando las cortinas de la recámara y la luz del sol entra con todo su esplendor iluminando al atacante...que resulta ser una niña.

- "Te atrapé"- dijo TK desde la ventana a su hija de nueve años, que se incorpora y todavía no cree que su "ataque" fue frustrado.

- "¡Eso no es justo papá!"- se quejó Caro levantándose- "Te levantaste muy temprano"

- "Bueno Caro, me caes encima 364 días al año, ya era justo que yo te tomara el pelo"- dijo su padre con una sonrisa, marcando momentáneamente las arrugas de su rostro. TK Takaishi definitivamente ya no era un niño, es más, ni siquiera podía considerarse como parte de las nuevas generaciones. A sus 39 años de edad ya era un hombre maduro y su físico lo aparentaba, entre las arrugas que mostraban las alegrías que tuvo en su vida y una que otra cana. Sin embargo, su carácter alegre y su mirada aún lo hacían parecer un niño.

- "¿A dónde vas?"- preguntó Caro viendo como su padre ya estaba totalmente vestido con un traje y corbata, a pesar de que eran sólo las 6:30 de la mañana. TK se levantaba generalmente a las 7, cuando su hija le caía encima. Era un juego francamente tonto, pero era parte de la relación padre-hija.

- "Tengo una junta a las 7:30 en la editorial"- dijo TK tomando un portafolio- "Hoy les voy a enseñar el manuscrito"- Después de la publicación de su primer libro, 4 años antes, TK había publicado cada año un libro sobre las aventuras en el Digimundo. Los editores le habían pedido que separara las historias en varios libros pequeños por lo que apenas estaba por publicar la parte donde se enfrentan al Emperador de los Digimon. Esta parte había sido especialmente difícil para el escritor porque involucraba a un amigo muy cercano, por lo tanto se había asesorado con Ken todo ese año y finalmente había escrito algo que no perjudicara a Ken, a pesar de que éste le había dicho que contara toda la verdad. Cuando no escribía, TK todavía trabajaba de reportero en "La Nota de Odaiba" junto con su mejor amiga, Kari.

- "Eso quiere decir que no me vas a acompañar a la escuela hoy, ¿verdad?"- dijo Caro.

- "Me temo que no hija, pero no te preocupes, ya tengo a alguien para que te acompañe"

- "No era necesario papá. Puedo irme sola"

- "Bueno, el caso es que ya está hecho, así que ve a arreglarte que tu "acompañante" no tarda en llegar"

Caro se dirigió a su recámara y segundos después una criatura regordeta y voladora salió de la misma y aterrizó en la cabeza del padre.

- "Buenos días Patamón"- lo saludó TK. Patamón bostezó y estiró sus alitas.

- "Buenos días TK"

- "Vamos a preparar el desayuno"

- "¿Y Anya?"

- "Está ocupada"- dijo TK acercándose a la puerta del baño y tocándola ligeramente- "¿Todo bien cielo?"- su voz sonaba preocupada.

- "Sí"- contestó una voz femenina y cansada- "Sólo son las nauseas matutinas TK, pensé que todavía te acordabas"

- "Como olvidarlas..."- murmuró el esposo.

- "¿Ya se levantó Caro?"

- "Sí Anya, se está vistiendo. Voy a hacer el desayuno, ¿se te antoja algo?"

- "Todo menos huevos...de sólo pensar en ellos yo...*ACK*"

TK decidió dejar a su esposa tranquila y fue a la cocina a preparar el desayuno con la ayuda de Patamón. El digimon se encargó de exprimir unas naranjas, mientras el humano tostaba pan.

- "No sabía que las mujeres humanas se ponían así por el embarazo"- dijo Patamón.

- "La mayoría Patamón, pero Anya se pone especialmente sensible en los primeros dos meses. Además, creo que lo que tiene hoy es que está nerviosa por la junta que va a tener con la directora"

- "¿Finalmente le va a decir lo del bebé?"

- "Sí. Yo no entiendo cuál es su miedo Patamón, después de todo si va a poder terminar el curso, el bebé es para dentro de 7 meses"

- "¿Y ya pensaron como le van a poner?"- preguntó Patamón mientras acomodaba los platos.

- "No, pero tenemos 7 meses para pensar en un buen nombre para varón"- Los Takaishi esperaban su segundo hijo y gracias a los adelantos del año 2030 sabían que se trataba de un niño. Cuando confirmaron la noticia, TK y Anya pasaron toda la noche hablando con Caro y Patamón, aunque al final el pobre TK se durmió a las 5 de la mañana tratando de hacer entender a su digimon de dónde venían los bebés.

Anya salió del baño un poco pálida pero sacudió la cabeza y se sentó en la mesa, mientras su esposo y su "hijito" servían el desayuno.

- "¡Caro! ¡Ven a desayunar!"

La puerta de la recámara se abrió y la niña salió, lista para irse a la escuela. A los nueve años de edad, Caro era muy distinta a la nena de 4 que fue secuestrada por Devimon. Era más delgada, aunque aún un poquito baja para su edad. Vestía unos shorts azul marino y una camiseta blanca con las mangas cortas y amarillas. El emblema de la Esperanza estaba impresa en el frente y se veía ya un poco descolorido por tanto uso (se la habían regalado el día que cumplió 8). Pero lo más cambiado en Caro era su cabeza, ya que ahora estaba adornada con un sencillo sombrero blanco, parecido al que tenía su papá, del cual se asomaban sus cortas coletas castañas.

- "¡Ay Caro!"- comentó su mamá- "¿Otra vez esa camiseta?"

- "Es mi favorita mamá"

- "Lo sé cariño pero, ¿te la tienes que poner diario?"

- "Tú te pones ese vestido rojo diario"

- "Es mi uniforme y lo sabes"- Anya suspiró- "En fin, si te sigues poniendo esa camiseta se va a romper"

- "Pues entonces me compraré otra"- dijo Caro concluyendo la conversación. La "mentada" camiseta era parte de la mercancía que había salido a la venta a partir del éxito moderado que tuvieron los libros de TK. En el siglo XXI, todo lo que es exitoso, ya sea libros o películas, se acompaña de ropa y muñecos. A Patamón casi le dió un ataque cuando vio un muñeco de Tokomón en una juguetería.

Caro se sentó en la mesa y comenzó a desayunar, pero no tardó en recibir la mirada desaprobatoria de su madre.

- "¿Sí mamá?"

- "Te he dicho miles de veces que no te debes sentar a la mesa con ese sombrero puesto. Es de mala educación. Quítatelo por favor Caro"

- "Está bien..."- Caro se quitó el sombrero y lo puso a su lado. TK sólo observaba la escena sonriendo.

- "¿Qué no piensas intervenir Takeru?"- dijo Anya poniéndose de mal humor- "¿Cuál es la gracia?"

- "No es nada Anya, sólo que me acuerdo que mi madre me regañaba diario por lo mismo...hasta que aprendí"

- "¿Ves Caro? Hasta el testarudo de tu padre obedecía a su mamá"- Caro se echó a reir.

- "Apúrate Caro que no tardan en venir por tí"- dijo su padre sonando serio por primera vez en la mañana.

- "Ya te dije que me puedo ir solita"- dijo Caro con indiferencia.

- "Lo sé Caro..."- TK suspiró- "Creo que me cuesta aceptar que estás creciendo...supongo que eso le pasaba a tu tío Matt conmigo..."

- "Debe ser algo genético"- dijo Anya terminando el desayuno y luciendo un poco más animada.

- "Parece que sí, primero Matt conmigo, yo con Caro y próximamente..."

- "¿Yo con el bebé?"- dijo Caro- "Olvídalo papá, yo voy a ser diferente"

- "Eso ya lo veremos"- dijo Patamón

Entonces el timbre de la puerta sonó y TK fue a abrirla, encontrando del otro lado al "acompañante" de su hija.

- "Buenos días 'Señor Potter'"- dijo TK mientras se hacía a un lado.

- "¡Calvin!"- dijo Caro desde la mesa.

- "QUe tal Calvin"- dijo Anya- "¿Gustas desayunar?"

- "Ya lo hice en mi casa...muchas gracias Señora Takaishi"- dijo Calvin con una reverencia. A los 11 años de edad, Calvin ya se había calmado y era menos hiperactivo que antes, aunque aún le salía lo loco, especialmente al jugar soccer. Cuando practicaba kendo se transformaba en alguien tan serio como su padre. Calvin era un muchacho alto y muy delgado, su cabello negro seguía estando un poco desordenado y sus ojos verdes estaban ahora enmarcados por unos anteojos redondos, de ahí el apodo de "Señor Potter". Vestía un pantalón negro, una camiseta marrón de manga corta y zapatos tenis.

- "¡Ya terminé!"- dijo Caro levantándose rápidamente de su lugar y tomando su mochila y su sombrero- "Nos vemos al rato"

- "QUe tengas un buen día Caro"

Caro se despidió de sus padres y salió del departamento dando un portazo. Cuando los murmullos de los dos chicos dejaron de escucharse, Anya soltó un largo suspiro.

- "Esa niña..."

- "¿Qué pasa Anya?"

- "Caro está actuando muy extraño TK. Se la pasa retándome y para todo eleva la voz. Llega con la ropa mugrosa a casa y no se ha puesto un vestido en meses. ¡Y no me digas que no te pareció raro la vez que se cortó las trenzas con las tijeras del pollo!...tan bonito cabello que tenía..."

- "Yo también he notado eso Anya, pero supongo que es una fase. Debe ser su manera de expresarse por lo del bebé"- el rubio se sentó a su lado y le tomó la mano- "Estoy seguro de que se le pasará pronto"

- "Eso espero TK...eso espero"

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- "Y bueno Calvin, ¿Sigue en pie lo de hoy?"- preguntó Caro mientras caminaba a través del parque con Calvin.

- "Sí. Pero Teki y yo pensamos que es una tontería Caro...se van a dar cuenta"

- "¡Claro que no! Yo juego fútbol mil veces mejor que ellos. Ni se imaginan que soy una niña"- Caro escondió sus de por sí cortitas coletas en su sombrero- "Así me veo idéntica a mi papá, no se van a dar cuenta...sólo tienen que seguir el plan"

- "Está bien...Keru"

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- "¡Mik! ¡Mik!"- se escuchó una voz resonar en el pasillo de la escuela secundaria. Mik Izumi, de 14 años de edad se dio la vuelta y se encontró con su mejor amigo desde hace 4 años.

- "Que tal Sam"- dijo mientras esperaba a que su amigo lo alcanzara. Mik ya estaba instalado en la adolescencia y por lo tanto había dejado de lado sus conductas infantiles y sus ansias locas de meterse en problemas. Era un chico de estatura y complexión media con profundos ojos negros y el caballo castaño claro y corto. Había heredado la buena apariencia de su madre y el aire intelectual de su padre por lo que era muy popular entre las niñas, aunque la verdad es que aún no le interesaba eso. Era un poco reservado al respecto y sólo había una chica con la que se sentía a gusto, a pesar de que la última vez que la vio sólo era un niño: Fiori Ishida.

Sam Ichijouji por otro lado, era el genio de la escuela. Mik era listo, pero Sam era fuera de serie. Tenía el cabello azul y los ojos castaños y expresivos de su madre. Era muy alto y se las daba de conquistador. Era un romántico empedernido (como su mamá) por lo que escribía poemas para las chicas de su salón, quienes también eran hipnotizadas cuando les hablaba al oído con su italiano perfecto, producto de un año de estancia en Milán. Sin embargo, aún no tenía novia.

- "¿Estás listo para la competencia?"- preguntó Sam

- "Sí, estuve revisando el HTML3 toda la noche, a pesar de que Lilly se la pasó encima de mí preguntándome cada paso que realizaba...es peor de curiosa que papá"

- "¿Oye y de casualidad no lo revisó el Ing.?"

- "Traté de persuadirlo Sam, pero me dijo que no podía ayudarme. Que si me quería ganar ese viaje tenía que hacerlo por mí mismo"- Sam y Mik estaban inscritos en un concurso de diseño de páginas web usando el nuevo lenguaje HTML3, en la categoría juvenil. Ambos habían trabajado arduamente en el proyecto, ya que anhelaban el primer lugar: Una beca en una escuela de diseño en Milán por 2 meses (en verano). Sam deseaba volver a Italia, pero Mik buscaba otra cosa, aunque no lo decía en voz alta.

- "Vaya Mik, a tí te chocan las computadoras, pero te metiste a este rollo conmigo para ir a ver a tu novia, ¿verdad?"

- "¡Cállate Sam! Fiori no es mi novia y además ella no tiene nada que ver en esto"

- "Sí...como no"

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- "¡Estoy rendido!"- dijo Teki Kamiya mientras se tumbaba en el sillón después de un largo día de clases y un agotador partido de soccer en el parque. Habían ganado 3-1 gracias a un pase de Calvin que fue rematado por la pierna derecha de Kamiya. A los 11 años de edad, el parecido de Teki con su padre era aún más impresionante que cuando el niño era más pequeño. De hecho, Agumón a veces le llamaba Tai sin darse cuenta. El mismo cabello castaño y rebelde, los mismos ojos curiosos, la misma estatura y complexión. Hasta el gusto en el vestir era igual: pantalones cortos y una camiseta deportiva azul. Lo único que diferenciaba a Teki del Tai de 1999 era la ausencia de goggles. Pero aún conservaba el carácter tranquilo y alegre de su madre, Jin. Aún la recordaba con mucho cariño, pero al mismo tiempo se sentía feliz con su nueva madre, Sora. Ella y su padre se habían casado 4 años antes y desde entonces Teki vivía en una familia "completa". Al principio le había costado trabajo llamar "mamá" a Sora, pero ahora lo decía con toda naturalidad.

- "Definitivamente estoy muerto...nada ni nadie me va a hacer levantarme de este sillón"

- "¡Teki!"- dijo una vocecita que salió de atrás del sillón- "¿Vas a jugar conmigo?"

- "Nadie...excepto Jin"- dijo Teki suspirando. El chico sabía perfectamente que su hermanita era necia a morir y que no lo dejaría en paz hasta que accediera a su petición, por lo que se levantó de su asiento y siguió a Jin hasta su recámara. Jin Kamiya/Takenouchi era una nena de 3 años de edad con los ojos rojos de su mamá y el cabello castaño de su papá peinado en dos chonguitos. Jin tenía el carácter de su padre, necia, impulsiva pero con un corazón enorme. Adoraba a Teki y siempre quería pasar el tiempo con su hermano, quien se sentía con "el deber" de proteger a su hermanita (¿les recuerda a alguien?).

Teki y Jin jugaban casi siempre a lo mismo: A la hora del té. A Teki le daría un ataque si alguien lo viera jugando a eso, por eso sólo Caro lo sabía y a veces los acompañaba en sus juegos. Pero últimamente la chica Takaishi mostraba aversión a "esos juegos tontos" y se negaba a participar. Las únicas veces en las que Jin ignoraba a Teki era cuando Lilly estaba de visita.

- "¿Teki?"

- "¿Sí Jin?"

- "Cuéntame el cuento, ¿sí?"

- "¿Cuál? ¿El de tu nombre?"

- "Sí"

- "Bueno..."- Teki se aclaró la garganta- "Había una vez una chica muy bella que se llamaba Jin y que se casó con un chico muy fuerte que se llamaba Tai y tuvieron al hijo más inteligente y el mejor jugador de fútbol soccer en la historia. Él se llamaba Teki"

Jin se rió ante el comentario ingenuo de su madre.

- "Pero Jin se tuvo que ir al cielo porque la llamaron para que cuidara una estrella. Desde entonces Jin todos los días limpia la estrella y por eso brilla tanto en las noches...pero para que Tai y Teki no estuvieran solos les mandó a 3 angelitos para que los cuidaran: Ellas se llamaban Sora, Sara y Jin"

- "¡Bravo Teki! ¡Otra vez!"- dijo Jin aplaudiendo

- "¿Otra vez?"- dijo Teki suspirando- "Está bien...había una vez...."

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- "Yo le conté a Teki un cuento parecido cuando lo conocí"- dijo Sara mientras observaba desde la puerta a sus dos hermanitos jugar. A sus 16 años, Sara ya cursaba la preparatoria. Tenía el cabello rojizo muy largo y lacio, enmarcándole el rostro y sus ojos grises maquillados. Vestía unos pantalones de mezclilla y una camiseta roja. Sara ya se había acostumbrado a ser una hermana mayor y a tener a un padre, aunque todavía le llamaba "Tai". Cuando Teki terminó de contar su historia por segunda ocasión se sentó en el sillón de la sala y se puso a pensar.

"Teki es un chico muy afortunado...encontró una nueva madre y una hermana...y le permiten recordar a su verdadera mamá...yo ni siquiera sé cuál es el mío. Sé que mamá ha tratado de ser ambos para mí y que Tai se ha portado como un verdadero padre...pero yo quiero saber de dónde vengo...quiero saber por qué me dejó..tal vez, tal vez ahora sí me aceptaría..."

Sara miró la ventana unos instantes...

"¿Y si lo buscara? A mamá le daría el ataque pero no tiene por qué enterarse. Mik podría ayudarme con la computadora, incluso Sam...si tengo que ir a un lugar lejano Joey podría acompañarme, después de todo es mi mejor amigo...y en el peor de los casos puedo llevar a Biyomón..."

Sara suspiró recordando a la gente que quería...especialmente a una en especial.

"Ay Denis...si tan sólo estuvieras conmigo..."

Continuará

Espero que les haya gustado. Decidí cortar este capítulo porque si no la presentación de los personajes me quedaría larguísima. Pero en el próximo se enterarán de que fue de los demás. Este fic va a tener más acción que el primero y va a ser un poquito más serio...sólo un poco. Bueno gracias por leer, ¡Hasta la próxima!