Disclaimer: La mayor parte de los personajes son de Rowling, por lo tanto no me pertenecen, algún personaje esta inspirado en otros libros y escritores y por supuesto no saco ninguna compensación económica haciendo esto, solo la satisfacción personal como escritora.
Me he decidido a corregir los capítulos, dado que los escribí hace un montón de tiempo y tenía muchas faltas de ortografía y algunos fallos que no coinciden con lo que más tarde ha sido el desarrollo de la historia, no tengo pensado cambiar nada importante, la historia seguirá siendo la misma pero espero que un poco mejor, más fácil de leer y más entretenida. Pero este cambio seguramente me lleve unas semanas, así que con paciencia si alguien quiere leerla corregida. Gracias.
1.- EL SUEÑO
Harry Potter estaba tumbado en su cama, tenía los ojos abiertos, pero no veía nada en la profunda oscuridad que le rodeaba, las imágenes de su sueño acudían una y otra vez a su mente, sin poder hacer nada para sacarlas de allí, tenía el mismo sueño todas las noches desde que había vuelto a Privet Drive, soñaba cada noche con la muerte de Sirius, podía verle cayendo a través del velo, y cada vez que lo veía se veía un poco más culpable, un poco más responsable por lo que le había sucedido a su padrino.
Cuando sonó el despertador se sobresaltó, según el reloj eran las ocho, decidió que era hora de levantarse, antes de que su tía fuese a gritarle o su primo a golpearle, se vistió y bajó a desayunar, aunque no tenía hambre, prefería hacer el esfuerzo, que no que le echasen la bronca, porque aunque a sus tíos les daba igual lo que le pasara, no querían saber nada de esos bichos raros, como llamaban a los magos. Y pese a que no trataban mejor a Harry, no dejaban que este se matara de hambre.
Durante el desayuno llego un sobre del ministerio con las notas de sus timos, Harry la abrió sin demasiado interés, solo por que su tío la estaba mirando como si la fuera a romper en cualquier momento, pero si no hubiera sido por eso, Harry la hubiera dejado de lado como el resto de noticias del mundo mágico.
Señor Harry James Potter nos complace hacerle informarle de las notas de sus timos:
Defensa contra las artes oscuras: Excelente
Consigue timo.
Pociones: Excelente.
Consigue timo.
Transformaciones: Excelente.
Consigue timo.
Encantamientos: Excelente.
Consigue timo.
Herbología: Supera las expectativas.
Consigue timo.
Historia de la magia: Aceptable.
No consigue timo.
Adivinación: Insatisfactorio.
No consigue timo.
Cuidado de criaturas mágicas: Supera las expectativas.
Consigue timo.
Harry vio claro en lo que se iba a matricular. DCAO, pociones, transformaciones, encantamientos, cuidado de criaturas mágicas. Lo necesario para ser auror, aunque en ese momento tampoco es que le importara demasiado, ¿Para que quería ser auror si no iba a poder evitar que la gente muriese por su culpa?
Harry decidió ir a dar una vuelta, aunque sus tíos le había prohibido expresamente que saliese de casa, no podía permanecer más tiempo encerrado con sus tíos y sus miradas disgustadas y su primo y su miedo, no quería permanecer donde estaba esperando a que llegasen los mortífagos o Voldemort para amargarle la vida, quería alejarse de las normas, estaba harto de no meterse en problemas nunca, de esperar a que los problemas llegaran solos, no es que quisiera salir a buscar problemas, solo quería sentirse libre por una vez, olvidar que era Harry Potter y ser solo un chico normal de dieciséis años, resopló cuando su tía entrecerró los ojos mirándole y cruzó la puerta de la calle.
Salió a la calle y sin querer sus pies lo llevaron al sitio donde había visto a Sirius por primera vez, convertido en perro, cuando casi le había atropellado el autobús noctámbulo, no pudo evitar pensar que si Dumbledore le hubiese contado todo desde el principio su vida habría sido muy diferente, no hubiera perdido a Sirius, ahora estaría viviendo con él, miró al suelo mientras sentía como las lágrimas acudían a sus ojos por detrás de las lágrimas, se sentía mal por culpar a Dumbledore pero aquello era más fácil que culparse a si mismo.
-¿Harry Potter?- dijo una voz detrás de él, era una voz de chica que no reconoció.
Parpadeó varias veces para que las lágrimas desaparecieran de nuevo de sus ojos y se giró a ver quien era. Una chica le miraba con curiosidad, estaba seguro de no conocerla, pero debía tener más o menos su misma edad así que tal vez le conocía de Hogwarts, tenía el pelo negro y brillante, bastante largo, pero lo que más llamaba la atención era el color negro, porque era tan brillante que desprendía reflejos azules y rojos, sus ojos grises también llamaban la atención. A opinión de Harry, el resto del cuerpo era genial, no era muy delgada, pero tenía el cuerpo desarrollado y fibroso. Era igual de alta que Harry, que ese verano había crecido algo. Pero había algo en ella, algo que le resultaba conocido, como si la hubiese visto antes, así que reafirmó su teoría de que debía ir a Hogwarts.
-Me llamo Bronwyn… Montgomery.- dijo reprimiendo su primer apellido cosa que Harry notó.
-Harry Potter, aunque ya veo que lo sabes.- ella le sonrió, a opinión de Harry, encantadoramente.
-Harry necesito que me guardes algo, no te lo pediría si no fuera importante, llévalo a Hogwarts, ¿vale?- le dio un pequeño sobre- En Hogwarts te lo pediré otra vez así que no lo pierdas, además seguro que te resulta interesante.
-¿Qué es?
-De momento no te lo puedo decir, en Hogwarts lo hablaremos, por cierto nos vemos allí, este curso me trasladare allí, pero no se lo digas a nadie, es una sorpresa- dijo sonriendo misteriosamente y le guiñó un ojo.
-Mira, hay está ¿Cómo no se nos ocurrió pensar que estaban juntos?
-Tonks, Remus.- Bronwyn les sonrió y ellos respondieron con una sonrisa.
-Vamos Harry, recogeremos tus cosas, pasaras el resto de las vacaciones en el cuartel.- le dijo Lupin.
-¿Tú que vas a hacer Bronwyn?- pregunto Tonks.
-Yo mejor que vuelva a mi casa, antes de que mi madre me mate.- sonrió a Harry antes de irse, dejando al chico realmente desconcertado, realmente la chica le había dado algo en lo que pensar y se lo agradecía, no quería seguir pensando en Sirius, pero había algo más, la chica no iba a Hogwarts y Harry estaba seguro de conocerla, entonces ¿dónde la había visto antes? Aunque no era precisamente conocerla, solo le recordaba algo.
-¿Es necesario que vayamos?
-Sí.- contesto Lupin cortante.
-No quiero volver allí.
-Lo sé.- le dijo Lupin - Pero debemos superar esa etapa.
-¿Superar esa etapa?- dijo Harry boquiabierto.- ¿Fingimos que Sirius no ha muerto? O mejor fingimos que sigue siendo un asesino fugado de Azkaban del que no queremos saber nada.- ni Tonks ni Lupin parecieron escuchar al chico, porque siguieron igual de imperturbables que antes, probablemente ya se esperaban esa reacción de Harry.
-Ahora mejor que vayamos a por tus cosas.- dijo Tonks antes de que Harry se pudiera quejar de nuevo.
Cuando llegaron al número 4 de Privet Drive, Harry fue a recoger sus cosas, mientras Tonks y Lupin les pedían "permiso" a los Dursley para llevarse a Harry, cuando terminó de recoger todo lo que necesitaría y guardarlo en el baúl, lo arrastró a la planta de abajo y les preguntó a Lupin y a Tonks como iban a ir, cuando le respondieron que en translador Harry intento protestar, pero no sirvió para nada, miró a su antiguo profesor de defensa largamente mientras esperaban a la hora en la que se activaría el traslador, los Dursley estaban en una esquina del comedor apretados contra la pared, detrás de Vernon, Harry pensó que Lupin ya se había olvidado de Sirius, todos le habían olvidado, seguro que solo pensaba que era una baja más en la guerra, pero no lo era, era Sirius, su padrino, al cual necesitaba aún y no podía tener. Entonces el traslador hizo su efecto.
Cuando llegaron al numero 12 Grimmauld Place, Hermione se abrazó a Harry, cuando lo soltó Ron le dio la mano. Después la señora Weasley le abrazó también. Abrumando un poco a Harry, que en ese momento no estaba demasiado contento como para recibir tanto "cariño".
En ese momento llegaron algunos miembros de la orden y la señora Weasley los echó de la cocina. Subieron a la habitación llevado el baúl de Harry. Una vez allí se pusieron a hablar de sus timos. Ron había conseguido los mismos timos que Harry menos herbología y Hermione había sacado todos los timos, cosa que a ninguno sorprendió de verdad, porque ya se lo esperaban, pero parecía tan orgullosa que la dejaron hablar unos minutos de los timos y de lo feliz que sus padres se habían puesto al ver sus notas.
Un rato después entro Ginny y les saludo, como rato antes había hecho Hermione, Ginny se abrazó a su amigo. Harry se sorprendió, Ginny parecía haber crecido en el mes que llevaban sin verse, parecía haber madurado también, ya no parecía incomoda al lado de Harry, el chico se preguntó si ya no le gustaría y se alegró al darse cuenta de que así era.
-¿Qué creéis que habrá pasado?- preguntó Hermione refiriéndose a la orden.
-No sé, pero tengo que contaros algo.- dijo Harry, primero pensó en contarles la profecía, pero cambió de idea.
Ron le hizo una señal a Ginny para que saliera, pero cuando la chica se dio la vuelta, Harry la paró.
-No hace falta que salgas, tampoco es nada importante.- Ginny se lo agradeció con un gesto y se sentó al lado de Hermione.- A lo mejor me estoy volviendo algo paranoico, pero…- les contó lo que había pasado con Bronwyn, sin decir que ella le había entregado un sobre.- No sé quien sería, pero me recordó a alguien.
-¿Cómo has dicho que se llamaba?- preguntó Hermione pensativa.
-Bronwyn Montgomery, pero estoy seguro de que ese no era el apellido que iba a decir.- una sonrisa satisfecha cruzó el rostro de Hermione.
-¿De que te ríes?- preguntó Ron poniendo los ojos en blanco.
-Ahora vuelvo.
Volvió unos segundos después con un libro en las manos, aunque era grande incluso para la chica. Hermione le pasó el libro a Harry que la miró sin entender, Harry lo abrió y lo ojeo, parecía hablar de familias mágicas, porque allí estaban los Potter y los Black, Hermione le volvió a quitar el libro algo exasperada porque no hubiera entendido lo que ella quería que el viese y buscó una página, al encontrarla se lo tendió a Harry abierto por esa página. Vio un montón de gente apellidada Montgomery, y allí estaba Bronwyn, la última de los Montgomery.
-¿Qué significa?- preguntó Harry.
-Que o me equivoco mucho o tu Bronwyn Montgomery es descendiente de la gente que aparece en ese libro.
-Bueno aunque lo sea ¿Qué importa?- preguntó Ron.
-Bueno los Montgomery han sido para el mundo mágico tan importantes como los Black o los Malfoy pero con una gran diferencia, los Montgomery han luchado contra cada mago oscuro, en vez de apoyarles, han perdido mucha familia por luchar con el bien. Sin ir más lejos, los abuelos de Bronwyn, si es que es ella realmente, fueron asesinados por el mismo Voldemort. Además de que la madre de Bronwyn, fue a Hogwarts con los merodeadores.
-¿Cómo sabes eso?- preguntó Ginny asombrada.
-El libro es mágico y se actualiza, habla de cada persona importante del mundo mágico y ellos vienen aquí. Lo pone todo en él. Tú también sales Harry, bueno y Ron y Ginny también.
-¿Quién es su padre?- preguntó Ron. Hermione tenía una ligera sospecha, pero no dijo nada, se limitó a encogerse de hombros.- Es ilegítima, su padre no está reflejado en el libro porque nunca se ha dicho públicamente quien es.
Decidieron bajar a comer algo y a ver si podían averiguar que había pasado, para necesitar una reunión de la orden, cuando llegaron a la sala donde estaba el cuadro de la madre de Sirius alguien hizo mucho ruido, como consecuencia la madre de Sirius comenzó a gritar. Todos miraron a Tonks, menos Harry, que tenía la vista fija al lado de la puerta, allí estaba el traidor del elfo domestico: Kreacher. Harry sabía que había hecho él el ruido. ¿Quién si no?
-Tú.- Gruñó Harry.
-¿Si señor? Preguntó con una fingida inocencia que no engaño a nadie.
En ese momento salieron Lupin y la señora Weasley. La señora Weasley los obligó a entrar en la cocina, Harry no luchó contra ella, pese a que deseaba estrangular al elfo domestico, Ron colocó una mano sobre su hombro para darle su apoyo y Harry lo agradeció, sabía que su amigo entendía lo mal que lo estaba pasando con el tema.
A Harry se le había quitado el hambre, pero comió para que no le echaran la bronca y que no supieran lo afectado que estaba por la muerte de Sirius, o trató de comer, porque estar allí le producía un nudo en el estómago que impedía que la comida llegase allí, la silla que Sirius ocupaba normalmente estaba vacía, nadie se sentaba en ella, y Harry no dejó de mirarla en todo el tiempo, pensando que tal vez en cualquier momento aparecería Sirius y la ocuparía.
Cuando terminaron de comer se fueron a dormir. Harry se durmió nada más tumbarse. Soñó que estaba en el departamento de misterios, vio a Sirius caer tras el Velo, corrió hacia el Velo, esta vez Lupin no le agarraba, si hubiera estado más atento se hubiera dado cuenta que solo había una persona en la sala, pero no presto atención. Traspasó el Velo, estaba iluminado con una luz tenue, hacía mucho frió.
-¡SIRIUS!- se estaba empezando a desesperar se sentía como si hubiera 100 dementores cerca.- ¡Sirius!- ya no chillaba no tenía fuerzas.
En ese momento Sirius apareció delante de él, y le miró asustado, como si temiera a Harry, o tal vez con temor a que Harry estuviera también allí, pero no le habló, pese a que Harry seguía diciendo su nombre, Sirius no le dijo nada, solo le agarró la mano y le puso un papel dentro, después de eso Harry sintió que todo se desvanecía y apareció fuera del Velo delante suya estaba Voldemort.
-Curioso el imperio ¿no?- pregunto Voldemort con una sonrisa macabra, saco la varita y apunto a Harry.- Crucio.
Harry se despertó, todavía sentía la maldición en su piel y un intenso dolor en la cicatriz. Se intento levantar, pero una mano se lo impidió, miro a su alrededor, aunque borroso vio a Lupin, Ron, Hermione y Ginny.
-¿Harry te encuentras bien?- pregunto Lupin, Harry probablemente por primera vez en su vida contesto con sinceridad a la pregunta, negando con la cabeza.
Se llevo la mano a la cicatriz para calmarse el dolor, se dio cuenta de que tenía la mano apretada, al abrirla vio un papel, lo cogió curioso. Había tres palabras escritas se notaba que estaba escrito con rapidez, ponía:
"Confía en Bronwyn."
El corazón de Harry latía violentamente.
-¿Qué es eso?- pregunto Lupin.
-Me lo ha dado Sirius.
-¿Cuándo?- pregunto Ron, ya que Harry había puesto la frase en presente.
-En el sueño.- les contó el sueño y le dejó el papel a Lupin, sin lugar a dudas era la letra de Sirius.
-Pero Harry,- razonó Hermione.- si está… bueno ya sabes… muerto ¿cómo te dio ese papel?
-Quizás no este muerto, por eso dijo Voldemort lo del imperio…
-No Harry,- cortó Lupin.- no quiero nuevas aventuras este año, ¿de acuerdo?
-No le puedo prometer nada, pero ya aprendí la lección, con una dolorosa muestra, no voy a volver a caer en una trampa tan tonta.
-De momento me conformo con eso. Pero si ese papel de verdad es de Sirius, no se a que se refería. Pero no quiero que hagáis nada raro, ni ella, ni vosotros.- dijo mirando a Harry, Ron, Hermione y Ginny.
-¿Sirius conoce a Bronwyn?
-Si Harry, y aunque no lo recuerdes tu también la conociste de pequeño, tu madre y su madre eran muy amigas, y Bronwyn y tú, nacisteis el mismo día, a si que hasta que paso lo de tus padres, os pasabais todo el día juntos.- Harry estaba sorprendido, por tanta información nueva para él, se preguntó si la chica sabría todo eso, había dicho que tenía que volver con su madre, así que su madre seguía viva, seguramente la había contado todo lo relacionado con él de primera mano.- Y ahora todos a dormir que aún es temprano.
Harry dio unas cuantas vueltas en la cama, pero como no se podía dormir se levanto se vistió y bajo a la cocina. El único que estaba en la cocina era Lupin, parecía agotado, Harry pensó que era por la cercanía de la luna llena.
-Buenos días.- saludo Lupin.- ¿Qué haces levantado tan temprano? Deberías estar descansando.
-No podía dormir. Profesor Lupin ¿Ahí alguna posibilidad de que Sirius este vivo?
-No Harry. La verdad no se sabe mucho acerca del velo, pero si lo llaman el velo de la muerte es por algo.
-Pero sino saben mucho acerca del velo, puede que él solo este ahí y punto.
-Harry, él esta muerto, no volverá por mucho que tú quieras que lo haga.- a Harry le dio la sensación de que Lupin trataba de auto convencerse.- ¿Qué quieres para desayunar?
-No tengo hambre, ¿por qué todos le habéis abandonado? porque os habéis olvidado de él, él dio su vida por nosotros, se merece algo más que una maldita silla vacía en la mesa y darle por muerto solo por no intentar hacer algo
-Harry, por favor, tienes que comer, pasando hambre no solucionaras nada.- Harry notó el dolor en la voz del hombre, tal vez no le habían olvidado tanto como pensaba, igualmente podían hacer algo más que cruzarse de brazos, dando por hecho que estaba muerto.
-No tengo hambre.- contestó Harry con un gesto frío.
Se hizo un incomodo silencio, hasta que un rato después bajo la señora Weasley y algunas personas que había en la casa para desayunar, aunque Harry no se molestó en tratar de conocerlas o hablar con los que ya conocía, no le interesaba ninguna de esas personas lo más mínimo.
-Harry, querido, ¿qué quieres para desayunar?- pregunto la señora Weasley.
-No tengo hambre, gracias.- se levantó y salió de la cocina, la señora Weasley miró a Lupin de forma interrogativa este solo suspiró.
Se fue directamente a su habitación y se tiró en la cama. Ron, Hermione y Ginny, que estaban en la cama de Ron sentados, le miraron preocupados.
-¿Qué te pasa, Harry?- preguntó Ron con preocupación.
Harry abrió los ojos sobresaltado, no había visto a nadie al entrar en la habitación.
-Nada.- dijo Harry.
-Si, claro, si no lo quieres decir vale, pero no mientas.- dijo Ron enfadado.
-No me pasa nada, solo que no me gusta estar en casa de Sirius.
En ese momento dos personas aparecieron en la habitación, pero a diferencia del estruendo que suena al aparecerse lo hicieron en completo silencio, como si hubieran estado allí antes, aunque estaba claro que no lo estaban.
Harry se levanto sorprendido, había dos personas, primero se fijo en el chico. Tenía el pelo rubio oscuro, que resaltaba con su piel bronceada, unos ojos azules que parecían brillar con luz propia, era bastante más alto que Harry, parecía tener unos 20 años. Iba vestido con ropa muggle negra, encima una capa también negra que dejaba ver un cinturón con una espada. Luego se fijo en la chica era…
-¡Bronwyn!- exclamó Harry sorprendido.
Ella le sonrió un poco, aunque parecía tener dificultades para mantenerse consciente, parecía muy baja de energía. Vio que tenían sangre en la ropa, y se veía una fea herida en el estómago, Harry la miró preocupado.
-¿Qué te ha pasado?- pregunto Harry.
-Un pequeño accidente. ¿Dónde está Remus?
-Abajo.
-¿Le podéis avisar?- Hermione fue la primera en reaccionar y bajó a buscarle.
-¿Por qué has aparecido aquí arriba?- preguntó Bronwyn recriminando al que iba con ella.
-Porque contigo lloriqueando es más difícil concretar el lugar.
-Yo no lloriqueo Shido MacArran, solo que…- pero no terminó la frase porque en ese momento entraron Lupin y Hermione.
-¿Qué te ha pasado?- preguntó Lupin.
-Yo no importo, los han atacado.
-A Robert, Alix y Judith.- dijo Shido, continúo hablando, anticipándose a la siguiente pregunta del hombre.- Robert esta muy grave, Alix tiene varias heridas pero está bien y Judith, Remus- dijo seriamente- ella ha desaparecido, no sabemos nada de ella y no podemos rastrearla.
-¿Y a ella que la ha pasado?- pregunto Lupin, se le veía preocupado.
-Que amenazó a unos cuantos demonios para que la dijeran donde estaba Judith y la atacaron.
-¿QUÉ HAS HECHO QUÉ?- Chillo Lupin. Tardó dos segundos en calmarse.- Vamos abajo, a ver que puedo hacer con eso.- dijo señalando la herida.
-Remus, yo me tengo que ir, antes de que empiecen a sospechar de mi.
-No te preocupes Shido, ya puedo yo.- el chico asintió y volvió a desaparecer en completo silencio, ante la mirada boquiabierta de Ron y Harry que deseaban poder hacer eso.
Bronwyn intentó andar pero solo consiguió hacer que la herida sangrase más.
-¿Por qué no la cura aquí, profesor Lupin?- sugirió Hermione.
-Si será lo mejor- entre Remus y Harry la tumbaron en la cama del chico.
En ese momento todos vieron, asombrados, como las persianas se bajaban y la habitación quedaba iluminada solo por la tenue luz de las velas, que también se encendieron solas, Lupin sonreía, sabía perfectamente quien había hecho eso y Bronwyn también tenía una ligera sonrisa, aunque tenía los ojos casi cerrados por la perdida de sangre y el dolor.
En ese momento un murciélago apareció en la habitación, tan silenciosamente como lo había hecho Shido, el murciélago dio una especie de voltereta, pero no terminó la voltereta el murciélago, en su lugar apareció una bella mujer, tendría unos 20 años, o eso aparentaba, tenía el pelo castaño, un poco rizado, los ojos marrones, la piel clara, demasiado clara, como si no la hubiera dado el sol en años, era alta, y tenía muy buen cuerpo, que Ron se quedó mirando boquiabierto, Hermione le golpeó el hombro para que dejara de mirarla, iba vestida de una forma muy sugerente, llevaba un top rojo, suelto que parecía que se la iba a bajar en cualquier momento y una minifalda, también rojo y muy suelta.
-Hola.- prácticamente ronroneo la recién llegada.- ¿Cómo estás Bronwyn?
-En la vida he estado mejor.- contestó la aludida con ironía.
-Me alegra saberlo.
Se arrodilló al lado de Bronwyn y sacó una bolsita de la cintura de su falda, la cual vació encima de la herida de Bronwyn, que quedó cubierta por un líquido blanco y dos segundos después ya solo se veía piel.
Bronwyn rebusco entre uno de sus bolsillos y sacó un botecito con un líquido transparente dentro, se lo bebió de un trago y se sentó en la cama.
-Gracias.- le dijo Bronwyn a Selene.
-De nada, pero me debes una.
Bronwyn se levantó y sin que nadie se diera cuenta puso un papelillo en la mano de Selene, aunque Harry si notó el traspaso de las chicas no le dio más importancia, estaba claro que se conocían y lo que tuvieran que darse o decirse era solo cosa de ellas.
-¿Cómo sabías que estaba aquí y herida?
-Vi a Shido sacarte de allí, cogí la bolsita y os rastreé. Y ahora me tengo que ir.
Selene hizo un extraño movimiento, donde estaba ella apareció un murciélago y sin hacer ruido desapareció. La luz volvió a la habitación, Harry se preguntó si sería un animago no registrado o había algo más, un murciélago no parecía el animal idóneo para ser un animago.
-¿Te quedarás a comer?- preguntó Harry esperanzado. Bronwyn pareció pensarlo un segundo.
-Vale, no tengo nada mejor que hacer.
La comida pasó tranquila, cuando terminaron de comer llegó Tonks muy preocupada y la señora Weasley los hecho de allí de nuevo, Bronwyn miró a la mujer con el ceño fruncido, al parecer no estaba acostumbrada a que la echasen de los sitios, pero no comentó nada y siguió a Harry hasta la habitación que el chico compartía con Ron.
-¿Qué habrá pasado?- preguntó Harry inútilmente porque ninguno conocía la respuesta.
-¿No hay ninguna forma de escucharlo?- preguntó Bronwyn. Todos pensaron en las orejas extensibles, pero la puerta estaba hechizada…
Empezaron a hablar de otras cosas agradables, hasta que de repente Bronwyn pregunto la hora.
-Las 5:10 ¿Por?- dijo Ron.
-Llego tarde.- murmuró la chica, puso su mano izquierda sobre la derecha y en completo silencio desapareció.
En ese momento la puerta se abrió y entró Lupin.
-¿Y Bronwyn?- preguntó el recién llegado.
-Dijo que llegaba tarde y desapareció.- informo Harry
-Bueno yo me tengo que ir, nos vemos en la cena.
Bronwyn apareció en una sala con tres personas.
-Siento llegar tarde.- se disculpó la chica.- ¿Y Remus?
-También se retrasa.
Dos minutos después llego Lupin.
-Lo haremos está noche, tengo un plan.- informó Bronwyn.- Ahora que conozco el lugar puedo daros más detalles.
-¿Para eso has ido allí?- preguntó Remus.
-No, Shido no quiso traerme aquí para que nadie supiera lo que había pasado, no esperábamos ver a tanta gente allí.- explicó Bronwyn.- Ahora el plan.- dijo con una ligera sonrisa.
