Disclaimer: Los personajes no me pertenecen.

Bueno, sé que es cortísimo, pero escribir algo sobre ellos dos se había convertido en una necesidad ya. Así que esto sería algo así como un desahogo!

Espero les guste.

Lu


Sencillo.


-¡Eh, Potter! –Grita desde el otro extremo del corredor -¡Luna! –vuelve a insistir, pero la pelirroja no se voltea. Le ha dicho millones de veces que se dirija a ella como Lily, si él no lo entiende, ella simplemente no se volteará.

Scorpius pasa una mano por su rubia cabellera, despeinándose de pura frustración. Si su padre lo oyera, gritándole a una Potter frente a un pasillo repleto de alumnos, probablemente lo golpearía. Él mismo se golpearía si no supiese que aquello es inevitable. Ha luchado contra ello por ya casi cuatro años, no espera que ahora algo cambie.

-Si no fueses tan idiota tal vez se fijaría en ti –Y ahí esta nuevamente la voz de su conciencia, Albus.

-No molestes –Le dice. Porque sabe que tiene razón y eso solo lo enfurece un poco más.

Y es que es algo que no puede evitar. Ser así con ella. La ha fastidiado desde que la conoció muchos años atrás. Y aún cuando se ha percatado de los horribles y repulsivos sentimientos que tiene por ella, porque él es Scorpius Malfoy y no puede estar enamorado, no puede simplemente dejar de molestarla. De burlarse de su cabello, de su estatura, y hasta de sus pecas. Esas que secretamente lo vuelven loco junto a ese maldito pircing que ha colocado durante el último verano en su delicada nariz. Lo vuelven loco y ahí esta la respuesta al por qué de su comportamiento.

Es tan sencillo como que su boca no puede pronunciar su primer nombre. Hacer aquello lo dejaría en evidencia, lo sabe, y lo único que le queda es su dignidad, o al menos un reflejo de ella, porque esta seguro que la perdió en alguna de las muchas cartas que le escribió y que nunca le mandó.

-Mira… -Le dice Albus señalando a Janice.

Y Scorpius la ve. Si, es bonita. Y por supuesto él también nota que su falda es demasiado corta y que sus piernas se ven interminables tan al descubierto. Como también sabe, aún cuando este de espalda, que los dos primeros botones de su camisa están desprendidos y que lleva la corbata suelta. Sabe además que su delantera es tan buena como la imagen que él está teniendo de su espalda y cintura baja, pero nada de aquello le importa. Le ha dicho a Albus miles de veces que vaya a por ella, que a él no le importa. Joder si su padre piensa que ella sería una buena novia para él. Scorpius solo piensa en una chica ocupando ese lugar.

-Tú simplemente estas loco –Reafirma Albus percatándose del poco interés que su amigo muestra en Janice.

Y es que sus preferencias están bien definidas. A él le gusta Lily. Sin ser muy alta, con su cabello pelirrojo, sus ojos marrones y sus miles de pecas. Le gusta su sonrisa, el perfume de su pelo y el pircing en su nariz. Le gusta como vuela, como se pasa las horas estudiando en la biblioteca y como es capaz de levantar miradas allí donde vaya. Le gusta que no se esfuerce por llamar la atención y aún así lo logre. Que lleve el pelo sujeto en una coleta un tanto desordenada y que fume esos malditos cigarrillos muggles cuando cree que nadie la ve y está nerviosa.