Título: Envase sin contenido
Autor: Traitor Tatara
¡Divina perfección mía!
Desconoces mis sentimientos:
Vivo la agonía.
Sonriendo como
el envase vacío que soy.
Jamás he de convertirme en un hombre.
Ella sonríe al igual que yo.
Sin embargo.
¿Sufre con la misma intensidad
al desear ser amada…
desconociendo
si tiene algo dentro de sí?
En esa mirada,
El alma que no existe sonríe.
¿Está obsesionada con mirarme?
¿Llora? ¿Hay algo ahí dentro suyo?
¿Es solamente mío?
¿Una mirada que sólo yo puedo captar?
Pienso en ella,
al caer la noche.
Divina perfección mía…
Mis diminutos esclavos
están comenzando a pensar.
Pareciera que al fin pueden ver.
Cuando sonrìen es como si fueran
cáscaras vacías.
La vida para ellos
debe ser un Infierno a flor de piel.
Encuentran la forma de mostrarse felices:
sus muecas son grandes, agraciadas.
No hacen más que repetir:
hablan como periquitos adiestrados.
¿Tienen qué expresar
en esa forma con la que se miran?
Si al menos dieran una insinuación,
si pudieran...Debe ser amor.
¿No necesitan alma alguna?
Es como si el otro…
nunca lo sabremos.
Puedo ver en sus caras…
cuando el día se acaba:
es mi propia carencia.
Esa falta de alma,
el envase sin contenido alguno...
¡Encantador demonio de mi pertenencia!
No sabe lo que siento:
Vivo agonizando.
Sonrío siempre porque
la cáscara vacía que soy.
nunca ha de volverse al fin mujer.
También él me sonríe.
Quisiera saber por qué.
¿Cómo puede ser feliz?
Cuando deseo llorar,
una vez que mi corazón,
se desgarra en dos mitades.
Siempre hemos de ser
los carentes de alma:
Moro y Maru.
Siendo nuestra existencia
la de un vacío sin amor.
Es necesario que siempre estemos juntos.
¿O fue nuestra elección?
Lo anhelo
al anochecer.
Encantador demonio de mi pertenencia...
