Katekyō Hitman Reborn! No me pertenece.
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Aquel verano
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Desde que su mejor amigo murió, Haru creía verlo en todos lados. Su conexión fue tan extraordinaria que aún en la muerte Tsunayoshi seguía con ella. Todos los días salían a jugar escondidas y, aunque Haru no encontraba a nadie, sabía que Tsuna siempre la encontraba primero puesto que nunca fue muy buena para esconderse.
Entre los dos hay un lazo increíble. Pero los adultos no entienden, los demás, nadie entiende. ¿Es tan difícil creer que Tsuna sigue vivo? Haru se lo ha preguntado muchísimas veces, en el tiempo que le ha dado su solitario cuarto blanco de paredes acolchadas.
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Tsuna era amigo de todos, al menos de su círculo cercano. Y no lo juzgaba, le dejaba ser como era, un auténtico cabeza hueca. Con Tsuna siempre hablaba de lo primero que se le venía a la mente: béisbol.
"Con este bate puedes hacer llegar a la pelota más lejos."
"Si pegas de esta forma, la pelota irá de esta manera."
Pero ahora que su mejor amigo no estaba, ya no tenía con quién hablar de béisbol. Sí está rodeado de gente, justamente por ser jugando de béisbol, no obstante nadie está interesado en escucharlo ya que les parece demasiado pesado que su vida sólo esté dedicada a batear homeruns.
Tsuna era auténtico. Yamamoto Takeshi también lo era mientras su amigo estaba con él.
Ahora no quería estar solo pues le enfermaba la idea de pender la sonrisa que tanto le gustaba a su amigo. Estando en compañía podía fingir que todo estaba bien y repartía sonrisas para todos, mientras que estando solo, sólo había llanto.
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Kyōko estaba consciente de que su amigo, Tsuna, estaba enamorado de ella. Decía que era bonita. Tsuna no sabía que en secreto, a Kyōko le gustaba un amigo que tenían en común y por eso ella se arreglaba.
Kyōko no había pensado en Tsuna como un novio, hasta su muerte.
Peinó su largo cabello cobrizo, despejando su rostro del copete que depositó detrás de su oreja. Pintó sus labios con un labial matte rosa intenso. Arqueó sus pestañas pobladas. Delineó sus ojos dorados. Se vistió con ropa corta y ajustada.
Adoraba que por el camino le dijeran todo tipo de piropos y es que su pareja era demasiado callada.
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Aquel verano, Haru perdió a su compañero de escondidas.
Aquel verano, Takeshi perdió su autenticidad.
Aquel verano, Kyōko perdió al único chico que la quería de verdad.
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N del A: Esta será la primer parte, ya cuando se me ocurran las reacciones de los demás, subiré otras cosas.