¡Hola mundo! (?) XD estoy muy, muy, muy contenta de poder subir una nueva historia. Acabo de comenzar con este proyecto, que en lo personal encuentro muy lindo, y tengo la esperanza de que les guste aunque sea un poquito. Independientemente de si tengo o no reviews, les subiré los capítulos lo más pronto posible o mejor dicho, lo más rápido que me lleguen las ideas jajaja
Sin más, les dejo mi amado primer capítulo n.n
Disclaimer: Sí, Inazuma Eleven Go le pertenece a Level-5 e independientemente de todo lo implícito que le ponen a la serie ¡no es YAOI! (por desgracia) y los personajes son de sus respectivos autores, mismos que no se dan cuenta de todo el shota que tienen desperdiciado, buuu TwT
"Magical forest"
Capítulo 1: Tribus
-Yo soy Tenma, m-mucho gusto –saludó un pequeño con el cabello castaño algo desordenado, de ojos azules que indicaban que acababa de despertar, más bien, que lo acababan de despertar.
El silencio reinó por varios segundos, hasta que un chico con cabellera azul y ojos ambarinos fue empujado hacia el ojiazul -Este es Kyousuke –lo presentó su madre al ver que su hijo se había quedado estático observando al castaño...
Y ese fue su primer encuentro, encuentro que era parte de su entrevista matrimonial.
Ambos niños eran miembros de tribus de lobos, la de Tenma era elogiada por su velocidad, mientras que la de Kyousuke era famosa por la fuerza de sus integrantes. La unión de ambos, proporcionaba la posibilidad de crear la tribu más poderosa del bosque ya que algún día, ambos serían los jefes de sus respectivos clanes y por ello, esa boda debía llevarse a cabo a costa de lo que fuera.
Los padres en un principio no estaban muy de acuerdo con que dos "alfa" se casaran, pero la insistencia de las madres, las cuales habían sido amigas desde pequeñas, y la repentina muerte del padre de Tenma, lograron que ambas tribus pactaran la entrevista matrimonial cuando sus crías tuvieran cuatro años.
El problema sería la descendencia, pero de eso se ocuparían cuando sus hijos fueran mayores. Y así, los años pasaron y los pequeños lobos se convirtieron en dos apuestos jóvenes.
(…)
-¡Mira Tsurugi! –llamó el castaño -¿No es linda? –preguntó mientras le enseñaba una corona hecha con varias flores rosas entretejidas
-Sí –fue la corta respuesta del otro mientras miraba la corona con un sonrojo en sus mejillas. Tomo el obsequio del chico y comenzó a olfatearlo. Era un aroma muy agradable porque además del perfume de las flores, también estaba impregnado el aroma del chico –Será mejor que regresemos –le indicó mientras miraba hacia el cielo, el cual mostraba hermosos tonos naranjas y los últimos rayos del sol.
Tenma asintió y caminó detrás del chico – ¿No vas a ponértela? –preguntó al tiempo que señalaba la corona que acababa de obsequiarle, Tsurugi suspiró -¡Lo sabía!, te parece absurdo –dijo mientras bajaba su cabeza.
El otro lo miró, no le gustaba hacerlo sentir mal pero, ¿qué podía hacer?, sus personalidades eran tan distintas y además… ¡era vergonzoso!, miró a Tenma que continuaba con su mirada hacia el suelo y tragándose su orgullo, no sin antes asegurarse de que nadie más lo veía, tomó la corona y la colocó sobre su cabeza -¿Contento? –preguntó mientras levantaba el rostro del chico para que lo encarase.
Tenma sonrió complacido y se arrojó a sus brazos –Creo que entonces sí ha valido la pena –dijo mientras le enseñaba sus manos llenas de pequeñas cortaditas –Shuu lo hacía parecer mucho más fácil –comentó con una sonrisa, Tsurugi tomo sus manos y las besó con ternura mientras susurraba algo parecido a un "gracias".
Ambos se miraron entre sí y se regalaron una sonrisa, para después caminar de regreso a casa.
Desde hacía ya un tiempo, las madres de ambos habían decidido que los dos tenían que pasar más tiempo juntos. La boda era algo que se aproximaba y tenían que aprender a convivir pronto, todo era para evitar distanciamientos en el futuro y también porque a la madre del ojiámbar le causaba mucha gracia ver a su hijo todo sonrojado por culpa de Tenma.
Los chicos llegaron a la aldea de Tenma y se despidieron, esa noche era para ir de caza, por lo que Tsurugi solo lo dejaría "seguro" y se marcharía a su tribu para ayudar.
-Hoy volvieron tarde –comentó la madre del castaño -Espero que no hayan hecho travesuras chicos –sonrió al ver que las caras de ambos tomaban el color de un tomate
-B-Bueno, nos vemos mañana –se despidió Tsurugi –Descansa –dijo dándole un suave beso en la mejilla. Tenma sonrió y entró a su casa mientras que la madre de éste miró a Tsurugi y sonrió –Que linda corona –el chico se la quitó rápidamente y la escondió detrás suyo.
–Agradezco que cumplas los caprichos de mi hijo, pero no lo mal acostumbres, si no te gusta simplemente no lo hagas, yo sé que Tenma lo entenderá –sonrió mientras Tsurugi se despedía y se marchaba del lugar.
(…)
Llegó a su clan y se dirigió a su casa, encontrándose a su padre listo para partir. Había muchos más sacos para presas que los de costumbre, eso hizo que Tsurugi mirara a su padre con incertidumbre
-¿Por qué llevamos tantos? –preguntó mientras se colocaba algunas protecciones en el cuerpo
-Porque la mitad de esas son para Tenma, tu madre insiste en que la boda sea en dos meses y es tiempo de empezar con la "petición de matrimonio" –el chico miró a su padre con sorpresa, ¿boda en dos meses?
Su padre sonrió ante la reacción de su hijo y tomó algunos sacos –Esto saldrá bien, a no ser que el novio se rehúse a casarse contigo –luego hecho a reír al ver la expresión de molestia que puso el chico –Solo bromeaba, apúrate y nos vemos en la fogata
El peliazul se colocó una muñequera y suspiró. Sabía que la boda sería pronto pero, ¿dos meses?...¡¿Acaso creían que podía resistir tanto sin tocar a Tenma?!
Tsurugi se moría por hacer suyo a Tenma, lo deseaba y no era para menos. El castaño tenía la culpa por ser tan tierno con él, además de que se encargaba de provocarlo cada que podía. Ya había notado que se pegaba a él "discretamente" cuando iban al campo y también se había dado cuenta de que fingía no darse cuenta de que lo espiaba cuando tomaban baños en la cascada. Pero tenía que resistir, tenía prohibido tocar a Tenma hasta el día de su boda, se lo había prometido a su padre y estaba empeñado a cumplirlo aunque cuando hizo esa promesa tenía cinco años y no poseía conocimiento alguno sobre los cambios hormonales que le llegaron con la edad.
Era tan difícil soportar su abstinencia auto-impuesta – ¿Kyousuke? –preguntó una voz desde el interior de su casa -¿Kyousuke estás ahí? –el joven sonrió y caminó hacia el recinto de dónde provenía aquella voz no sin antes tomar la corona que el castaño le había regalado
-Ya estoy por irme hermano, ¿necesitas algo? –preguntó sentándose junto a un chico muy parecido a él.
-Sólo quería desearles suerte en la caza de esta noche y quería saber cómo te fue hoy con Tenma –Kyousuke se sonrojó, miró a su hermano y le mostró la corona –Estuvimos en el prado hasta tarde y antes de que lo llevara a su casa me la obsequió
-Que hermosa, me encantaría conocer ese prado y también me gustaría aprender a hacer coronas como esta –dijo al tiempo que olfateaba el fresco aroma de las flores
El menor suspiró y miró nostálgicamente a su hermano –Ya es hora de que me marche, que descanses Yuuichi
-Gracias Kyousuke, suerte en la caza –el chico le sonrió y salió del recinto para dirigirse a la fogata donde ya todos estaban reunidos. Una vez que terminaron de hacer su ritual para una buena caza, los hombres de la tribu salieron por sus presas.
El hermano mayor de Tsurugi, era solo un par de años mayor que él. Su nombre era Yuuichi, él había sido herido por un cazador cuando era pequeño y aunque los curanderos hicieron todo lo posible por salvarle la vida, cosa que consiguieron, lamentablemente no lograron devolverle la movilidad a sus piernas. Por eso la sucesión de jefes pasó directamente a Kyousuke y no a Yuuichi como debía ser.
Pero "Yuu-nii" era feliz, aunque siempre se había considerado una carga para su familia, él era feliz. Sin embargo, en lo más profundo de su ser, deseaba algún día volver a caminar, el mantenía la esperanza y junto con eso, también esperaba conocer a alguien, alguien que lo amara tanto como su hermano amaba a Tenma.
(…)
Tenma terminó de quitarse sus brazaletes y se recostó en su cama. Miró hacia el techo y suspiró -¿Por qué Kyousuke no me toca? –se preguntó mentalmente.
Y es que no se explicaba el por qué sus tácticas para "seducir" a Tsurugi no surtían efecto. Ni los roces "accidentales" ni hacerse el loco y fingir que no se daba cuenta de que lo espiaba cuando se bañaban en la cascada.
¿Qué estaba haciendo mal?, o es que acaso no le parecía atractivo. A él no le importaba si no llegaba "puro" al día de su boda. Pero si Tsurugi no lo creía atractivo, ¿existiría la posibilidad de que Kyousuke terminara con el compromiso?
-¡IMPOSIBLE! –gritó mientras se incorporaba con rapidez
-Tenma, ¿qué sucede? –preguntó su preocupada madre mientras entraba a su habitación
El castaño miró a su progenitora y negó con la cabeza, ella lo miró y entonces entendió el mensaje, además ¿qué tan malo podría ser?, eso era una preocupación que podría interferir con su futuro, tal vez estaba bien decirlo -¿Y si Kyousuke no me quiere?
-¿Eh?, ¿por qué lo dices? –esa pregunta no venía al caso, ella mejor que nadie sabía que ese chico amaba a su hijo, además las pláticas confidenciales con su amiga avivaban aquella relación.
Tenma se sonrojó, no podía decirle el por qué a su madre, eso sería demasiado vergonzoso -N-No, por nada –su madre lo miro como si pudiera leer su mente y entonces no pudo contenerse más -¡¿Por qué Kyousuke no tiene sexo conmigo?!
Un silencio reinó en la habitación -Sí que eres directo Tenma –dijo su madre mientras sonreía.
Bueno, ¿qué tal? merece un review o no (jojo la que dijo que no le importaban los reviews XD) bueno, aunque no tenga ni un mísero review ¡SE QUE LO LEYERON! y eso me pone feliz.
El segundo capítulo será más largo ¡lo prometo!, este nomás es pa' calar si tengo audiencia o no...juró que lo dejaré botado si de plano nadie deja un "está bueno"
Y hasta aquí, nos leemos en el capítulo 2, BYE!
