Capítulo 1: Mi vida

Sesshomaru Taisho un hombre de veintiséis años guapo dueño de unos hermosos ojos dorados, y una melena plateada hasta las rodillas, rico, frio y muy respetado en la ciudad de Tokio, si uno lo viera diría que su vida es perfecta teniendo todo lo que cualquiera declara. Sesshomaru trabajaba en una universidad famosa en Japón, su trabajo como profesor en la universidad era muy importante para él, y sus alumnos lo admiraban en su forma de enseñar en clases.

Este día Sesshomaru se alistaba para irse a su casa, guardando sus libros en un maletín chico, sus compañeros lo saludaron, subiendo a un auto negro convertible, envidia de algunos en el trabajo. Después del trabajo volvía a su casa, mejor dicho una mansión alejada de la ciudad en un barrio lleno de árboles de distintos tipos, llegando al final del barrio estaba una entrada con dos puertas de hierro, él toca el botón de un interfon.

-soy yo, ábreme

-si Sesshomaru-sama- dijo una mujer del otro lado.

La mansión era enorme de color blanco con un techo en punta de color gis, con árboles a un costado de la calle, la casa tenía dos niveles que en el segundo nivel tenía un balcón recorrido a lo largo cortando en dos paredes sobresaliendo, la entrada principal de la casa era una puerta de hierro con un vidrio de color ámbar, con decoraciones en hierro, subiendo por tres escalones a la puerta. Él deja su auto al frente de la casa, siendo recibido por dos personas en la entrada de la casa.

-bienvenido Sesshomaru-sama –al unísono las dos personas.

Una mujer y un hombre para ser específicos, la mujer era de unos treinta años, amables que le servía a Sesshomaru hace mucho tiempo, con cabellos rojizos por debajo de los brazos y unos ojos verdes, vestida con un vestido corto de color azul con verde. El hombre a su lado era un anciano bajito, con pelos blancos y en la parte de arriba era calvo, con unos anteojos circulares con un marco negro al igual que sus ojos, vistiendo un traje de mayordomo.

-¡qué bueno verlo en casa amo Sesshomaru!- la mujer toma su maletín.

-lo mismo digo Natsumi-contesto Sesshomaru entrando a la casa- prepárame un baño

-si…- caminado lejos de él.

-buenas tardes amo Sesshomaru- dijo el anciano.

-Jaken

Sesshomaru sube las escaleras, recorriendo el ancho pasillo saliendo por la última puerta al balcón mirando el atardecer, desde ese punto se veia toda la entrada de su casa junto con el atardecer. Algunos días Sesshomaru salía tarde de su trabajo y esta era su mejor hora de tranquilidad, mirando el horizonte como se ocultaba el sol. De atrás de él siente unas manos en su hombro abrazándolo cariñosamente, Sesshomaru seguía igual perdido en el horizonte.

-hola Sesshomaru…-dijo una vos femenina cortando con el abrazo, él se da vuelta dándole un pequeño beso.

-Sara perdona me distraje un poco…- Sara era la prometida de Sesshomaru, ella provenía de Europa como una modelo, una mujer de la misma edad que Sesshomaru, de cabellos rubios largos hasta la cintura ondulado, con unos ojos violeta vistiendo siempre ropa de diseñador, y zapatos lujosos que la hacían ver más alta.

-su baño está preparado- apareció Natsumi en ese momento, haciendo que Sesshomaru se separara de ella.

A Natsumi no le agradaba la prometida de Sesshomaru, digamos que no es una persona agradable en la que se confiaría, al menos para ella, pero quien juzga el amor que se tenían, aunque mucho no lo demostraban. Sara se creía la dueña de la casa, solo por ser la prometida de Sesshomaru, ordenándoles cosas a sus dos sirvientes, Natsumi por esas razones no la aceptaba.

-que tenga buenas tardes señora –Natsumi sabía muy bien que no le gustaba que la llamaran "señora".

-no me llames señora, soy más joven que tu…- enfadada sus discusiones eran constantes siempre y cuando Sesshomaru no estuviera presente o solo sea algo inofensivo- prepara mi baño

-como desee señora –caminado rápido para evitar lo que tenía que decirle.

Al estar en el pasillo, que a un lado estaban tres puertaventanas grandes con unas cortinas rojas dejando entrar los rayos del atardecer. Jaken de atrás la sorprende a Natsumi asustándola, obviamente estaba molesto.

-¿Qué cara? –mirándolo sin poder contener la risa.

-¡Natsumi! ¡Cuántas veces te dije que no molestes a la prometida del amo! –Natsumi se inclina un poco levantando una ceja.

-el amo no estaba…

-¡es lo mismo! ¡No vuelvas a hacerlo!

-si como usted diga –sin importarle lo que dijera.

-¡no te burles!

-¡como usted diga! –pegándole palmaditas en la cabeza, como si fuera un perro- nos veremos, esa mujer me pidió que le prepare un baño… -dándose media vuelta caminando a la habitación de Sara, aunque fuera la prometida de Sesshomaru no dormían juntos, por decisión de Sesshomaru cosa extraña que le parecía a Natsumi, pensando "¿Quién quería estar con ella?"


En la mañana en un comedor grande donde fácil entraban, como veinte personas, estaban Sesshomaru, su prometida, Natsumi y Jaken todo el desayuno era silencioso y la única que cortaba el silencio era Sara con su compromiso o si no de moda, uno diría escuchar varias veces lo decir lo mismo, rutina.

-Sesshomaru hoy tienes cita con la modista por la tarde…

-iré no me olvidare –contesto Sesshomaru terminado su desayuno.

-¿no puedes ir tú? –pregunto Natsumi mirándola.

-por supuesto que no, tengo mucho trabajo

-¿pero qué? No te visto trabajar desde que llegaste aquí…

-tu deberías comenzar a trabajar ahora

-ya silencio, me retiro –dicho esto, se levanta saliendo del comedor vestido con una camisa blanca y una chaqueta negra del mismo color que sus pantalones. Jaken lo siguió diciéndole algunos asuntos de trabajo.

-¡ves lo que haces Natsumi!

-se fue es porque ¡no tolera a una mimada como tú! –en un tono de burla.

-¿mimada? ¡Tú eres una simple…!

-¡ya cállense! –Jaken apareció en el lugar molesto de verlas pelearse a espaldas de Sesshomaru.

-no se enfade Jaken-sama –Natsumi se levantó de su asiento caminado a otro lado.

-¡Natsumi! ¡Donde rayos vas! –moviendo sus brazos molesto.

Natsumi era la sirvienta de Sesshomaru pero también vivía en la casa, solo que no adentro sino afuera. En la parte del jardín era su lugar favorito, en el jardín salías por una puerta con ventanas donde estaba el piso con un desnivel, donde tenías que bajar más escaleras para estar en el césped verde del jardín. El jardín estaba decorado con los arboles de cerezos y otros verdes, todo tipo de flores de distintos colores, caminado más entre los arboles estaba un árbol con hojas rojas y una pequeña casa echa con piedras grises, y muy pocas ventanas.

Natsumi cunando empezó con su trabajo, o mejor dicho cuando Sesshomaru se mudó a ese lugar ella encontró la casita y se ofreció a usarla en lugar de Sesshomaru ya que él no le servía, quedándose a vivir en ese lugar en vez de la mansión.

Al entrar la casa tenía una cocina, un comedor y sala de estar en el mismo lugar, era acogedor teniendo tres puertas de madera, dos habitaciones y un baño, ella dormía en la habitación de una esquina, era pequeña pero de su gusto, teniendo una puertaventana a un costado y un pequeño armario y una mesa con fotografías, una que le gustaba era de hace algunos años de una joven de quince años de cabellos largos y ojos chocolates al lado de ella sonriéndole.

-como extraño amiga, Rin… -sosteniendo el marco de la foto.

hola aquí esta la nueva historia espero que les guste

un Saludo