Anee-chan reportándose nOn
Wiiii por fin me animé a escribir algo más largo que un one-shot xD, pero tb representa un ENORME cambio para mí, así que por favor sean buenos conmigo T-T
Mi historia va a ser diferente al resto de fics ya que la protagonista NO tiene una gemela (no como en la mayoría de historias de los gemelos) y va a empezar como un HikaruxOC que luego se irá tornando en KaoruxOC...así es, leyeron bien, va ir cambiando con el tiempo...pero ya ustedes se van a dar cuenta de lo que quiero decir n-n
Por cierto, OURAN HIGH SCHOOL HOST CLUB NO ME PERTENECE, ES PROPIEDAD DE HATORI BISCO Y DE BONES. Es bueno dejar eso en claro, lo que sí me pertenece es el OC y toda la idea de la historia, uhmmmm...eso es todo -risa nerviosa-
Sin más retrasos, aquí va el primer capi de UNEXPECTED LOVE!!
Chapter 1: El nuevo"Juguete" y el Host Club
- ¡Wooow! – exclamó una chica vestida en ropa común, anonada por la enorme infraestructura del Instituto Ouran – ¡este lugar sí que es enorme!
Pasó por la puerta principal y se dirigió a la Secretaría para recoger su horario y el uniforme, pero siempre observando emocionada su alrededor y tratando de no perderse en la inmensidad de ese lugar.
Después de caminar aproximadamente 5 minutos, se topó con una enorme puerta de madera hermosamente tallada y de la cual pendía un letrero que rezaba: SECRETARÍA.
- Secretaría...- pronunció maquinalmente y casi en un susurro.
Se acercó y pasó suavemente su dedo índice por las trazas de madera de la puerta, hasta que se decidió a tocar.
Casi inmediatamente la puerta se abrió dejándose ver una señorita de cabellos rubios y expresión amable. Sí, era ella, era la misma persona con la que semanas antes había hablado su madre y pudieron ordenar su traslado a este magnífico instituto.
- Buenos días, Daidouji-chan – saludó la señorita rubia con una sonrisa – por favor, pasa – completó con un gesto de su mano.
- Buenos días – respondió la muchachita al mismo tiempo que ingresaba a la habitación.
- Es bueno ver que ya estás aquí, dime¿se te hizo difícil encontrar la Secretaría? – preguntó la señorita a la vez que se sentaba en su escritorio. En el borde de la mesa había un pequeño letrero q decía: Srta. Yumiko Miyazaki, Secretaría.
- Muchas gracias – sonrió la joven – La verdad llegué muy rápido hasta aquí, pero fue de suerte talvez, ya que no había nadie a quién pudiera pedirle direcciones. –terminó con una expresión muy sincera.
- Lo siento, es que hace unos instantes empezaron las clases y ya todos los alumnos se encuentran en sus respectivos salones. – trató de disculparse la secretaria.
- Está bien – aceptó las disculpas.
- Oh! Es cierto, tu horario y tu uniforme ya están listos para que los recojas, Daidouji-chan. – recordó la señorita rubia.
- S-Sí – respondió la chica algo sobresaltada. – Pero...
- ¿Sucede algo malo, Daiouji-chan?¿Te sientes mal? – preguntó muy preocupada la secretaria.
- No, no es eso – despreocupó la joven – Es sólo que preferiría que me llamara Ayaka...ya que Daidouji es muy formal...
- Oh! Era eso...claro, te llamaré Ayaka – sonrió la rubia.
- Muchas gracias – agradeció Ayaka.
Siempre había sido así, a Ayaka jamás le gustó que la llamaran por su apellido. Sentía que era más cálido que la llamaran por su nombre.
- Bueno, aquí tienes tu uniforme – dijo la secretaria entregándole a Ayaka un vestido de color amarillo claro con mangas extra infladas y un lazito marrón en el cuello. - ¿Por qué no te lo pruebas?
- C-Claro...- dijo Ayaka, la verdad es que ese uniforme no le gustaba para nada. No era muy amante de los vestidos, que digamos. Se los pondría tan sólo para una ocasión super especial pero prefería usar unos jeans y un polo. – ¿Dónde puedo cambiarme?
- Allá hay un vestidor – señaló hacia el extremo izquierdo la rubia, sonriendo.
- Gracias.
Ayaka se dirigió al vestidor indicado. Tan pronto como entró, cerró la puerta y al voltearse se encontró con un enorme espejo.
Después de quitarse sus ropas "comunes" se colocó el vestido. Tenía un color muy feo pero sí que le daba forma a su cuerpo. Y la verdad Ayaka no era para nada una chica "voluminosa", es decir, tenía sus encantos proporcionales a su estatura.
No era una chica alta pero era delgada y simpática. Además, el color castaño oscuro de su cabello y sus ojos cafés hacían resaltar sus delicadas facciones.
Luego de revisar como 10 veces qué tan bien le quedaba el vestido, decidió soltarse el cabello, el cual por cierto lo llevaba atado en una cola alta, y cepillarlo un poco para que cayera sobre sus hombros.
Después de eso, por fin se resolvió a salir del vestidor y mostrarse a la srta. Yumiko, quien quedó totalmente deslumbrada por lo bien que le quedaba el uniforme.
- Te ves muy linda, querida Ayaka – dijo Yumiko mientras tomaba las manos de Ayaka.
- M-Muchas gracias, creo... - respondió Ayaka algo avergonzada, no es que no estuviera acostumbrada a que le dijeran esas cosas, es sólo que era su primera vez con un vestido como aquél.
- ¡No hay por qué apenarse, querida¡Luces muy radiante¡Estoy segura que vas a encajar perfectamente aquí en Ouran!
- Eso espero – suspiró algo insegura Ayaka.
Tenía razones para sentirse nerviosa: empezando por el hecho de que era gracias a una beca que había logrado ingresar a Ouran. No es que fuera "pobre" era más bien de la clase "Media-Alta", había estudiado toda su vida en escuelas particulares. Pero comparada con los jóvenes de familias adineradas que asistían a Ouran, ella también sería considerada parte de la plebe.
Luego de despedirse de la secretaria, quien le entregó un pequeño papel el cual luego sería leído por el maestro o la maestra que tocara, tomó su horario y abandonó la habitación.
Después de cerrar la puerta, se dispuso a leer el dichoso horario, para saber dónde y cuándo sería su primera clase.
- Mmmmm...- murmuró Ayaka al tiempo que leía el horario y avanzaba por el pasillo con rumbo aún incierto – 9:45 am Historia Universal / Aula 1-A. Me pregunto dónde queda eso...
Continuó avanzando por el largo pasillo, prestando mucha atención a los letreros de las puertas.
Hasta que por fin se topó con la que estaba buscando: Aula 1-A. La puerta estaba entreabierta pero decidió tocar de todos modos, no quería lucir irrespetuosa en su primer día de clases, suavemente pero lo bastante firme para que se oyera.
Casi inmediatamente una mujer alta de cabellos negros y anteojos se asomó. Al verla, Ayaka le extendió el pequeño papel que le diera minutos antes la secretaria. La profesora lo tomó y lo leyó, luego levantó la vista de su lectura y le sonrió dulcemente a Ayaka diciendo: Bienvenida Daidouji-san, por favor pase adelante.
Ayaka lo hizo obedientemente, entró y siguió a la profesora hasta el frente del salón, cabe mencionar que para ese momento todos los alumnos se habían quedado en silencio tan sólo observando a la recién llegada. Algunas chicas comenzaron a murmurar y los chicos tenían puestos todos sus sentidos en la muchachita.
- Clase, por favor, quiero que le den la bienvenida a Daidouji Ayaka. – anunció la profesora rompiendo la tensión.
- Bienvenida – dijeron todos al unísono.
- ¿Por qué no nos hablas un poco de ti, Daidouji-san? – preguntó la profesora.
- E-Está bien – sonrió débilmente Ayaka – Bueno, mi nombre es Daidouji Ayaka, tengo 16 años, me gusta mucho la literatura y espero poder llevarme muy bien con todos aquí. – terminó con una sonrisita algo nerviosa y una inclinación.
Realmente no se le ocurría nada más importante qué decir, ya estaba demasiado nerviosa y tenía miedo de empeorar todo dando datos irrelevantes. Para su suerte, la profesora intervino.
- Y es un gusto tenerte con nosotros, Daidouji-san. Ahora, veamos dónde puedes sentarte. – sonrió mientras exploraba el salón con la vista en busca de un asiento libre. – Allí – dijo de pronto – entre la ventana y Fujioka-san, por favor Fujioka-san alza tu mano para que su compañera pueda identificarlo.
Haruhi hizo lo que la profesora indicó y alzó su brazo. Ayaka lo vió y se dirigió a su asiento. Al pasar los chicos la miraban intensamente y algunos hasta suspiraban. Las chicas por su parte, se limitaban a hablar por lo bajo unas con otras, qué era lo que decían era algo de lo que Ayaka no estaba segura, pero de lo que sí estaba segura era de las miradas matadoras que le lanzaban. Esto hizo que Ayaka, por su parte, lanzara un suspiro de derrota.
Cuando por fin llegó al lado de Haruhi, éste la saludó muy amablemente, algo afeminado en la opinión de Ayaka, pero de igual manera devolvió con una sonrisa cálida.
Al sentarse, sintió muchas ganas de mirar nuevamente a Haruhi, algo no estaba bien…ese tal Fujioka era muy extraño...¡eso es! Fujioka era una chica¿cómo no lo había visto antes?, era bastante obvio en realidad. Lo que le había hecho dudar era el uniforme que llevaba. Era el uniforme de los chicos. ¿Por qué una chica llevaría el uniforme de los chicos?
Tenía deseos de preguntarle a Fujioka pero pensó que el mejor momento para hacerlo sería al término de las clases; así que esperó.
El tiempo pasó bastante rápido y para ser su primera clase, Ayaka no le prestó mucha atención que digamos. La mayor parte del tiempo se la pasó mirando por la ventana y la otra pensando en la pregunta que le haría a Fujioka.
El timbre por fin sonó indicando el cambio de horas. La profesora se despidió y salió volando del salón, dejando a los alumnos conversando y haciendo vida social.
Y allí estaba el momento indicado para preguntarle a Fujioka, ya todos se habían retirado del aula, giró su cabeza hacia el lado derecho dispuesta a iniciar la conversación cuando se dio con la sorpresa de que Haruhi no estaba sola, había 2 chicos con ella. Estaban parados en frente del escritorio de Haruhi. Eran altos, algo delgados, y tenían el cabello de color marrón muy claro casi naranja, pero lo que más llamó la atención de Ayaka fue el hecho de que los jóvenes eran gemelos idénticos.
Los gemelos y Haruhi se dieron cuenta de que Ayaka había volteado a verlos, así que tornaron su atención hacia ella.
- Hola – dijeron los gemelos al mismo tiempo.
- H-Hola – respondió Ayaka algo confundida.
- ¿Tú eres Daidouji-san, ne? – preguntó Haruhi.
- Así es – respondió Ayaka.
- Mi nombre es Fujioka Haruhi, pero por favor llámame Haruhi. – dijo Haruhi con una sonrisa bastante femenina.
- Está bien, Haruhi…pero sólo si me llamas Ayaka en vez de Daidouji…suena demasiado formal – pidió Ayaka con una sonrisa.
- Claro – respondió Haruhi – por cierto, ellos son Hikaru y Kaoru Hitachiin. – agregó señalando a los gemelos.
- Es un gusto conocerlos – sonrió Ayaka.
- De igual manera. – respondieron ellos.
- Uhmmm...hay algo que quiero preguntarte Haruhi – anunció tímidamente Ayaka.
- ¿Eh? A-Adelante – dijo Haruhi algo sorprendida lo que hizo que los gemelos tornaran nuevamente su atención hacia Ayaka.
- Bueno, tú eres chica, entonces ¿por qué llevas el uniforme de los chicos? – lanzó la pregunta Ayaka.
Las bocas de los gemelos se abrieron tanto con la pregunta que casi era necesario que alguien se las cerrara, mientras que Haruhi puso una expresión de shock que hizo que Ayaka se sintiera mal por haber preguntado eso.
- Yo-Yo lo siento mucho, talvez no debí preguntar eso, l-lo siento mucho. – se disculpó la pobre Ayaka agitando frenéticamente sus brazos.
En ese momento los gemelos pusieron en práctica el discurso de "Haruhi es total y completamente un chico" pero antes de que pudieran comenzar Haruhi los detuvo y luego dejó escapar un suspiro.
- Está bien, chicos. Ella ya se dio cuenta.
- Pe-pero Haruhi... – empezar a protestar los chicos, se nota que no les gustaba que los cortaran a mitad de algo.
- Por favor. – dijo ella y les dio una mirada para que guardaran silencio.
- ¿Así que sí es cierto? – inquirió nuevamente Ayaka.
- Sí, soy chica. – admitió Haruhi.
- Entonces¿por qué llevas el uniforme de los chicos?
- Es una larga historia…pero de igual modo te la voy a contar... - y así Haruhi empezó a contarle todo desde el incidente con el jarrón de 8,000,000 de yenes hasta lo del trato de las 1000 clientas. - ...Y es por eso que llevo el uniforme de los chicos. – concluyó Haruhi.
- Ahora lo entiendo – agregó Ayaka.
- ¿Pero cómo es que te diste cuenta? – preguntó uno de los gemelos, Kaoru para ser más exactos.
- Es muy fácil en realidad, sería extraño no fijarse. – contestó muy segura Ayaka.
- Pero, Ayaka... - trazó Haruhi.
- ¿Qué sucede? – preguntó Ayaka.
- Debo pedirte por favor que no se lo digas a nadie¿si? – pidió Haruhi.
- De acuerdo, es un secreto. – aseguró Ayaka.
- Será un secreto entre nosotros. – intervino el otro gemelo con una sonrisita maliciosa. - ¿no lo crees, Kaoru?
- Así es, Hikaru – respondió Kaoru.
- ¿Eh? – dijo Ayaka, la verdad no entendía a los gemelos...pobrecita...
- Parece que nuestro juguete tiene ahora una amiga – dijo Hikaru.
- Lo que la convierte en nuestro juguete también – completó Kaoru.
Ambos gemelos se habían situado en cada lado de la mesa de Ayaka y se acercaron mucho a su rostro con una enorme sonrisa de picardía.
- ¿A-A qué se refieren con juguete? – preguntó Ayaka bastante nerviosa.
- Ya lo entenderás, Ayaka. – dijeron al unísono poniéndole especial énfasis en su nombre y se marcharon riéndose con complicidad.
- ¿Q-qué fue eso? – preguntó Ayaka. - ¿A qué se refieren con juguete?
La pobre Haruhi dió un suspiro.
- Ellos creen que yo soy su juguete y se la pasan haciéndome la vida imposible. – explicó Haruhi. - Y al parecer te han escogido a ti también.
- P-pero yo no he hecho nada – se empezó a alterar Ayaka.
- No te preocupes Ayaka, ellos son inofensivos, no debes darle mucha importancia a sus bromas. – tranquilizó Haruhi.
- De acuerdo... - respondió algo inquieta Ayaka – pero si ellos me provocan, yo no pienso quedarme con los brazos cruzados – dijo muy resuelta Ayaka. Algo que no toleraba jamás era dejar que el resto hiciera lo que quisiera con ella. Tenía suficiente en casa con su hermano.
- "Esta chica no va a ser ningún blanco fácil para Hikaru ni Kaoru, realmente me muero por saber cómo resultará todo esto..." - pensó Haruhi, y el pensamiento la hizo reír un poco.
- ¿De qué te ríes, Haruhi? – preguntó Ayaka con cara de curiosidad.
- N-nada – respondió Haruhi.
En ese momento, el timbre volvió a sonar, indicando el comienzo de la siguiente clase. Todos los alumnos volvieron al aula y el profesor entró dispuesto a empezar la lección del día.
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La hora del almuerzo llegó y Ayaka no estaba segura de dónde iría a comer, ya que su almuerzo lo había traído en un obento. Así que se lo preguntó a Haruhi, aunque sonara extraño ya se sentía bastante cómoda y en confianza con ella, había encontrado por fin una amiga. Para sorpresa de Ayaka, Haruhi resultó ser una estudiante especial al igual que ella y asistía a Ouran gracias a una beca. Esto convertía a Ayaka en la segunda "plebeya" del Instituto.
- Ne, Haruhi... - llamó Ayaka.
- ¿Si? – preguntó Haruhi.
- ¿Dónde puedo comer mi almuerzo? Es que he traído un obento... - respondió Ayaka.
- ¿En serio? – preguntó nuevamente Haruhi – Yo también – dijo sonriendo y mostrando su pequeño envoltorio.
- Genial – agergó Ayaka con otra sonrisa – ¡Entonces podemos almorzar juntas!
- Claro que sí, y conozco un lugar al que podemos ir – anunció Haruhi.
- ¿En serio? Pero no será en el comedor, no? Supongo que debe estar muy lleno…
- No. No es en el comedor. Podemos ir a la azotea. – propuso Haruhi.
- ¿Eh?
- Sí, casi siempre almuerzo allí y es bastante agradable.
- Bueno, entonces vayamos. – dijo Ayaka poniéndose de pie y jalando a Haruhi hacia la puerta.
- ¡E-Esperaaaa...! – exclamó Haruhi mientras era arrastrada fuera del salón.
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Cuando sonó el timbre indicando el final de las clases por ese día, un grupo de chicas de acercó al escritorio de Ayaka. Todas tenían sonrisas en sus rostros y se notaba que querían conocerla de verdad. ¿Por qué no vinieron antes? Eso era algo que Ayaka todavía no entendía pero que tampoco se molestó en preguntar.
- Hola, Daidouji-san – dijo una chica de cabello rubio oscuro (o talvez castaño muy claro) y con un lazo rosa.
- Hola – respondió Ayaka.
- Mi nombre es Houshakuji Renge –se presentó la chica – Tu eres Daidouji-san, no?
- Así es, es un placer conocerlas – agregó Ayaka sonriendo.
- Igualmente – contestaron en coro el resto de muchachas.
Cuando Ayaka volteó para decirle algo a Haruhi no la encontró en su lugar. Esto la sorprendió un poco pero luego recordó que debía cumplir su deber como host...o lago así. Ni Haruhi ni los gemelos se habían tomado la molestia de explicarle exactamente de qué se trataba todo ese club.
Antes de que pudiera seguir pensando, fue interrumpida por la voz de Renge.
- ¿Daidouji-san?
- ¿Eh? – dijo Ayaka volviendo a la realidad y preparándose para guardar sus libros.
- ¿Ya te marchas? – preguntó desilusionada otra de las jóvenes del grupo.
- C-Creo que sí. – contestó Ayaka algo extrañada por la pregunta obvia.
- Por favor, quédate un poco más... - pidió otra muchacha y fue interrumpida por una de sus compañeras.
- Queremos que nos acompañes al Host Club, si? – completó finalmente.
- ¿Si¿Si? – preguntaron todas al mismo tiempo, casi rogándole.
- Y-Yo¿al qué?... - preguntó Ayaka.
- ¡Al Host Club!...¡Oh! Vamos Daidouji-san…¡te vas a divertir, te lo prometo! – prometió Renge.
- ¡Vamos!¡Vamos! – repitieron todas nuevamente.
Ayaka no tuvo más remedio que aceptar la "invitación".
- De acuerdo, chicas – dijo por fin derrotada.
- ¡Yay! – exclamaron todas muy triunfales.
Y la tomaron del brazo dirigiéndose hacia el Host Club.
Pasaron por varias salas, hasta que todo el grupo de chicas se detuvo frente a una puerta blanca muy grande.
- Ya estamos aquí – dijo Renge.
- Tercera Sala de Música – leyó en voz baja Ayaka.
- Entremos – anunció una de las chicas.
Tan pronto como se abrieron las puertas, pétalos de rosas y un delicioso aroma a té envolvió a las muchachas y a la recién llegada Ayaka.
- ¡Irasshaimase!
Allí en el medio de la habitación, luciendo armaduras de caballaros, se encontraban 7 jóvenes.
- Kyaa!! – gritaron en modo fangirl todas las chicas.
- ¿Huh? – decía la pobre Ayaka que no entendía nada de nada.
El enorme grupo que había "escoltado" a Ayaka se empezó a desintegrar a medida que las chicas se iban retirando en pequeños grupos en dirección a los sofás y las mesas con bocadillos.
Ayaka no sabía exactamente cómo reaccionar, es que toda la situación parecía como salida de algún sueño loco, de alguna manera le recordaba a las historias del rey Arturo y la época medieval. Además el hecho de que el salón estuviese ambientado como el interior de un castillo, creaba la sensación de un viaje al pasado.
Mientras Ayaka trataba de asimilar la situación, ya todas las chicas habían desparecido dejándola sola en medio de la entrada.
- ¿A-Ayaka? – preguntó una voz bastante conocida para Ayaka.
- ¿Hn? – volteó al oír su nombre – ¡Ha-Haruhi! – exclamó aliviada al reconocer a su amiga vestida en una armadura celeste.
- ¿Cómo es que llegaste hasta acá? – cuestionó Haruhi.
- M-me arrastraron...supongo... - respondió insegura Ayaka.
- ¡Oh¿Pero a quién tenemos aquí? – exclamó una voz masculina que hizo saltar a ambas jóvenes. – Una clienta nueva y además una muy linda...
Un chico alto, rubio y en una armadura blanca se acercó a Ayaka tomándola por la cintura y posando sus ojos azules/violetas en los cafés de ella.
- Bienvenida al Host Club... - dijo el rubio en un tono muy seductor que hizo ruborizar a Ayaka.
- Y-Yo... - tartamudeó Ayaka algo apenada por toda la situación – G-gracias...supongo – trazó al mismo tiempo que intentaba soltarse del abrazo, esto hizo que el chico se le acercara aún más.
- No tiene por qué, bella hime – agregó el muchacho.
- Anou...senpai, creo que Ayaka quiere que la suelte... - intervino Haruhi.
El joven comprendió (por fin) y la soltó. Ayaka se quedó estática en su lugar con expresión entre confusa y avergonzada.
Ahora no sólo estaban Haruhi, el chico rubio y ella, sino que había 5 personas más.
- ¿Ayaka? – preguntó el rubio - ¿Es ese su nombre?
- Daidouji Ayaka, para ser más exactos. – respondió un joven con cabello negro, anteojos y en una armadura azul. – Estudiante especial y compañera de Haruhi y los gemelos.
- ¿C-Cómo es que sabe todo eso? – preguntó sorprendida Ayaka, era la primera vez que veía a ese muchacho y él ya sabía sobre ella.
Y tampoco era la única en ese estado, ya que todos estaban igual.
- Tengo mis contactos – respondió de manera convincente y con una expresión de misterio.
- ¿Quién eres? – preguntó Ayaka.
- Mi nombre es Ootori Kyouya, estudiante de 2do año. – respondió – y el rubio con cara de sorpresa a tu lado es Suoh Tamaki.
Al oír su nombre, Tamaki cambió rápidamente su cara de sorpresa por una sonrisa encantadora y se volteó hacia Ayaka ofreciéndole una rosa blanca, salida de no-sé-dónde.
- Daidouji-hime, acepte esta rosa en señal de mi cálido amor por usted, que- Tamaki fue cortado abruptamente por los gemelos jalando a Ayaka lejos de él. (Ambos gemelos llevaban armaduras de color verde claro.)
- Ne, Ayaka, nunca pensé verte aquí – dijo Hikaru posando un brazo sobre los hombros de Ayaka.
- Sí¿te trajeron o decidiste venir sola? – preguntó Kaoru agachándose un poco para verla directamente a los ojos.
- Mis compañeras me han "invitado" – contestó Ayaka, haciendo un gesto con las manos para indicar las comillas.
- ¡Hey¡Ustedes dos, gemelos del mal, siempre andan molestando! – empezó a protestar en una manera muy infantil Tamaki. Dicha rabieta hizo que los gemelos abrazaran aún más a Ayaka y unieran al abrazo grupal a Haruhi.
- S-Suéltennos – protestaron al mismo tiempo Ayaka y Haruhi.
Los gemelos obedecieron después de hacerlas sufrir un poco más. Ayaka se hizo una nota mental de que definitivamente los abrazos con armaduras pueden llegar a ser muy dolorosos...
- D-demasiados abrazos por hoy – suspiró Ayaka.
- Sí... - Haruhi también estaba de acuerdo.
- ¡Ne, Aya-chan! – dijo un niño pequeño, rubio, con armadura amarilla y cargando un conejito de peluche rosa, a la vez que abrazaba unos de los brazos de Ayaka. - ¿Eres amiga de Haru-chan?
- ¿Huh¿Aya-chan? – repitió Ayaka, es que eso le sonaba extraño viniendo de alguien más pequeño que ella.
- ¿Te gustaría comer pastel de fresas, Aya-chan? – prosiguió su ronda de preguntas el rubio pequeño.
- Uhmm…claro, suena delicioso – contestó Ayaka, que adoraba los pasteles. - ¿No es un poco pequeño para estar por aquí? – le susurró en voz baja a Haruhi.
- En realidad, Honey-senpai es mayor que nosotros... - respondió Haruhi en voz baja.
- ¿Q-Qué? – preguntó en voz alta Ayaka sin poder creerlo.
- Así es – intervino Kyouya que al parecer había escuchado a Ayaka y Haruhi susurrando – Honey-senpai y Mori-senpai son estudiantes de 3er año.
Al decir Mori-senpai se refería a un chico alto (sí, más alto que Kyouya y Tamaki), de cabello negro y armadura ploma; que además no decía nada...
- Y-ya veo... - dijo Ayaka.
- Ne, Ayaka-chan... ¿te gustaría jugar con Usa-chan? – preguntó de pronto Honey-senpai mostrando su conejito a Ayaka.
- De acuerdo – contestó ella.
Usa-chan era un conejito rosa muy lindo, tenía las orejas bastante largas y Ayaka podría haber jurado que vió las mejillas del conejo ponerse rojas cuando lo cargó.
- Es muy lindo – dijo Ayaka sonriendo y entregándoselo nuevamente a Honey-senpai.
En ese momento Tamaki aprovechó para acercarse nuevamente a Ayaka y preguntar:
- Daidouji-hime, ya que está en el host club¿con qué tipo de host le gustaría pasar el tiempo?
- ¿Tipos? – preguntó la muchacha.
- Así es¿cuál prefiere? El Cool Type (señaló a Kyouya), el Loli-shota Type (Honey-senpai), el Wild Type (Mori-senpai), el Devilish Type (los gemelos), el Natural Type o talvez a mí el Prince Type. – completó inclinándose y entregándole otra rosa blanca.
Ayaka no sabía qué decir, no sabía que tuviera que elegir un host, ninguna de las chicas se lo había mencionado...
- ¿Cuál es su decisión, Hime? – presionó Tamaki.
- ¿Es obligatorio, senpai¿Realmente tengo que escoger alguno? – cuestionó.
Esto tomó a todos por sorpresa, no todos los días una clienta se mostraba tan reacia al escoger un host.
- Bueno...no es una obligación – intervino Kaoru.
- Pero de eso se trata este club – completó Hikaru mirando a su hermano.
- ¡Oh! Bueno si es así, entonces escojo a... - para alivio de todos Ayaka decidió seguirles la corriente – Haruhi.
- ¿Eh? – Haruhi no se lo esperaba.
- Sí, escojo a Haruhi – aseguró Ayaka.
Todos los hosts se miraron entre sí, se encogieron de hombros y dejaron que las cosas tomaran su curso. Luego se retiraron a encontrarse con el resto de las clientas, que estaban comiendo dulces, tomando el té y charlando.
- Bueno, Ayaka, ya que me has elegido, ven por aquí. - dijo Haruhi haciendo una seña para que la siguiera.
- Ok... - respondió Ayaka y se puso en camino.
Bueno, hasta aquí voy a dejarlo.
Eso es todo para el 1er capítulo de esta historia ¿qué le harán a la pobre Ayaka¿podrá sobrevivir al host club? esto lo sabrán en el siguiente capítulo xD
Haré lo pisible por sacar el 2do capi rápido...iré a esprimir mis ideas, if you don't mind...
Muchas gracias por leer y de verdad que los Reviews son siempre bienvenidos n-n háganme saber cómo voy y cómo puedo mejor, si? pero ténganme paciencia ya que soy nueva en esto...
Nos vemos pronto,
XOXO
Anee-chan
