1. Renace la humanidad

Han pasado meses desde los eventos de las Segundas Guerras Huecas y desde entonces la vida no puede ser mejor para los humanos. En especial para Hope: está enamorado, tiene a los mejores amigos del mundo y la galaxia entera a su lado, cuida infructuosamente y con mucho apoyo de las cientos de vidas que habitan la primera colonia humana en Equestria que es Rise y además cuenta con el apoyo de todos. Pero nada de eso es más importante que lo que se esperaba desde hace meses. En todo Rise y Ponyville, desde que se anunciara la noticia, se esperaba un evento muy, muy especial: el nacimiento del primer humano en la colonia desde el final del Éxodo. Hope todavía recordaba con una media sonrisa el día en el que los padres anunciaron la noticia. Quien hubiera esperado eso. Y mucho menos de nada más y nada menos que Amalia y Rob. Sabía que eran pareja y que intimaban mucho, pero jamás esperaba tanto. Por supuesto, la noticia fue una auténtica bomba que impactó a todos. Hope estaba entre alegre y reprendedor como un padre primerizo con sus niños pequeños, Tifa estaba igual pero apoyaba más a Amalia. Hope lo achacaba al hecho de que tenía sentimientos disparejos con los futuros padres, asi que todos decidieron dejarle tranquilo y centrarse en los futuros padres.

Faltaba poco para este acontecimiento único y todos tanto en Rise como en Ponyville están expectantes del nacimiento del primer humano oficialmente equestre, pero lo que a Hope de verdad le preocupaba era el exceso de atención. Pero en su lugar, otra cosa había alcanzado la polémica de la colonia: el futuro del niño, lo cual llamó la atención de ciertos indeseables, entre ellos Big Bert, quien había conseguido hacer algunos amigos gracias a la discusión que pensaban como él. Sus discusiones levantaron tal debate entre los colonos que al final todos se reunían una vez al día en el sótano de Rise para tratar de alcanzar un acuerdo.

- Miradlo de esta forma- explicaba Bert a su pandilla más grande de aliados junto a otros vecinos suyos- Sería lo más justo que el niño fuera reconocido oficialmente como terrestre, como un humano de la Tierra. Aunque nazca aquí, en Equestria.

- Aunque digas eso, Big Bert- tomó la palabra otro- No es como si pudiéramos ir a la Tierra y esperar a que nazca allí.

- Tampoco estoy diciendo eso…

- No me creo que estéis teniendo este tipo de conversación- dijo Emmanuel- Ni siquiera os atañe.

- ¡Tú calla, emo! Ni siquiera sé por qué estás aquí. Desde que llegamos ni te has molestado en pasarte por aquí hasta después de la guerra ¿Qué pintas tú en esto de todas formas?

- Soy otro vecino y tengo tanto derecho a opinar como vosotros. Hope dice que puedo pasarme por aquí cuando quiera, asi que tanto da.

- No me creo que Hart todavía te reconozca como habitante después de largarte sin más desde el día cero.

- No creo que nada del futuro del niño sea cosa que vosotros tengáis que decidir. Y puesto que es inevitable que el niño no sea reconocido como equestre pese a su condición humana, tampoco se le puede forzar a ser humano por orden de un papel. Nacerá en Equestria, asi que será equestre.

- ¿Tú eres ecologista extremo, no?

- ¿Y qué con eso?

- Ya me conozco a los hippies renegados como vosotros. Siempre imponiendo los deseos propios a los de los demás. Una vez leí una historia de un naturalista que pidió recibir tratamiento natural en vez de medicamentos. Sufrió durante días y finalmente murió.

- Eso no fue por su decisión. Tenía cáncer. Reconoce que la medicina moderna tampoco abarca mucho campo en ese aspecto.

- Da igual, sigue imponiéndose a los demás.

- Esto no tiene nada que ver. Te estás descentrando para desautorizarme en este debate.

- ¿Y por qué no dejáis que los padres decidan?- preguntó Sunny.

- ¡Bah! Como si pudieran elegir. Todavía son demasiado jóvenes para tomar esas medidas por su cuenta.

- No son más jóvenes que tú- dijo Emmanuel.

- Pero tampoco más viejos que yo.

- Eso no te da derecho a tomar TÚ precisamente las decisiones.

- ¿Qué insinúas?

- Me atengo a los hechos. Tú fuiste un buscaproblemas que se metió con todos en Rise y Ponyville durante días. En aquel momento no parecía importante en absoluto la vida de los demás ¿Por qué ahora sí?

- ¡Oye, no te pases! Fui un bruto, si, pero eso no quiere decir que me dé igual que alguien se muera o siga viviendo, maldita sea.

- Bueno, ya basta- intervino Rob junto a su novia, quien también estaba presente- Nada de todo esto importa.

Rob quiso decir más concretamente que la discusión no importaba, pero para Amalia eso significaba otra cosa muy diferente.

- ¿Qué quieres decir con eso?- le preguntó ella- ¿Acaso no importo? ¿O tu hijo?

- Amalia, no es eso lo que…

- Ya, claro. No era lo que querías decir. Claro que no.

Dicho esto, se fue seguida de cerca por su pareja. Hope finalmente tomó cartas en el asunto por primera vez.

- Suficiente- dijo- Ya es más que suficiente. Emmanuel y Bert, dejad estas estúpidas discusiones. Si queréis pelearos adelante, pero dejad fuera de eso a los demás. Porque si os lleváis la relación de Ami y Rob en el proceso, no pienso dejaros en paz nunca. Lo juro.

Nadie dijo nada más, pero se dio por entendido que se levantaba la sesión de manera inmediata.

Mientras, Ami se había encerrado en su cama-cápsula y no deseaba ver a nadie. Ni siquiera a su chico. Pero eso no evitaba que una buena pareja se quedara al lado de la entrada de la cápsula para saber cómo se encontraba.

- Sabes que no es bueno que estés sola, Ami.

- Vete. No quiero verte.

- No seas así, por favor. Sabes bien que no quería decirlo en ese sentido.

- Pero al final lo dijiste.

- ¡No, nada de eso! Lo nuestro es importante, Ami. Te quiero. Con locura. Y quiero a nuestro bebé sin importar si es niño o niña (de hecho, prefiero dejarlo para la sorpresa). Pero no considero tan importante que el niño sea tratado como humano o como equestre porque eso no cambiará el hecho de que es nuestro hijo… O hija, como resulte ser ¿verdad?

- Bueno… No.

- Entonces no creo que debamos preocuparnos por temas secundarios como esos. Pero si es tan importante para ti…

Sin mediar más palabra, Amalia salió de su cama y abrazó a su novio.

- Perdona. Son las hormonas.

- Tranquila, estoy al corriente. NEAH nos pasó ese manual de fases del embarazo ¿Recuerdas? Seguramente todo este embrollo no fue bueno para ti, pero todos insistieron tanto… Supongo que debí imponerme.

- Está bien, no pasa nada.

El sonido seco del golpeteo de unos nudillos contra la puerta de entrada de metal principal a la habitación no tardó en hacerse notar, interrumpiendo a los amantes en su reconciliación. Y en el preciso instante en el que Rob abrió la puerta tuvo inmediatamente unos deseos automáticos de dar el portazo a quien llamaba: nada menos que Big Bert. Pero su parte civilizada se impuso y le impidió hacerlo.

- ¿Qué quieres? Ya hemos terminado con el debate. Amalia está embarazada, en un estado muy delicado y para nada dispuesta a discutir temas de nuestra vida privada que no os incumben a ninguno de vosotros en absoluto, asi que si no te importa te agradecería que nos dejaras tranquilos.

- Vale, paz. No he venido a discutir el mismo asunto de antes con vosotros, sólo deseo disculparme. Hope nos ha dado a todos un buen rapapolvo y nos ha pedido que vengamos a disculparnos. Lo siento.

- Me alegra saberlo.

- De hecho, quería aprovechar esta ocasión para preguntarte algo.

- ¿Qué pasa?

- Supongo que sí tendréis pensado casaros.

- No realmente. Aunque haya un niño de camino, no nos parecía totalmente apropiado teniendo en cuenta nuestra situación actual.

- Bueno, si queréis yo puedo hacerlo.

- ¿Tú?

- ¿A qué viene ese tono de escepticismo?

- No sabía que fueras cura ahora.

- Y no lo soy, pero terminé el año de estudios universitarios de Derecho que me quedaba en Rise y por tanto soy oficialmente juez de paz, representante de la ley en Rise y puedo casaros legal y oficialmente para siempre- se acerca un poco para susurrarle algo al oído- Y aunque no tuvierais intención de casaros ¿No crees que esto te ayudaría a recuperar totalmente la confianza de tu querida novia? ¿Qué dices?

Rob miró con cierto tono sospechoso y luego se giró a Amalia, quien no había dicho nada ni parecía querer tomar parte en la conversación. Ni siquiera prestó demasiada atención.

- Ami.

- ¿Si?

- ¿Te casarías conmigo?

La pregunta atrapó tan desprevenida la chica que casi se arranca el mechón de pelo con el que estaba jugando al estar enrevesada en sus pensamientos.

- Yo… Yo… Yo…

- Piénsalo. Sólo piénsalo. Big Bert puede ser nuestro testigo legal. Luego podremos organizar la ceremonia oficial con todos ¿Qué me dices?

- Oh, Rob… Yo… Yo… ¡Acepto! ¡Claro que si!

Ambos se unieron en un fuerte abrazo, aunque Rob se contuvo un poco por miedo a hacer daño al niño.

- Felicidades- dijo Emmanuel, quien apareció entonces de repente- Ya que estáis, puedo ayudaros a preparar la ceremonia. Mi madre solía hacerlo. Si no os importa, claro. Como regalo de bodas y disculpa formal.

- Claro, Em- dijo Ami- Puedes ocuparte. Pero no toques el tema de mis damas de honor. Eso es sagrado para la novia.

- Como quieras.

- ¡Y yo tengo que ocuparme del padrino!- exclamó Rob- Por cierto, ¿alguien ha visto a Coop?

- Ahora que lo mencionas- le espetó Big Bert- No le he visto mucho desde que anunciaste tu embarazo, Amalia.

- Yo si- anunció Emmanuel- Le he visto por el bosque.

- ¿El bosque? ¿Eso no es peligroso?

- Últimamente los animales salvajes del Everfree han estado muy tranquilos. Creo que tras todo el tiempo que llevamos por aquí se han acostumbrado a nuestra presencia. Además, Cooper ha aprendido a moverse bien por la naturaleza. Estará bien. Si desapareciera o no volviese por un tiempo, iría a buscarle con apoyo de Hope.

- Supongo que tienes razón…

- ¿Puedes llevarme con él?- preguntó Rob- Necesito un padrino para la ceremonia.

- ¿De verdad te parece lo más apropiado?

- Pues claro que sí ¿Por qué no iba a serlo?

- Ya sabes cómo se siente Cooper con vosotros dos.

- Hace tiempo que aclaramos nuestras diferencias con respecto al triángulo.

- Ya, pero una cosa es lo que alguien dice y luego está lo que siente ¿De verdad crees que lo ha superado todo? Yo no estaría tan seguro.

- Bueno…

- Le pediré de todas formas a Tifa que hable con él. Después de Hope, es a quien más respeta.

Tifa no tardó en encontrar al afroamericano alto. Desde hacía tiempo, Cooper Spaulding se había vuelto más asocial y huraño, no deseando pasar tiempo con los demás. Muchos lo achacaban al hecho de que sus amigos pasaban ahora más tiempo entre ellos como pareja que con él, pero cuando Tifa se le aceró a hablarle supo desde la primera frase que era algo más lo que le preocupaba.

- Hola, Coop.

- ¿Sabes?- preguntó este después de un breve silencio- En todo el tiempo que llevo en esta colonia sólo mis amigos me han llamado así. Es un mote corto, tonto y sin sentido. Es simplemente decir mi nombre sin la "er" final.

- No veo que tiene de malo.

- Es inútil. Eso es todo.

- Rob te busca.

- ¿Para qué?

- Rob quiere que seas su padrino.

La noticia era sorprendente, pero no inesperada. Iban a casarse.

- Entonces van a hacerlo oficial.

- Si.

- Bien por ellos.

- ¿Qué sucede, Cooper?

- Nada.

- No me mientas. Ambos sabemos que te has distanciado de ellos. Dime qué pasa.

Cooper calló.

- Estoy solo. Apartado de todos. Y es mejor así si voy a estropear algo.

- Aún quieres a Ami, ¿eh?

- …

- Supongo que el hecho de saber que va a tener un hijo y que ese hijo es de Rob te destroza por dentro.

- No es sólo eso.

- Dime. Soy todo oídos.

- Ahora que Rob va a ser padre, eso quiere decir que ya ninguno de los dos me necesitará más. Sólo estorbaría.

- ¡Pero qué dices! Como no te van a necesitar ¿Quién va a ser el padrino si no estás tú? ¿Con quién contarán para cuidar al niño si ellos no pueden? ¿Quién va a estar con su mejor amigo a relajarse a veces del estrés del trabajo diario si no estás tú? Y dime ¿Quién podrá asegurar a la pareja feliz que su hijo tendrá una familia? Porque, aunque no lo creas, ahora sólo tienen a alguien a quien recurrir si no tienen hermanos o padres. Eres lo más cercano a una familia que esos dos tienen.

- Antes estás tú. Y Hope.

- Te tienen a ti, Coop. Eres el único en quien confiarían para esta labor. A nadie más. Piénsalo.

Tifa se levantó, dispuesta a irse.

- Tengo que ir a ayudar a Amalia con los preparativos de la ceremonia. Y tú deberías cuidar de que el novio tiene una despedida de soltero nada loca y segura (o sea, todo lo opuesto a lo ya expresado) para que llegue de contento y concentrado de pleno a su boda.

La conversación con Tifa le había dejado un regusto agridulce en la boca a Cooper. En parte sabía que tenía razón, pero por otro lado era incapaz de aceptarlo. A fin de cuentas, él siempre había sido el que se encargaba de proteger a los otros, pero ahora que todo iba a cambiar ¿De verdad podía llegar a vivir con ello? ¿Aceptar que la chica que amaba nunca iba a estar con él? Cuando lo supo, una parte de él se sintió traicionado, como cuando tu novia te deja por tu hermano o tu mejor amigo te traiciona por una chica. Supuso que tendría que superarlo tarde o temprano, pero no quería. No quería superarlo, quería cambiarlo. Todo ello. Sabía que era malo sentirse así, asi que se distanciaba de ellos para ocultar esos sentimientos. Antes lo tenía claro, ahora estaba confuso. Mucho. No sabía que hacer…

- Bien, todo marcha bien- sin que Bert le hubiese notado subido entre las grandes ramas del árbol, Cooper llegó a oírle hablar- Con suerte podré hacer que aunque el niño nazca aquí sea reconocido oficialmente por mis poderes legales como niño humano.

- ¿Y no crees que Rob y Amalia se sentirán un poco traicionados cuando lo sepan?- comentó uno de su trío de amigos.

- No tienen por qué saberlo. Además, el propio Rob dijo que no importaba ¿verdad? Lo hago por el bien del niño, Kurt. Es lo más justo para él.

- Sólo espero que no lo descubran o se enfadarán mucho- comentó otro.

- Deja de preocuparte, Clive. Todo va sobre ruedas. Vamos, vais a ayudarme a preparar el papeleo.

- ¿Tenemos que hacerlo? Es el trabajo más tedioso y aburrido del mundo y me deja para el arrastre estar tanto tiempo sentado rellenando formularios.

- ¿Qué eres, una niñita llorona? ¡Vamos, en marcha!

Cooper se ocultó lo mejor que pudo. Aunque no le habían visto, no quería que le descubrieran allí. Al poco llegó Emmanuel.

- Big Bert es un estúpido. Los papeles pueden decir todo lo que quieran, pero él no tiene ese poder y cuando se dé cuenta ya será demasiado tarde. Los chicos me lo agradecerán luego.

Dicho esto, se marchó. Cooper sentía hervir su sangre. Una cosa era desear cambiarlo todo a tu alrededor, pero otra muy distinta era engañar a alguien a que hiciera algo que no quería. Saltó del árbol hasta el suelo, dispuesto a contarles todo a sus amigos, pero de pronto se percató de lo obvio: ¿Cómo imponerse ante esos dos? Podían considerarlo un intento de engaño. O peor: Bert y Emmanuel podían achacarlo a celos o un vulgar intento de evitar su compromiso (cosa más que creíble teniendo en cuenta su distanciamiento) ¿Cómo podía demostrar que decía la verdad?

- Pareces tener problemas- dijo de pronto una conocida voz que le sacó del hilo de sus pensamientos.

- ¡Hope!

- Tengo algo para ti. Tenía pensado ir yo, pero creo que es mejor que lo hagas tú.

En el ayuntamiento, Rob y Ami estaban reunidos en el edificio junto a Bert, vestidos de media etiqueta mientras este último redactaba el papeleo. Emmanuel también estaba presente como testigo.

- Mmm- murmuró el juez de paz- Todo parece en orden, pero si queréis mirar a ver que tal…

- Nos fiamos de tu criterio, Bert- dijo Rob- A fin de cuentas, tú has propuesto esta opción.

- Bien pues; firmad.

- ¡Alto!- intervino entonces Cooper- Rob, Ami; no firméis.

- ¡Cooper!- exclamó Rob- Te he estado buscando por todas partes durante días… Supongo que ya recibiste la noticia por parte de Tifa.

- Si. Y por eso no debéis firmar ese documento.

- ¿De qué estás hablando?

- Ay- suspiró Bert- Cooper tienes que superar tu amorío por Ami. Ahora está con Rob. Cuanto antes lo entiendas, mejor.

- No es por eso. No es por nada de eso y lo sabes, Bert.

- ¿Yo?

- No te hagas el tonto. Esos documentos dejan bien claro que el niño será considerado oficial y únicamente como niño humano aunque nazca en Equestria.

- ¡Eso es ridículo! Estoy casando a la feliz pareja en Ponyville, eso es todo.

- Léelo- le espetó a Rob- Léelo y mira lo que dice en la letra pequeña. Estoy seguro de que hay algo sobre eso.

- ¡Cooper, ya basta! ¡Entorpeces la felicidad de esta pareja!

- ¿Ah, sí? ¿Y qué hay de ti?

Cooper sacó un holoproyector de debajo de su chaqueta y lo activó para mostrar la grabación sobre la charla que tuvo antes con sus amigos. Rob, sintiéndose traicionado, leyó los papeles de principio a fin hasta encontrar la susodicha cláusula minúscula.

- "La firma de este documento especifica que el niño/a nacido de la unión de la pareja conocida como Rob y Amalia Coulson será reconocido por la ley y las instituciones terrestres y equestres como un habitante propio del planeta Tierra y no como un equestre más".

- ¿En serio?- rió Emmanuel- ¿De verdad has puesto eso ahí? ¿Tan lerdo eres? Haces que la raza humana se avergüence de ti.

- Tú tampoco te salvas, Em- le interrumpió Cooper, mostrando la parte donde hablaba en voz alta sobre la ceremonia de bodas- Tú también has querido engañarles para que se unieran a tu lado.

- ¡Ja!- se burló Bert.

- ¿En serio?- preguntó ofendido Rob- ¿De verdad habéis intentado engañarnos para que nos uniéramos a un bando o a otro? Voy a ser padre, vamos a casarnos (si, eso no ha cambiado pese a vuestros intentos de que hagamos una cosa u otra) y posiblemente a mí y a Ami nos espera el reto más importante de nuestras vidas y a vosotros todo lo que os interesa es que nos unamos a un bando u otro de vuestra guerra campal ¡Pues olvidadlo! No quiero hacer ni una cosa u otra.

- ¿Por qué haces esto?- le preguntó Ami- Cada vez que dices eso es como si no te importara.

- Ami, esto no tiene nada que ver con nosotros.

- Claro que sí. Siempre ha sido sobre nosotros. Sé que lo dices para intentar apoyarnos como pareja, pero cada vez que lo haces es doloroso, como si no te importara de verdad nuestra relación.

- No seas tonta, claro que me importa.

- Esto es culpa vuestra- acusó Cooper a Bert y Emmanuel- En vuestra estúpida contienda para demostrar que tenéis razón, estás destruyendo a una pareja de padres.

- ¡Pero si es por su bien!- exclamó ofendido Bert.

- Sí, todo esto es por ellos- se defendió Emmanuel.

- Pues sinceramente, no lo parece. Sólo parece que les estéis usando como medio para vuestra pelea por saber quién tiene la razón en esto. Dejadles en paz si vais a hacerlo así.

- Gracias, Coop. Déjame a mí ahora- Rob tomó una respiración profunda y se giró a su esposa, a Emmanuel y a Bert- Ahora escuchadme vosotros tres: me da igual si el niño (o niña) nace en esta tierra o en la otra, si es considerado equestre o terrestre o qué: es mi hijo (o hija), le quiero y quiero a su madre, mi novia, y al niño por igual. Eso no lo puede decidir ninguna ley u orden creado por la humanidad o los equestres.

- ¿Y qué piensas decirle cuando crezca y se pregunte por qué son tan pocos los humanos que viven en Equestria?- le interrumpió Bert.

- Se lo explicaré.

- ¿Todo?

- Pues claro. Tiene derecho a saberlo… A su debido momento.

- ¿En serio?

- Si ¿O acaso no hemos hecho todos lo mismo con los pequeñajos de Rise?

- Eso es…

- Exactamente lo mismo- interrumpió Cooper- Pero ya que os importan tanto estas cosas, entonces podéis tener el aspecto intermedio y realizar el proceso en Rise, hogar tanto de humanos como equestres ¡Y fin de la discusión!

- Pero eso no vale…

- FIN-DE-LA-DIS-CU-SIÓN.

- Vale- dijo cabizbajo Bert. Emmanuel sólo gruñó rabioso.

Amalia sonrió y abrazó a su chico para luego hacer lo mismo con Cooper para agradecerle su apoyo. Pero la felicidad no tardó en convertirse en preocupación cuando de repente la novia se dobló de dolor y se puso de rodillas. Rob corrió a atenderla cuando de repente Ami puso una expresión de pánico en su cara.

- Creo que he roto aguas.

Todos sabían lo que significaba eso: el niño estaba al caer. Rob no tardó en hacer una llamada por su retransmisor a larga distancia a Hope para preparar el quirófano, pero Cooper se impuso.

- ¡Está muy lejos! No es seguro llevarla así hasta Rise.

- Entonces… Entonces… ¡Eso es! Hope ¿no dijiste que tenías preparado una sala de partos para humanos en el hospital de Ponyville sólo por si acaso?- calla un momento- De acuerdo, nos vemos allí- cuelga- ¡Cooper, consíguenos un taxi!

- Demasiado traqueteo. Mejor la llevo yo- mientras decía esto, cargó a Amalia a sus brazos y salió corriendo hacia la salida- ¡Sígueme!

Los tres se encaminaron al hospital, donde estaban preparados los médicos y enfermeras con una camilla. Al momento llegó Hope junto a NEAH y ambos, junto a Amalia y Rob, se metieron en el quirófano para atender el parto.

Las mane six llegaron para reunirse con Cooper, quien estaba esperando fuera de la sala tan nervioso como las demás. Pasó un largo tiempo en el cual duró el parto hasta que Hope salió de la sala para dar la noticia:

- ¡Es una niña! Y muy saludable, por cierto. Pesa 2510 gramos y si mi vista no es muy mala creo que será clavadita a su madre y tendrá los ojos de su padre.

Todos saltaron en gritos de alegría y júbilo cuando le oyeron decir esas palabras, pero seguramente no le habrían oído decir el resto. Poco importaba realmente. Lo importante era que la niña había nacido sana y segura, sin ningún tipo de enfermedad o daño. Era un hermoso y mágico nuevo comienzo para la humanidad. Ahora era de verdad.

Pasó un día para que Amalia se recuperara por completo del parto, y cuando pasó Rob pudo llevar a Cooper de que fuera a verla. Las chicas también fueron; era la primera vez que veían a un bebé humano y se sentían emocionadas. Además, ver a Amalia meciendo al bebé tranquilamente mientras murmuraba una nana la hacía parecer más hermosa y maternal que nunca.

- Hola a todos- dijo ella a sus visitas- los médicos insisten que no puedo recibir demasiadas visitas aún, pero por suerte con ayuda de Hope he podido convencerles de que me dejen tranquila un rato.

- No lo he hecho por gusto- se defendió este- He sido coaccionado por una post-parto y todavía hormonal madre primeriza y traicionera.

- Gracias, Hope. Yo también te quiero.

- Por si alguien no lo ha notado, estaba siendo sarcástico.

- Eh… Hope, una cosa más.

- ¿Qué pasa?

- Bueno… Esto…

- Dime, ¿qué pasa?

- Esto pasa- Ami dejó a la niña en la cuna para abrirse la chaqueta y mostrarle al rubio su pecho. Por alguna razón estaba increíblemente desarrollado.

- Oh cielos- comentó algo tímida Twilight.

- Oh, eso.

- Si ¿Qué me pasa?

- Absolutamente nada. Después del parto, los pechos de la madre se llenan con leche, de la cual el bebé se alimentará los primeros años de su vida hasta que le crezcan los dientes y pueda empezar a comer alimentos más sólidos para su correcto desarrollo. Es normal.

- ¿Normal? ¡Parezco una vaca lechera!

- Estoy seguro de que para tu hija lo serás.

- Muy gracioso.

- Ya te lo he dicho: es normal. No te preocupes.

- Cambiando de tema- intervino Cooper- ¿Habéis decidido ya un nombre para la pequeña?

- Nunca pensamos en nombres, la verdad- dijo Rob.

- Bueno, de hecho PENSAMOS en algunos- le gruñó Ami a su novio- Pero nunca nos convencieron.

- Hasta ahora, claro.

- ¿Si? ¿Tenéis un nombre?

Los padres se miraron y luego asintieron. Luego miraron a Cooper.

- Queremos que se llame Capp- dijo Rob.

- ¿Capp?

- Si. Capp Lair-Coulson- añadió Amalia.

- Es nuestra manera de agradecerte tu apoyo. Y también… Por ignorarte.

- Pero qué dices. Soy yo quien…

- Mira, estabas solo. Te dejamos solo.

- Sois una pareja: tenéis que cuidar el uno del otro. Para eso no necesitáis a una tercera cabeza molestando.

- Tú no lo entiendes- interrumpió Ami- Lo hemos hablado y después de todo esto, nos hemos dado cuenta de que te ignorábamos aposta porque pensamos que sería demasiado duro para ti. Debimos contar más contigo, eres nuestro amigo.

- Y posiblemente lo más parecido a una familia que nunca tendrá Capp.

- Seguro, tendrá a cientos de personas en Rise. Pero ninguna será nunca tan cercana a nosotros y ella como tú.

- Vale, lo capto- dijo Cooper, algo avergonzado, mientras trataba de evitar el romper a llorar- dejadlo ya.

Las chicas sonrieron felices e incluso Pinkie se propuso un abrazo grupal pese a la negativa de Cooper.

Tuvo que pasar un día más para que madre e hija pudieran salir del hospital, pero en Pinkie tuvo el tiempo suficiente para reunirse con un viejo amigo suyo, otro pony super fiestero llamado Cheese Sandwich, para preparar una gran ceremonia en Rise en honor al primer humano nacido en Equestria y unos pocos más después para celebrar una boda en Ponyville con Cooper como padrino. Esta vez sin trucos ni quejas ni nada. Pero posiblemente la más inesperada sorpresa llegó al día siguiente de casarse la pareja. Twilight había estado tan ocupada ayudando a organizar el asunto de la boda que no tuvo tiempo de revisar su correo (cosa que Spike no le perdonó al provocarle las numerosas cartas varios dolores de estómago y náuseas), asi que cuando lo hizo revisó de las más recientes hasta las más antiguas. Algunas eran de las Princesas preguntándole dónde estaba y otras eran de Cadence, pidiéndole que se pusiera en contacto con ella cuanto antes. Pero posiblemente la más inesperada fue la primera de todas, recibida el mismo día en el que nació Capp. En el preciso instante en el que la leyó, Twilight quedó tan sorprendida que desfalleció. Spike tuvo que llamar a los demás para que le ayudaran. Rarity la llevó hasta un sofá y luego le dio aire con un abanico para despertarla mientras Applejack fue a por un vaso de agua, Fluttershy le acomodaba los cojines, Rainbow fue a buscar a Hope y Pinkie Pie fue a por un trozo de tarta admitiendo que "necesitaría azúcar para recuperarse del bajón cuando despertara", pues alegaba que fue una bajada de azúcar en sangre. Mientras recuperaba la consciencia, Twilight despertó a tiempo para ver a sus amigas y Hope, todos reunidos en el salón de su biblioteca.

- ¿Es mi cumpleaños o me he muerto?

- No bromees con eso, querida- comentó claramente preocupada Rarity- no es de buen gusto.

- Lo siento- dijo mientras se incorporaba con ayuda de Applejack.

- ¿Qué pasó, dulzura?- le espetó esta.

- ¡Fue ver esa carta y te derrumbaste como una avalancha!- exclamó Rainbow Dash.

- ¡Os digo que fue una bajada de azúcar!- gritó Pinkie Pie- ¡Necesita pastel! Esto te hará bien.

- Pinkie Pie, no todo gira en torno al azúcar ¿sabes?

- No me tires de la legua…

- Era una carta de mi hermano- contestó finalmente la unicornio- dice que tiene pensado venir a verme pronto.

- ¿Y eso es tan malo como para que te desmayes?- preguntó Rainbow.

- No seas boba, está emocionada porque finalmente su hermano viene a verla.

- Un poco de eso y un poco de lo otro, pero el verdadero motivo es para… Conocer a mi sobrina recién nacida.

Todos se quedaron de piedra, con la mandíbula fofa cayéndoles casi hasta el suelo.

- Oh bueno, eso sin duda es una gran noticia como para… Espera ¡¿QUÉ?!

- Se llama Twilight Skies y nació el mismo día que Capp.

- Presiento un gran evento en marcha- dijo Hope.