Bien, veamos las advertencias:
Esta historia contiene: OoC, lenguaje malsonante y escenas sexuales explícitas. (Al que no le guste, ya sabe: Atrás y: si te vi, no te conozco.)
Los personajes pertenecen a Masashi Kishimoto y la canción que se menciona (así como el título del fic) son de Enrique Iglesias, yo solo los utilizo para nuestro entretenimiento:p
¡A leer!
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Finally Found You.
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En medio del caótico aeropuerto de Konoha solo se veían personas corriendo de aquí para allá retrasadas, algunas melancólicas al despedirse de sus familias, otras felices de volver a su hogar, azafatas con uniformes azules, vendedores ambulantes e infinidad de cosas más.
Entre todo ese tumulto de gente, se podían observar a dos personitas, una pequeña niña pelirosa que era abrazada por un niño de cabellos y ojos negros como la noche.
Sasuke Pov.-
No me gusta ver a Sakura llorar, está llorando por mi culpa.
-Cálmate, Sakura.- la abracé lo más fuerte que mis bracitos me permitían. Mi papá dice que cuando sea mayor seré un hombre muy, muy fuerte, y salvaré a princesas en apuros… Pero ahora solo puedo ver a mi mejor amiga llorar, y ésta princesa no lo merece.
-Sa-sasuke-kun…- sollozó Sakura y me miró con esos grandes ojitos verdes que se veían tristes y llenos de lágrimas. Yo me quería quedar así viviera yo solito. Ya soy todo un hombre de 8 años, pero mi mamá Mikoto dijo que aún no tenía suficiente edad y cuando le pregunté que si me dejaría quedar con mi hermano Itachi me dijo que éramos muy niños todavía. –Prométeme una cosa.-
-Lo que sea.- la miré y sonreí, mostrando que me faltaba el diente de abajo.
-No importa si pasa así de tiempo…- dijo mostrándome su manito con los dedos extendidos. –Siempre seremos amigos y cuando seas grande, vendrás a buscarme.- sonrió y un color rojo apareció en sus mejillas, se veía muy graciosa. -¡Promételo!-
Solté su cuerpecito y enganche mi dedo meñique con el de ella.
-Prometo que te encontraré, no importa el tiempo.-
Un besito en nuestras manos selló la promesa.
-Sasuke, es hora de irnos.-
Volteé a ver a mi madre Mikoto, tenía los ojos llenos de lágrimas mientras nos veía y era abrazada por mi papá Fugaku.
Sakura se abrazó a mi otra vez, me miró y luego dejó un beso en mi mejilla. Sentí que el lugar en donde me besó picaba y me gustó. Salió corriendo donde sus padres, Sakumi y Kenta.
Como niño grande avancé con mi familia hasta la enorme puerta que nos dejaba entrar en el avión, pero antes de entrar completamente, escuché un grito de una vocecita aguda.
-¡No olvides tu promesa, Sasuke-kun! ¡Te estaré esperando!-
Sonreí.
-Nunca lo olvidaría, molestia.-
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18 años más tarde.
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Hoy era el gran día.
Volvía a Konoha luego de 18 años en América. Extrañaba este olor tan particular, el lugar tan pacífico. Extrañaba a mis amigos Naruto, Kiba, Shikamaru, Chouji, Gaara y todos los que nos juntábamos a jugar casi siempre. Pero sobretodo, la extrañaba a ella.
Sakura Haruno.
A mi mente vino una imagen muy tierna. Sakura como una niña de 7 años jugando con su osito de peluche mientras tomaba el té. Con sus coletas torcidas y su sonrojo inocente. No la había visto en todo éste tiempo, aunque siempre nos estábamos enviando al correo y hablando por el videochat.
Sonreí automáticamente, estaba pensando más en ella que en cualquier otra persona.
Acomodé mi camisa azul oscuro y dejé los dos primeros botones sueltos, metí mi cartera en mis jeans y me puse mis Converse negras. Mi cabello lo dejé igual que siempre: desordenado, total, nunca lograba domarlo. Tomé las llaves de mi Mustang y arranqué a la mejor discoteca de toda Konoha… Se suponía que allí estaban los chicos esperándome para celebrar como se debe mi regreso.
Prendí la radio y la canción "Finally Found You" de Enrique Iglesias con Daddy Yankee estaba sonando, otra estúpida sonrisa se formó en mi rostro. Esperaba ver a Sakura entre los presentes. El viaje se me antojó corto mientras tarareaba la letra. ¿O tal vez fue por que aceleré más de lo normal?
Como sea...
Aparqué en el estacionamiento de la disco y bajé rápidamente.
Al entrar el ambiente cambió por completo. La pista de baile estaba iluminada por luces de colores que cambiaban constantemente y repleta de personas moviéndose al compás de la música, en la barra había casi más gente que en la pista y en el piso de arriba –imaginé que era el sitio VIP- estaba todo un poco más calmo y con unas cuantas mesas y sillones, al igual que aquí abajo.
Mi celular vibró en ese momento.
-Teme, ¿Dónde coño te metiste?-
Naruto.
Me apresuré en responderle.
-Dobe, estoy en la entrada. Iré a la barra por un trago. ¿Dónde están ustedes?-
Sasuke.
Mientras hacía exactamente lo que le envié a Naruto, mi celular volvió a vibrar.
-Estamos en el piso de arriba. Apúrate y sube rápido.-
Naruto.
-Estúpido dobeque se cree mi madre para estarme apresurando.- murmuré para mí.
Llamé al bartender con un gesto de mi mano y se acercó a servirme un poco de whiskey en un vaso.
Mientras le daba el primer sorbo a mi bebida, un destello rosa llamó mi atención desde la esquina del club. Volteé la cabeza y me encontré con la mujer más perfecta que haya visto en mis 26 años de existencia.
Una pelirosa con curvas de muerte enfundada en un pequeño vestido blanco. Sus senos parecían tener el tamaño perfecto para mis manos, su cintura era estrecha y sus caderas anchas. Tenía piernas torneadas y sobre esos tacones negros –que gritaban SEXO por todos lados- parecían durar kilómetros. Quería perderme entre sus piernas hasta quedar exhausto y luego volver a comenzar.
Fui acercándome a ella poco a poco, estaba distraída hablando con una chica rubia.
-Hola...- susurré a su oído. Sentí victorioso como se estremecía y ladeaba su rostro para observarme mejor.
-¿Hnn?- volteó y en seguida algo hizo "click" en mi cabeza al mismo tiempo que un escalofrío me atravesaba el cuello.
Haruno...
¡Joder!
¿Cuando se había convertido en una mujer?
-¿Sakura?- susurré al salir, finalmente, de mi shock inicial.
Sus ojos verde jade se abrieron desmesuradamente. Luego todo pasó muy rápido: soltó su trago, se abalanzó contra mí y pasó sus brazos alrededor de mi cuello.
-¡Sasuke-kun!- prácticamente gritó en mi oído.
Devolví su abrazo.
-Hmp, molestia.-
Ella se separó unos centímetros de mí para verme mejor y se sonrojó. No pude evitar una sonrisa socarrona.
-¿En serio eres tú? ¿Dónde quedó tu diente faltante, muchacho?- preguntó.
Al decir eso mi sonrisa se acentuó otro poco y ella fijó sus ojos en mis labios.
-¿Y en donde están tus coletas y el osito que siempre cargabas?- la solté y le di una vuelta –Y aún mejor, ¿De donde sacaste este cuerpo?-
Sakura rió.
-Lo saqué hace varios años, cuando mi jodido mejor amigo estaba muy ocupado follando con otra mujer como para llamarme.- dijo fingiendo molestia.
-Soy inocente.- levanté mis manos para darle credibilidad a mis palabras.
Ella alzó una ceja.
-Si, claro… Y yo me chupo el dedo.-
-El dedo no, pero me enteré de que chupaste otra cosa un poquito más grande.- nos interrumpió la rubia que había olvidado.
-¡Ino!- chilló Sakura, roja hasta las raíces del pelo.
Mis ojos se oscurecieron imaginándome esa escena. Me reacomodé casi imperceptiblemente algo que suponía una gran molestia para mí a la altura de la entrepierna. Sí, eso de tener una erección enorme no es algo que se tape fácilmente… o que sea cómodo.
-No te lo tomes a mal, Saku-frente.- le resto importancia la tal Ino con un gesto de su mano. –Sabes que Kichiro es un bocón exagerado…-
-¿Puedes callarte? No estamos solas, ¿sabes?- le reprochó la pelirosa, olvidándose de mi presencia momentáneamente. –Y no es como si me gustara que todo el bar se entere de mi vida sexual, cerda.-
-¿Vida sexual?- le pregunté.
Sakura se volvió hacia mí y se puso roja hasta el tuétano, de nuevo.
-O-olvida lo que dije y lo que dijo.- señaló a la rubia.
-No deberías tener vida sexual, -continué sin importarme sus palabras y sintiendo una presión desagradable en el estómago. -¿no ibas a ser monja?- pregunté serio.
La cara de Sakura se descompuso y luego estalló en carcajadas.
-Muy…muy gracioso Sasuke-kun.- dijo jadeando.
Levanté una ceja. Sakura dejó de reír.
-¿Era broma, cierto?- al ver mi expresión, creo que le quedó claro lo que quería decir. -¡Y una mierda Sasuke! ¡Tienes que estar bromeando!- gritó. No moví ni un músculo.
-...-
-...-
-Hola Sasuke, soy Ino ¿me recuerdas?- preguntó la ojiazul al ver que el silencio se extendió entre la pelirosa y yo.
-Sí, hola Ino.- salude secamente.
Ya sabía yo que se me hacía familiar. Ésta era la líder de mi club de fans en la infancia. No es que sea arrogante ni nada, pero desde niño traía locas a las mujeres…
Modestia aparte, por favor.
-¡Bien, vamos de nuevo con los otros!- volvió a hablar la rubia.
Jaló a Sakura del brazo y ésta me tomó de la mano y me arrastró con ellas. Esquivamos gente y subimos las escaleras a toda prisa, no sé como pueden correr con semejantes armas mortales de 10 cm en sus pies.
-¡Sakura-chan ya te habías tardado!- gritó una voz muy conocida.
-Hmp, cállate dobe.- dije con mi sonrisa ladeada.
El chico rubio abrió los ojos y luego se tiró a abrazarme.
-¡Sasuke-teme cuanto tiempo!- juro que casi estaba llorando el muy idiota.
-¡Joder! ¡Quítate de encima Dobe!-
-¡Mira que eres malo! No me ves en años y ahora me desprecias…-
Rodé los ojos.
-Fuiste a América el año pasado, Naruto.- le recordó Sakura negando con la cabeza divertida.
-¡Pero el muy ingrato me desdeña así como así!-
-Me vas a hacer llorar, dobe.-
-¡Miren a quién tenemos aquí!- una voz masculina resonó y lo siguiente que vi fue que un pelirrojo besaba a Sakura apasionadamente mientras ella luchaba por liberarse.
Sakura pasó por todas las tonalidades de rojo, llegó a una imposible de imitar, para después soltarse del agarre que mantenía el hombre.
Y luego… le dio una cachetada.
-¡¿Quién coño crees que eres tú para besarme así en frente de todo el mundo?!- gritó la pelirosa.
-¿Le puedo partir el rostro?- susurré a Naruto.
-Yo te lo sostengo.- me dijo devuelta.
Antes de dar un paso, Sakura nos miró furiosa y levantó una mano.
-¡Ustedes quietos allí!- nos apuntó. -¡Esto lo arreglo yo!- volvió su mirada hacia el pelirrojo. Su mejilla estaba al rojo vivo, casi como su cabello. -¿Y bien, Sasori?- preguntó, aparentemente calmada. Así daba más miedo que cuando estaba despotricando contra todos.
-Soy tu novio, niñata.- dijo despectivamente.
Eso me enfureció más, y al parecer a Naruto también. Dimos otro paso hacia adelante, pero Sakura nos advirtió con otra mirada que si nos acercábamos también nos pasaría algo no muy agradable, para variar.
-¡Tú y yo no somos nada desde hace tres meses! ¿O tengo que recordarte la escena con la que me encontré ese día al llegar a casa?- preguntó la pelirosa. -¡Te estabas follando a Karin en MI cama!- volvió a gritar.
-Pfff…- el sujeto rodó los ojos -¡Estas armando un puto espectáculo!- le siseó y la agarró violentamente por el brazo. Las personas comenzaban a amontonarse a nuestro alrededor, pero yo solo tenía ojos para el pelirrojo que tenía sujetada a Sakura.
-Suéltala…- dije en voz baja, aparentemente neutral y acercándome otro paso.
El tipo me miró con aires de superioridad.
-¿Y tu eres…? ¡Ah si! ¡Nadie para mí!- jaló a Sakura y ésta hizo una mueca de dolor –Y tú y yo nos vamos a otro sitio a hablar tranquilamente.- habló cerca de su cara mientras le acariciaba la mejilla.
-Dije suéltala imbécil…- volví a repetir, mi poca paciencia no estaba para juegos tontos.
Sakura me miró con sus ojos verdes llenos de terror.
-¡No me da la puta gana!- me gritó. –Esta zorra es mía. ¿A que no sabes que es una experta en chuparme la po…-
Le estampé el puño en su cara antes de que terminara de hablar, Sasori me lo devolvió y me pegó en la mandíbula. Le pegué una patada en el estómago, lo derrumbé y me tire contra él. Volví a pegarle en su bonita cara muchas veces más, creo que no hubiera parado de no sentir una pequeña mano en mi hombro. Volteé y vi que era Sakura, ella negó con la cabeza y le dí un último golpe, solo para quedarme a gusto, luego lo agarré por la camisa.
-No vuelvas a decirle algo así a la señorita, ¿entiendes?- él asintió –Bien, ahora discúlpate y lárgate antes de que pierda todo mi buena voluntad y termine matándote.-
Miró a Sakura.
-Lo siento…- susurró y escupió un poco de sangre.
Me levanté y él se fue casi corriendo. Acomodé mi camiseta y me volví hacia Sakura.
-¿Estás bien?- pregunté examinándole el brazo por el que Sasori la agarró. Se le estaban haciendo los morados donde él presionó con sus dedos. –Mataré a ese hijo de puta.- iba a dar la vuelta para buscarlo nuevamente pero Naruto me detuvo.
-Teme, él no lo vale.- puso su mano en mi hombro.
-¡Él no pero Sakura sí!- grité. Los presentes dieron unos pasos atrás, todos menos Naruto. -¡Maldita sea, Sakura sí lo vale! ¡Mira como le ha dejado el brazo!-
-Sasuke-kun, estoy bien.- sonrió Sakura, mientras se acercaba y me abrazaba para calmarme.
-Frentona, deberías dejar que Sasuke le de una buena paliza, ya sabes que no es la primera vez que Sasori hace algo así.-
Sakura miró a Ino como si la fuera a matar mientras la rubia se encogía de hombros despreocupadamente. Naruto chocó la palma de su mano contra su frente.
Y yo vi todo rojo.
-¿No es la primera vez?- pregunté en voz baja a Sakura, ella me miró y se mordió el labio inferior, pero no contestó mi pregunta. -¡Maldición Sakura! ¡¿No es la primera vez que ese imbécil te pone la mano encima?!- grité de nuevo.
-Te lo dije Sakura, tarde o temprano Sasuke se enteraría.- le informó Naruto, como si fuera lo más obvio del mundo.
-¡¿Tú lo sabías?!- me dirigí hacia Naruto, él solo volteó la cabeza y evitó mi mirada acusatoria -¡¿Por qué no me lo dijiste?!- le pregunté a la pelirosa agarrándole la barbilla y volteándole la cara para que me mirara a los ojos.
-¡Porque el día en que te llamé cuando pasó la primera vez, una mujer me contestó TU celular diciéndome que estabas muy ocupado haciendo el amor con ella y que no te llamara más en mi puta vida!- exclamó Sakura.
Miré a Naruto confundido y en busca de una explicación lógica.
-Hace como un año comenzó todo, ella empezó a salir con Sasori, le dije que no era bueno pero no me escuchó. Sabía que la engañaba cuando tenía la oportunidad pero creí que necesitaba ver la realidad detrás del hombre que decía ser… Nunca pensé que él le haría daño a Sakura-chan, teme.- dijo Naruto mirando a Sakura con una disculpa pintada en sus ojos azules.
-Naruto, sabes que no fue tu culpa.- le reprendió la pelirosa.
-No te lo dije porque ella me lo pidió.- continuó el rubio mirándome de nuevo.
Yo comencé a calmarme y a recordar que mujer le pudo contestar a Sakura y por qué ella reaccionó así.
¿Un año atrás?
Un año atrás…
Una mujer con mi celular…
Mierda…
Un golpe de recuerdos vino a mi mente y de pronto me sentí el hombre más estúpido en la faz de la tierra.
-Lisa…- susurré con los ojos como platos.
¿Quién más si no ella?
¡Claro! La muy…
Sakura me miró dolida.
-¿Así que se llama Lisa?- miró a Naruto. Una mirada que decía Tengo que salir de aquí.
El rubio la entendió y rápidamente la tomó de la mano. Ya no quedaba gente alrededor de nosotros.
-Vamos a despedirnos de los chicos y te llevo hasta tu casa, Sakura-chan.- sonrió, quitando el ambiente pesado que se estableció entre los tres.
Yo me quedé estático en mi lugar. ¿Cómo se había atrevido esa mujer a decirle algo así a Sakura? Seguramente pensó que lo nuestro iba a ser eterno…
Pero no contaba con que Sasuke Uchiha tenía un plan. Solo había que adelantar un poco los sucesos.
Curvé mis labios hacia arriba. Al momento de que la pelirosa me pasó por un lado, tomé su mano y la atraje hacia mí, chocando nuestros cuerpos.
-Yo te llevo, tenemos que hablar.-
Le informé a Naruto de mis planes para esta noche.
-Hazla sufrir…- dijo siniestramente -…y te arranco las bolas. No me importa que seas mi mejor amigo.-
-Me gustan tal y como están, amigo.- dije devuelta, dándole una palmada en el hombro y saliendo de ahí de la mano con MI chica.
