Hola a todos, Primera vez que escribo un fanfic, espero lo disfruten, en especial porque se basa en una gran serie de television
Por consejo de mi abogado, dejo en claro desde ya que los personajes a continuación son propiedad de su creador,Craig Bartlett, y que su uso no es con fines lucrativos, sino de diversión
En fin, ¡¡QUE LO DISFRUTEN!!
Diabla de la guarda:
Capitulo 1:
Lo que piensas de mí
- Lo siento, pero la respuesta es no -
- Pero Gina… –
- Tengo que irme, hasta pronto-
Y sin dejarlo terminar, en la tranquila ciudad de Hillwood, en una de sus tranquilas plazas, al lado de un tranquilo lago, una chica destruye con tranquilidad el pequeño corazón de un tranquilo muchacho con cabeza de balón.
Arnold solo pudo observar como la chica se marchaba, con la esperanza de que en algún momento ella se diera la vuelta y corriera a sus brazos, pero muchas veces la vida no es como quisiéramos que fuera, y lamentablemente para él, esta vez no era la excepción.
No era la primera vez que habia sido rechazado por una chica, en ocasiones anteriores su pobre persona se habia enfrentado a una desilusión amorosa, pero por algún motivo, esta fue la más dolorosa, ¿será porque en realidad aquella chica parecía el amor de su vida?, ¿o será que por primera vez en su vida, de verdad renuncio a todo por estar con ella?, sea como sea, las lagrimas se acumulaban bajo sus ojos, lo único que quería era no sentir aquella punzada en el pecho, lo único que quería era dejar de amar, lo único que quería era estar solo.
Ese hubiera sido un buen momento para que algo por fin resultara como él quería, mas, un sonido de crujido , seguido de un ¡AUCH! a sus espaldas, le mostró lo irónica que puede ser la existencia.
Detrás de él, herida y acostada en el suelo , se encontraba ella, la chica que lo fastidiaba gran parte de su vida, Helga G. Pataki.
-¡ESTUPIDA RAMA!- Grito mientras se tocaba un pequeño chichón sobre su cabeza.
-¿Helga?-
-A … ar …Arnold – tomada por sorpresa, fue todo lo que pudo balbucear a la pregunta del chico.
-¿Qué haces aquí? –
-Nada, solo pensé que era un lindo día para trepar un árbol y … -
-Helga, no creí eso hace un año, y no me lo creo ahora- responde decidido, con una actitud agresiva y tratando de limpiarse las lagrimas, no puede dejar que alguien vea su dolor, y mucho menos ella – Respóndeme, y nada de juegos-
Aquella mirada y aquella actitud, sorprendió por segunda vez a la chica, la cual solo permanecía en silencio por un segundo, antes de volver a su actitud – De verdad pensé que era un buen día para pasar la tarde en un árbol, y estaba metida en mis asuntos, hasta que apareciste tú para arruinarlo, Arnoldo-
- Pero … olvídalo – antes de continuar, se dio cuenta que este momento no era el apropiado para discutir – me voy a casa-
- Pero ya que estoy aquí, veo que tampoco resulto con la nueva "señorita perfecta" - dijo la chica con una perversa sonrisa en su rostro
- Basta Helga – cada segundo costaba más mantener la calma, cada segundo aquella diabla le recordaba aquello que era mejor olvidar
- No puedo creer que la "pareja perfecta" no pudo llegar siquiera a primera base, todas esas semanas de pasar juntos, de conversar y de acercarse para nada, hay que reconocerlo cabeza de balón, esta vez te esmeraste, pero ella te dejo frito-
- Lo se – "mantente sereno, mantente tranquilo" repetía hacia sus adentros
- No quiere ser tu novia, no quiere estar contigo, no te quería, solo le agradabas -
- …- Esta vez, ni siquiera podía articular palabras tratando de contenerse, aun así, la rubia continuaba.
- C'est fini, esta acabado, nunca lograras nada con ella, al igual que en otras ocasiones, de nuevo estas solo, pero deberías estar acostumbrado a eso ¿no? -
Esa fue la gota que derramo el vaso, Arnold ya no pudo aguantar más el dolor, las lagrimas cedieron, los sollozos se hicieron presentes, y cayo de rodillas, ya no importaba ella, ya no importaba nada.
En ese momento, fue cuando Helga supo que había cruzado la línea, de inmediato intento arreglar la situación - ¿Arnold?
-Déjame en paz Helga – El muchacho se levanto cabizbajo e intento marcharse, pero Helga lo sujeto del brazo.
- Espera Arnold, tengo algo que decir – Helga oculto su rostro, para que el chico no viera lo sonrojada y nerviosa que estaba, con solo tocar a su querido Arnold
- Esta bien, tienes mi atención, ¿Qué quieres? – ya comenzaba a impacientarse
- Yo solo … ejem – lo que tenia que hacer significaba tragarse sus palabras y arrastrarse – quería decir que lo lamento cabeza de balón, no debí decir esas cosas -
- Descuida Helga – el rubio seguía un poco decaído, pero al menos parecía un poco más tranquilo "eso es algo", pensó Helga – después de todo, es verdad, creo que no soy lo suficientemente bueno para que alguien este a mi lado-
Una bofetada de Helga Pataki lo traslado de aquellos pensamientos negativos, al gran universo de la duda, pero lo que le llamaba más la atención fue que luego ella lo afirmara por ambos hombros y lo mirara directamente a los ojos, con una seria expresión.
- escucha cabeza de balón, ¡Y NO TE ATREVAS A INTERRUMPIRME!, porque lo que diré, tal vez no lo repita – Arnold tiene cierto respeto por Helga, pero esta vez de verdad sintió miedo, lo mejor es hacerle caso a la rubia – puede que seas un aguafiestas, un fastidioso de primera, un santurrón, un crédulo y un pésimo compañero de bromas, pero, ¡VAMOS!, ¿Qué no eres bueno?, eres el bobo más bueno de todo este pueblucho, eres tan bueno que si fueras más bueno, tendrías unas malditas alas y un halo sobre tu cabeza, y aunque nunca lo diga, te admiro por eso-
-…pero … - El confundido muchacho intento decir algo
-¡Dije que no me interrumpieras!- solo eso basto para que Arnold guardara silencio – te admiro, y seguramente todos los que conoces lo hacen, ¿y sabes por que?, porque eres como un rayo de esperanza encerrada en una ridícula cabeza de balón, eres amable, sincero y bueno solamente por tus creencias de que es bueno y malo en este mundo, ayudas a todo el mundo, incluyendo a tus patéticos compañeros, sin pedir nada a cambio, con una sonrisa, y lleno de alegría y optimismo, ese optimismo que solamente un verdadero zopenco puede tener-
Arnold segundo a segundo estaba más confundido y nervioso, pero eso no era nada en comparación con lo nerviosa que parecía Helga
-Has logrado verdaderos milagros, sacaste al chico del pórtico de su pórtico, lograste que Torvald aprobara, hiciste que esta ciudad entrara a los records mundiales, gracias a ti hemos ganado partidos de baseball y football contra los de 5to año cuando aprecia imposible, ¡SALVASTE EL BARRIO, POR DIOS!, ayudaste a Phoebe, Gerald,, Rhonda, Stinky, Harold y prácticamente a todo el pueblo, con sus problemas, incluso a los habitantes de tu casa de huéspedes – Helga, aun más sonrojada hace un pequeño alto, como si le costara trabajo continuar- e incluso a mi, Arnold, me ayudaste siempre, aunque vuelva tu vida miserable, aun así estuviste a mi lado cuando nadie más me acompañaba, alguien que puede hacer eso por alguien que prácticamente lo tortura, no puede ser malo, alguien que ha llevado tanta alegría incondicional a otros solo puede ser un ser maravilloso, ¿y aun así crees que eres tú el del problema?, que la tonta de Lila, Gina y todas las demás chicas no vieran eso en ti, indica que son aún más estupidas que tú, Arnoldo-
El chico no podía creer lo que oía, pero no se atrevió a decir ninguna palabra hasta que ella terminara
-Así que levántate, y no vuelvas a llorar por esas arpías totalmente ciegas, ninguna merece estar a tu lado, ninguna merece una sola lagrima tuya – le dijo mientras terminaba de incorporarlo- y si vuelves a sufrir por alguna de ellas, yo me encargare de darte verdaderos motivos para que sufras- termina de decir, amenazándolo con el puño
Terminado el "discurso" Helga lo suelta e intenta huir, pero esta vez es el rubio quien impide que se vaya, sujetándola del brazo.
- ¿Qué haces?, de verdad tengo que irme- exclama, pero ahora es él quien la toma de los hombros y mira directamente a sus ojos.
-Helga, ¿de verdad piensas eso de mi?-
En ese momento Helga no sabia que hacer, pensó en decir "Na, te volví a atrapar, cabeza de balón" y muchas frases similares, pero una mirada a los ojos de su amor, le dijo que él sabría si mentía, que el necesitaba que ella fuera sincera, y que debía serlo también con ella misma, al menos con esa pequeña pregunta.
- Si Arnold, eso es lo que pienso de ti-
No alcanzo a terminar del todo, cuando Arnold la abrazo, de una forma tan especial, que ella por poco pierde la compostura y confiesa lo que su corazón esperaba decir durante tanto tiempo.
-Gracias Helga- El abrazo termino justo a tiempo, un segundo más y la ruda Helga G. Pataki, hubiera caído a merced del rubio.
- De nada, Cabeza de balón, ahora con tu permiso, de verdad debo marcharme-
- ¿Te puedo acompañar hasta tu casa?-
Aquella pregunta la saco de lugar, y casi tartamudeando respondió
-No … no ….es nece.. necesario, se cuidarme sola-
- Lo se – responde- solo quiero hacerlo-
Helga no cabe en su propio gozo, pero aun tiene una fama que mantener.
-Esta bien Arnoldo, acompáñame, pero no vayas a pensar nada raro, esto no significa nada-
-Lo que tu digas Helga, lo que tu digas- Exclama sonriente
Bueno, ese fue el primer episodio
Originalmente son 2 episodios, pero como este termino bastante bien, tal vez deje el 2do para otra historia, lo decidire más tarde
Au revoir a todos
Que la pasen bien
Ps: Se que "Diabla" suena horrible, pero "Diablesa" es muy dramatico y "demonio" muy siniestro.
