Un hombre moreno, de ojos verdes, andaba con una bella sonrisa en su rostro. Acompañado de lo que parecia ser su hijo de la mano.
El niño, de apenas 5 años llevaba un helado en la mano, pues hacia mucho calor.
Su padre le habia prometido estar todo el dia en el parque de atracciones y por eso llevaban desde la mañana montandose en todos los cacharritos que habia.
El hombre, que no habia disfrutado mucho en su infancia, lo hacia ahora como si de otro niño se tratase.
papa, no esta todo muy silencioso?-pregunto el niño , parandose de repente.
Habia tenido un mal presentimiento, el corazon latiendole mas rapido de lo normal.
Miro a su padre que tenia los ojos, detrás de unas gafas de montura transparente, entrecerrados.
De repente le agarro la mano mas fuerte y el se asusto realmente. Podia sentir que algo pasaba. Pero su padre solo miraba hacia todos lados.
La gente habia "desaparecido". El pequeño niño, si no fuera porque no creia en la magia, habria pensado que lo era.
Sin embargo el padre si sabia que habia magia. Y podia sentirla. No era nada bueno.
escondete James, escondete rapido!
El niño sin mas echo a correr escondiendose en un sitio cercano a su padre. No se habia escondido del todo cuando unas sombras negras empezaron a aparecer por todos lados.
Podria haber unas vente.
El hombre apreto fuertemente los puños. ¿ como le habian encontrado? ¿que haria ahora? Estaba rodeado y ni si quiera tenia su varita magica.
oh! Si es el gran Harry Potter!-dijo una voz socarrona que el no pudo conocer.
Las otras personas comenzaron tambien a reirse. No podia creer que esto le estuviera pasando.
El habia acabado con el Lord Voldemort hacia ya varios años. ¿cómo ahora tenian que venir a por el?
Claro, no habia hecho nada con los mortifagos, pero de eso , penso, se tendria que ocupar el Ministerio.
Las sombras fueron cerrando el circulo alrededor suyo, pero el seguia sin decir nada.
venga, saca tu varita y pelea. Ya que eres tan poderoso podras con todos nosotros verdad?- dijo esta vez la voz de una mujer.
pero... si no tiene la varita!-dijo un con una falsa preocupacion y todos volvieron a reir.
Por el rabillo del ojo vio que estaba totalmente rodeado. Que podia hacer?
Un mortifago levanto su varita y antes de que el pudiera hacer nada ya habia gritado ¡CRUCIO! Y el se encontraba gritando de dolor.
papa!-grito un niño pequeño que recien ahora se dejaba ver con lagrimas en los ojos.
El chico no entendia que estaba pasando. No sabia nada sobre magia y se asusto mucho cuando los vio aparecer de la nada. Pero no podia quedarse escondido mientras su padre gritaba de dolor.
wingardium leviosa-dijo uno de los hombres y a los pocos segundos tenia al pequeño en sus brazos.
Hizo una señal para que pararan el crucio que le estaban haciendo a Harry y este, casi incosciente abrio los ojos para luego llenarse de panico.
Su hijo lloraba intentando zafarse de los brazos de uno de los enmascarados.
y si lo mato?
no...- gimio Harry, pero apenas se escucho.
No tenia fuerzas. Tenia que sacarlas de algun lado, no podia dejar que su hijo muriera, ni que sufriera, solo por ser quien era.
pero mejor le hacemos sufrir un poco que te parece? CRUCIO!-Grito el mismo hombre que tenia a su hijo.
Sabia que no era uno muy fuerte, quizas solo para reirse de el, y luego provocarle cada vez mas daño. Pero no soportaba la idea de ver a su hijo retorciendose del dolor. ¡apenas era un niño!
No supo como pero una luz blanquecina empezo a rodearlo, aun tumbado. Sacando fuerzas de donde pudo se puso en pie. Los mortifagos parecian no ver lo que sucedia, pero el si lo sentia.
Era una gran cantidad de magia, que no sabia de donde salia.
Extendio una mano con la palma abierta sin saber el por que. Solo que algo le decia en su interior que tenia que hacerlo.
Una bola de energia empezo a formarse, una que cada vez era mas grande. Pero las sombras seguian sin poder verla ¿por qué?
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A la habitacion empezo a llegar mucha gente. No era demasiado grande y apenas cabia la gente. Una voz se alzo por encima de todas.
acabamos de percibir un gran despliegue de magia, que no puede ser nada bueno. Iremos con trasladador- el que hablo fue un hombre mayor, de unos 55 o 60 años.
Empezo a tender a los que tenia cerca unos broches con las insignias de los aurores.
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Alzo la mano, de forma que los enmascarados vieran su palma, y entonces pudo ver los ojos de sorpresa de todos. Recien ahora veian la fuerte pelota de luz.
Pero ya era demasiado tarde, iba para ellos.
En pocos segundos estaban todos incoscientes en el suelo.
Corrio tambaleandose hacia su pequeño, que se habia caido y tenia un fuerte golpe en la cabeza. Estaba incosciente.
Lagrimas empezaron a salir de sus ojos.
Abrazo a su hijo fuerte y se puso en pie. Hasta que pudiese llegar al hospital mas cercano... podria pasar de todo.
Pero entonces vio a alguien a quien no esperaba ver en mucho tiempo.
Un auror pelirrojo acaba de aparecer y a los pocos segundos mas aurores.
Se acerco corriendo.
El chico le miraba asombrado, sin poder creer lo que veia.
Ron, llevalo a San Mungo, por favor, llevalo... ya tendremos tiempo de hablar pero esta muy grave y no tengo varita.
El pelirrojo, que aun le miraba asombrado tomo al niño en brazos y echando una mirada a su alrededor, comprobando que todos estaban incoscientes asintio y desaparecio con su hijo.
Harry sabia lo que tocaba ahora, le pedirian explicaciones, le preguntarian, le llevarian al ministerio... y el tendria que volver al mundo magico.
¿Potter? ¿Eres tu?-aquella voz fria le saco de su ensimismamiento. Levanto la mirada verde para fijarse en aquellos ojos plateados –Harry...-dijo usando esta vez su apellido- que... que ha pasado?
Pero el moreno sintio como se derrumbaba en ese instante y caia incosciente. Los brazos de su interlocutor evitaron que callera al abrazarlo fuerte.
Draco, llevemoslo a San Mungo con su hijo, despues seran las interrogaciones.
Pero el rubio seguia sin darse cuenta de nada. Abrazado a aquel hombre tan poderoso, al que ya pensaba que nunca volveria a ve. Sintiendo la tibieza de su piel, a pesar de estar incosciente.
Y la palabra hijo revoloteaba en su mente, haciendole un profundo daño en el corazon.
Draco-esta vez la voz si que le saco de su ensimismamiento. El rubio levanto la mirada para encontrarse con unos ojos marrones que le reprochaban algo,¿el que?- tienes que llevarlo, y deja de abrazarlo asi, cualquiera pensaria que te gusta.
Si, ya sabia que le reprocahaba, se acababa de acordar de que el tenia novio.
voy Matt...voy...
saco su trasladador y lo echizo rapidamente, para segundos despues desaparecer con el cuerpo del moreno aun en sus brazos.
