Disclaimer: NO soy JK Rowling, sino me encontraría nadando en dinero, y no escribiendo en un sitio sin animos de lucro.
La primera vez que Molly vio a Victoire, pensó que no podía haber bebe más hermosa. Ahora, le costaba creer que tanta belleza e inteligencia cupieran en una joven de 23 años.
Victoire era toda elegancia y belleza, como su madre, Fleur. Era obvio que había heredado los rasgos de veela, pero entre tanto gen Delacour, se veía que era una Weasley hecha y derecha.
Era alta, con un cuerpo de mujer bien proporcionado. Su cabello rubio caía hasta su cintura, enmarcando, además, su bello rostro, de facciones aristocráticas, con sus labios rojos, sus ojos azules como zafiros, y su nariz respingona, salpicada de pecas, no eran muchas, las justas para darle un aspecto inocente.
Pero ella no era solo eso, y Molly lo sabía. Era inteligente, por eso casi queda en Ravenclaw, pero era valiente como pocos, y siguió la tradición. Sus dotes de bruja la destacaron, y su carisma le ganó muchos amigos. Fue Prefecta y Premio Anual como su padre, otro orgullo familiar.
Vic también era amorosa y comprensiva. Y tenía el mismo carácter maternal que ella, de ahí que fuera la confidente de sus primas menores. Eso no quitaba que tuviera su carácter.
Molly solia compararla con un cisne, aquellos animales bellos, pero que podían atacarte a primer desliz.
Ese día cuando llegó radiante de la mano de Teddy, la primera en abrazarla fue su abuela, porque ella sabía de sobra lo que le venían a decir.
Espera que Teddy fuera un gran esposo para su niña, la segunda niña Weasley en siglos.
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Bsos Micaela