No podía creerlo. Tan cerca de reunir a la familia de nuevo, y había fallado. Trató de ignorar el terrible dolor que su cuerpo sentía, pero era imposible. El estado en el que se encontraba era sumamente extraño. Le permitía consentir pensamientos, pero no le permitía deshacerse del terrible mal que le afligía esa daga. Maldito sea Papatunde, pensó Klaus.

Ya había perdido la noción del tiempo. Hace tanto que le habían clavado la daga, que ya no sabía en que año estaba. Al inicio el dolor era insoportable, pero conforme había ido pasando el tiempo, el dolor había cesado. Incluso poco a poco comenzaba a percibir estímulos externos.

Ahora Finn estaba muerto para siempre, Kol, Elijah y Freya seguramente ya estarían muertos por la mordida venenosa de la sabandija de Marcel, y supuso que su hermana menor tendría clavada la daga pues estaba maldita con ese hechizo de una bruja marroquí que desataba todo su salvajismo, y no creyó que Marcel le daría el trato especial que ella merecía.

Era increíble lo incauto que fue. Jamás había sospechado de Marcel, porque pese a todas las peleas, pese a todas las amenazas y estupideces dichas, jamás desconfió de él. Sí lo había considerado parte de la familia, sí lo había querido como a un hijo, y al fin y al cabo, el había sido su único amigo de verdad.

Quizás, Marcel tenía razón cuando le dijo que no lo veía como su igual. !Pero es que el era Klaus Mikaelson! !El más fuerte de los Originales! No podía tolerar tener un superior, menos un igual. Sin embargo, ahí se encontraba su antiguo pupilo. Con más poder de lo que él nunca soñó.

Era el momento de actuar. Poco a poco, con el pasar del tiempo, había comenzado a recuperar el control de su cuerpo. Ya sentía todos los músculos de su cuerpo. Por fin podría liberarse. Por un momento recordó a Mikael, debía admitir que era admirable cuan rápido su ''padre'' se había desecho de la daga.

Apretó los serratos y los abdominales superiores mientras relajaba los pectorales. Sentía como la daga comenzaba a salir de su cuerpo. A medida que esta era expulsada, la fuerza regresaba a su cuerpo. En un acto casi involuntario, su mano derecha saltó hacia el mango de la daga y la saco totalmente.

En ese momento, Klaus tomó una bocanada de aire muy grande, y sintió que desfallecía. El dolor se había ido, por fin podría ser libre, pero estaba muy cansado y lastimado.

Vió a su alrededor y no distinguió nada, todo estaba oscuro, pero por lo duro que estaba donde el estaba recostado, dedujo que se encontraba en un ataúd, probablemente hecho de concreto y encerrado en un mausoleo oculto. Esperaría un poco más a recuperar su fuerza, y saldría de la bazofia en la que Marcel lo tenía encerrado. Entonces, tendría su venganza.

En otro lado, aún en estado de trance; Freya, Kol y Elijah se encontraban en el sueño que la primera había creado. Una ilusión para tratar de tapar el sol con un dedo. Ya habían pasado 3 años desde la ahora llamada ''Traición de Marcel''.

Tal y como temía Klaus, Rebekah tenía una daga clavada, aunque no se sabía si Marcel había sido el responsable. De un momento a otro, ella desapareció del sueño en el que sus hermanos estaban sumergidos.

- !Maldición! !Ya no soporto esto! - gritó Kol encolerizado, destruyendo una mesa que se encontraba cerca.

- Contrólate hermano - dijo Elijah - Todos estamos cansados, pero no podemos hacer nada hasta no indagar más sobre una cura a la mordida de Marcel.

- !Yo siempre supe que era mala idea convertir a ese idiota en uno de nosotros! - reprochó Kol - Solo para salvar a Niklaus de su egoísmo, permitiste que esa rata se integrara en nuestra familia! -

- Tranquilo Kol, te prometo que Marcel pagará por sus ofensas, y yo siempre cumplo mis promesas - sentenció Elijah

- Últimamente tus promesas están muy poco cotizadas hermanito - dijo con sorna Freya

- Freya, ¿Te has podido comunicar con Haley? - preguntó Elijah

- Si, y dice que cree haber encontrado una cura para mi veneno, y si yo pudiese estar afuera, podría investigar por mi cuenta y podría por fin obtener una cura para ustedes - dijo.

- Y qué si nos curas, Marcel simplemente nos mordería de nuevo y dejaríamos de existir - refutó Kol mientras miraba al Cielo - Ojalá Davina estuviese aquí - susurró para sí, algo que no pasó inadvertido para sus hermanos.

- Bueno, cambiando a temas de mayor relevancia - prosiguió Elijah - ¿Sabes algo de Rebekah? - preguntó

- Haley dice que aún no sabe su ubicación, pero según una bruja a la que ella obligó a buscar a nuestra hermana, dice que se encuentra en nada más y nada menos que América del Sur, en algún lugar recóndito de los andes -

- Genial... la han mandado al continente en el que más nos odian - dijo Elijah

- ¿Los odian? ¿Allí? Pero si ni siquiera han vivido en América del Sur - Dijo Freya

- Ehmm... de hecho, esa es una historia muy graciosa - interrumpió Kol mientras sonreía

- Kol, yo no la llamaría graciosa - exclamó Elijah

- ¿No entiendo, que hicieron en América del Sur para que los odien? - preguntó Freya

- La pregunta correcta es, que hizo Kol - corrigió Elijah

- !No solo yo Elijah, Nik también es culpable! !El me enseño a ser lo que soy! - vociferó Kol, mientras fruncía el ceño.

- ¿Podría explicarme alguno de ustedes dos que sucedió? - gritó Freya, ya cansada de tanto preámbulo.

- Bien, yo te contaré - respondió Kol - Cuando Padre se dió cuenta de la licantropía de Nik, nos vimos obligados a huir de Mystic Falls, sin embargo, por aquellos años, los nativos americanos apenas si tenían tecnología de navegación trans-atlantica, así que nos vimos obligados a ir a las pintorescas civilizaciones del sur - hizo una pausa mientras sonreía macabramente

- Nos abandonaste Kol - le dijo Elijah, dándole una mirada fría.

- Eso es relativo - le respondió socarronamente - Lo que sucedió fue que observé que en esas civilizaciones, hombres lobo eran las castas nobles, así que en lugar de eliminarlos, me hice su amigo. Todo era espléndido hasta que en el Imperio Wari, no me atendieron como debía - concluyó.

- !Fuiste tu el que expandió el vampirismo por toda América Latina! - gritó Freya.

- Merecían un castigo, y que mejor manera que extinguir su raza - replicó su hermano menor como si fuese lo mas normal del mundo - Yo tenía que regresar con la familia, así que les dejé un pequeño recuerdo de mi parte -

- ¿Pequeño? - preguntó Elijah retóricamente - Convertir a todos los esclavos del emperador en vampiros no es poco - le recordó

- Tu no eres el más adecuado para decir lo malo que es convertir a humanos en vampiros Elijah, ¿O acaso debo recordarte a tu amada organización?... ¿Cómo eran que se llamaban? ¿Los strix? - le respondió Kol

- !Ya basta los dos! - interrumpió la hermana de ambos - Rebekah está a la merced de lobos y vampiros que odian a Kol -

- Bueno, de todas maneras, durante la conquista española a América, muchos de los vampiros convertidos por Kol fueron exterminados por los españoles, dando lugar a la repoblación del continente por parte de los lobos. Es por ello que actualmente, América del Sur es el continente con mayor cantidad de Hombres Lobo del mundo, y los que sobrevivieron a la masacre colonial, perecieron cuando Kol murió en Mystic Falls - dijo Elijah

- ¿Bueno, por qué Marcel pondría a Rebekah en ese lugar? - preguntó Freya

- Supongo que para que encaso seamos curados, nos sea dificultoso rescatarla - respondió Kol

- Pfff, parece que los problemas nos caen como nieve al Himalaya - suspiró Freya

- Tranquila hermana - dijo Elijah tomándola del hombro suavemente - Lo lograremos -

Mientras ellos tenían esa conversación, un renovado Klaus Mikaelson se terminaba de limpiar la suciedad. La cripta fue rápidamente destruida, y un estúpido vampiro estaba dormido, ''vigilando'' que el no se escapara. Beberse toda su sangre ayudó mucho a que recuperase sus fuerzas.

- Eso fue demasiado fácil, parece que son ciertos los rumores - le dijo alguien, mientras Klaus volteaba rápidamente

Vió a un joven, de mas o menos 15 años, piel blanca, muy pálido, nariz puntiaguda y una ojeras enormes, era muy alto, incluso más que Niklaus. Su voz era un suave y tenía un extraño seseo. Su rostro era bizarramente perfecto y simétrico, además de su cabello de un rubio desteñido. Sus pupilas eran de un azul muy pálido, casi blanco.

Su extremedidades y cuello eran largos, su cuerpo delgado y si bien usaba un abrigo largo muy pomposo, Niklaus podía deducir que estaba mal nutrido por lo huesudas que eran sus manos.

Nik sonrió para sí, al parecer Marcel estaba tan desesperado por tener subordinados, que convertía a cualquier escoria en vampiro. Decidió atacarlo.

- Supongo que no tan fácil como derrotarte - le respondió el híbrido antes de lanzarse con toda sus fuerzas hacia él. No quería que Marcel supiese que había escapado de su tumba, y quería hipnotizar a este ''subordinado suyo'' para que le dijese su versión de la historia.

Pero grande fue sus sorpresa cuando el delgado chico lo tomó sin ningún problema del cuello, y lo lanzó a la asombrosa distancia de 5 metros, rompiendo un pino cercano con el.

- No me confunda con una de sus creaciones, Sr. Mikaelson, yo no soy un ser de este mundo - le dijo el delgado Chico.

Nik se reincorporó dificultosamente, odiaba tener el sentimiento que tenía ahora, el miedo. Desde que el idiota de Lucien había conseguido ser mas fuerte que él, había aprendido a no subestimar a los enemigos, así que en lugar de lanzarse otra vez como usualmente los hubiese hecho, decidió conversar.

- Entonces qué eres exáctamente - preguntó mientras lo miraba fijamente.

- Mi nombre es Mefistófeles, soy una deidad infernal de primer orden, mi motivo aquí es para darte una oferta que no vas a poder rechazar - se presentó, mientras le ofrecía su mano.

Klaus se quedó impactado. Había visto hombres lobo, brujas, vampiros e híbridos, pero nunca había prestado mucha atención a los asuntos eclesiásticos. Realmente esto era difícil de creer.

- Cómo se que esto no es una puta jugarreta de Marcel - le dijo altanero, mientras sus ojos se tornaban en ese característico tono amarillo y su contorno un tono oscuro.

Como respuesta, los ojos del chico se tornaron de azul a un morado brillante, y sus ojeras se comenzaron a tornar rojas.

- Le sugiero no me provoque, señor Mikaelson, mi poder está mucho más allá que el suyo - le respondió con una voz increíblemente gruesa.

El híbrido comprendió que esa cosa no era humana, o mejor dicho, nunca lo fue, y se calmó.

- Dime qué haces aquí y tu propuesta - le propuso

- Mucho mejor, Sr. Niklaus, ¿Puedo llamarlo así no? - le sonrió el demonio mientras su mirada se tornaba normal otra vez - Vengo aquí enviado por Lucifer, líder de los ángeles libres, para proponerle una alianza -

- No entiendo, ¿Qué podrías darme que me interese? - le dijo Klaus

Mefistófeles solo le sonrió, mientras se acercaba a Klaus.