Primer año:
Hija de muggles, hija de muggles, hija de muggles...
Sangre sucia, sangre sucia, sangre sucia...
Hija de muggles, hija de muggles, hija de muggles...
¡Basta!
Me desperté aterrada, aún oyendo las voces de desconocidos repetirme éstas líneas una y otra vez, mi grito había roto la calma de la noche, pasé una mano sobre mi frente y descubrí que estaba sudando frío.
Cálmate, cálmate, sólo ha sido un sueño... Sangre sucia, sangre sucia, sangre sucia...
Hija de muggles, hija de muggles, hija de muggles... Cálmate, cálmate, sólo ha sido un sueño...
Mis papás no tardarían en llegar, preocupados por mi, deseosos de saber qué me pasaba, tenía poco tiempo para calmarme... Cálmate, cálmate, sólo ha sido un sueño...Cálmate, cálmate, sólo ha sido un sueño...Cálmate, cálmate, sólo ha sido un sueño... me repetía a mi misma intentando respirar y controlarme.
Mi madre llegó, preguntó que ocurría, respondí que había sido un mal sueño y fingí cansancio, me recostó nuevamente en mi cama y cuando pensó que dormía abandonó mi habitación. Cuando salió me senté con la espalda recta en la cama, no podría dormir, faltaban exactamente 8 horas para que el tren partiera hacia mi nueva escuela.
¿Qué se supone que iba a hacer yo en una escuela así?
Cuando recibí mi carta, no lo podía creer... jamás había oído de la escuela de Hogwarts. Grande fue mi sorpresa cuando una mañana común y corriente tocaron a nuestra puerta una señora gordita con gesto amable y un señor alto y semblante de seriedad, ambos observaban el vecindario fascinados, en especial la mujer. Me llamó la atención especialmente su vestimenta, como si hubieran combinado prendas de todo tipo en algún tipo de remate de ropa aprovechando la ocasión, mis padres los hicieron entrar y en el sofá de nuestra sala nos explicaron que tenía una vacante en una prestigiosa escuela en Londres llamada Hogwarts, mis padres amantes de los triunfos académicos se emocionaron; yo también, en especial porque ésto significaría alejarme de mis compañeros.
7 horas.
Mi vida en la escuela es terriblemente desastrosa, nadie me llama jamás por teléfono ni me invitan a los cumpleaños de los demás, nadie me invita a sentarme con ellos en el receso(recreo) y no me queda más que irme a la biblioteca a leer algún libro. Amo leer, pero también sé que es mi modo de escape, todos me ven como el ratón de biblioteca sabelotodo; cambiar de escuela podría significar un cambio radical en mi vida, empezar de nuevo.
Cuando me entregaron mi carta de bienvenida a la escuela, la leí emocionada, luego me detuve pensando que había un error en lo que leía...
¿Colegio de magia y hechicería? ¿a qué se refiere? ¿es ésto una broma? todas mis esperanzas de cambiar de vida se venían abajo, pensando que se trataba de una tonta broma.
Me explicaron que además de ser una excelente escuela, era muy exclusiva, sólo ciertas personas con cualidades especiales podían asistir a ella; nos tomó cerca de 2 horas a mi familia y a mi poder digerir la noticia: soy una bruja.
6 horas.
Realmente me tuvieron que dar pruebas objetivas para que yo les creyera, luego de responder a una serie de preguntas quedó al descubierto que lo que decían era cierto y al fin todo cobraba sentido; al fin supe por qué en kindergarden un niño que intentó golpearme terminó tirado en el suelo sin que yo lo hubiera tocado o por qué siempre que deseaba un dulce súbitamente alguien se encargaba de dármelo o por qué justo cuando lloraba la luz de la casa oscilaba, al parecer son pruebas de magia y por éso debía asistir a Hogwarts, para aprender a controlar mi magia y poder luego darle un buen uso a mis poderes.
Al ver la lista de libros y materiales adjunta a la carta, ellos nos explicaron que nos guiarían por el callejón diagón, que es donde los magos y brujas se abastecían; partimos ese mismo día y a pesar de que imaginé brujas con verrugas, gigantes, calaveras, calderos con pócimas venenosas y todo tipo de cosas extrañas y aterradoras, encontré el lugar encantador, me enamoré de la librería del lugar, parecía que tenía todo lo que podría pedir.
Decididamente fue un día agotador, compré todo lo necesario y además convencí a mis padres de comprar muchos más libros de los necesarios; quería saberlo todo del mundo de la magia, no me importó que es vendedor dijera que algunos libros eran para magos más avanzados, estaba dispuesta a saber todo lo necesario del mundo de la magia.
Así fue como, luego de que ambos magos nos dejaran en casa recordándonos por enésima vez el día, lugar y hora de partida del tren que me llevaría a la escuela, terminé encerrada en mi cuarto días de días, solamente leyendo, tratando de comprender, tratando de absorver lo máximo del mundo mágico a través de ésos libros.
5 horas.
Fue así que hace una semana encontré un libro que hablaba de las familia mágicas más reconocidas del mundo mágico, me introduje en el mundo de las clases y castas sociales y casi al final dedicaban un artículo a las personas como yo, los nacidos de muggles (término referido a personas no mágicas) había existido mucha intolerancia hacia nosotras, incluso desde la fundación de la escuela, Salazar Slytherin era el principal opositor a que estudiáramos en la escuela y de inmediato supe en qué casa no quería quedar seleccionada; ahora la intolerancia había disminuído debido a que la mayoría de las llamadas "familias de sangre pura" se habían mezclado con nacidos de muggle, entendiendo al fin que no éramos diferentes y todos podían vivir en armonía; claro todavía existían familias como la Malfoy que se "reservaban el derecho de admisión" y no querian relacionarse con nosotros, nos llamaban sangre sucia.
Éste fue el término que me indignó totalmente y además me llenó de miedo ¿qué pasa si en ésta nueva escuela siguen siendo intolerantes y me dejan de lado por ser nacida de muggles? desde que leí aquéllo la idea no dejó de atormentarme, cada noche durante la semana había tenido sueños al respecto, pero el de hoy había sido sin duda el peor. Una de ésas familias venía por mi y me encerraba en Azkabán, una cárcel del mundo mágico, sentenciada por ser una nacida muggle, una asquerosa sangre sucia; todos me gritaban lo mismo, en ése momento desperté y a pesar de haber deseado todo el mes que el tiempo transcurriera rápido, ahora me aterraba el rechazo ¿qué voy a hacer si nadie me acepta? ¿qué voy a hacer si jamás tengo amigos? ¿seguiré siendo el ratón de biblioteca sabelotodo aquí también que intenta ocultar su miedo tras los libros?
4 horas.
