Notas de la autora

Antes que nada, debo disculparme por no haber seguido escribiendo este fic como lo prometí. Lamentablemente muchas cosas estuvieron distrayéndome y no tuve suficiente tiempo ni ánimos para escribir. De hecho… ahora que lo pienso, actualmente tampoco tengo tiempo, y no importa cuánto lo intente, nunca lo tendré. La vejez es irreversible :DU

En cuanto esté menos ocupada intentaré corregir algunos errores de este capítulo :) pero entretanto, postearé el segundo.

Aclaratoria:

YuGiOh no me pertenece, ni tampoco ninguno de sus personajes (Rayos!…) El objetivo de este escrito es meramente ser ficción. El producto tiene violencia, tortura (MUCHA) y contenido sexual con o sin amor (YAOI) explícito no apto para cardíacos, ni propensos a la diabetes. Puede contener trazas de Fluff... Y una que otra incongruencia, como siempre.

Pareja: Bakura x Ryou

Autora: Emmumu

Se admiten críticas, flames, felicitaciones, observaciones y amenazas de muerte :)

Sin más nada que agregar, excepto unas sinceras disculpas, bienvenidos al fic!


Capítulo I Ambivalencia

Pulsaciones…

Encerrado en su habitación mental, de cara a aquel silencio mórbido, sólo eso podía escuchar: Los latidos de su propio y aterrado pulso…

El suelo helado comenzaba a entumecerle lentamente el tacto. Intentó moverse haciendo uso de todas sus fuerzas contra aquellas ataduras casi en vano, puesto a que seguía en el mismo lugar, en la misma lastimera posición

Parecía repetirse infinitamente el ciclo… regresaba de la escuela anticipándose al dolor, como un niño que se encoge antes de ser golpeado, para encontrarse a Bakura esperándolo en el recibidor. En ocasiones conseguía escapar hasta su alcoba, a salvo… era la única forma de completar los deberes para el día siguiente. Pero el resto de las veces, forcejeaba inútilmente contra su Yami, quien se hacía con su cuerpo para proceder hacia su cometido: La búsqueda de los Artículos del Milenio…

Sin embargo las cosas ahora eran diferentes… una vez que Bakura obtuvo el Ojo del Milenio… ya no dependía más de su cuerpo para sus asuntos… pudiéndose materializar en cualquier circunstancia, bastaba una buena golpiza para mantener a Ryou en su alcoba, demasiado débil para poder escapar.

A veces le parecía ilógico que de un momento a otro, estas torturas se le hubieran hecho tan naturales. Como el espíritu de Bakura, había logrado una completa posesión de su mente y cuerpo tan lento e imperceptible, como el efecto de un veneno… destruyendo sus esperanzas de huir, sin importar cuánto lo intentara.

Y estaba tan débil! No sólo había sido el abuso constante el que había desmoronado su voluntad, también había un problema, una situación con la que antes no contaba…

Se estaba enamorando perdidamente de Bakura…

Quitó con violencia el adhesivo que aislaba los gemidos de su Hikari

-Y-ya deja esto… estás lastimándome…- Su voz brotó como un susurro contra su voluntad. Bakura se limitó a sonreírle, sonreírle con aquellos labios que urgían por arrancarle trozos de la inocencia que aún conservaba

-Y cuándo te dije que podías hablar, mi precioso Hikari? – musitó con sorna – A veces pienso que no entiendes muy bien tu posición, no es cierto? – Le propinó una patada bruscamente. Ryou acabó contra la pared de nuevo, intentando recuperar el aliento entre sollozos

-Ahora mírame…- Ordenó con voz fría, tomándolo de la quijada como a un crío – Quieras o no, tu vida depende de mi voluntad… y ahora que tengo la suficiente fuerza para materializarme fuera de tu cuerpo, soy aún más poderoso. Pero tienes suerte, Ryou, hoy estoy de muy buen humor…- dijo sonriendo con malicia, añadiendo más fuerza a su agarre

El joven emitió un leve gemido de dolor en respuesta, ahogándolo entre sus labios. Esta vez, como siempre, permanecía paralizado, forzándose a sí mismo a mantener el silencio.

-Y para que te quede claro… esta noche volveré a encerrarte. Pero antes…-Elevó aún más el rostro de su Hikari, mirándolo a los ojos – voy a divertirme un poco.

Sin mucho esfuerzo consiguió levantar a Ryou del suelo, arrojándolo contra el sofá. Con un movimiento de la mano, hizo desaparecer las esposas que le retraían.

-Hazme sentir algo de placer si prefieres tener libre albedrío en tu cuarto mental – murmuró causándole escalofríos mientras se posicionaba sobre él.

Ryou no era muy bueno en aquello… al menos no cuando debía hacerlo contra su voluntad. Hacer sentir placer a su Yami era algo tan sujeto a relatividades! Hasta ahora sólo conocía una cosa que le complacía, y era verle sufrir, hundirse en su zozobra siendo él quien le causaba aquel dolor.

Se acercó vacilante, acariciando aquella piel de fino mármol que asomaba el pecho de su Yami. Los sentimientos que le suscitaba, eran sólo comparables al encuentro con un glorioso Adonis… sólo que con todos los peligros de una furiosa y sanguinaria bestia añadidos. Desabotonó tan cuidadosamente como pudo la camisa de Bakura, y deslizó al fin una mano temblorosa hasta su cinturón.

Ryou, no quiero asustarte demasiado… pero te pediré seriamente que te muevas…- siseó fríamente sin apartar los ojos de su Hikari. Quizás ya no estaba tan de buen humor. Al joven sólo le dio oportunidad de desabrocharle el pantalón antes de ser víctima de la brusquedad de su Yami.

-AH!! BAKURA!!-

En menos de un segundo Bakura había conseguido arrancarle la camisa, y sin contemplaciones le quitaba el pantalón con una destreza y velocidad impresionantes…

Cuando aquellos labios malignos se posaron sobre su cuello, mordiéndole sin piedad, se situó de nuevo entre esas dos pasiones que le enloquecían tanto… amarle con locura, y profesarle un odio tan poderoso a la vez.

-B-Bakura…- Se obligó a sí mismo a no gemir mientras un par de hábiles manos le masturbaban a través de su ropa interior – Mmn…Por favor… no, no de nuevo…- cerró los ojos con fuerza intentando huir de la realidad, albergaba la esperanza de quedarse en frío, desmayarse, perder la memoria o cualquier cosa que le hiciera aquella circunstancia más llevadera

-Sí, DE NUEVO! – espetó cercando una mano en torno a la garganta de su hikari mientras le besaba, si había algo que le gustaba, eso era sentir los forcejeos de Ryou por respirar mientras le besaba con brusquedad.

Bakura consiguió entrar con aquella lengua impaciente a su boca, besándole con tanta pasión como era posible. Podía sentir los inservibles esfuerzos de su hikari por separarse, totalmente inutilizado por el peso del espíritu sobre él.

Ryou No podía pensar en otra cosa que deseara más que alejarse, la desesperación por sobrevivir le asaltaba cada vez con mayor intensidad mientras Bakura jugaba con su lengua de aquella forma, hundiéndose hasta su garganta. Se removió mientras su yami le bajaba los boxers, en un intento de impedírselo, pero le fue imposible, su mente se nublaba…

Bastó el lascivo tacto del espíritu contra su miembro para que se arqueara involuntariamente, incapaz de continuar sin respirar. Bakura dejó sus labios, dándole la oportunidad de tomar aire.

Las sensaciones volvían en tropel a su cuerpo, jadeó casi con desesperación cuando el dulce oxígeno llenaba sus pulmones, sólo hasta sentir a su yami tomar en su boca aquella parte tan sensible.

-AaH! – profirió un leve gemido llevándose ambas manos a la cara, aquí venía de nuevo, sabía que gemiría con descontrol, sabía que revelaría que a pesar de las torturas, su cuerpo parecía disfrutar las sensaciones que Bakura le proporcionaba. No pudo más que echar la cabeza hacia atrás, cerrando los labios con fuerza, mientras el espíritu lo succionaba de una forma casi hambrienta.

-Vamos… sé que quieres gemir…- Pasó la lengua de base a punta, tentándolo con malicia… -Quiero escucharte hacerlo, hazlo!- sonrió antes de volver a tomarlo dentro de su boca, moviéndose cada vez más rápido. Ryou no soportaría mucho más, tenía que venirse. Cerró con tal fuerza los labios que le producía dolor. Bakura aumentó la velocidad.

-AAH! Aah!… Basta… Bakura… – Ryou terminó en la boca de su Yami, jadeó aún algo aturdido por la falta de aire mientras intentaba recobrar el aliento para defenderse, pues sabía por experiencia que según el itinerario, Bakura querría tomarlo a la fuerza. Intentó moverse tan rápido como pudo mientras Bakura se relamía los labios lujuriosamente.

-A dónde rayos…CREES QUE VAS?! – Se arrojó sobre su Hikari halándolo de la cintura con brusquedad y regresándolo al sofá. De nuevo había ganado, Ryou se removía indefenso bajo suyo, sin oportunidades de escapar.

Bakura separó aquel par de piernas con violencia. Poco le importaba la mirada llena de lágrimas o la serie de ofensas y súplicas que brotaban de los labios de su Hikari… – Yo estoy en todas partes, Ryou…nunca podrás escapar de mí…- Dijo sonriéndole maliciosamente, y sin perder un segundo, posicionándose en su entrada, embistió.

Ryou se arqueó violentamente, ya sin dominio de sí mismo, cerró los ojos, rindiéndose… dejándose llevar por aquel monstruo hambriento que era su Yami. Se movía con embestidas cada vez más frecuentes, llenándole de sensaciones tan confusas que podía sentir su mente deshaciéndose con pesadez, con cada aliento de ambos.

Vulnerable como se encontraba, perdía el control un poco más cada segundo… ya no podía distinguir en que punto sus gemidos se mezclaban con los de Bakura, ni siquiera se enteró del momento en que éste comenzó a besarlo con furia incrementada. Sólo pudo sentir el torrente de sensaciones cada vez más placenteras, e igual de dolorosas, extenderse por cada milímetro de su cuerpo… ambos estaban viniéndose. Posó dos manos temblorosas sobre el pecho de Bakura…

El clímax, un grito del que nunca se supo dueño, desgarró la sala que en su muda penumbra vespertina los observaba … Ryou subió una perdida mirada hacia el techo…blanquecino, con algo de polvo…

Fue lo último que pudo ver antes de desvanecerse en la inconsciencia de nuevo...


C'est Fini!

Hasta aquí llega el primer capítulo. Ya había escrito el segundo antes de publicar este la primera vez, pero aún así me sentía disconforme con él… :)

Muchas, muchísimas gracias por leer! no quiero prometer nada de lo que luego deba arrepentirme D: pero espero ingenuamente continuar este fic, y hacerlo cada vez más interesante.

Reitero…se aceptan reviews de todo tipo, flames, críticas buenas, críticas malas, felicitaciones, dudas, observaciones, amenazas de muerte… hasta pueden contarme qué hicieron todo el día antes de leer el fic. Sus opiniones son importantes para mí :D

Así pues, me despido hasta otra!

-Emmumu