En fin… Pokémon y sus personajes son propiedad de Satoshi Tajiri y Nintendo… Este FanFic es sin fines de lucro, sólo ocio… Y el deseo de que agradar a mi misma y a otros fanáticos…

Debo advertir que soy aliada de la pareja Ash y Misty… Aunque en un momento parezca que este Fic será de romance entre Ash y May están muy equivocados…

Los seguidores de la pareja Ash y Misty deben tener paciencia… Los seguidores de la pareja Ash y May no se ilusionen.



Aclarando lo que hay en mi corazón

Capitulo 1¿Ése es nuestro destino?

Era un día soleado y habría sido terriblemente caluroso de no ser por una suave brisa que mecía las hojas de los escasos árboles del paraje. El aroma de algunas flores se percibía en el ambiente y a lo lejos podía oírse el batir de unas alas y el suave murmullo de los pokémons que habitaban la zona. Ash, May, Max y Brock caminaban lentamente, el cansancio pesaba sobre sus cuerpos, habían caminado por horas bajo el resplandeciente sol, gruesas gotas de sudor resbalaban por las frentes de los cuatro amigos. Ash jadeaba de cansancio, pero se negaba a tomar un descanso, Max acababa de decir que no tardarían en llegar a un pueblo, ya descansarían en el centro pokémon, lo único que le reconfortaba en ese momento era la suave caricia del pelaje de su querido Pikachu sobre su cuello. El muchacho realmente agradecía la brisa de aquel momento, pero no era suficiente para evadirlo del cansancio.

- Miren chicos!!! – exclamó la fatigada voz de May con un dejo de alivio en su voz – allí hay una cabaña, descansemos un momento… No puedes negarte Ash!

El grupo observó a May, quien con una gran sonrisa apuntaba hacia su izquierda, efectivamente una pequeña cabaña de madera, algo vieja y carcomida, se alzaba entre la escasa vegetación.

- Bueno… supongo que si podríamos descansar un momento… pero no demasiado – accedió Ash con un suspiró, respuesta que fue recibida con grandes sonrisas de parte de sus amigos.

Se encaminaron a la cabaña y tocaron a la puerta.

- ¿Quién es? – respondió una voz gutural desde el interior. Los cuatro amigos sintieron un escalofrío de temor, el amarillo pelaje de Pikachu se erizó.

- ¡Somos viajeros! – exclamó Brock – hemos caminado durante horas y necesitamos descansar… Nos preguntábamos si usted nos permitiría descansar en su cabaña – como respuesta, la desgastada puerta se abrió lentamente, dejando al descubierto una habitación vieja de ventanas entrecerradas que le daban un aspecto oscuro e intimidante, en el centro de la estancia, sobre una silla mecedora de madera, se encontraba una anciana vestida de negro y envuelta en chales grises, con varios collares de cuentas blancas colgando de su cuello. Un Meowth ronroneaba sutilmente en sus rodillas y un pequeño Natu descansaba a sus pies, al lado de la silla había una mesa circular cubierta por un mantel violeta, una vela ubicada en el centro de la mesa iluminaba de manera inquietante las numerosas arrugas del rostro de la anciana y un montón de distintos artilugios ubicados desordenadamente sobre la mesa y sobre unas viejas y podridas estanterías. A una vez el grupo trago saliva, algo intimidados ante aquella visión. May se arrepintió de haber vislumbrado la cabaña, Max se preguntaba como alguien en su sano juicio era capaz de usar chales con el calor que hacía, Brock sintió de pronto que ya no estaba tan cansado y Ash recordó que de hecho tenía prisa.

- Chicos – musitó el chico de la gorra un tanto incomodo – recuerden que hay prisa, mejor continuemos.

- Perdone por molestarla señora, pero creo que mi amigo tiene razón – completó Brock.
- Pero se ven tan cansados – murmuró la anciana – y hace tiempo que nadie me visita, pasen – el Meowth ronroneo alegremente, como dándoles la bienvenida y el pequeño Natu daba saltitos de alegría.

- Bueno… supongo que no podemos negarnos – dijo Brock, un tanto conmovido, sus amigos le miraron con una mal disimulada aprensión en sus rostros.

- Gracias, no saben cuanto se los agradecemos!!! – la anciana y sus pokémon comenzaron a derramar cascadas desde sus ojos. El grupo de amigos se limito a mirarse y sonreír, todos se sintieron algo compadecidos ante aquella anciana que lloraba de la emoción ante la idea de compañía humana. Entraron a la cabaña, la anciana se levantó y abrió una pequeña puerta a un costado de la habitación.

- Natu, serías tan amable de ayudarme? – la voz de la anciana sonaba realmente amable. El pequeño pokémon comenzó a brillar y cuatro sillas salieron flotando desde la puerta abierta hasta la habitación donde todos se encontraban, la anciana cerró la puerta y volvió a su silla – Pueden tomar asiento – añadió con una la más dulce sonrisa que el arrugado rostro podía ofrecer.

- Muchas gracias señora – contestaron todos a la vez.

- Bueno y ¿Cómo se llaman? – preguntó la anciana cuando todos tomaron asiento. El chico se la gorra fue el primero en hablar.

- Yo soy Ash Ketchum de Pueblo Paleta.

- Mi nombre es Brock, mucho gusto señora – continuó el chico de pequeños ojos.

- Yo me llamo May – siguió la chica de la pañoleta con una gran sonrisa, olvidada ya de sus temores.

- Y yo soy Max – terminó el pequeño niño de anteojos, mirando aún los chales que cubrían a la anciana, la sola idea del calor que la mujer debía sentir lo hacían sudar aún más.

- Mi nombre es Sibila, hace años que vivo en estos parajes – musitó la anciana con voz cansada – perdí a mi familia hace años y me dedico a cuidar una colonia de Natus y Xatus que viven por aquí. Este pequeñito – añadió haciendo un ademán al pequeño pokémon ave que daba vueltas alrededor de la anciana – es un recién nacido.

- Vaya!!! – exclamó May emocionada, sacó su pokedex y la apuntó a la pequeña criatura.
- Natu, el pokémon adivino, es un ave de 8 centímetros de color verde y rojo, tipo psíquico, evoluciona en Xatu, creciendo alrededor de 20 cm. – contestó el aparato.

- Vaya!!! – exclamó May – Así que el "pokémon adivino".

- Si, dijo Brock, ya he visto a estos pokémons antes. No es así Ash?
- Si – respondió el aludido – Y si mal no recuerdo sus poderes adivinatorios se incrementan al evolucionar… Verdad Brock?

- Vaya – dijo su amigo, visiblemente sorprendido – te funcionó la memoria.

- Qué quisiste decir con eso!!! – reclamó el chico de la gorra. Brock se limitó a reír, mientras su joven amigo le miraba enfadado, una gota de sudor cayó por la frente de Pikachu y una sonrisa de "igual tiene razón" se dibujo en el semblante de la amarilla criatura.

- Me encantaría que viera mi fortuna!!! – exclamó May.

- Bueno – dijo la anciana – yo me gano la vida con mis predicciones, ayudada por los Natus y Xatus, si quieres puedo verte la fortuna gratis en agradecimiento por su compañía… Todo el mundo siempre se va como si el lugar les asustara – todos miraron el sitio en que se hallaban un tanto incómodos.

- Es que el lugar asusta – murmuró Max.

- Cállate tonto!!! – murmuró May a su vez, mirando a su pequeño hermano con esa expresión de "eres un grosero" en sus bellas facciones, una gruesa gota de sudor cayó por la frente del niño.

- Bueno… no me imagino el porque de la actitud de la gente – musitó la anciana melancólicamente, sin enterarse de la breve discusión entre el par de hermanos, ni mucho menos llegar a imaginar que su casa resultaba un tanto inquietante debido a su lóbrego aspecto. – En fin, pueden descansar un momentito aquí, haciéndome compañía y antes de que se vayan, haremos una pequeña consulta a tu futuro May ¿Te parece?

- Muchas gracias!!! – exclamó alegremente la muchacha.

La tarde pasó tranquila, por suerte el Equipo Roket, no estaba por allí, en el último encuentro con ellos el grupo de amigos les regalo un viaje en vuelo gratis hasta unas montañas de irregular relieve, de las cuales aún intentaban bajar sin lastimarse demasiado.
Brock preparó una exquisita comida que los deleitó a todos, al terminar de comer, notaron que el sol ya bajaba por el horizonte anunciando un bello atardecer.

- Bueno – musitó tristemente la anciana – Ya deben marcharse, si parten en treinta minutos más alcanzaran a llegar al centro pokémon antes de que anochezca del todo. Tiempo suficiente para que cumpla con lo que te prometí May – la anciana preparó varios de sus artículos disponiéndolos sobre la mesa y encendió una vela nueva y un incienso. La vela y el incienso se encontraban a la derecha, en el centro se hallaba una hoja de papel sobre la cual había dispuesto un frasco de tinta china junto una pluma de Xatu para escribir, finalmente una piedra traslucida junto a otra de color violeta a la izquierda complementaban el ritual que la anciana llevaría a cabo – Bien, ahora siéntate frente a mi – indico la anciana, sentándose y extendiendo las manos como si quisiera alisar las arrugas del mantel. May obedeció un tanto nerviosa – cierra los ojos – musitó la voz de la viejecita, la niña los cerró, Ash, Brock y Max contemplaban el espectáculo expectantes. En eso, la chica sintió un peso sobre su cabeza.

- ¿Qué sucede? – preguntó la chica con curiosidad.

- Relájate – respondió la viejecita - se trata de Natu. Bien Natu, mira a lo lejos el futuro de esta jovencita – los ojos del pokémon resplandecieron durante un instante y luego parecieron perderse en una infinita oscuridad – Ahora May, formula una pregunta.

- ¿Una pregunta? Mmmmm ¿Qué podría preguntar?... Mmmmm… Podría preguntar sobre el próximo concurso de coordinadores… No, la respuesta podría perjudicarme… No, otra cosa… A ver…

- Tomate tu tiempo – aconsejo la gutural voz de la mujer.

- Ja! Ya se – dijo May con una risita nerviosa – Quisiera saber el nombre de la persona con la que me casaré algún día.

- Qué buena pregunta!!! – exclamó Brock – Yo quiero preguntar eso después… Puedo???

- Piérdete Brock – dijo Max desdeñosamente – no tenemos tiempo.

- Nadie me comprende – se lamento el joven de los pequeños ojos, derramando gruesas lagrimas.

El pequeño pokémon resplandeció, podía verse la concentración en sus grandes y profundos ojos negros… Luego emprendió el vuelo y aterrizó en la cabeza de su dueña. May abrió los parpados al sentir que la criatura se había retirado de su cabeza. Los ojos de la anciana se pusieron en blanco, un aura azulada rodeaba a la anciana y a su pokémon. La rugosa mano izquierda de la viejecita se aferró a las piedras mientras su mano derecha cogía la pluma la hundía el frasco de tinta y rápidamente comenzó a trazar unas palabras sobre el papel. La luz de la vela titilo unos instantes y un escalofrío recorrió a los presentes, Ash acarició distraídamente el pelaje de su amigo amarillo.

- Este espectáculo es más emocionante que los otros que hemos visto, esta anciana sabe lo que hace para que resulte genial – musitó el chico de la gorra, Pikachu asintió. La anciana sólo escribió dos palabras y luego abandono la pluma, dejando una estela de manchitas negras sobre el mantel.

- Bien – dijo la anciana regresando a la normalidad – veamos lo que Natu me hizo escribir… A ver… El nombre de tu futuro esposo es… - Una sonrisa apareció en arrugado semblante de la mujer y una leve risita se le escapo.

- ¿Cuál es el nombre¡Ya dígalo! – La voz de May se oía nerviosa y expectante.

- El nombre es… Ash Ketchum…

- Qué!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! – gritaron a su vez cuatro voces. Un intenso rubor rojo subió a las mejillas de Ash y May.

- ¡Eso es imposible! – exclamaron ambos, visiblemente nerviosos e incómodos.

- ¿Ash y May? – preguntó Max incrédulo.

- ¿Por qué nunca nos dijeron? – preguntó Brock a sus amigos.

- ¿Decir qué? – preguntaron a su vez los aludidos.

- Pues, que había algo entre ustedes.

Ash y May se miraron, aún ruborizados… ¿En verdad era ese su destino?

- Pero… No hay algo entre nosotros – dijo Ash.

- Cierto – corroboró May.

- Pero al menos ustedes se gustan ¿No? – dijo la anciana – ¡Y qué bonita pareja hacen!

- ¿Nosotros¿Bonita pareja? – Ash y May aún se miraban algo desconcertados. Ash desvió la mirada.

- Bueno… - comenzó a decir Brock, algo incomodo – mejor vamonos, o el anochecer nos caerá en el camino.

- Si, vamonos – musitaron todos.

Salieron de la cabaña y se despidieron de la anciana, agradeciéndole su hospitalidad.

- Adiós niños!!! – gritaba la anciana, despidiéndolos con la mano, contemplando como los jóvenes viajeros y su Pikachu se perdían de vista.

El camino hacia el centro pokémon fue especialmente silencioso… Ash no podía dejar de pensar en que fue su nombre el que apareció como respuesta… ¿Acaso su destino era casarse con May? Pero… ¿No se suponía que para casarse había que sentir amor?... Y bueno… May era sólo una amiga… ¿O no?... En ese preciso instante May se torturaba con las mismas preguntas… Brock se sentía algo incomodo, en realidad el no sabía que era lo que sus amigos sentían y llego a la conclusión de que lo mejor era dejarlos a ellos solos con sus pensamientos. Max prefirió no hacer cometarios porque sabía muy bien que la furia de May caería sobre él.

Finalmente llegaron al centro pokémon, justo cuando en el cielo se vislumbraban las primeras estrellas. La enfermera Joy del lugar los recibió con una amable sonrisa y les ofreció gentilmente hacer un chekeo rápido a cada pokémon que tenían antes de dormir. Brock la miraba embelesado y sin poder resistirse tomó las manos de la enfermera entre las suyas, iba a comenzar a hablar cuando sintió una pequeña mano jalándole de los pantalones.

- ¡Basta Brock! – exclamó Max.

Los tres entrenadores dejaron sus pokebolas y luego siguieron a Joy hasta la habitación que los cuatro ocuparían esa noche. Dejaron sus cosas y luego fueron a comer algo a la cafetería. Pikachu se quedó con la enfermera Joy, le dirigió una confundida mirada a su entrenador mientras éste se alejaba. La comida transcurrió en silencio. Ash y May evitaban cuidadosamente el mirarse directamente, creando un ambiente tan denso que bien habrían podido cortarlo con uno de los cuchillos que estaban usando para cortar los alimentos.

- Me retiro – anunció May con tono cansado, dejando bastante comida en el plato. Ash, que en ese instante comía a toda velocidad se atragantó, tosió un poco y observó como la muchacha se dirigía hacia las puertas del centro pokémon y salía al exterior. Brock y Max le dirigieron significativas miradas al chico de la gorra.

- Ash, se sincero y dime… ¿Qué hay entre tú y May? – preguntó Brock.

- Nada - contestó el chico con toda sinceridad.

- Pero… Mmmm… ¿Ella te gusta? – El joven de los pequeños ojos mantenía su mirada fija en su amigo, esperando su respuesta.

- ¿Qué? No te entiendo… En serio... – dijo Ash como respuesta.

- ¿Crees que ella es bonita? – preguntó el joven criador pokémon tras un suspiro, parecía estar rogando por más paciencia.

- Claro, ella es muy linda, pero… ¿Y eso qué¡Demonios! Yo creo que no debemos tomar tan en serio lo que ocurrió.

- Pero May si lo esta tomando en serio – intervino Max – Y ella es muy romántica, bueno, como casi todas las chicas.

- Ash, si tú le gustas, de seguro ella ahora esta con esperanzas, y le gustaría que tú le dijeras que sientes lo mismo… - dijo Brock.

- Pero… ¿Qué le voy a decir si yo no…

- ¿No la quieres?… - preguntó Max.

- Si la quiero… ella es mi amiga – dijo Ash, acalorándose porque no entendía que era lo que sus amigos esperaban.

- Mmmm… Compara lo que sientes por May con lo que has sentido por otras amigas… Tal vez te des cuenta de que los sentimientos son distintos o… Bueno… Cuando yo me enamoro… Siento maripositas en mi estomago y lo único que deseo es estrechar a esa chica entre mis brazos.

- Mmmm… Yo nunca he estado enamorado!!! – gritó Ash, dejó su plato y se retiró de la mesa.

El muchacho salió del centro pokémon… Nunca ha estado enamorado… Pensó en sus sentimientos por otras chicas que conocía, definitivamente sentía alg0o distinto por May, pero… ¿Amor? No estaba seguro de ello… Su rostro enrojecido ante ese pensamiento… Realmente él nunca había pensado seriamente en el sentimiento del amor, siempre limitado a la amistad, priorizando en su corazón el sueño que albergaba desde que podía recordar: convertirse en el mejor maestro pokémon del mundo… Sin embargo… ¿Acaso el podía sentir amor?... Un escalofrío de terror le invadió al recordar lo estúpido que lucía Brock cada vez que se enamoraba de alguna chica… No, definitivamente el amor no estaba en sus planes… Nunca… Nunca se enamoraría… Amor… Por alguna razón esa palabra lo estaba calando…

- ¿Ash? – El muchacho salio de sus pensamientos al escuchar su nombre en la dulce voz de su amiga May.

- May – dijo mirando a la chica de cabello castaño y ojos azules que se dirigía hacia él, en realidad ella era muy hermosa.

- Ash… ¿Tú crees en las profecías de esos pokémons?

- Bueno… Yo… No se… - respondió el chico visiblemente incomodo ante una situación tan extraña para él.

- Bueno… Si nuestro destino es casarnos… Supongo que… que es porque hay sentimientos especiales que nos unen… pero… yo… no se… - musitó la niña de la pañoleta.

- Mmmm… Bueno… tú eres mi amiga… Y… Eso… Mi amiga… Nunca he pensado otra cosa…

- Lo mismo pienso yo… Pero hay una forma de saber que tanto podemos llegar a querernos.

- ¿Qué forma? – preguntó curioso el chico.

- Trata de besarme en los labios - murmuró la muchacha con la vista fija en el suelo, su rostro enrojeció hasta el punto de poder confundir su rostro con un tomate – Leí una vez que si cuando dos personas se besan, pueden descubrir cuales son los sentimientos que les unen.

- ¿Qué?!!!!!!!!!! – Ash se alejó unos pasos de ella con el pánico dibujado en su semblante…

- ¿Quieres que te de un beso?

- ¿Tan desagradable te parezco? – preguntó May algo enfadada, sus mejillas le ardían y se sentía muy nerviosa, pero aún así encaró a su compañero de viaje.

- No dije eso… es sólo que…

- Tú nunca has besado ¿Verdad?

- Pues… No… - contestó Ash, su rostro también había enrojecido, como si cada gota de su sangre hubiera subido hasta sus mejillas.

- Yo tampoco… Sería la primera vez…

- Mmmm… un beso… - musitó Ash… recordó fugazmente cuando Melody y Bianca (aunque tenía serias dudas de que ella hubiera sido la verdadera Bianca) le habían besado en la mejilla… recordó también haber visto a un par de Nidoran evolucionando luego de besarse, en esa ocasión se había preguntado si acaso las personas cambiaban al besar… Misty le había dicho que… Eso debía averiguarlo cada quien… Misty… De pronto sintió que las tripas se le retorcían sin motivo… Intento seguir el consejo de Brock… pensó en todas las amigas de sus viajes que podía recordar… El sentimiento que tenía hacia May era distinto… Intentó pensar en su sentimiento hacía Misty… pero fue imposible… desechó finalmente el intento, algo confundido… Misty era su amiga no debería costarle pensar en lo que sentía por ella... En medio de esa confusión sintió las suaves puntas de las manos de May en su mejilla.

- Intentémoslo… sin compromiso… sólo para saber… que tan cierta puede llegar a ser esa premonición.

- Mmmm… - Ash la miró no muy convencido.

- ¿Acaso te da miedo? – se burló May.

- Claro que no me da miedo – replicó el chico muy ofendido… ¿Así que lo estaba retando? Ash nunca rechazaba un desafío – De acuerdo – dijo finalmente, la voz le había temblado, pero intento mantenerse firme…

Sus miradas se encontraron… lentamente fueron cerrando los parpados, sus corazones latían con fuerza… Ash apretó los puños, sus parpados tan firmemente cerrados casi le dolieron… intentó relajarse mientras percibía el calido rostro de May cercas del suyo… Notaba su aliento, su aroma… May por su parte, también nerviosa, intento como pudo permanecer más relajada… No estaba segura de sus sentimientos por Ash, ya antes les habían dicho que ellos parecían una pareja, pero, no fue hasta hace sólo unas horas que en realidad se había planteado esa posibilidad… Suponía que ahora todo se aclararía… Lo notaba tan cerca, un poco más y sus labios se rozarían…

Ese sería el primer beso de ambos…

¿Cuánto tiempo había pasado desde que se conocieron?... A May le agrado el chico desde que lo conoció, era tan amable y preocupado por su pequeño Pikachu, ella tenía miedo de viajar sola, de alguna forma perder su bicicleta la había hecho sentirse más desprotegida, ella quería viajar, anhelaba conocer distintos lugares, por eso se hizo entrenadora… Y Ash se convirtió en su compañero… Desde entonces él siempre la apoyaba, la animaba, la aconsejaba, aunque a veces discutían hasta por las cosas más pequeñas, nada podía con la firme amistad que surgió entre ellos… Pero… ¿era eso amor?

Ash no sabía que pensar… May era su amiga, una tan especial que no podía compararse con las otras… él se sentía responsable por ella… La chica era un año menor que él, antes de conocerla, siempre había viajado con compañeros mayores… May era menor, recién iniciándose, y su pokémon le había destrozado la bicicleta… como ocurrió con Misty… Misty…

Sus labios no alcanzaron a rozarse, cuando, a un tiempo ambos abrieron los ojos, se miraron y se apartaron…

- No puedo – dijeron a la vez, risas siguieron ante esa reacción tan súbita que habían tenido en común.

Se miraron un momento…

Como hermanos… Ash era hijo único… Y eso eran para él sus queridos compañeros, sus hermanos, su familia… Brock era el hermano mayor que siempre le aconsejaba… May y Max eran sus hermanitos menores a quienes él, Ash, debía cuidar… Incluso Tracy había sido un hermano mayor… y Misty… Bueno, ella era una amiga que bien podría ser… ¿Qué? … Muchas veces Misty fue su rival… Muchas veces fue su compañera… Ella… estaba en Ciudad Cerulean… Y… Bueno… Mejor después pensaba en ello…

Como hermanos… May era la mayor, la que debía cuidar de Max… y de pronto Ash y Brock aparecieron en su vida… Y ella se convirtió en la hermana menor… Ash y Brock… Definitivamente lo que sentía por Ash era muy especial, pero no era amor… De pronto, sin entender por qué, el rostro de Drew apareció en su mente, sus rosas, su ironía, su rivalidad… ¿Por qué pensaba en él justo en ese momento?...

Ash y May siempre se apoyarían y acompañarían, porque eran una familia junto a Brock y Max… en una mirada se lo dijeron todo, y no pudieron evitar reírse.

- ¿Qué hay de lo que dijo esa premonición? – preguntó la chica de la pañoleta.

- Bueno… Cualquiera puede cometer un error…

Libres ya del lío que los había incomodado esa tarde, se dirigieron al centro pokémon…

- Vaya… ¿Pasó algo? – preguntó Brock al ver a sus amigos de buen humor.

- Si – contestó May – Ash y yo somos los mejores amigos y… Esa premonición era un error.

- Exactamente – afirmó el chico de la gorra.

- Chicos – interrumpió Max - ¿Olvidaron lo de la competencia acuática en Ciudad Río Claro, Misty va a participar y se supone que nos pondremos de acuerdo con ella para encontrarnos.

- Cierto!!! - exclamó Ash, lo había olvidado.

- Bueno, mañana la llamamos – dijo Brock – ya es tarde vamos a dormir…
Al día siguiente, luego de desayunar, Los cuatro amigos comenzaron a revisar la ruta que debían seguir.

- Iré a llamar a Misty – se ofreció Ash – Luego vuelvo.

Ash se dirigió hacia los teléfonos, descolgó el auricular de uno y marcó el número del gimnasio Cerulean. La pantalla del teléfono se prendió y la imagen de la mayor de las hermanas apareció.

- Hola Ash!!! – exclamó la bella joven.

- Hola Daisy ¿Cómo estas?

- Bien ¿y tú?

- Bien… Oye ¿Se encuentra Misty?

- Jajaja esta ocupada con su novio Tracey, que acaba de llegar…

De pronto, fue como si todo alrededor del chico se desvaneciera… Las tripas se le retorcieron de forma inexplicablemente dolorosa… Su mano tembló, sin siquiera darse cuenta colgó el auricular…

- ¿Misty y Tracey?!!!!

Fin del capitulo

Continuara...


Edite el primer cap debido a los review n.n Un poco tarde eso si XD Porque no tuve tiempo antes... Revise la escritura de nombres... Pero... Como igual ando corta de tiempo y esto lo hice algo apurada, pudo pasarseme un error U.U gomen nasai si es asi, hice lo que pude

Kisses y gardenias

+ Madame Kikyo +