Regalo para Taylor Rowan. Ha sido toda una experiencia trabajar en un fic sin utilizar ni un solo Pokémon, pero… no sé, no me ha convencido del todo el final. Espero que encuentres la referencia a la película de Disney, y la letra de la canción va al acorde de "Don't Ever Forget", de Pokemon Mystery Dungeon. ¡Un saludo!
Don't Ever Forget
El fabuloso y despampanante teatro de los estudios Pokéstar se encontraba en un silencio sepulcral, mientras las aspirantes a las chicas Kimono de este año se presentaban, una por una, para realizar su coreografía de canto y baile. Tras las bambalinas, se encontraba una joven delgada, de estatura promedio y ojos azules intensos. Su cabello castaño caía a ambos lados de su cara, y en este momento no dejaban de tambalearse debido a los nervios que ésta tenía.
—Señorita Sapphire Birch, su turno —se dejó oír la voz delante del telón.
Era su momento. Su hora de brillar. Dentro de unos segundos, su elegante figura envuelta en un kimono de seda color frambuesa aparecería súbitamente en el escenario, opacando a todas las anteriores participantes. Sólo debía esperar un momento para generar tensión y expectación y entonces…
—¡Siguiente participante! Señorita Judy H- —la voz tomó por sorpresa a Sapphire. ¿Por qué tenía que ser tan impaciente?
—¡Esperen! —gritó la chica. —¡Aquí estoy!
La maravillosa y sorpresiva entrada triunfal que la joven esperaba se fue al piso al mismo ritmo que ella, mientras su pie derecho se enganchaba en la parte inferior de sus vestimentas y la hacía trastabillar. El sonido de su caída se hizo aún más intenso debido a la tarima de madera hueca que se encontraba a sus pies, que servía para amplificar la acústica de los que allí se posaran.
Con la cara roja como un tomate y sintiendo las risas de los jueces que se encontraban allí presentes, Sapphire se levantó, reacomodó sus ropas y se posicionó frente al solitario micrófono que había en el centro del escenario. Las risas sólo la ponían aún más nerviosa, y a medida que pasaban los segundos, esos nervios fueron convirtiéndose en un dejo de rabia. ¿Cuánto tiempo más iban a reírse? La chica estuvo a punto de abandonar el teatro en su bochorno, cuando la primera voz que la había llamado habló de nuevo.
— ¿Eres Sapphire Birch? —preguntó, con tal tranquilidad que sorprendió a la joven.
Sapphire levantó la mirada, y sus ojos abrillantados por el sentimiento de vergüenza enfocaron a un joven de aproximadamente la misma edad que ella, de pelo rojo y ojos plateados. A pesar de que todos los demás jueces, de considerable mayor edad que él, y sin duda afectados por la entrada de la joven se tapaban la boca o tosían para disimular la risa, el joven se mantenía serio, y su rostro denotaba aburrimiento.
— Sí —respondió con timidez la joven. —Ese es mi nombre —reafirmó, con un poco más de seguridad y concentrándose en mirar sólo al joven que no la miraba como si fuera una especie de payaso.
— Mi nombre es Silver —introdujo con amabilidad, y la confianza de Sapphire se reafirmó un poco más. —Veamos lo que tienes para mostrarnos.
Levantando ambas manos en el aire, el joven aplaudió un par de veces. Con el primer aplauso las luces se atenuaron, mientras que con el segundo, una canción empezó a sonar.
Sapphire conocía esa canción. Era la música que ella misma había elegido para cantar el día de hoy. Sintiendo cómo su corazón se aceleraba por los acordes que tanto amaba, y aclarándose la garganta, la chica comenzó a cantar.
"Like the wind...I slowly drift away.
Even though...I wish that I could stay.
I'll be gone...not able to move on.
But don't forget...
We're never apart.
La timidez de la chica se vio compensada lentamente por la fuerza de su voz, y la pasión que ponía en cada uno de sus versos. Lentamente, aquellos molestos jueces comenzaron a callar sus risas para finalmente prestar atención a la actuación de la joven.
Right now...I will soon be gone.
And you'll feel...like you can't move on.
When you're down...there's one thing you should know.
Don't forget...
And I'll be by your side.
El joven de pelo rojizo, que no se había movido de su asiento, poco a poco comenzó a removerse. Lejos de estar emocionado, simplemente se reacomodó, ubicando sus manos entre sus rodillas, y mirando a la chica de manera expectante. Su rostro lo dejaba claro: quería escuchar más de ella.
One day...your sadness will just cease.
And your heart...will find its own peace.
So for now...let your tears fall through.
And don't forget...
The things that we've done.
La hermosa voz de la chica, poco a poco se fue distorsionando. Sapphire quería pelear contra sus sentimientos, pero estos eran más fuertes que ella. ¿Por qué no podía recordarla? Después de lo que habían pasado juntos… El nudo en su garganta se hizo más intenso, y sus ojos se llenaron de lágrimas; mientras la chica giraba la cabeza para que estas no cayeran sobre el micrófono, su voz se hizo más potente que nunca.
Remember me...when times get so tough.
Remember me...when life gets so rough.
Even gone...my life will carry on.
Just don't forget...
And I'll be in your heart.
La música se fue atenuando hasta desaparecer en el silencio, mientras Sapphire se enjugaba las lágrimas con una mano y depositaba el micrófono en su pedestal con la otra. El silencio persistía; no se escuchaban aplausos ni risas y sin embargo, la chica no quería abrir los ojos. Lo extrañaba tanto… ¿Por qué no podía recuperarlo?
—No llores.
Era aquel joven, Silver. Sapphire dio un respingo debido a que el pelirrojo, sin decir una palabra, se había subido al escenario y le había ofrecido un pañuelo, que ella tardó en aceptar.
—Déjame hacerte una pregunta: ¿Sabes cuál es la mejor forma de callar a una multitud? —preguntó, con un aire de misterio.
—No —respondió la chica entre hipidos, imaginándose una clase alborotadora en su mente
—Lo único que debes hacer es usar tu mano —afirmó, tomándole la mano, y alzándola en el aire —Tomas esas uñas tan delicadas tuyas, y…
Sapphire no podía creer lo que el joven estaba por decir. Su mente aún seguía en la clase, y su mano alzada estaba a escasos centímetros de la pared. ¿¡Estaba diciendo que su canto era como escuchar el arañazo de las uñas en un pizarrón!?
—…rasgar una guitarra —completó el joven, alzando la mano de Sapphire con fuerza, y mirándola directamente a los ojos. Una disimulada sonrisa se asomaba en su rostro, a pesar del semblante serio. —Acompañado de tu increíble voz, podrías silenciar a una región entera. Bienvenida a las chicas Kimono, Sapphire Birch.
