Buenas tardes a todos.

Seré sincera, me costó muchísimo escribir este capítulo y aún me da un mal sabor de boca. Espero que les guste y que me apoyen. Estoy participando en el primer Gran Torneo de FanFiction Mai Hime.

Dejaré algunas advertencias. Es corto, como siempre. Es triste y un poco angustioso.

Por favor, dejen muchos reviews.

LA INFINITA LISTA DE RAZONES POR LAS QUE NO PUEDO SEGUIR ENAMORÁNDOME

Capítulo 1 — ¿Por qué?

Un dia, simplemente me desperté, dándome cuenta que estaba cayendo en una espiral sin retorno directo hacia la desgracia, y sin embargo, no hice nada para impedirlo. Yo sabía que Shizuru me gustaba, más que eso incluso. Todo sucedió demasiado pronto, y para cuando me di cuenta la mujer me tenía envuelta alrededor de su dedo. Lo acepté y disfruté mientras pude. Aproveché todas las oportunidades que tuve para mirarla fijamente sin reparo, para perderme en sus ojos y admirar el color que adquirían bajo cierta luz. Disfruté de su cariño, de sus detalles y de sus palabras dulces, aunque no sabía como responder a ellas.

—Natsuki está muy bonita hoy —nunca he estado segura si tengo la capacidad de sonrojarme, pero sin duda si alguien podría lograr que me suceda, esa sería Shizuru. Sonrío torpemente sin saber que decir y ella me mira suavemente con cariño.

Era claro para mí que allí no había ni la más remota posibilidad, aunque su comportamiento me enviara señales mixtas. Pero ese día, entre sus preocupaciones y el estrés por planear su boda, su mal humor ganó y no fue tan cariñosa como de costumbre. Y me asusté, me asusté terriblemente porque me di cuenta que su humor errático me afectaba mucho más de lo que pensaba. Así que me decidí, era hora de hacer algo, porque no podía permitir enamorarme de mi mejor amiga, de una mujer enamorada de su novio, de una mujer a punto de casarse.

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—¿Me acompañas a tomar un café? —mis palabras salieron temerosas, casi susurradas. Sentía que la sangre corría por mis venas a toda velocidad y el corazón me golpeaba el pecho fuertemente —. Estoy muriendo de frío —añadí y aunque no era una mentira, esa no era la principal razón.

—Claro —confirmó, aunque con cierta sospecha. Ella me conoce muy bien y sabe que, a diferencia suya, yo no soy una fanática del café.

Mientras subimos a la terraza, le confieso que tengo algo muy importante que decirle. Me debato entre decirle toda la verdad, o solo una verdad parcial. No quiero incomodarla, pero tampoco estoy dispuesta a perder a mi mejor amiga.

—Debe ser algo muy importante para que no me lo hayas dicho en la oficina —rompió el silencio al tiempo que nos sentábamos.

Me lamí los labios, mientras el vaso del café quemaba mis dedos. No podía soltarlo, casi temblaba de lo nerviosa que estaba. Hace tanto que no cuento esto y Shizuru en particular logra amplificar cualquiera de mis sentimientos.

—Sí, lo es. Te voy a contar algo sobre mí, algo personal, que no acostumbro a contar —era consciente que empezaba a divagar, pero no podía evitarlo—. No es que sea un secreto, simplemente ya sabes que soy muy reservada.

Tomé otro trago de café y decidí que tenía que sacarlo pronto o no podría decirlo.

—Yo… —tomé un gran suspiro— Lo siento, hace muchos años no le cuento esto a nadie.

—No tienes que estar tan nerviosa —trató de calmarme Shizuru—, sabes que puedes decirme lo que sea.

—Esto es un voto de confianza, Shizuru. Decirte esto, es como darte una parte de mí, ¿lo entiendes? —mis ojos estaban fijos en mi regazo, pero pude ver como ella asentía—. Cuando tenía 18 años me di cuenta que soy bisexual.

No pude descifrar su expresión, pero definitivamente no estaba esperando lo que le acababa de confesar.

—Enloquecí por esa mujer, ¿sabes? —continué con mi relato—. De la forma en que la quería, no he querido a nadie más. Pero cuando mi madre lo descubrió, todo se desmoronó. La presión que eso puso sobre nuestra relación fue demasiada.

—Vaya… —parecía sin palabras—. Solo puedo decir que eres muy valiente, Natsuki.

—¿Valiente? —me reí—. Ya te lo dije, mi madre me sacó del closet de una oreja.

—Aún así —insistió—. ¿Qué pasó con ella? ¿Por qué no la buscas?

—Porque ya no la quiero —y de ello estoy segura gracias a ti—. Durante años estuve enamorada de ella, porque así como es difícil que alguien me interese, así mismo me es difícil olvidar —y créeme, Shizuru, eso me preocupa mucho en este momento—. Además, hace muchos años que no hablamos, lo último que supe es que estaba feliz con alguien más.

—Tengo tantas preguntas, Natsuki —dijo después de un suspiro—. Pero ya es hora de irnos, sabes que tengo muchas cosas qué hacer.

—Seguro —nos dirigimos al ascensor, mientras yo me meditó las consecuencias de lo que acabó de hacer.

Le he contado una verdad parcial, porque lo quiero todo, porque no puedo dejarla ir y alejarme simplemente, aunque sea lo más sano. Solo espero que deje de darme toques cariñosos en cada oportunidad, espero que deje de decirme cuán bonita cree que soy o cuánto me quiere y luego pedirme ayuda con la organización de su boda o simplemente mencionar lo guapo que es su prometido, Kanzaki Reito.

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Desde el primer momento Shizuru se impuso en mi vida, y parecía perseguir sin descanso la meta de ser mi mejor amiga. Todo el tiempo estábamos juntas y cuando no, entonces estaba escribiéndome, preguntando qué hacía o porque no había llegado, incluso contándome sobre las cosas que le sucedían; orbitaba a mi alrededor y exigía atención. Y aunque desde que nos conocímos habíamos compartido nuestro tiempo también con Suzushiro Haruka y Hinagiku Tomoe, era evidente nuestra preferencia por la otra.

Pero después de aquella conversación, efectivamente Shizuru cambió. Pero cambió más allá de lo que tenía previsto. Evitaba descaradamente compartir su tiempo conmigo, huía de mí en cada oportunidad y con frialdad absoluta me reemplazó por Hinagiku.

Me demostró que dominaba a la perfección el arte de ser una reina y al minuto siguiente convertirse en una serpiente. Y yo simplemente la dejé alejarse, hice un par de pobre intentos por recuperarla, pero todos fueron infructuosos y cada día la sentí más distante, hasta el día de su despedida de soltera.

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—Hola —saludé torpemente.

—Hola —respondió ella sin apenas mirarme.

—¿Podemos hablar un momento? —insistí tontamente. Ella claramente parecía incómoda. Quizás lo había adivinado, con todas las pistas, temí que hubiera descubierto lo que para mí era obvio.

—Tengo una reunión justo ahora —dijo mientras se levantaba de su escritorio. Decidí caminar detrás de ella para continuar nuestra conversación.

—¿Tienes tiempo en la tarde para un café? —pregunté mientras tomaba el ascensor con ella.

—Claro —me aseguró. Entonces nos despedimos y volví a mi puesto.

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Menos de media hora después empecé a recibir mensajes de ella:

—Natsuki, ¿por qué quieres que nos tomemos un café? —pensé que estaba ansiosa por saber lo que quería decirle.

—Espera a la tarde —contesté inocentemente.

—No, dime. Necesito saber para qué es —mi sonrisa se congeló. Algo dentro de mí me advertía que las cosas no iban bien.

—¿Por qué? —cuestioné su insistencia.

—¿Es para algo de trabajo? Porque si no es por un tema de trabajo, prefiero que no —empecé a parpadear rápidamente para contener las lágrimas.

Los mensajes siguieron llegando mientras yo evitaba leerlos. Tuve que irme para la terraza para controlar mi respiración.

En los siguientes mensajes continuó rompiéndome el corazón. Aunque la respuesta a mi última pregunta, fue el peor golpe, los otros no se quedaron atrás. Fue cruel en cada uno de ellos, especialmente cuando me dijo que no eramos amigas. Cuando entendí que no habrían más le respondí escuetamente.

—Bueno —escribí.

—¿Estamos bien? —añadió la guinda del pastel.

—Claro —y yo decidí mentirle, pensando que así podría conservar algo de dignidad.

Supongo que imaginó que iba a declararle mi amor, pero jamás me hubiera atrevido. Yo solo quería despedirme, yo solo quería darle su regalo de bodas, era una invitada después de todo, aunque no pudiera asistir. Debía dejarla ir, no podía seguir enamorándome de una mujer casada, de una mujer que me odia.

Muchas gracias por leer.

Un abrazo,

GatoCurioso.

P.S.: Si le gustó por favor dejen reviews para poder seguir participando en el concurso. Si no les gustó también pueden dejarme reviews contándome el porqué. ;)