¡Hola!

Este es mi primer fic de Harry Potter.

Espero que les guste al igual que espero tener sus comentarios.

¡Adiós!

Una joven de pelo negro y de ojos marrones limpiaba el suelo de la cafetería en la que trabajaba, incómoda al sentir la mirada de todos esos hombres sobre ella. Nerviosa acabo de limpiar y se fue a cambiar después de despedirse de esos sujetos.

Abrió una puerta y entró a los vestuarios donde las "bailarinas" se cambiaban. La habitación era del tipo vestuario de colegio, un banco, algunas cabinas individuales y unas perchas.

-Hola….-dijo en un suspiro.

Ninguna de las presentes le hizo caso, como siempre, pensó. Se metió en una cabina y en cinco minutos ya salía con su camiseta roja que ya parecía negra de lo sucia y rota que estaba, su pantalón vaquero, corto, ahora era de color rojo por la sangre que había en el. Salió de la habitación y después de la cafetería con su expresión fría sin hacer caso a las miradas que le mandaban los hombres de dentro.

Ya era cerca de la una de la mañana pero a ella le daba igual, ¿para que quisiera volver a su casa? ¿Para que su padre le maltratara otra vez, como hace desde que ella tenía seis años cuando su madre murió? ¿Para ver como los amigos de su padre le pegan, le insultan e incluso intentan "cosas" con ella (que por suerte ella conseguía librarse de esto último) mientras su padre se reía de ello o incluso les ayuda? No, no quería volver.

Su vida era una pesallida desde la muerta de su madre pues aparte de lo de su padre y sus amigos, también sus amigos se habían mudado o ido del colegio dejándole sola a ella, a su ex novio y su ex mejor amiga, eran ex porque hace una semana les había visto empezando a acostarse en un aula desierta del colegio.

Pero eso no era lo único, no, también tenía que aguantar que en el colegio se burlaran, se rieran de ella, le pegaran y sus profesores nunca hacía nada incluso a veces se reían de ella junto con los que le hacían eso. Tenía que estudiar y hacer deberes de más por orden de los profesores si quería como menos aprobar.

Odio mi vida, pensó justo cuando llegó delante de la puerta de su casa. Saco las llaves y abrió con cuidado, asomó la cabeza y vio que no había nadie, suspiró aliviada y se dirigió a su habitación.

Cuando abrió la puerta de su habitación se pudo ver que está era pequeña, las paredes eran de color verde oscuro, un armario viejo estaba al lado de una cama con sabanas rotas y llenas de suciedad como almohada usa un cojín viejo y desteñido.

Tiro su mochila y se tiro encima de la cama e ignorando el ruido que hizo está sacó el dinero que había ganado hoy y se puso a contarlo.

De repente se oyó como el viento se pasaba por el lugar más rápido, la chica miró hacía la ventana donde había una lechuza. La peli negra se sentó extrañada y sin darse cuenta la lechuza ya estaba en su hombro dejando caer una carta que ella cogió con su mano derecha.

-¿Qué es esto?-preguntó al aire empezando a abrir la carta.

Leyó la carta para acabar abriendo los ojos de par en par pues en esa carta un tal Albus Dumbledore le decía que había sido elegida para formar parte del colegio de Howgoards, escuela de Magia y Hechicería y que mañana un tal Severus Snape vendría a buscarle para llevarle a Howgoards y que no tuviera miedo que cuando llegará le explicaría todo.

Suspiro cansada y vio salir volando a la lechuza. Se cambio y se puso una camisa vieja de cuando tenía ocho años y se acostó, mañana iría a esa escuela, si salía mal ¿qué podría perder? Nada.

Y con esos pensamientos se quedo dormida.

Continuara….