I Was Made for Loving you (Tory Kelly ft Ed Sheeran)


Entregó su caballo al mozo de cuadra que salió a recibirla, miró la propiedad de su familia y apesadumbrada advirtió que la ventana de la habitación de su padre aún estaba iluminada, era consciente de que tenía que hablar con él pero no quería importunarlo, menos aun considerando que su salud no estaba totalmente recuperada después del atentado que había sufrido. Decidió dar un paseo antes de enfrentarse, una vez más, a él.

Ajustó un poco su guerrera tratando de protegerse del viento que comenzaba a enfriar la noche, cerró los ojos y respiró profundo tratando de serenar sus pensamientos. Tantas cosas estaban sin resolver en su interior, ese sentimiento constante de no saber hacia dónde ir la invadió nuevamente.

Apoyó una de sus manos en un gran haya que con su sombra albergaba parte del camino que conducía al estanque de la propiedad, apreciando la rugosidad de su corteza bajo sus dedos se sintió transportada a la edad de 8 años, cerró los ojos tratando de evocar esa añorada época cuando no tenía presiones ni se sentía cuestionada a diario. Le pareció ver como dos niños corrían descalzos por ese camino compitiendo una vez más por ser el que llegara primero a la caballeriza, recordó perfecto ese momento, era el día en que habían acordado marcar su estatura para comparar quien había crecido más rápido durante los últimos meses, sonrió al recordar como André siempre la dejaba llegar primero.

Miró a lo lejos el antiguo edificio que cobijaba los caballos, hace pocas semanas había visto las marcas en la pared nuevamente, sintió una presión en su pecho al rememorar la última conversación que había sostenido con André en ese mismo lugar, esa conversación había estado lejos de ser la de aquellos niños que corrían riendo.

-André, ¿recuerdas las marcas que hicimos en la pared? –

-Sí, las recuerdo... Son las marcas que hicimos cuando llegué a esta casa para indicar cuanto habíamos crecido –

-Hace ya 23 años mi padre me hizo pensar que yo era un hombre, en aquella época no imaginaba lo que significaba amar a alguien. Se me educó como si yo fuera un varón, por lo que he decidido trabajar en un lugar donde pueda olvidar mis instintos femeninos y mi soberbia-

-¿Qué quieres decir Oscar? –

-He pensado en trabajar como un soldado raso, en algún lugar donde no existan amor o afectos que me recuerden que soy mujer. Deseo regresar a la época en que pensaba que era un hombre, es preciso que lo haga-

Recordó como André la había mirado impactado, sus dulces ojos verdes la habían mirado llenos de dolor.

Apoyó su espalda contra el árbol buscando su cobijo, tantas cosas habían cambiado en los años transcurridos, acudiendo una vez mas a su rebeldía había logrado librarse del compromiso impuesto por su padre, suspiró cansada, aún le resultaba difícil creer que su propio padre, el mismo que la había educado como un hombre, hubiera acordado un compromiso en matrimonio con Girodelle sin siquiera pedir su opinión.

-¿En qué momento cambió todo?- se preguntó a sí misma.

Sin darse cuenta se llevó la diestra a los labios y recordó el beso que Girodelle le había dado hace tan sólo unas horas, sus labios eran suaves, pero fue como besar a un hermano, no había sentido el arrebato de amor y pasión que sintió cuando André la había obligado a besarlo para demostrarle que ella jamás dejaría de ser una mujer aunque se esforzara en ocultarlo. Al pensar en ese beso volvió a sentir la exaltación que enfrentó esa noche entre sus brazos, esa noche había dejado de ver a André como su mejor amigo y se había sentido vulnerable como nunca antes. Esa noche debió aceptar que por mas que se esforzara en actuar como un hombre jamás lo sería, jamás tendría el poder físico de uno, André la había sometido con un mínimo esfuerzo.

El frío se hizo más intenso, escuchó como silbaba a través del follaje de los árboles, cruzó los brazos sobre su pecho y comenzó a caminar en dirección al palacete. Estaba tan absorta en sus recuerdos que no escuchó el caballo que se había detenido cerca de ella hasta que escuchó la voz que le hablaba.

-Oscar ¿Estás bien?- André se acercó.

-Perdona… no te escuché llegar– contestó sobresaltada.

-Llegaste temprano de tu fiesta de compromiso-

-Sí, apenas estuve un par de horas…- secó disimuladamente las lágrimas que habían escapado de sus ojos. No sabía por qué había comenzado a llorar.

-Oscar…- caminó rápido y se paró frente a ella impidiéndole que siguiera caminando –Algo te pasa, sabes que puedes confiar en mí-

-No tengo intenciones de casarme con Girodelle ni con nadie- miró fijamente sus ojos buscando la tranquilidad que siempre le entregaban.

-Entiendo- él bajó la vista rehuyendo su mirada, desde que la había besado a la fuerza sentía vergüenza al mirarla –Vamos, te acompaño... ya está haciendo frío- comenzó a caminar junto a ella mientras llevaba su caballo tomado de las riendas.

Ya en la caballeriza, mientras esperaba que André atendiera a su caballo, se acercó a las marcas que había recordado hace apenas unos minutos, las rozó con la punta de los dedos.

-Finalmente resultaste ser más alto...- susurró.

-¿Qué dices?- se acercó a ella.

-Estas marcas… siempre me dejaste ganar en todo- apuntó la última marca grabada –En esto fue imposible que perdieras aunque así lo quisieras- lo miró emocionada.

André bajó la mirada una vez más, Oscar se acercó a él y tocó su rostro con los dedos, él la miró sorprendido. Apoyó suavemente las manos sobre su pecho y se irguió para besarlo, sus labios eran tibios, suaves y conocidos, André superando su perplejidad inicial respondió su beso con devoción.

-¿Aún me amas?- preguntó separándose unos centímetros de su boca.

-Fui hecho para amarte- contestó en un susurro mirándola emocionado.

-Yo también te amo- apoyó la cabeza contra su pecho –No puedes imaginar cuanto te amo- aspiró su aroma tan familiar y agradeció ser cobijada una vez más por esos brazos que tantas veces la habían acogido desde que era una niña.


Este fue mi primer escrito! le tengo cariño jejejejejeje fue para una actividad de un grupo en Facebook