Título Original: A Joker Story: The Smile On Her Face
Autor Original: Moon´s Envoy
Título traducido: Una historia de Joker: La sonrisa sobre su cara
Traductor: Yatinga
| Ciudad de Bath, los barrios bajos |
-Bueno, me alegro de que nos las arreglaramos para conseguir todas estas cosas, ¿no hermano?- Dagger preguntó, ajustando su control sobre las bolsas que sostienen algunos de sus alimentos. Proveer para un grupo tan grande era difícil, pero se las arreglaron siempre y cuando se extendió su necesidades de compras viajaron a lo largo de todo un pueblo.
-Nos dieron la mayoría de las cosas que estábamos buscando, así que estoy feliz-. Joker contestó, mostrando su hermano adoptado una sonrisa. Se habían ofrecido para ir a la parte más alejada de la ciudad para dar a los demás un muy necesario descanso. Sin embargo, las bolsas eran pesadas, y él no podía ver dónde iba.
-Pues bien, parece que nos trajeron algunos feriantes.-Dijo una voz. Los dos hombres no podían decir que estaba de pie detrás de ellos, pero la voz sonaba como si pertenecía a un noble. Una segunda voz, ligeramente inferior se le unió.
-Y aquí estábamos pensando que íbamos a estar aburridos hoy.- El cabecilla del circo y el experto en lanzamiento de daga voltearon. Joker miró a Dagger mientras ponía su bolsa en el suelo.
-¿Traes tus dagas contigo?- le preguntó a su amigo, mirando a los dos nobles de pie a unos metros de ellos. Su estilo de vestir sugirió que eran de la misma familia. Dagger negó con la cabeza, flexionando los dedos. Parecía que se convertiría en una pelea de moda, a puñetazos.
Fue entonces cuando uno de los hombres sacó un arma pequeña. Él sonrió, mostrando sus dientes blancos y perfectos. -Ahora bien... Me pregunto cómo podemos conseguir mejor diversión con estos tipos. Apuesto a que no les importará darnos una actuación libre esta noche, ¿verdad, chicos?
-Vaya, vaya...-sonó una voz femenina detrás de los hombres. -Supongo que no necesitarás esto entonces.-preguntó la voz. Los dos nobles se dieron la vuelta, Joker y Dagger voltearon para echarle un vistazo a la nueva persona que había interrumpido el momento.
La persona estaba de pie a la luz de la linterna levantó una billetera en la mano, sacudiéndola un poco. Era el mismo color gris de los trajes de los nobles tenían. Su cara estaba cubierta por debajo de la mitad, y la ropa que llevaba eran harapos en el mejor de los casos.
Sin embargo, la forma en que se apoyó en la linterna no presagiaba nada bueno para los hombres que habían querido robar.
-¡Hey, regrésamela, mocoso!-el hombre sin la pistola gritó el recién llegado. La muchacha se burlaba, empujando la billetera en un bolsillo trasero de su pantalón. Levantó la tela cobertora, revelando un rostro delicado y de grandes ojos redondos.
-Hey, soy la señorita mocoso para ti, ¡bueno para nada! -gritó a su vez. Ella hizo un mohín, ladeando la cabeza hacia un lado.-Puesto que usted es tan malo, creo que voy a quedarme esta cartera.-
La niña salió corriendo. Sin duda los dos nobles corrieron tras ella. Joker y Dagger se miraron entre sí, asintieron y salieron corriendo detrás del trío, a sabiendas de la chica que necesitaría ayuda. Cada vez que veían a los hombres girar en las esquinas, la voz de la chica les hacía señas para que la siguieran.
-"¡Esa chica está loca!"-pensó Joker. Cuando se dio la vuelta una esquina otra vez, pudieron verla de pie contra una pared, y los hombres se acercaban a ella. En lugar de preocuparse, ella agarró una cuerda a su lado. Con un corte rápido de un cuchillo oculto, eliminó el otro extremo de la cuerda del tirón y hacia arriba.
Dagger dejó de correr. Joker ni se molestó en preguntar. Era un mal momento para que su prótesis le molestara. Corriendo como estaba seguramente no le hará ningún bien. Él tenía que haberse puesto al día antes o después.
-¡Wooooaaah!- sonó su voz. Al llegar a la cima, ella cautelosamente buscó punto de apoyo. El hombre con el arma apuntó hacia una escalera. Mientras corrían hacia allí, la chica siguió corriendo por los tejados. Todas las casas estaban construidas de la misma manera en esa parte de la ciudad, con techo plano, así que no tenía ningún problema para encontrar equilibrio. Joker decidió continuar desde el suelo. Se fijó en la chica jadeaba, pero, de nuevo, siguió corriendo. Después de un minuto o dos llegaron al final de la calle. Un río corría junto a las casas. Como showman que Joker era, inmediatamente lo creyó una ruta de escape cuando no lo era.
-¡Pssst!- Joker susurró, tratando de llamar la atención de la niña. Su cabeza se volvió hacia él, pero sus ojos estaban cubiertos aún por debajo de su gorra. Ella asintió con la cabeza una vez, para mostrarle que tenía su atención. Joker señaló hacia el río, haciendo un gesto a saltar en ese lugar. Ella se dio unos golpecitos con el dedo en la cabeza. -'¿Estás loco?'- parecía preguntar.
Señaló de nuevo al río de una manera decisiva. Antes de que pudiera reaccionar, los nobles la habían alcanzado. El tipo con el arma apuntaba hacia ella. -Ahora, nos devolverás la bolsa y no dispararé, ¿está bien, señorita?- sonaba exasperado.
El hombre se inclinó sobre sus rodillas, jadeando. -No vamos a dejarla ir, ¿verdad? Quiero decir, ¡podríamos tener un poco de diversión con esta chica!-
El hombre con la pistola asintió. – ¿Escuchaste, chica? Vamos a ser amables contigo y pasaremos un buen rato. ¿No nos lo merecemos?-
La chica volteó hacia los hombres. Ellos se acercaban a ella. Joker sorprendió a sí mismo con la esperanza de que ella se escapara. Él no dudó ni por un momento que la niña había robado a los hombres para salvarlo a él y a Dagger.
Dio unos cuantos pasos lejos de los hombres. Joker se mordió el labio cuando se empezó a reír. Entonces se dio la vuelta y corrió hacia la orilla. Puso un pie en la barandilla de hierro, y se lanzó al agua. Los hombres maldijeron cuando miraron hacia el agua. Joker se escondió en las sombras, esperando con Dagger para que saliera.
-No vamos a saltar de ahí, ¿verdad?- el hombre sin el arma preguntó. El otro gruñó, poniendo su arma. -Por supuesto que no. ¿Qué sentido tiene? Por mucha rata que sea no sobrevivirá.-
| Alrededor de dos minutos después |
-Hey, chica, ¿estás ahí?- Dagger preguntó hacia el agua oscura. Algunas salpicaduras le respondieron, y la muchacha nadó hacia la luz.
-Todavía estoy aquí. ¿Tenéis una cuerda o algo así? -preguntó ella, nadando para permanecer en el sitio.
Joker gimoteó. Se había olvidado por completo de sus provisiones. Incluyendo los suministros como cuerdas y cosas por el estilo. Tendrían que hacerlo de otra manera. Le dio una mano a Dagger, dejando que el hombre le bajara al agua un poco. Eran lo suficientemente fuertes como para hacerlo. Aún así, lo de fácil era otra historia.
Gimoteó cuando la chica le agarró la mano, esperando que su prótesis no se soltara y los arrojara al agua. Ella se apresuró a saltar en el otro lado también, con miedo a no llegar y caer en el agua otra vez.
-Oye, tirad de vosotros antes de que nos mojemos todos.-
Dagger dio un tirón final para elevarlos y los otros dos cayeron en tierra seca. La chica cayó sobre manos y rodillas, tosiendo y frotándose el agua de la cara. Su gorra se deslizó, dejando libres mechones largos de pelo, deliciosos, brillando a la luz de los postes de farol. Aún con la tos se puso de pie y empezó a retorcer un poco de agua de su ropa.
-Mírenme...Toda mojada... Espero no coger un resfriado.- Ella dijo, escurriendo un poco de agua de su pelo. Sus grandes ojos aterrizaron en Joker y Dagger. -Ah, ustedes son los chicos de la callejuela. Gracias por sacarme fuera del agua. -Ella miró al río.-Odio el agua.- murmuró.
-Ah... De no ser por nosotros, no habrías estado allí en primer lugar, ¿no? Aún así, casi me daba miedo salir de mi piel cuando has subido de repente al tejado.- Dijo Dagger, sonriendo.
Joker asintió. -Creo que debemos darte las gracias. Sin ti, habríamos terminado en una pelea.-
La niña sonrió y cogió su gorra. Se lo colocó en la cabeza, comprobó la parte trasera de sus pantalones para la cartera. -Bueno, me alegro de que fuimos capaces de ayudarnos unos a otros, entonces. Oh, ¿no traíais cosas con vosotros antes de venir aquí? -preguntó, mirando a los hombres.
Joker no apartó la mirada, no contento al olvidar sus compras así. -Bueno, las dejamos tiradas, viendo que estabas en problemas y eso.-
-Auténticos caballeros entonces, ¿no es así?- dijo. Ella silbó, un sonido fuerte y chirriante que hizo eco por las calles silenciosas. -Bueno, esperad un minuto, voy a traer sus cosas de vuelta.- Prometió.
Y, en efecto, muy pronto un par de matones callejeros jóvenes se habían reunido a su alrededor. Uno de ellos levantó la gorra en el respeto a la chica. -¿Usted nos ha llamado, señora?-preguntó, mirando a los dos hombres extraños en sospecha.
-Eso hice, Roger. Las bolsas de comestibles que se encontraban cerca de la calle Fisher, ¿las tienen ustedes? -preguntó, mirando al joven.
-Ah... sí.- Admitió. Estaba acostumbrado a robar para vivir, y al ver una buena oportunidad, él y sus amigos se llevaron el botín más rápido antes de que su víctima pudiera parpadear.-Supongo que quiere que se lo devuelva a estos hombres aquí. -dijo, cogiendo la indirecta bastante rápido. Su banda tenía las bolsas con ellos, y se presentó con las cosas a toda prisa. Más de uno había recibido una paliza de la chica por no haberla escuchado.
-¿Está aquí todo lo que perdieron? -preguntó, mirando a las dos personas del circo. Los hombres asintieron, y ella dejó escapar un suspiro de alivio. Le dio unas palmaditas en la cabeza de Roger, y le lanzó a cada uno de los niños una moneda. Los chicos siempre estaban dispuestos a ayudarla para salir de apuros. Ella se aseguró de que sus beneficios eran suficientes para garantizarla.
Joker miró a la pequeña chica. -Bueno, fue un placer. Que tengas una buena noche.-
Ella asintió con la cabeza, y les deseó una buena noche también. Más rápido que una sombra los chicos se habían ido, dejando a Joker y Dagger de pie solos en la calle.
-Bueno, eso fue una sorpresa.- comentó Dagger, tratando de sostener más cómodamente su mochila. Joker asintió. Los dos hombres se alejaron, sin darle mucha importancia a la joven o sus compañeros ladrones. Lo que no sabían es que la verían pronto de nuevo.
| Hogar de la niña |
-¡Estoy en casa! -gritó, abriendo y cerrando la puerta rápidamente, por lo que el calor perdido no sería en vano. Una figura pequeña trepó desde el gastado sofá hacia fuera, y unos ojos marrón oscuro la miraron.
-Llegas tarde, hermana- La voz de su hermano pequeño sonaba soñolienta. Él había estado esperando una vez más hasta que llegó a casa antes de irse a dormir.
Ella sonrió. -Lo siento. Me encontré con algunos problemas en el camino a casa. De todos modos, tu hermana mayor se las ha arreglado para ganar algo de dinero hoy. -El niño se levantó. Su octavo cumpleaños sería en una semana, pero ya era mucho más maduro de lo que debía. Cuando estuvo lo suficientemente cerca, agarró los pantalones andrajosos que llevaba, mirándola con rostro serio.
-¿Lo suficiente para pagar los medicamentos? -le preguntó en tono preocupado.
Ella se agachó, recogiendo al chico. -Suficiente para la medicina.- Dijo.
El muchacho frunció el ceño. -No es bueno que una dama utilice frases incompletas-
Ella lo puso en el sofá, y arrojó un pedazo de madera en el fuego. -Cierto, pero yo no soy más una dama. Puedo decir lo que quiero como quiero y cuando quiero. El muchacho mantuvo el ceño fruncido. Ella sonrió y se sentó a su lado. -Con el dinero que conseguí hoy, es suficiente para los próximos tres días. Y, ya que tu cumpleaños se acerca, ¿por qué no vamos al circo? Estará en la ciudad por un tiempo, pero no sé cuánto. Cuanto antes vayamos, mejor, ¿no?
George miró seriamente a su hermana. -Prefiero que guardes el dinero, hermanita. Es peligroso salir así con una chica. Si lo guardas, no tendrás que salir por la noche a por algo como eso.-
Ella sonrió y se sentó a su lado en el sofá. Se subió las mantas hasta la barbilla mientras se acurrucó más cerca de ella. -George... Voy a llevar mi hermano pequeño al circo cuando yo quiera. Sin más peros, ¿de acuerdo?
Tu hermana mayor ha trabajado duro hoy. Mañana es nuestro día para un descanso.-
Se dio cuenta de su ropa estaba todavía húmeda, por no decir empapada. Con un suspiro, se puso de pie. George ya estaba a la deriva en el sueño. Suspiró de nuevo, se quitó el viejo suéter mojado de su cuerpo, prontamente seguido por la camisa y los pantalones. Sacó el dinero que había robado a los nobles y su mirada cayó sobre George de nuevo. Él había estado tosiendo todo el día otra vez.
Se dejó caer en una de las dos sillas que poseían, sosteniendo sus manos en la cabeza, tratando de relajarse. ¿Cuánto tiempo más iban a ser capaces de aguantar? ¿Cuánto tiempo más, hasta que llegue el día en que no podrán comprar la medicina para el niño ya simplemente por ir a robar?
Tal vez podría olvidar la preocupación al día siguiente...
| Noah's Ark Circus |
-¿Y cómo has dicho que tienes tus prótesis en mal estado todo otra vez?- preguntó Doc mientras le ajustaba la pierna falsa Dagger de nuevo. Dagger dejó escapar un silbido cuando la prótesis fue conectada con los nervios frágiles, antes de mover la pierna alrededor.
-Bueno, vamos a decir que salvamos a una joven muchacha de un destino espantoso, ¿no, hermano?- le preguntó Dagger a Joker.
Joker se tocó el sombrero con un dedo y asintió. -Eso es exactamente lo que ha ocurrido.- Cuando se levantó Dagger, Joker tomó su lugar en la silla de la Enfermería.
-¿Ah, es mi brazo nuevo, Doc? -preguntó, tratando de mirar detrás del hombre en la silla de ruedas, para ver donde estaba su brazo habitual. Doc suspiró, y llegó detrás de él, sujetando la prótesis en forma de brazo esquelético.
-Me gustaría que no insistieras en usar este tipo de brazo.- Doc suspiró por enésima vez. Hacer ese brazo era una molestia en comparación con las extremidades que hizo para los otros miembros de la troupe.
Joker sonrió, apoyándose en su brazo sano mientras el médico retiraba la prótesis normal que había estado utilizando a la espera de su brazo huesudo. Dagger se sentó junto a él, y sonrió.- De todos modos, la chica que salvamos era muy linda, ¿no lo crees, hermano?-
Joker lo miró con una sonrisa socarrona. -¿Estás pensando en enamorarte de otra que no sea Beast, entonces? -le preguntó en una forma burlona. Daga palideció y comenzó a agitar su cabeza ferozmente.
-¡No! ¡La Jefa es mi único amor! ¡Nunca voy a renunciar a ella!
Joker asintió y movió la recién unida prótesis. Sonrió complaciente al ver cómo se movían los dedos, se puso de pie y palmeó a Dagger en la espalda. -Bueno, mejor me voy ahora. ¡Mañana habrá otra función, y tenemos trabajo que hacer!-
