La observaba.
Casi podía sentirla a centímetros de él aunque estuvieran a unos metros. Se escondía aprovechando la oscuridad de la noche y observaba cómo caminaba, estaba cerca de su casa y pronto desaparecería de su vista.
- Alexa… murmuró. Suficiente para que ella lo escuchara y se girara para ver quién la había llamado.
Aunque no vio a nadie, notó que su mirada pasaba de tranquila a frustrada. Después de todo, no es demasiado tranquilizador encontrarte un desconocido en una calle cuando estás totalmente sola.
- Alexa… murmuró de nuevo, esta vez había sido más cerca.
La chica se giró. Su rostro ya no estaba asustado, sino enfadado.
- No tiene gracia, ya puedes salir quién quiera que seas gritó, pero hubo un absoluto silencio. Blackheart se sentía enfadado al ser comparado con cualquier mortal haciéndose el gracioso. Sé taekwondo añadió y no pudo reprimir una carcajada.
Alexa estuvo unos segundos parada sin saber muy bien qué hacer y finalmente optó por terminar el trayecto que faltaba hacia su casa corriendo.
Maldición… se quejó internamente Blackheart.
Horas más tarde, Alexa se encontraba en su habitación pensando lo ocurrido. No les había comentado nada de lo sucedido a su madre ni a Johnny por temor a que la consideraran una paranoica, pero ella de verdad había escuchado esa voz llamandola.
Se levantó para cerrar la ventana, ya iba haciendo frío, cuando se giró vio un par de ojos celestes a centímetros de ella. La embargó una extraña sensación de cálidez antes de que analizara la situación. Blackheart estaba en su habitación. De noche. A solas con ella.
Abrió la boca para gritar, pero él fue más rápido. Alexa agarró una silla amenazando a Blackheart.
- Será mejor que me digas qué haces aquí o de lo contrario… empezó, aunque se cortó a sí misma su amenaza al darse cuenta que si podría estar paranoica. De acuerdo, no importa… pero contéstame dijo mientras dejaba la silla en su sitio.
Blackheart sonrió. Quería verte contestó simplemente. Esto hizo que Alexa se sonrojara.
- Si es de madrugada… comentó.
- ¿Tú no querías verme? preguntó mientras le sonreía de manera seductora.
- Claro que quería, pero… se mordió el labio mientras sentía sonrojarse aún mas. Diablos… ¿por qué no podía actuar con normalidad aunque le resultase atractivo?
Justo cuando iba a decir algo, la besó. Alexa no sabía definirlo muy bien… era una mezcla de deseo, cálidez, necesidad e intranquilidad por su parte que la dejaba confundida. Le correspondió, pero segundos después, habían parado de besarse.
- Estoy aquí para felicitarte por tu cumpleaños. Te he traído un regalo Ella no sabía cómo se había enterado, pero le miró ilusionada y con una sonrisa.
- Antes tienes que prometerme que no abrirás los ojos hasta que me haya ido se extrañó de su condición, pero asintió y los cerró.
Segundos después, notó un poco de frío y los abrió. No notaba nada nuevo en su habitación hasta que se giró y abrió los ojos mirando con miedo el regalo de Blackheart. Nada más y nada menos que un cadáver.
Escuchó un feliz cumpleaños, Alexa acompañado de una carcajada.
Desde luego sabía dejar huella…
Notas de autora: Hola de nuevo! bueno, este fic está dedicado a TwistedMindDevi con la colaboración de nuestro Blackheart (?)
Espero que te guste ah, se me olvidaba, el personaje de Alexa es suyo pero me cedió un pequeño permiso para utilizarlo xD
