Y estamos aquí, con la continuación… la historia de que paso mientras nuestro anti-héroe busca a su rival por el universo. Insisto es mi visión personal, espero les guste.

Declaración: Los personajes no me pertenecen… pero si me regalan uno no me enojo.

Mientras no estabas

Ya los tres deseos habían sido concedidos. Las esferas volvieron a convertirse en piedra, después de que desapareciera el dragón.

En la Tierra, un Yamcha empapado hacía su aparición frente a todos. Bulma lo miró emocionada, sin embargo no corrió a sus brazos como lo había soñado antes. Solo le sonrió con lágrimas en los ojos.

-¡Oh, querida, tu novio está vivo!

Todos rieron por el comentario de Bunny.

Bulma se dirigió al Patriarca.

-Quiero agradecerles a nombre de todos por dejarnos usar sus esferas.

-Por el contrario, Bulma. Nosotros somos los agradecidos.

Ella le sonrió y volvió con Yamcha.

-En el cuarto de huéspedes que está en el primer piso te dejé ropa, para que te cambies. Haremos una fiesta.

-Oh, perfecto… ¿dijiste en el cuarto del primer piso? ¿Qué hay del que ocupo siempre?

-Es una larga historia…

Le dio un beso en la mejilla y se dirigió hacia donde estaban los demás.

Yamcha la miró con ternura. La había extrañado. Avanzó hacia la propiedad acompañado por su inseparable amigo. Cuando estuvieron los dos a buena distancia de los demás, Puar se le acercó más, le dio un abrazo y comentó

-Te extrañé mucho, Yamcha

-Yo también, Puar. Aunque estar muerto no es tan terrible como dicen. El dolor del viaje al otro mundo es lo que no me gustó.

-No te imaginas las cosas extrañas que ocurrieron mientras no estabas

-¿De qué estás hablando?

-Bueno, Bulma hizo lo imposible por revivirte… pero cuando volvieron se le ocurrió invitar a ese espantoso saiyajin a vivir aquí.

-¿QUE DICES?- se detuvo antes de entrar a la habitación.

-Lo que oíste. No sé en qué estaba pensando. Es más él acaba de irse. Se robó una de las naves de la Corporación.

-Ese maldito… y Bulma… ¿cómo se le ocurrió? Después de lo que nos hizo.

Entraron en la habitación y se dispuso a darse una ducha rápida para sacarse el agua de la alguna. Al salir se vistió con lo que le había dejado ella. Mientras hacía esto miró a Puar.

-¿Qué sabes de lo que hizo Vegeta en su estadía?

-No mucho… se que dormía en la propiedad y que la mayor parte del tiempo salía a recorrer el planeta…

-Mmmm, eso no me cuadra… Vegeta sin matar a nadie… disculpa la expresión, pero aquí hay gato encerrado.

Puar se sonrió. Él y Yamcha eran amigos desde hace tanto tiempo, que se sentía en la obligación de mantenerlo al tanto de lo que hacía su novia.

Ambos salieron al jardín y encontraron a los demás en el jardín que rodeaba la piscina.

Estaban los namekuseijin, el maestro, Oolong, Krilin, la familia de Gokú y los padres de Bulma.

-Hola, profesor ¿Y Bulma? – pregunto Yamcha dirigiéndose al profesor.

-Oh, hola muchacho felicidades por tu regreso. Bueno, me parece que ella subió un momento a su habitación… pero regresa enseguida.

Él no se quedó tranquilo y subió a buscarla, le dijo a Puar que lo esperara.

No la encontró y decidió entrar al cuarto que alguna vez ocupara él cuando se quedaba en casa de ella. Entró y observó que todo estaba en orden, excepto por unas botellas de vino en un rincón. Pasó al baño y descubrió que había unos perfumes en sus empaques sobre una estantería, además de una rasuradora, cepillos y… ¿toallas usadas? Miró el canasto de ropa sucia había algo dentro. Eso ya no le estaba gustando… salió del baño y se dirigió al closet. Ahora su sorpresa fue grande… estaba lleno de ropa de hombre. Tomo un pantalón, lo colocó sobre sus piernas y se dio cuenta de que el dueño por lo menos medía un pie menos que él. Comenzó a atar cabos cuando la puerta se abrió de improviso.

-¿Qué haces aquí?

El se giro despacio, avanzó y se dejó caer en la cama. Luego sin mirarla con el pantalón aun en su mano le dijo

-Bulma ¿quién ocupó este cuarto mientras yo no estuve?

Ella lo miró con tristeza. Luego su expresión cambió a una más bien nerviosa.

-Jeje, bueno. Debes saber que muchas cosas pasaron mientras no estuviste…

-Tengo tiempo. Te escucho. Nunca ha habido secretos entre nosotros.

-Yamcha, ahora nos esperan para la fiesta. ¿Podemos hablar más tarde?

El la miró con recelo pero aceptó. Dejó la prenda sobre la cama y acompañó a Bulma donde estaban los demás.

Durante la fiesta todos conversaron animadamente. Yamcha comentaba algo de vez en cuando, pero no dejaba de mirar a Bulma con recelo. Todos se retiraron a sus hogares excepto Yamcha.

Ya había caído completamente la noche. La casa estaba en silencio, los habitantes se retiraron a sus habitaciones.

Bulma paseaba por el jardín. Él aprovechó la oportunidad, la alcanzó y la tomó de un brazo, acercándola a sí.

Se miraron unos segundos y depositó un beso sobre sus labios. Bulma lo aceptó.

-Te extrañé tanto – dijo él abrazándola finalmente.

-Y-yo también, Yamcha

-¿Sabes? Creo que no me di cuenta de cuánto te quería hasta que me di cuenta de que no te vería por mucho tiempo… No sabes lo asustado que estuve de perderte en esa batalla…

-Oh, no es necesario recordar esas cosas. Ya estamos juntos y eso es lo que cuenta.

El miró en sus ojos, volvió a depositar otro beso y agregó

-¿me dirás ahora qué diablos paso aquí cuando no estuve?

Ella se apartó de él un momento, camino hacía el espacio que ocupaba anteriormente la nave "robada".

-Yamcha, espero que no te molestes conmigo…

-¿por qué habría de molestarme?

-Bueno, escúchame y no me interrumpas…

El asintió sin moverse de su lugar. Se cruzó de brazos, ya sabía algo de lo que ella le diría.

-Después de que te moriste, junto con los muchachos y Piccoro. Encontramos la forma de volverlos a la vida... pero eso implicó viajar a Namekusein… - ahora ella miró las estrellas – bueno, allí nos dimos cuenta de que nuestra misión no sería del todo fácil, resulta que a ese planeta viajaron Vegeta y Freezer, del cual supongo que ya has oído. Todos íbamos tras las esferas… Durante nuestra búsqueda resultó que Vegeta en cierta forma se alió a nosotros debido a que odiaba de tal forma a Freezer, que finalmente resultó ser nuestro enemigo en común. Ayudó a los muchachos allá, incluso murió en batalla… sin embargo cuando revivieron a los namekuseijin y nos trasladaron a la Tierra, resultó que él llegó también con los demás…

Él la miró con fastidio.

-El asunto es que se me ocurrió invitarlo a vivir con nosotros- inconscientemente ella se encogió de hombros.

-¿Cómo pudiste?

-Bueno, creo que me emocioné por la felicidad del momento… además él nos dio la idea de cómo revivir a Krilin…y a Gokú… aunque él está vivo en alguna parte del espacio.

-Bulma, entiendo lo que me dices… pero aún así no puedo comprenderlo del todo… el me mató.

-Yamcha, él no te mató… - dijo volteando a verlo

-PERO MANDÓ A ESAS COSAS A HACERLO.

-NO ME GRITES, MALDICIÓN. NO VUELVAS A HACERLO- dijo poniendo sus brazos a los lados -. YA LO HECHO, HECHO ESTÁ… YA ESTAMOS JUNTOS, MALDITA SEA. ¿OLVÍDALO QUIERES?

El se asustó por su actitud y cambió a un tono más suave. Se atrevió a avanzar hasta estar a un paso de ella.

-Está bien, amor. Pero ¿Dónde dormiré? A menos que…

Hizo un amague de alcanzarla con su mano, el cual fue recibido con una mirada confundida

-¿Te vas a quedar?

-¿Qué? ¿Te molesta que YO me quede y pudiste albergar a un ASESINO?

Ella lo miró cansada. Se aproximó a él y lo miró a los ojos.

-Creo que puedes quedarte… pero dormirás en el cuarto de huéspedes del primer piso, mientras arreglo el de arriba.

-Disculpa… Pero te extraño mucho…- intento abrazarla, nuevamente sin éxito

-Yamcha, ambos estamos cansados.

Ella le dio un breve beso en los labios y entró a la casa sin voltearse a verlo.

"¿Qué fue eso? Pareciera como que ella no me extrañó en lo más mínimo… se sintió tan fría… debo reconquistarla… la distancia le afectó. No me queda más remedio que consultarlo con la almohada…"

El joven entró a la casa, y decidió que lo mejor era dormir. Ya mañana comenzaría su plan de reconquista. Puar se le unió, acomodándose a los pies de la cama.

En la planta superior una joven estaba sentada sobre una cama que no era la suya. Miraba todo a su alrededor. Estaba a oscuras, solo la luz de los focos exteriores iluminaba un rincón, donde solo había una percha sobre un mueble. Ya no estaba la armadura que antiguamente descansaba en ese lugar.

Se había quitado los zapatos y los sostenía en una mano. Con pereza se levantó y camino hacia el interruptor. Encendió las luces y salió de allí por unos momentos. Volvió con una caja en sus manos.

-Esto te tomará tiempo, supongo… mientras antes guarde tus cosas mejor.

Tras una hora termino su misión y se llevó la caja a su cuarto. Una vez allí solo se dejó caer en la cama. No se dio cuenta cuando se quedo dormida.

CONTINUARÁ….